Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. Un pelotón norteamericano es atacado por otro alemán; de resultas del enfrentamiento, caen todos los alemanes y solo quedan cuatro estadounidenses. Mientras tratan de huir a través del bosque localizan una nave espacial estrellada y, poco después, averiguan que los nazis tienen retenido un superviviente.
Dirección: Danny Bilson. Producción: Altar Productions, Empire Pictures. Productor: Roberto Bessi. Productor delegado: Charles Band. Productor asociado: Michael Wolf. Guion: Danny Bilson, Paul De Meo. Música: Richard Band. Fotografía: Mac Ahlberg. Diseño de producción: Philip Dean Foreman, Giovanni Natalucci. Montaje: Ted Nicolaou. FX: John Carl Buechler, Cleve Hall (efectos de maquillaje), John P. Fasal (efectos de sonido). Intérpretes: Tim Thomerson (sargento), Timothy Van Patten (Joey), Art LaFleur (Mittens), Biff Manard (Dolan), William Paulson (la alienígena), Peter Boom (coronel Manheim), Max Turilli (sargento de las SS Zeller), Eugene Brell (operador de radio), John Leamer (teniente), Bruce McGuire (médico), Alviero Martin (el Führer), Mike Manderville (SS en motocicleta), Achille Brugnini (operador de radio de las SS), Ole Jorgensen (centinela de las SS), Peter Hintz (cabo de las SS), Joshua McDonald (capitán de los Zone Tropper), Anita Zagaria (chica onírica). Nacionalidad y año: Estados Unidos 1985. Duración y datos técnicos: 83 min. – color – 1.85:1 – 35 mm.
El tándem formado por Danny Bilson (director y guionista) y Paul De Meo (co-guionista) es de esos que los aficionados curtidos y con sentido del humor reconocen al instante, pues son responsables de muchos títulos gozosos. Su primera labor, solo como guionistas, fue en la deliciosa serie B de la Empire Trancers [vd: Trancers; tv: Guardianes del futuro, Charles Band, 1984], a la que continuó precisamente la presente. Después se hicieron cargo, entre otras, de los guiones de Eliminators [vd: Eliminators, 1986], y Arena [vd/tv: Arena, el ring de las galaxias, 1989], ambas de Peter Manoogian, las series de televisión Flash, el relámpago humano (The Flash; 1990-1991), En el punto de mira (Human Target; 1992), Viper (1994/1996-1999) y Sentinel (The Sentinel; 1996-1999) y la producción cinematográfica de serie A Rocketeer (The Rocketeer, 1991), dirigida por Joe Johnston. Títulos todos ellos de culto, y muy limítrofes con la serie B y el cómic. De hecho, también han escrito comics, en concreto de Flash, e igualmente hacen video-juegos (algunos de James Bond).
Como se ha referido, Trancers fue una producción Empire, al igual que la presente, a la cual le cabe la particularidad de ser la primera que la compañía rodara en Italia, país a donde se había trasladado con el fin de abaratar presupuesto (más aún, pues las películas de la productora de Charles Band son el colmo de lo económico), y antes de que se desplazara de nuevo, esta vez a Rumanía. En vez de intentar hacer pasar el territorio donde se ambienta la trama como Estados Unidos, en esta ocasión se optó por entornar la acción en el país con forma de bota, a pesar de que toda la cinta transcurre en un bosque y en unos restos de edificaciones que podían haber estado situados en cualquier otro sitio.
El film trata de emular, aunque con un presupuesto muy inferior, al cine bélico rodado en Estados Unidos durante la contienda, y se le aplica un tanto el tono, digamos, de cintas de serie B como Bataan (Bataan, Tay Garnett, 1943), en lo que respecta a los personajes y sus relaciones. También es muy detectable la inspiración en comics tradicionales, y al protagonista se le denomina irónicamente Sargento de Hierro, emulando, en cierta manera, al sargento Rock de los comics de la Marvel. El enfrentamiento entre los héroes y los nazis recuerda también a lo que podría ser una misión del sargento Furia y sus Howling Commandos contra los enemigos del Eje. Y la historia fantacientífica, por su parte, es un clásico émulo de las narraciones que, tiempo atrás, editaban revistas pulp del tono de Planet Stories, Astounding, Starling Stories u otras; de hecho, la revista ficticia de la cual dispone uno de los personajes, titulada Fantastic Fiction, dispone de un logo que, en cierto sentido, recuerda al de Amazing Stories. La primera nave espacial vista rememora a las de los comics de Flash Gordon o Buck Rogers, y los trajes de los extraterrestres masculinos son parecidos también a la guardia de Ming el Despiadado en los seriales cinematográficos realizados a partir de la creación del dibujante Alex Raymond.
Así pues, tenemos un pelotón de cuatro hombres al frente, todos ellos caracterizados con los arquetipos del género bélico. De este modo, tenemos al ya citado sargento, férreo, inflexible y que no se despeina ante nada; lo interpreta Tim Thomerson, protagonista de la saga Trancers así como de la simpática Dollman [vd: Dollman, Albert Pyun, 1991] y sus secuelas. Joey es el jovencito inexperto, algo infantil –juega con muñecos– y asiduo lector de revistas de ciencia ficción, que madurará en el proceso; le da vida Timothy Van Patten, después director de series como Tocados por un ángel, Sexo en Nueva York, Roma, Los Soprano, Juego de tronos o Boardwalk Empire, ahí es nada. Mi favorito es Mittens, el clásico soldado gruñón, encallecido y brutote, que podría ser un émulo de los personajes que interpretaba Gene Evans en las películas de guerra de Samuel Fuller, o los que solía encarnar el gran James Whitmore en otras tantas cintas bélicas; el papel corre a cargo de Art LaFleur, que siempre ha hecho de tosco en mucho cine de acción, y es el farmacéutico de El terror no tiene forma (The Blob, Chuck Russell, 1988). Por último tenemos a Dolan, el periodista, encargado de representar el punto de vista del espectador, y que vendría a ser el sosias de personajes similares aparecidos en joyas como También somos seres humanos (Story of G.I. Joe, William A. Wellman, 1945), en el rol elaborado por Burgess Meredith; es servido por Biff Manard, uno de los integrantes de la estupenda pareja de policías de la serie Flash. Y, claro, también tenemos al extraterrestre o, mejor dicho, la extraterrestre —aunque interpretada por un hombre—, con rostro negruzco, peludito y ojos saltones, un diseño muy parecido al de David Hedison una vez tiene el accidente con el teletransportador en La mosca (The Fly, Kurt Neumann, 1958). Curiosamente, los machos de la especie tienen un aspecto muy distinto, por completo humanoides, paliduchos y rubitos –sería interesante verlos juntos durante el rito del apareamiento–.
Lo realmente interesante de la película son las relaciones entre los personajes, plagadas de humor, y el juego que efectúa con los arquetipos temáticos de los géneros bélico y de ciencia ficción, mostrados con complicidad, cariño e ironía. Que no se busque nada complejo, pues no son esas sus intenciones, sino ser meramente un vehículo de entretenimiento para los amantes del pulp, la ciencia ficción y la serie B con sentido del humor. Nada más. Y nada menos.
Anécdotas
- Al final de los créditos aparece un rótulo que indica que se compren bonos de guerra, igual que en las películas norteamericanas rodadas durante la Segunda Guerra Mundial.
- Rodada en Italia durante febrero de 1985 con un presupuesto de 600.000 dólares.
- William Paulson, quien interpreta a la alienígena, puede ser visto con su rostro real como uno de los soldados de un jeep.
- Estrenada en Estados Unidos en cines el 1 de octubre de 1985 de forma limitada, y después se editó en formato doméstico por Entertainment in Video (EV). En España salió directamente en vídeo por Lightning Video en 1986.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)