Es 1848, durante la Partición Austríaca. Kacper Wosiński regresa con urgencia a casa para asistir a la agonía y muerte de su esposa Maryna, pero antes ella, que le fue infiel, lo maldice y le promete: «¡Te encontraré!». Durante el entierro, el hermano de Kacper, Mateusz, clava una estaca en el corazón al cadáver, «para que no regrese», y Kacper parte luego a Rosołowice, a la finca del conde Ludwik, para servirle. Allí, el conde debe abandonar la residencia al poco por una acusación de conspiración contra el imperio, y le encarga vigilar a su esposa, la condesa Julia. Pero Kacper comienza a ver rondando por el lugar a una loba gigantesca.
Dirección: Marek Piestrak. Producción: Zespól Filmowy «Silesia». Guion: Jerzy Gieraltowski, con diálogos de Marek Piestrak. Fotografía: Janusz Pawlowski. Música: Jerzy Matula. Montaje: Maria Kuzminska-Lebiedzik. Diseño de producción: Andrzej Plocki. FX: Alicja Kozlowska (maquillaje y efectos fotográficos). Intérpretes: Krzysztof Jasinski (Kacper Wosiński), Iwona Bielska (Maryna Wosińska / condesa Julia), Stanislaw Brejdygant (conde Ludwik), Olgierd Lukaszewicz (Otto von Furstenberg), Henryk Machalica (doctor Goldberg), Leon Niemczyk (conde Wiktor Smorawinski), Jerzy Prazmowski (Mateusz Wosinski), Hanna Stankówna (Hortensja Vitie), Andrzej Bielski (criado), Jan Blecki (criado), Ludmila Dabrowska (madre de Julia), Marian Gancza (húsar), Ryszard Jablonski (húsar), Mieczyslaw Janowski (húsar), Ryszard Kotys (Oleksiak), Andrzej Kowalik (húsar), Jerzy Zygmunt Nowak (criado), Stefan Paska (Stasiek), Barbara Romanowicz (sirviente), Tadeusz Teodorczyk (Onufry), Winicjusz Wieckowski (padre de Julia), Kazimierz Wysota (húsar)… Nacionalidad y año: Polonia 1983. Duración y datos técnicos: 103 min. color 1.37:1.
El director polaco Marek Piestrak (nacido en 1938 en Cracovia) es conocido en occidente sobre todo por su película de ciencia ficción Test pilota Pirxa (1979), que adaptaba una novela de Stanislaw Lem[1], y que supuso su debut como realizador cinematográfico, tras rodar tres telefilmes. Después de su incursión en la aventura espacial, su siguiente trabajo fue una cinta de terror, Wilczyca (1983), que trata el mito de la mujer lobo, aunque con un tratamiento muy particular.
Situada en un entorno histórico muy concreto, la de la Partición Austríaca[2], sobre la cual gran parte del público occidental no tendrá mucha idea, salvo que tenga afición a la historia, la trama se ve interceptada de forma continua con esa situación. No sería punible si no se diera el caso de que, de esa manera, la acción se dispersa en dos vías narrativas que no logran confluir, una de carácter realista, la otra de vena fantástica. A veces, esa alternancia ha dispensado una tonalidad sugerente gracias al contraste, pero aquí la narración se pierde de continuo, y no sabemos si estamos ante un film de terror, histórico o un melodrama.
Al inicio tenemos al personaje de Maryna Wosińska, esposa de Kacper Wosiński. Él lleva ausente largo tiempo, y cuando regresa junto a su mujer descubre que ha tenido un aborto, y está agonizando. Aparte de haberle sido infiel nos enteraremos de que es tachada de bruja. Poco antes de morir, ella, furiosa, clama a su marido «¡Te encontraré!», y al enterrarla el hermano de Kacper, Mateusz, le clava en el corazón una estaca de álamo, para que no pueda regresar. Poco después, Kacper llega al palacio del conde Ludwik, donde este vive con su esposa, la condesa Julia. Esta profesa por su marido un profundo desprecio, lo mismo que sucedía entre Kacper y Maryna. Se da el curioso hecho de que ambos personajes femeninos, Maryna y Julia, son interpretados por la misma actriz, Iwona Bielska, pero Kacper no se apercibirá del enorme parecido entre ambas hasta que, muy avanzada la trama, alguien se lo haga ver.
Julia echa en cara al conde su impotencia sexual, y se vanagloria del placer que le otorga su amiga Hortensia. Más adelante, veremos que el lesbianismo de la condesa es presentado como un sucedáneo obligatorio hasta que pueda encontrar un macho de verdad que la colme. Y es que, desde luego, la imagen que el film ofrece de las mujeres resulta bastante trasnochada y pueril: una, adúltera y bruja, la otra, lesbiana, y adúltera también; y ambas, crueles y mezquinas.
En ese contexto, las apariciones de la loba se ofrecen muy dispersas, y el guion nos obsequia además con largas escenas de los amores de la condesa con un soldado húsar, Otto von Furstenberg (Olgierd Łukaszewicz); incluso se nos adorna con un flashback que presenta cómo nació ese romance. Mientras, Kapcer sale a abatir a la loba y la dispara con una escopeta de dos cañones que tiene munición interminable. Y nos enteraremos que el médico que hasta entonces había sido convocado para sanar a los enfermos, así Maryna al principio, o después Kacper, es un especialista en lo sobrenatural. En verdad todo semeja concebido a golpes de improvisación, así como los efectos de los conjuros contra la bruja que se irán practicando, que unas veces la afecta y otras parecen no tener sentido.
Y es que el elemento sobrenatural se ve plasmado de un modo indeciso. Maryna es bruja, y en su lecho de muerte clama «¡Me llamaste perra y moriré como una perra!», por lo cual después regresará no como tal, sino como una loba (se dice que gigantesca, como un becerro, pero queda obvio que su tamaño es normal). Se le clava una estaca, para que no regrese, pero luego se informa que una batalla junto al cementerio arrojó los cadáveres por los aires y la rama debió desprenderse de ella. Es decir, igual que lo que sucede con el conde Tesla que interpretaba Bela Lugosi en The Return of the Vampire [dvd: El retorno del vampiro, Lew Landers, 1943]. Después tenemos el hecho de que Maryna se haya encarnado tanto en una loba como en la condesa, y cuando Kacper actúa junto al doctor Goldberg para combatir el encantamiento, al clavar un alfiler en su retrato, ella siente el dolor, pero cuando este es arrojado al fuego, nada pasa. Y justo el plano final semeja inspirado en el soberbio relato de H. P. Lovecraft «El sabueso» («The Hound», 1924).
Un elemento llamativo lo representa el hecho de que el protagonista, interpretado por Krzysztof Jasinski, se parece extraordinariamente a Edgar Allan Poe. Y además se da la circunstancia de que el tono visual del film parece remitir un tanto a los filmes que, en los sesenta, rodó Roger Corman adaptando al gran escritor norteamericano. Por ejemplo, véanse los planos en los cuales la condesa sale a montar, cuyo aspecto es muy similar al de Elizabeth Shepherd en La tumba de Ligeia (The Tomb of Ligeia, 1964) vestida de amazona. Y recordemos que en este film se da también el incidente de la dualidad de la actriz en dos papeles. Sin embargo, ello no es suficiente para otorgar algo de densidad a un film muy derivativo, que además queda afeado en su tratamiento visual al constante recurso del zoom.
Al final, tenemos una película interesante sobre el papel, pero que en su plasmación en imágenes se pierde por culpa de un guion que no sabe tomar el rumbo, los aparentes golpes de improvisación que lo van adornando de continuo, y un pobre tratamiento visual, que no logra aprovechar todas las premisas, aparte de lo apática que resulta la interpretación de su protagonista, que induce a una desconexión con lo que se nos está contando. Una lástima, en verdad.
Anecdotario
- Títulos anglosajones: The Wolf / She-wolf.
- El título polaco, traducido, viene a significar algo así como «La perra loba».
- El rodaje tuvo lugar en las localidades de Smielów y Brzóstków, en Wielkopolskie, Wroclaw, en la Baja Silesia (en concreto en el zoo de la ciudad, el Museo Nacional) y en Wodzierady, en Lódzkie (para la casa señorial), todo ello en Polonia, así como en Schwerin, Mecklenburg-Vorpommern, en Alemania, para el castillo.
- Secuela: Powrót wilczycy (1990), de Marek Piestrak también.
- Estrenada en Polonia el 11 de abril de 1983. En España quedó inédita en salas comerciales, pero fue programada en el Festival de Cine Imaginario de Madrid, Imagfic, en la edición de 1984.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Ya abordó con anterioridad a Lem en un telefilm, Śledztwo (1974), basado en su novela de terror La investigación (Śledztwo, 1959).
[2] La Wikipedia nos informa: «La Partición Austriaca comprende los antiguos territorios de la Mancomunidad Polaco-Lituana adquiridos por la Monarquía de los Habsburgo durante las Particiones de Polonia a finales del siglo XVIII. Las tres particiones fueron llevadas a cabo conjuntamente por el Imperio Ruso, el Reino de Prusia y la Austria de los Habsburgo, lo que supuso la eliminación completa de la Corona polaca. Austria adquirió tierras polacas durante la Primera Partición de 1772, y la Tercera Partición de Polonia en 1795».