De súbito, en el pueblo inglés de Midwich todo el mundo cae desmayado, en un lapso que ocupa diversas horas. Al despertar, nada parece haber sucedido, pero pocos meses después se detecta que todas las mujeres fértiles están embarazadas, inclusive las vírgenes o las que tenían problemas para concebir. La gestación se produce a gran velocidad, y todas dan a luz a unos bebés de ojos enigmáticos y cabello blanco, que crecen también de forma antinatural. Pronto, el colectivo se convierte en un grupo muy apretado que es mirado por los demás con temor.
Dirección: Wolf Rilla. Producción: Metro-Goldwyn-Mayer British Studios. Productor: Ronald Kinnoch. Guion: Stirling Silliphant, Wolf Rilla, Ronald Kinnoch [acreditado como George Barclay], basado en la novela The Midwich Cuckoos de John Wyndham. Fotografía: Geoffrey Faithfull. Música: Ron Goodwin. Montaje: Gordon Hales. Dirección artística: Ivan King. FX: Tom Howard (efectos visuales). Intérpretes: George Sanders (Gordon Zellaby), Barbara Shelley (Anthea Zellaby), Michael Gwynn (mayor Alan Bernard), Laurence Naismith (doctor Willers), John Phillips (general Leighton), Richard Vernon (Sir Edgar Hargraves), Jenny Laird (Mrs. Harrington), Thomas Heathcote (James Pawle), Martin Stephens (David Zellaby), Richard Warner (Harrington), Sarah Long (Evelyn Harrington), Charlotte Mitchell (Janet Pawle), Pamela Buck (Milly Hughes), Rosamund Greenwood (Miss Ogle), Susan Richards (Mrs. Plumpton), Bernard Archard (vicario), Peter Vaughan (P. C. Gobby), John Stuart (profesor Smith), Keith Pyott (Dr. Carlisle), Alexander Archdale (el forense), Sheila Robins, Tom Bowman, Anthony Harrison, Diane Aubrey, Gerald Paris, June Cowell, Linda Bateson, John Kelly, Carlo Cura, Lesley Scoble, Mark Mileham, Roger Malik, Elizabeth Munden, Peter Preidel, Teri Scoble, Peter Taylor, Howard Knight, Brian Smith… Nacionalidad y año: Reino Unido 1960. Duración y datos técnicos: 77 min. B/N 1.85:1.
John Wyndham (1903-1969), quien también utilizó los seudónimos de John Beynon y Lucas Parkes ―su nombre completo era John Wyndham Parkes Lucas Beynon Harris― fue uno de los grandes escritores de ciencia ficción británicos. Sus novelas más importantes son la que da origen a la presente película así como El día de los trífidos (The Day of the Triffids, 1951), aunque conviene no olvidar una obra maestra como Las crisálidas (The Chrysalids, 1955), o hasta la muy popular Chocky (Chocky, 1968). Los cuclillos de Midwich / Los cucos de Midwich (The Midwich Cuckoos, 1957) ha sido considerada por la escritora Margaret Atwood como «una obra maestra». El título del libro se refiere a los cucos, pájaros que alojan en nidos de otras especies sus propios huevos para que sean criados por otros, y cuando nacen, los polluelos matan a los originarios de ese nido. Wyndham comenzó a trabajar en una secuela, Midwich Main, que abandonó tras solo unos capítulos.
Los derechos de la novela fueron adquiridos en Estados Unidos por MGM para su adaptación cinematográfica en junio de 1957, antes de que apareciera el libro en las tiendas. Como productor se asignó a Milo O. Frank Jr., de muy breve carrera en el campo, y se pensó como protagonista en John Lupton (Jesse James en Jesse James Meets Frankenstein’s Daughter). En diciembre el título fue cambiado al definitivo, y se consideró a Russ Tamblyn como protagonista, con el televisivo Robert Stevens (The Twilight Zone, Alfred Hitchcock presenta) como director. El guion pasó a cargo de Stirling Silliphant, quien dijo que la había escrito pensando en Ronald Colman, al que contrataron para el papel, aunque Frank Jr. quería a Glenn Ford para el papel.
El proyecto, que se rodaría en Estados Unidos, fue retrasándose periódicamente, y en el lapso Colman se puso muy enfermo y hubo de abandonar, y Ford estaba muy ocupado con otros papeles. Esos retrasos fueron motivados, en parte, por grupos ultra católicos, por las «implicaciones blasfemas en un embarazo virginal» (ese, muy posiblemente, fuera también el motivo por el cual la película no se estrenó en España). Como protagonista después se habló de Michael Rennie, Julia Meade posiblemente en el rol femenino principal, y Mel Dinelli ―La escalera de caracol, La ventana― en el nuevo guion. Al final, el proyecto se trasladó a la filial británica de la MGM, y se contrató a George Sanders como protagonista y Wolf Rilla como director.
Wolf Rilla (1920-2005) era de origen germano, pero gran parte de su trabajo profesional lo hizo en el Reino Unido: huyendo del peligro nazi, su padre, el actor Walter Rilla, escapó de su país cuando Wolf tenía catorce años. Entre las películas que realizara se cuentan Escuela de navegación (Pacific Destiny, 1956), Bachiller en corazones (Bachelor of Hearts, 1958) o el thriller Testigo en la oscuridad (Witness in the Dark, 1959). Nada especialmente destacado, aunque no era un mal director. Hasta entonces, no había tocado el género fantástico, si bien se da la curiosa circunstancia de que se padre actuó en el film de ciencia ficción The Gamma People (John Gilling, 1956), que podría constituir un precedente de la que comentamos en algunos aspectos, como la representación de los propios niños.
El guion de Silliphant estaba enfocado a rodarse en Estados Unidos, con especificaciones concretas en ese sentido. Rilla solo dispuso de un fin de semana para retocarlo y ubicarlo en la campiña inglesa, antes de ponerse a rodar. En todo caso, el resultado final de Village of the Damned [tv/dvd: El pueblo de los malditos, 1960] destila la clásica esencia del cine de ciencia ficción británico, esto es, sencillo, intimista, de cara al peatón de calle, aunque, como es el caso, el ejército intervenga por cuestiones obvias. La ciencia ficción británica es una ciencia ficción de pubs, de gente bebiendo junta, de amas de casa y trabajadores sencillos, donde lo insólito se va filtrando de un modo excepcional en un entorno cotidiano, urbanístico en ocasiones, bucólico en otras.
El libreto del film es modélico, y la acción progresa de forma vertiginosa. En todo caso, resulta sospechosa su escasa duración, solo hora y cuarto, y se podría intuir que hubo recortes, no en vano el planteamiento del film resulta un tanto embarazoso. El misterio arranca cuando todo el mundo cae inconsciente en el pueblecito, cómo tras la recuperación de los abatidos nada anormal se percibe, y el repentino desvelamiento del embarazo colectivo. Ahí, tal vez, es donde echamos de menos una mayor profundización. Hay una muchacha muy joven que jura que no ha tenido relación alguna, y una mujer recibe las miradas recriminatorias de su marido, que ha estado más de un año ausente. En cuanto a la pareja protagonista, él es bastante mayor, por lo cual sus intentos de descendencia no se habían saldado con éxito hasta el momento, pero, al principio, es aceptada con naturalidad y entusiasmo por parte de ambos.
Cuando los niños nacen y crecen el tono cambia, y ya el espíritu de ciencia ficción se aloja de forma directa y patente en la trama. Los planos de los chavales con poderes, mirando fijamente, y con los ojos iluminados, resultan apasionantes. Rilla rueda cerrando el plano, inclinando la cámara, y mostrando a los chicos alienígenas como una piña, muy unida; los chicos obviamente están conectados telepáticamente: solo hace falta que uno estudie y los demás lo asimilan. Puede que ahí tengamos una alusión al nazismo, de donde Rilla hubo de huir, y lo cual conectaría con la citada The Gamma People. Pues los niños de los malditos son un grupúsculo que se siente superior al resto de los humanos, una congregación elegida, y que, además, en su representación icónica de esos cabellos níveos, semejan la raza aria escogida que los nazis preconizaban. La inhumanidad que muestran hacia los humanos (los inferiores) es característica además de esa ideología.
El protagonista absoluto es George Sanders como Gordon Zellaby, cuyo trabajo no queda muy claro, pero que de alguna manera colabora con el gobierno. Su cuñado es el mayor Alan Bernard —Michael Gwynn, quien hacía de monstruo en la magnífica The Revenge of Frankenstein [tv/dvd: La venganza de Frankenstein, Terence Fisher, 1958]— y entre ambos coordinarán las labores que se efectuarán desde que descubran la condición antinatural de los embarazos. De hecho, Zellaby se hará cargo de los niños, para educarlos y, de paso, estudiarlos. La esposa de Gordon es Anthea —Barbara Shelley, habitual en el cine de la Hammer—, una de las embarazadas de Midwich, quien dio a luz a David — Martin Stephens, Miles en ¡Suspense! (The Innocents, Jack Clayton, 1961)—. La trama se circunscribirá en torno a estos cuatro personajes, con el resto del pueblo como telón de fondo, donde se perciben subtramas sugestivas latiendo entre ellos.
El pueblo de los malditos forma parte de lo que ha venido a llamarse, dentro de la ciencia ficción, de la temática de la invasión sutil, es decir, la conquista de nuestro planeta por parte de criaturas extraterrestres no mediante la parafernalia bélica tan común desde La guerra de los mundos (War of the Worlds, 1897), de H. G. Wells, sino buscando un modo inaprensible de infiltrarse entre nosotros, sin que nos apercibamos, cuyo representante cinematográfico más claro y famoso es La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956). Aquí, la temática se fusiona con otro subgénero igualmente apasionante, el de los «niños malvados», iniciado en cine con The Bad Seed [tv/dvd: La mala semilla, Mervyn LeRoy, 1956], y en literatura, posiblemente, en el relato de Ray Bradbury «El pequeño asesino» («The Small Assassin», 1946).
Aquí, los niños tienen una gestación y un crecimiento más rápido de lo normal, aunque eso posiblemente sirva también para concentrar la narración y no dispersarla a lo largo de muchos años, y que la trama entre en situación cuanto antes. La iconografía de las criaturas se ha hecho mítica, si bien en la secuela/remake/relectura de pocos años después, obra también de la MGM, el aspecto fue variado ostensiblemente, haciéndoles más «normales». Los niños exhiben una naturaleza fría, desapasionada, y carecen por completo de piedad para con los humanos: cuando, siendo un bebé, David es quemado por la temperatura de la leche del biberón, somete a su madre a esa misma tortura, potenciada. Y hasta harán morir a un hombre cuando este, distraído, a punto esté de atropellar a una de las niñas mutantes. Tanto en cine de terror como de ciencia ficción esta fue la cinta que forjó, en muchos sentidos, el carácter y espíritu de los niños malignos que, desde entonces, nos han acompañado.
Anecdotario
- Título de rodaje para Estados Unidos: The Midwich Cuckoos.
- Nominada a los premios Hugo como mejor representación dramática dos años seguidos, en 1961 y en 1962. En ambos casos fue derrotada por la serie The Twilight Zone.
- Rodada con un presupuesto estimado de 200.000 dólares durante seis semanas.
- El efecto de los ojos brillantes de los niños se creó colocando una imagen en negativo de los ojos sobre las pupilas cuando utilizaban los poderes. La copia británica de la película no contenía efectos ópticos, ya que el British Board of Film Classification los consideraba demasiado aterradores para una clasificación «A». En lugar de esos planos, se utilizaron los originales sin efectos, o planos alternativos. En la versión británica también falta el plano final de los ojos sobreimpresionados entre las llamas.
- Después de que el pequeño David abra la caja china del chocolate, su padre lleva la caja a otra casa donde una niña rubia también va a abrir la caja. Mientras tanto, su madre está de pie a un lado con otro niño rubio en brazos. El niño y la niña son interpretados por el mismo actor, Kim Clarke Champniss. La «niña» lleva una peluca muy evidente.
- Las pelucas blancas de los niños estaban acolchadas para que las cabezas parecieran ligeramente más grandes.
- Para los primeros planos, los niños actores tenían la cabeza sujeta con pinzas para asegurarse de que estaban totalmente quietos.
- Cuando los militares están haciendo pruebas de radiación en Midwich después de que todos despierten, hay un cartel en el fondo que dice «Cuidado con los niños». Otro cartel igual aparece hacia el comienzo de la escena del accidente de coche.
- Las coordenadas cartográficas de Midwich, dadas por radio cuando se aconseja a los pilotos que eviten el espacio aéreo local, se refieren al pueblo real de Woodmancott, en Hampshire.
- MGM no se molestó en proyectar la película para los críticos, ya que esperaban que pasara por completo desapercibida. En cambio, se convirtió en un éxito inesperado tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, con unos beneficios de 860.000 dólares.
- En la novela original nacen sesenta niños alienígenas. La película los redujo a doce.
- En entrevistas posteriores, Barbara Shelley comentó que le parecía que el guion era misógino, ya que las mujeres que dan a luz a los niños alienígenas tienen muy poco tiempo en pantalla, mientras que los hombres se llevan todas las escenas importantes. Tenía razón.
- Martin Stephens rodó esta película solo tres semanas después de perder a su propio padre.
- El niño Clive Powell es el único actor que aparece en esta película y en su secuela Los hijos de los malditos (1964). En la presente se le ve brevemente, mientras que en la siguiente es el líder de los niños. Esas son sus dos únicas películas.
- Existe otra copia del film espantosamente coloreada.
- En The Earth Dies Screaming [tv: La Tierra muere gritando, Terence Fisher, 1964] se reutiliza el plano de la avioneta estrellándose, así como la del coche contra el muro.
- Secuela/remake: Children of the Damned [tv/vd/dvd: Los hijos de los malditos, Anton Leader, 1964].
- Otras versiones de la novela:
Kawao tee Bangpleng (Nirattisai Kaljareuk, 1994) [Tailandia].
El pueblo de los malditos (Village of the Damned, John Carpenter, 1995).
The Midwich Cuckoos (Jennifer Perrott, Börkur Sigþórsson, Alice Troughton, 2022) [miniserie TV].
- Estrenada en el Reino Unido el 16 de junio de 1960, en Londres, y el 14 de noviembre en el resto del país. En España fue prohibida por la censura, y la primera vez que se vio fue vía televisión, el domingo 20 de septiembre de 1992, en Antena 3, dentro del programa «Noche de lobos», y luego se editó en DVD en 1996.
Bibliografía
Los cucos de Midwich; por John Wyndham; traducción de Barbara McShane y Patrick Alfaya McShane. Madrid: Editorial Acento, 1997. Colección: Club; nº 6. T.O.: The Midwich Cuckoos (1957). Editada con anterioridad como Los cuclillos de Midwich.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra