Sam es una poeta que está alojada en una residencia médica donde se la somete a terapia por un cáncer que padece. Un día, el grupo de pacientes sale de excursión a Nueva York para asistir a una representación teatral, pero algo extraño comienza a suceder en la ciudad. Cuando están a punto de regresar en el autocar, acontece la catástrofe: del cielo comienzan a caer criaturas monstruosas que atacan a los ciudadanos…
Dirección: Michael Sarnoski. Producción: Paramount Pictures, Platinum Dunes, Sunday Night. Productores: Michael Bay, Andrew Form, Brad Fuller. Productoras delegadas: Vicki Dee Rock, Allyson Seeger. Guion: Michael Sarnoski, según una historia de John Krasinski y Michael Sarnoski, basado en personajes creados por Bryan Woods y Scott Beck. Fotografía: Pat Scola. Música: Alexis Grapsas. Montaje: Andrew Mondshein, Gregory Plotkin. Diseño de producción: Simon Bowles. FX: Charlie Bluett (prótesis), Mark Holt (supervisor de efectos especiales), Lucy Thompson (coordinadora de efectos especiales), Clear Angle Studios, Industrial Light & Magic (ILM), Proof. Intérpretes: Lupita Nyong’o (Sam / Samira), Joseph Quinn (Eric), Alex Wolff (Reuben), Djimon Hounsou (Henri), Eliane Umuhire (Zena), Thea Butler, Jennifer Woodward, Sunjay Midda, Elijah Ungvary, Zay Domo Artist, Cain Aiden, Malik Jubal, Alexander John, Káit Feeney, Nick Davison, Jonathan Sparrow, Yaya Hamza, Mark Khan, Vinodini Patel… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Reino Unido 2024. Duración y datos técnicos: 100 min. – color – 2.39:1 – D-Cinema.
Un lugar tranquilo (A Quiet Place, 2018) fue una barata peliculita —siempre hablando desde los cánones hollywoodienses: 17 millones de dólares de presupuesto— basada en una premisa apocalíptica, pero que arrancaba con el mundo ya devastado, y ambientada en una localización cerrada, para potenciar esa economía de producción. Sin embargo, tuvo un grandioso éxito comercial —341 millones de dólares—, lo cual propició una secuela, Un lugar tranquilo 2 (A Quiet Place Part II, 2020), que comenzaba justo después de la previa. Esta disfrutó de un presupuesto algo más holgado, entre 55 y 61 millones, para lograr una recaudación de algo más de 297 millones. Ambas cintas fueron dirigidas por el también actor John Krasinski, quien además protagonizó la primera.
A la hora de presentar una nueva entrega de la franquicia, el presupuesto ha subido un poco con respecto a la segunda, 67 millones de dólares, y se ha buscado la coproducción con el Reino Unido (de ahí el coprotagonismo de un actor inglés). Pero en lugar de continuar tras lo que acaecía en la parte dos, se ha optado por retroceder argumentalmente, y mostrar lo que aconteció justo al principio, con la llegada de esas criaturas ciegas pero de oído fino a la Tierra… ¿desde dónde? Bueno, supongo que no será un spoiler referir que en este film eso no se explica tampoco, aunque en un momento determinado las veremos reunirse en comandita y alimentarse (pues los humanos parecen solo gustarles para despedazarlos).
Reconozco que la primera película me gustó más por la premisa que por los resultados, pues tras un arranque magnífico prácticamente no había desarrollo alguno, y el guion se apoyaba en exceso en demasiadas trampas de cara al espectador; y la segunda entrega me parecía aún peor en todos los aspectos. En cintas de esta temática —al igual que, por ejemplo, en las de zombis—, me interesan mucho más los antecedentes y el arranque de la catástrofe que la posterior sumersión en la misma. Por ello, a priori, este film me atraía, pese a que sus antecedentes no me terminaran de convencer.
En esta ocasión, cambiamos de personajes totalmente, y la protagonista es Samira (llamada Sam), una poeta que está siendo tratada de un cáncer. Podría parecer un planteamiento ternurista, pero lo cierto es que representa una decisión audaz, puesto que, sabiendo el holocausto que está por venir, cualquier espectador será consciente de que la figura principal del film tiene una muerte asegurada, sea por un medio u otro (las criaturas o la propia evolución de la enfermedad, ya imposible de tratar). Además, la excelente interpretación por parte de Lupita Nyong’o es otro de los alicientes del film, si bien su compañero de reparto, el inglés Joseph Quinn está a igual gran altura.
Dentro de la sencillez de su trama, se trata de una película a un nivel cualitativo superior a sus dos antecesoras (o predecesoras, según se mire). Su construcción argumental no se apoya tanto en los caprichos de guion, y hay una mayor sinceridad emocional en lo que se expone. Tiene un tratamiento más clásico que el aire indie que proyectaban las dos cintas de John Krasinski, pero el trabajo de Michael Sarnoski se muestra más solvente a todos los aspectos, otorgando el ritmo y temperamento precisos, aunque a algún espectador el tono dramático del film puede molestarle. Y es que Un lugar tranquilo: Día 1 (A Quiet Place: Day One, 2024) es una película que, ante todo, busca desarrollar personajes, que se toma su tiempo en presentarlos —no sé yo si pasará un cuarto de hora hasta que, al fin, aparece el título en pantalla—, que antes de los monstruos lo que le importa son los humanos y el quiebro que la circunstancia arroja sobre sus vidas.
El hecho de que Sam se pase toda la película con esa perra de comer una pizza, y que incluso en plena catástrofe siga obcecada en ello, no representa una superficialidad del personaje, una estupidez propia de los estadounidenses, sino que supone una justificación emocional. La mujer es muy consciente del trance que atraviesa, sabe lo que ha acontecido con la sociedad, y el regreso a la vida cotidiana es ya algo imposible. Por ello, el ir a recuperar ese elemento, propio de una etapa más feliz de su vida, representa el modo de huir de una situación terrible y recobrar por unos instantes un momento de placidez. Además, el personaje es definido como una mujer individualista y egoísta y, en medio de esa situación, logrará alcanzar el modo de, al fin, preocuparse por alguien.
Aunque podría parecer una monster movie convencional y entretenida, cine palomitero de centro comercial, la forma en la que Michael Sarnoski desarrolla el film le otorga una dimensión más poliédrica, creando una cinta, en definitiva, que logra unos objetivos más amplios de lo que en una mirada rápida pudiera aparentar.
Anecdotario
- Rodada entre el 6 de febrero y el 11 de abril de 2023, en Nueva York y en Londres.
- El estreno mundial tuvo lugar en el Festival de Tribeca el 26 de junio de 2024, como una presentación especial que tuvo lugar después del propio festival.
- El director originalmente previsto era Jeff Nichols, responsable de Bikeriders. La ley del asfalto (The Bikeriders, 2023), pero fue apartado del proyecto por otro film de ciencia ficción para la Paramount.
- A pesar de que varios directores de renombre de Hollywood fueron considerados para dirigir, el cineasta indie Michael Sarnoski fue elegido como director debido a su sólida dirección de la película Pig (2021).
- Una manzana de Churchill St en Canary Wharf, Londres, sustituyó a Nueva York como escenario. Varios coches muy dañados con matrículas de Nueva York, Connecticut y Florida, junto con montones de escombros de hormigón y metal, estaban esparcidos por la zona.
- En la película, el personaje de Lupita Nyong’o tiene un gato (el adorable Frodo, interpretado por dos felinos en el film). La actriz solicitó al director cambiarlo por otra especie, pues siente miedo a los felinos, pero finalmente lo superó con una terapia.
- Djimon Hounsou, que ya aparecía en Un lugar tranquilo 2 (2020), reaparece aquí. Se puede interpretar perfectamente que se trata del mismo personaje.
- Estrenada tanto en Estados Unidos como el Reino Unido el 28 de junio de 2024. Y en España un día antes, el 27.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra