Un científico atómico, desbordado por la gestión que se le otorga a su trabajo, envía una carta al primer ministro británico: si el gobierno no hace un anuncio oficial de que abandona el empleo de armas nucleares, hará estallar un nuevo ingenio atómico en el centro de Londres. Scotland Yard inicia una tensa búsqueda del autor del ultimátum.

Dirección: John Boulting, Roy Boulting. Producción: London Film Productions, Boulting Brothers, British Lion Film Corporation, Charter Film Productions. Productores: John Boulting, Roy Boulting. Productor asociado: Peter De Sarigny. Guion: Frank Harvey, Roy Boulting, según argumento de Paul Dehn y James Bernard. Fotografía: Gilbert Taylor. Música: John Addison. Montaje: John Boulting, Roy Boulting. Decorados: John Elphick. Intérpretes: Barry Jones (profesor Willingdon), Olive Sloane (Goldie), André Morell (superintendente Folland), Sheila Manahan (Ann Willingdon), Hugh Cross (Stephen Lane), Joan Hickson (Mrs. Peckett), Ronald Adam (primer ministro), Marie Ney (Mrs. Willingdon), Wyndham Goldie (reverendo Burgess), Russell Waters (detective Davis), Martin Boddey (general Willoughby), Frederick Allen (él mismo, locutor de la BBC), Victor Maddern (soldado Jackson), Geoffrey Keen (Alf), Merrill Mueller (él mismo, comentarista norteamericano), Joss Ackland, Maurice Colbourne, Rupert Davies, Laurence Harvey, John Kevan, James Knight, Patrick Macnee, Geoffrey Matthews, Bruce Seton, Leonard Sharp, John Wilder… Nacionalidad y año: Reino Unido 1950. Duración y datos técnicos: 94 min. B/N 1.37:1.

 

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A día de hoy, los hermanos John y Roy Boulting, directores, productores y montadores, son unos ilustres desconocidos, si bien en su día gozaron de cierto prestigio dentro de la industria del cine británico, aunque la crítica nunca les prestó excesiva atención. En solitario, John dirigió una joya como Brighton Rock [tv: La roca de Brighton, 1948], según la novela de Graham Greene, Roy efectuó Huida hacia el sol (Run for the Sun, 1956), buen remake en clave de cinta de aventuras de El malvado Zaroff (The Most Dangerous Game, Irving Pichel, Ernest B. Schoedsack, 1932), y juntos se hicieron cargo de un thriller en una onda similar al presente como es Sospechosos (Suspect, 1960).

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El argumento de esta película es debido a Paul Dehn y James Bernard. Por aquel entonces, Paul Dehn era un autor teatral, que había desarrollado una relación sentimental con James Bernard, un compositor que hacía música para obras radiofónicas en la BBC y había ingresado en el Royal College of Music en 1946. Dehn sugirió a Bernard trabajar juntos en una historia para el cine, y de este modo desarrollaron la idea para este film, que les reportó un Oscar. Sin embargo, Bernard decidió proseguir por la senda de la música, y después haría la banda sonora de muchos clásicos de la Hammer. Dehn, por su parte, inició una fructífera carrera como guionista, y escribió, por ejemplo, para sagas como la de James Bond o “El planeta de los simios”.

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La presente película podría considerarse como un thriller con ribetes de ciencia ficción, y que podría servir como molde al que luego accederían otras obras británicas del género más basculadas hacia la fantaciencia, como el díptico de Val Guest del profesor Quatermass. Las escenas de la evacuación de Londres, seguidas de los planos de la ciudad vacía, son presagio de otro clásico de Guest, The Day the Earth Caught Fire [tv: El día en que la Tierra se incendió, 1961]. Por cierto que destaca el hecho de que se obligue a los refugiados a abandonar sus mascotas, en un film donde a los animales se les concede una importancia más destacada de lo habitual en una obra de tales características.

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La excelente fotografía de Gilbert Taylor ―Repulsión, Cul-de-sac, La profecía, La guerra de las galaxias, Flash Gordon― tamiza las imágenes de expresivos claroscuros. La narración hace viajar al científico protagonista, así como a la policía que lo persigue, por todo Londres, y ello aporta matices documentalistas a las imágenes. Los Boulting economizan el uso de primeros planos, para, en el momento de emplearlos, potenciar sus valores dramáticos y atmosféricos, en especial en el tenso clímax final, cuando la bomba está a punto de estallar. A destacar el plano de la hija del científico, cuando descubre el maletín con la bomba, donde un movimiento de cámara se aproxima a su rostro, convirtiendo un primer plano en un plano detalle, enfatizando una emoción por medio del movimiento de cámara.

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El film también tiene elementos costumbristas, posiblemente lo más flojo del mismo a día de hoy, aunque la veterana actriz Olive Sloane efectúa un buen cometido como una intérprete teatral de capa caída. Pero en verdad destacan por encima de todo Barry Jones como el profesor Willingdon y André Morell como el superintendente de Scotland Yard Folland, ambos extraordinarios. Barry Jones ―habitual secundario de lujo poco recordado― crea un personaje lleno de temores y contradicciones; trabaja en el campo de la ciencia con el fin de ayudar al ser humano, pero comprueba que el gobierno está utilizando su trabajo para destruir. Decide volar Londres por los aires, y que ese sacrificio sirva para que el ser humano reflexione y entierre el uso de las armas atómicas. En esa disyuntiva es un hombre torturado, con la culminación del clímax en la iglesia, donde se halla rezando antes de provocar la posible hecatombe. A lo largo del film sus constantes citas bíblicas otorgan el adecuado clima apocalíptico. André Morell ―futuro Watson para la Hammer― es el clásico funcionario civil sólido y volcado en su trabajo, concentrado en él por encima de todo.

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Algo dañado por el paso del tiempo, que deja al descubierto ciertas fisuras en la narración, sin embargo ofrece los suficientes valores visuales e interpretativos como para considerarlo un film a redescubrir y calibrar en su justa medida.

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Anécdotas

  • En los premios BAFTA de 1961 fue candidata a mejor película británica. En los Oscar de 1952 ganó en la categoría de mejor argumento.
  • Algunas copias se presentan en formato 1.78:1, amputando imagen, cuando su formato real es 1.37:1.
  • En pequeñísimos papeles, actores luego muy conocidos como Rupert Davies, Laurence Harvey o Patrick Macnee.
  • Estrenada en el Reino Unido el 14 de septiembre de 1950, en una premier londinense, y después masivamente el 30 de octubre. En España se estrenó el 20 de septiembre de 1954.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra