Clara llega al motel Starlight, huyendo de un burdel donde inconscientemente había entrado a trabajar. Pero el gerente del lugar, Judd, es un psicópata que la ataca y luego la arroja como alimento al cocodrilo que tiene en un estanque anexo. Poco después llega al lugar un matrimonio con su hija pequeña y un perro y, más tarde, el padre y la hermana de Clara, que están en su busca.
Dirección: Tobe Hooper. Producción: Mars Productions Corporation. Productor: Mardi Rustam. Co-productor: Alvin L. Fast. Productor delegado: Mohammed Rustam. Productores asociados: Larry Huly, Robert A. Kanto, Samir Rustam. Guion: Alvin L. Fast, Mardi Rustam, Kim Henkel, según un argumento de Tobe Hooper. Fotografía: Robert Caramico. Música: Tobe Hooper, Wayne Bell. Montaje: Michael Brown. Dirección artística: Marshall Reed. FX: Robert A. Mattey (efecto del cocodrilo), Ken Speed (efectos especiales). Intérpretes: Neville Brand (Judd), Mel Ferrer (Harvey Wood), Carolyn Jones (Miss Hattie), Marilyn Burns (Faye), William Finley (Roy), Stuart Whitman (sheriff Martin), Roberta Collins (Clara), Kyle Richards (Angie), Robert Englund (Buck), Crystin Sinclaire (Libby Wood), Janus Blythe (Lynette), Betty Cole (Ruby), Sig Sakowicz, Ronald W. Davis, Christine Schneide, David Hayward, David Carson, Lincoln Kibbee, James Galanis, Tarja Leena Halinen, Caren White, Valerie Lukecart, Jeanne Reichert… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1975. Duración y datos técnicos: 91 min. – color – 1.85:1 – 35 mm.
Después de La matanza de Texas resultaba obvio que cualquier cosa que hiciera Hooper sería observado minuciosamente con lupa. El siguiente proyecto que le surgió fue el de una película barata (sí, otra vez), producida por Mardi Rustam, especializado en este tipo de filmes económicos[1]. La idea de la cinta provenía del mismo productor y de Alvin Fast, pero Kim Henkel rehízo el guion para adaptarlo a los gustos de Hooper, y parece ser que el propio director también efectuó algunos cambios. Ese argumento se basaba de manera lejana en un suceso real, el del llamado Barbazul del Sur de Texas, el Carnicero de Elmendorf o el Hombre Aligátor, de calificativo auténtico Joseph D. Ball (1886-1938). Tras una vida agitada, se estableció en Elmendorf, Texas, donde fundó un saloon llamado Sociable Inn, y junto a él construyó un estanque en el que dispuso seis aligátores, que alimentaba con gatos y perros vivos. Cuando comenzaron a desaparecer también mujeres, entre ellas su propia esposa, en 1938 acudieron al lugar dos comisarios para investigar el caso; entonces Ball sacó un revólver de la caja registradora y se suicidó (disparándose en la cabeza o en el pecho, no se sabe con seguridad). Entre 1936 y 1938 se tiene constancia de que mató a dos mujeres, aunque se cree que, posiblemente, pudieron ser hasta veinte.
Amén de este suceso, se dice que Hooper tomó también inspiración en una historieta publicada en el cómic Haunt of Fear nº 23 (enero-febrero de 1954) de la EC titulada «Country Clubbing», dibujada por Jack Davis —artista al que el director admiraba enormemente— y con guion de William Gaines y Al Feldstein[2]. En realidad, la historia no tiene mucho que ver, y se centra en un preso fugitivo por unos pantanos que, en un momento determinado, se enfrenta a un aligátor, entre otros muchos peligros que se encadenan sin cesar. Pero se percibe la influencia estética que este cómic pudo haber ejercido en el filme.
Rodada bajo el título de Death Trap, se filmó en su totalidad en los locales de sonido de Raleigh Studios, en Hollywood, que tenían una gran piscina que, con el consiguiente «maquillaje», se hizo pasar por un pantano. Este emplazamiento cerrado hizo más fácil el rodaje, al menos a nivel técnico, ya que Hooper mantuvo constantes enfrentamientos con los productores —no así con los actores—, debido a la insistencia de estos por incluir desnudos, al punto de que el realizador abandonó el rodaje poco antes de su finalización. Según el maquillador Craig Reardon, el director de fotografía Robert Caramico se encargó de rodar las escenas restantes[3].
En su estreno, ya como Eaten Alive, la película recibió muchas críticas negativas y el éxito de taquilla tampoco fue excesivo, de ahí su continuo cambio de título en sucesivas re-distribuciones; en el Reino Unido inclusive fue amputada en su metraje, algo habitual en ese país, por otra parte. Pese a la mala recepción en su día, obtiene unos méritos nada desdeñables para el amante y buen conocedor del género, logrando una impactante plasmación del subgénero que ha dado en llamarse American gothic, y años después ha sido revalorizada con críticas entusiastas, como la realizada por parte del comentarista Ken Hanke en The Official Splatter Movie Guide, quien llegó a asegurar que «la película es una obra maestra incomprendida, si bien menor pero proveniente de un gran talento, algo así como un cruce entre The Old Dark House[4], William Faulkner y un drive-in sureño, del estilo que normalmente contaría con la presencia de Dub Taylor[5] y/o acompañamiento de banjo»[6].
La matanza de Texas estaba inspirada en el caso real de Ed Gein, el cual también sirvió de base a Psicosis (Psycho, 1960). En esta ocasión, Trampa mortal está más directamente relacionada con la obra maestra de Alfred Hitchcock de lo que pudiera parecer en un principio, pues gran parte del sostén argumental de ambas películas coincide. Así, la cinta de Hooper presenta a una mujer —que, por el modo de mostrarla, parece ser la protagonista— que ha escapado de su hogar, y se aloja en un motel una vez ha recapacitado; pero el gerente es un psicópata que acabará con ella. Más adelante, un hombre y una mujer relacionados con ella (la hermana en ambos casos, y aquí el padre en lugar del amante) acuden a investigar… Incluso en un momento determinado Judd (un Norman Bates garrulo y entrado en años) atacará a una mujer en la ducha y la envolverá con la cortina.
También tenemos auto-guiños de Hooper a su anterior película: vuelve a mostrarnos a Marilyn Burns como víctima propiciatoria, a la que hace de nuevo desgañitarse, y hay sobre todo una escena al final, muy similar a la de su predecesora, donde una víctima logra escapar en un automóvil mientras el criminal se queda gritando y agitando el arma en el aire (una sierra mecánica allá, una guadaña acá). Al tiempo, el director encharca las imágenes de unos rojos abruptos y unos verdes mortecinos para acercarlas visualmente a las viñetas de los referidos cómics de la EC.
Neville Brand, habitual secundario en wésterns y policiales del cine clásico, interpreta a Judd, un veterano del Vietnam desequilibrado, que de forma constante está hablando solo y tiene una visión moralista del sexo. Claro que no es el único personaje chiflado del film, pues otros confluyen en tener una personalidad desquiciada, en especial el padre de familia Roy (encarnado por el habitualmente sobreactuado William Finley, recurrente en la filmografía de Brian De Palma, pero también en la de Hooper) o incluso el salido Buck (un jovencísimo Robert Englund)[7].
Estos personajes perturbados dan un tono muy distintivo al film, el cual es acrecentado por la banda de audio, donde la partitura «musical» de Hooper y Wayne Bell, a base de ruidos industriales, se ve alternada con una sucesión de canciones country emitidas de forma constante por la radio, definiendo muy bien el entorno rural en que acontece —recurso que el director también utilizaría más tarde en Masacre en Texas 2 (The Texas Chainsaw Massacre 2, 1986)—. Inclusive Hooper se permite acentuar el entorno mediante las letras de las canciones, tal como informa Phil Hardy o uno de sus colaboradores en la imprescindible Aurum Film Encyclopedia of Horror, retratando la vida del vaquero en sugerente antítesis con la actitud del matarife. La acción no podría tener lugar sino en los pantanos de Luisiana, en el profundo sur racista e inculto estadounidense, donde se da un retrato de tipos desquiciados, retrato que, por lo demás, ha sido visto como una exacerbación del mundo de Tennessee Williams.
El animal que Judd aloja en el estanque «no es un aligátor[8], sino un cocodrilo de África», en palabras de su propietario, y se repite varias veces a lo largo de la película que es inmortal; es decir, no muere de viejo, por lo que ha de ser matado, amén de que «se lo come todo». Ello confiere a la criatura un aura mitológica que le caracteriza de un prisma semifantástico. Además, reincidiendo en las semejanzas con Psicosis, el cocodrilo podría suponer la escisión dual del psicópata Judd, lo que vendría a ser su conciencia. De hecho, toda la parte inferior de la casa, esto es, el pantano así como los subsuelos de la vivienda donde se esconde la niña durante su huida, vendría a representar un microcosmos anómalo, inquietante, lleno de recuerdos anclados en la mente retorcida de su propietario, el subconsciente perturbado donde se dirime todo.
Es curioso cómo a partir del constante artificio que supone el film en su totalidad, con el rodaje en estudio, los personajes inverosímiles y la iluminación extraterrena, acabe destilando esa atmósfera de pesadilla, y logre alcanzar una dimensión de film de horror más acentuado que muchas películas con un presupuesto más holgado. Momentos intensos, como el cocodrilo devorando al perrito, la angustia total que pasa la pobre niña, correteando sin parar, o la violencia de algunas muertes, como la de Mel Ferrer, preso de una prolongada agonía con la garganta atravesada de lado a lado por la guadaña, resultan perturbadores, y toda la obra se presencia con cierta incomodidad.
Al final del film vemos un plano de la pierna ortopédica de Judd, flotando en el estanque, una vez el cocodrilo ha devorado a su propietario. En definitiva, resulta que, pese a todo, el cocodrilo no se lo come todo.
Anecdotario
- Títulos alternativos: Death Trap / Horror Hotel / Horror Hotel Massacre / Legend of the Bayou / Murder on the Bayou / Brutes and Savages / Starlight Slaughter.
- Título en Argentina: Devorado vivo. Título en Colombia: Obsesión escalofriante. Títulos en México: Cocodrilo (cine) / Devorado vivo (DVD). Título en Perú: El cocodrilo.
- En 1977 la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films la nominó en la categoría de mejor película de terror.
- En 1978 la película compitió para el gran premio en el Festival de Avoriaz.
- Rodada con un presupuesto estimado de 520.000 dólares, a partir del 26 de abril de 1976.
- Para los efectos del cocodrilo en el agua sumergida se utilizó un modelo mecánico de cocodrilo del Nilo de entre cuatro y seis metros de largo. Para las tomas en miniatura del cocodrilo caminando bajo el edificio del hotel se empleó un «modelo andante» de un metro de largo. El prototipo de cocodrilo sumergido resultó dañado al final del rodaje tras permanecer en la piscina artificial durante más de 48 horas, en las que el agua se filtró en la espuma de goma que lo cubría, lo que le dio un aspecto más grande e hinchado, y hubo que secarlo durante varios días antes de reanudar el rodaje.
- Una parte de la película iba a ser rodada en Amarillo, Texas, por una segunda unidad para realizar algunas escenas en exteriores, pero los planes de viaje fracasaron debido a los elevados costes de transporte, por lo que el rodaje se quedó íntegramente en Hollywood para mantener bajos los costes de producción.
- Para los efectos de niebla de las escenas del pantano se utilizó hielo seco al estilo de las primeras películas de terror de Hollywood rodadas en escenarios sonoros.
- Más adelante Tobe Hooper rodaría otra película con igual temática con Cocodrilo (Crocodile, 2000), directa a vídeo.
- Estrenada en Estados Unidos en octubre de 1976, de manera limitada, y luego con mayor amplitud a partir del 13 de mayo de 1977, y después en variadas ocasiones más por esas fechas, y en España el 4 de septiembre de 1978.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Fue productor delegado, por ejemplo, de la muy mediocre Dracula vs. Frankenstein [dvd/tv: Drácula vs. Frankenstein, Al Adamson, Samuel M. Sherman, 1971].
[2] En español, «¡A la porra!», publicado en Clásicos del terror de EC nº 14. Barcelona: Planeta DeAgostini, 2004; pp. 149-155.
[3] Como anécdota añadamos que, según Robert Englund, en Japón se estrenó con un montaje que añadía un par de planos de sexo explícito, aunque tras consultar con expertos en el país nipón parece ser que esa versión no existe.
[4] En España, El caserón de las sombras, dirigida por James Whale en 1932.
[5] Entrañable actor norteamericano (1907-1994), bajo y regordete, de aspecto pueblerino, habitual en muchos wésterns. Fue Newly en la serie La ley del revólver (Gunsmoke; 1955-1975).
[6] Comentado por Eric Henderson en su crítica de la película para la revista online Slant Magazine: https://www.slantmagazine.com/film/review/eaten-alive (consultado el 11 de marzo de 2018).
[7] El personaje soltará la frasecita: «Mi name is Buck, and I’m here to fuck», esto es «Mi nombre es Buck, y estoy aquí para follar».
[8] Habitualmente, el animal norteamericano «alligator» suele ser traducido al castellano como caimán, pero en realidad pertenecen a especies distintas, divergiendo a nivel de subfamilia.