Un grupo de personas entra en una galería del terror de un parque de atracciones presentada por el doctor Diabolo, un individuo de apariencia satánica. El hombre presenta a los visitantes una figura de la diosa del Destino, y viven episodios que los enfrentan con un posible futuro.
Dirección: Freddie Francis. Producción: Columbia Pictures, Amicus Productions. Productores: Max Rosenberg, Milton Subotsky. Guion: Robert Bloch [a partir de relatos propios]. Fotografía: Norman Warwick. Música: Don Banks, James Bernard, Philip Martell. Montaje: Peter Elliott. Diseño de producción: Bill Constable. FX: Jill Carpenter (maquillaje). Intérpretes: Burgess Meredith (Dr. Diabolo [historia marco]), Michael Ripper (Gordon Roberts [historia marco]), Clytie Jessop (Atropos, diosa del Destino [historia marco]), Timothy Bateson (pregonero de feria [historia marco]), Michael Bryant (Colin Williams [segmento 1 «Enoch»]), Catherine Finn (enfermera Parker [segmento 1 «Enoch»]), Maurice Denham (tío Roger [segmento 1 «Enoch»]), Niall MacGinnis (Dr. Silversmith [segmento 1 «Enoch»]), Roy Stevens (gaurdia [segmento 1 «Enoch»]), Norman Claridge (sargento de policía [segmento 1 «Enoch»]), Barry Low (vagabundo [segmento 1 «Enoch»]), Beverly Adams (Carla Hayes [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), Robert Hutton (Bruce Benton [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), John Phillips (Eddie Storm [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), Bernard Kay (Dr. Heim [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), David Bauer (Mike Charles [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), Nicole Shelby (Millie [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), James Copeland (Fred [segmento 2 «Terror Over Hollywood»]), John Standing (Leo Winston [segmento 3 «Mr. Steinway»]), Barbara Ewing (Dorothy Endicott [segmento 3 «Mr. Steinway»]), Ursula Howells (Miss Maxine Chambers [segmento 3 «Mr. Steinway»]), Jack Palance (Ronald Wyatt [segmento 4 «The Man Who Collected Poe»]), Peter Cushing (Lancelot Canning [segmento 4 «The Man Who Collected Poe»]), Hedger Wallace [acreditado como Geoffrey Wallace] (Edgar Allan Poe [segmento 4 «The Man Who Collected Poe»]), Roy Godfrey (coleccionista [segmento 4 «The Man Who Collected Poe»]), Lewis Alexander (hombre que visita la colección sobre Edgar Allen Poe Collection [segmento 4 «The Man Who Collected Poe»]), Michael Hawkins (guardia)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1967. Duración y datos técnicos: 100/93 min. color 1.85:1.
Después de Doctor Terror (Dr. Terror’s House of Horrors, Freddie Francis, 1965), también dirigida por Francis, la Amicus, que debió tomarle el gusto a la estructura del cine de episodios, aportó esta segunda entrega, posiblemente la más desconocida de todas, al menos en España, donde no llegó a estrenarse ―en la América hispanoparlante se exhibió con el título un poco chirriante de Las tijeras del diablo, aunque en el aspecto argumental es correcto―, y que contó con guion de Robert Bloch, que por la época colaboró en diversas ocasiones con la compañía, y que, si bien no es citado así en los créditos, utiliza como base para los diferentes sketches relatos suyos aparecidos con anterioridad en forma impresa, siendo la historia que forja todo de carácter original, con un maestro de ceremonias, que queda evidente desde el inicio que es el Diablo en persona, ligando el destino de los concentrados en un lugar determinado, y que representaba una variación del Dr. Schreck de la película anterior, lo cual supondría de alguna manera una constante en las diversas películas de episodios que la productora desarrolló.
Aquí tenemos como lugar de congregación una feria típica, donde hay una galería del terror denominada “Jardín de las Torturas”, presentada por el doctor Diabolo. A este respecto, referir que, si bien ese nombre italiano aparece en los rótulos del lugar, y así se denomina en las fuentes, en la propia película se escucha a Burgess Meredith pronunciar con perfecta claridad la palabra española “Diablo”. En ese lugar entre un grupo nutrido de personas a presenciar las explicaciones de diversos aparatos de tortura y, tras un recorrido bastante vulgar, el anfitrión comenta que hay algo mucho más excitante a quien quiera verlo. Algunas personas desfilan con tranquilidad hacia la salida, y cinco de ellas quedan en el lugar, dos muchachas, que han escuchado las macabras explicaciones previas con una sonrisa de delectación, y tres hombres, uno de los cuales (Jack Palance) escucha todo en silencio mientras fuma en pipa y sonríe con suficiencia.
A continuación, uno a uno, todos se irán enfrentando a una figura de cera ―en realidad, la actriz Clytie Jessop[1] en actitud inmóvil, aunque a veces se la detecta agitar levemente las manos, y hay fallos de raccord interpretativo según los planos― y, sumidos en un trance hipnótico, presenciarán un posible futuro que vivirán, con narraciones de carácter fantástico y que, por supuesto, acaban de mala manera para todos ellos. La primera historia está protagonizada por Michael Bryant como un joven tarambana que va a visitar a su rico tío, del que pretende apropiarse su fortuna, y se verá implicado en las acciones de un malvado gato, familiar de una bruja que habitó con anterioridad en el caserón. La segunda se ambienta en Hollywood, y se centra en una actriz ambiciosa que se verá envuelta en un enigmático grupo en el que están involucrados un productor y un actor que guardan un terrible secreto. La tercera es sobre una mujer que se implica sentimentalmente con un artista musical que llama a su piano con un nombre, e incluso conversa con él, como si tuviera vida propia. La cuarta, por último, y la más famosa, es sobre un coleccionista de Poe (Jack Palance) que visita la colección privada de otro entusiasta (Peter Cushing).
En el aspecto argumental cabe referir que Robert Bloch no se ha esforzado en exceso en crear una unidad dramática en conjunto, y parece haber elegido las historias base que adapta a capricho o, casi seguro, porque no necesitaban excesivos medios para ser plasmadas en pantalla. Así, el episodio que se desarrolla en Hollywood, amén de ofrecer una ambientación muy pobre, chirría atmosféricamente con el resto. Además, si las narraciones involucran a los personajes de la galería, que ven en primera persona lo que les acontecerá, hay varios relatos que ofrecen escenas en las cuales no están implicados los protagonistas, perdiendo esa unidad objetiva que debieran ofrecer. Los sketches, por lo demás, son tan convencionales como es de prever viniendo de Bloch, estando además estiradas en exceso, sin ofrecer con ese metraje mayor profundidad en ninguno de los niveles.
Por suerte, Freddie Francis, sin ser un realizador en exceso dotado, se preocupa en aportar una plasmación visual aparente al conjunto. Siendo como fue uno de los mejores directores de fotografía de su época, cuando dirige busca que, en ese apartado, el trabajo que se ofrezca sea de primera categoría, y aquí la labor que efectúa Norman Warwick es de una belleza arrebatadora, y como ejemplo véase en el episodio del piano, donde el exterior que se divisa desde el ventanal de la salita de música, con brumas o atardeceres rojizos, brinda una atmósfera portentosa. Además, Francis busca, por medio de la planificación, acentuar el ambiente opresivo de las historias, y la profundidad de campo, con elementos en un primerísimo plano y otros más al fondo, sirve para subrayar la importancia de motivos en apariencia triviales. No poco de la intensidad que detenta el film proviene de la labor con la cámara, en uno u otro sentido, que le brinda Francis. A destacar en el último episodio, el mejor de todos en su globalidad, ese primerísimo plano de la llave en la puerta, que se destaca con una intensidad que recuerda a planificaciones similares del cine de Alfred Hitchcock.
Anécdotas
- Título en Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela: Las tijeras del diablo.
- Inicialmente los protagonistas debían haber sido Peter Cushing y Christopher Lee, pero Columbia, que distribuía el film, insistió en que el reparto lo encabezaran dos estrellas norteamericanas, así que los reemplazaron por Jack Palance y Burgess Meredith. Cushing pasó a hacer otro papel, y Lee desapareció del proyecto.
- Debut en el cine de Barbara Ewing.
- La versión ampliada a cien minutos del film ofrece más escenas de Diabolo presentando objetos de tortura, la escena de la silla eléctrica más alargada, y más planos en el episodio sobre Hollywood.
- Estrenada en el Reino Unido el 10 de noviembre de 1967.
Bibliografía
- “Enoch”. En Dulces sueños… 15 historias macabras del maestro del horror; por Robert Bloch; prólogo de Antonio José Navarro; traducción de José Luis Moreno-Ruiz. Madrid: Valdemar, 2005. Colección: Gótica; nº 61. T.O.: “Enoch” (Weird Tales, 1946).
- “Terror en Hollywood”. En Cuentos de humor negro; por Robert Bloch; traducción de Esteban Riambau Saurí. Barcelona: Molino, 1968. Colección: Biblioteca Oro – Terror; nº 14. T.O.: “Terror Over Hollywood” (Fantastic Universe, 1957).
- “Mr. Steinway”. En Dulces sueños… T.O.: “Mr. Steinway” (Fantastic, 1954).
- “The Man Who Collected Poe” (Famous Fantastic Mysteries, 1951). Inédito en España.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España]),
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Actriz australiana afincada en el Reino Unido, apareció como miss Jessel en la mítica Suspense (The Innocents, Jack Clayton, 1961), donde Freddie Francis ejercía labores de director de fotografía. Más tarde, Francis contó con ella para el papel de la enigmática mujer de blanco en la hammeriana El abismo del miedo (Nightmare, 1964) y luego en la presente. Sin embargo, antes que la interpretación su pasión era la pintura y, como tal, fue propietaria de una galería de arte y exhibió su propia obra en diversas ciudades. También dirigió dos documentales de arte y un largo de ficción, Emma’s War (1987), en su país natal.