El ronin Iemon Tamiya ansía casarse con Iwa, pero el padre de ella le desdeña, así pues, instado por Naosuke, lo mata. Después, ambos informan de la muerte a la mujer, culpando a otra persona. Junto a la hermana de ella, los cuatro parten en busca de una hipotética venganza, pero acaban por engañarlas y terminan viviendo cada uno con una de ellas, sin que la otra tenga conocimiento de dónde está la otra. Cuando Iemon ve que su relación con Iwa no le conduce a beneficio social alguno, la matará, pero el espectro de la mujer regresará para obsesionarle.
Dirección: Nobuo Nakagawa. Producción: Shintoho. Productor: Mitsugu Ôkura. Organizador: Hiroshi Onozawa. Guion: Masayoshi Ônuki, Yoshihiro Ishikawa, según la obra Yotsuya Kaidan de Nanboku Tsuruya. Fotografía: Tadashi Nishimoto. Música: Chumei Watanabe [acreditado como Michiaki Watanabe]. Montaje: Shin Nagata. Diseño de producción: Haruyasu Kurosawa. Intérpretes: Shigeru Amachi (Iemon Tamiya), Noriko Kitazawa (Sode), Katsuko Wakasugi [acreditado como Kazuko Wakasugi] (Iwa), Shuntarô Emi (Naosuke), Haruhiko Nakagawa [acreditado como Ryûzaburô Nakamura] (Yomoshichi Satô), Junko Ikeuchi (Ume Itô), Jun Ôtomo (Takuetsu), Hiroshi Hayashi (Kiemon Itô), Shinjirô Asano (Samon Yotsuya), Arata Shibata (Hikoemon Satô), Kikuko Hanaoka (Maki), Hiroshi Sugi (Jônen), Yôzô Takamura (Usaburô Ozawa), Nagamasa Yamada, Hiroshi Izumida, Kôji Hirose, Hiroshi Tsukiji, Midori Chikuma… Nacionalidad y año: Japón 1959. Duración y datos técnicos: 76 min. – Eastmancolor – 2.35:1 – Shintohoscope – 35 mm.
El éxito en el Festival de Cannes de la película Rashomon (Rashômon, 1950), de Akira Kurosawa, hizo descubrir en occidente una cinematografía hasta entonces desconocida: la japonesa. Poco a poco, películas importantes de ese país fueron llegando, y no solo la filmografía de Kurosawa se fue revelando, sino también la de otros grandes como Yasujirō Ozu, Kenji Mizoguchi, Masaki Kobayashi, Mikio Naruse… El cine popular, de género, también se fue vislumbrando, y dentro del fantástico el éxito de Godzilla y demás émulos es sobradamente conocido. Sin embargo, en España, el cine de fantasmas nipón se conoció, diríase, gracias a The Ring: El círculo (Ringu, 1998), de Hideo Nakata, y muchas de las muestras clásicas de la materia son bastante desconocidas en nuestro país.
Uno de los directores cultivadores de esa tradición fue Nobuo Nakagawa (1905-1984). Aunque realizó más de cien películas y producciones televisivas entre 1934 y 1982, en España solo es conocido por su participación en la mítica serie La frontera azul (Suikoden, 1973). Y dentro de esa amplia filmografía, en realidad solo rodó ocho películas de terror, la mayoría entre 1956 y 1960, y para la compañía Shintoho, con plazos ajustados y presupuestos reducidos.
Tôkaidô Yotsuya kaidan (1959), más conocida por sus muchos títulos anglosajones, en particular Ghost Story of Yotsuya, está basada en una clásica obra de teatro kabuki. Estrenada en julio de 1825, Yotsuya Kaidan se exhibió en el teatro Nakamuraza de Edo (antiguo nombre de la actual Tokio) como doble función con la inmensamente popular Kanadehon Chushingura. Normalmente, en un programa doble de kabuki, la primera obra se representa entera, seguida luego de la segunda. Sin embargo, en este caso se decidió entrelazar los dos dramas, con una puesta en escena completa en dos días: el primer día comenzó con Kanadehon Chushingura, del Acto I al Acto VI, seguida de Tōkaidō Yotsuya Kaidan del Acto I al Acto III; y el día siguiente comenzó con la escena del canal de Onbo, seguida de Kanadehon Chushingura, del Acto VII al Acto XI, y luego vinieron el Acto IV y el Acto V de Tōkaidō Yotsuya Kaidan para concluir el programa. La obra se hizo inmensamente popular, y a lo largo del tiempo se ha representado una y otra vez, y de forma paulatina se han ido añadiendo personajes y subtramas. En cine y televisión se ha adaptado en diversas ocasiones (véase anecdotario), a veces eliminando los elementos fantásticos, pero la presente es conocida como la canónica.
Rodada en formato panorámico y con un color arrebatador, Nakagawa divide la función en dos partes diferenciadas, una primera, donde va desarrollando las situaciones, y la segunda, tras la muerte de Iwa y la incorporación de los elementos fantásticos. Si bien puede interpretarse que todo está en la mente de Iemon, causado por los remordimientos, y todo podría verse al estilo del clásico relato de Edgar Allan Poe «El corazón delator» («The Tell-Tale Heart», 1843), la puesta en escena se asegura de subrayar el elemento fantástico por medio de la planificación.
De tal manera, toda la primera parte está filmada con la cámara estática, a veces durante largo rato, o a veces se crea un lento y elegante movimiento lateral para volver a encuadrar, desde un ángulo diferente, la situación. Sin embargo, en cuanto el elemento fantástico irrumpe, la cámara, diríase, se vuelve loca, y el montaje se vuelve más abrupto, las imágenes se inclinan y los fantasmas irrumpen de forma súbita, a veces hasta en varias ocasiones al mismo tiempo.
Para deshacerse de su esposa, Iemon urde un plan retorcido: convence a un masajista para que, mientras está con ella, abuse de la mujer. De tal manera, la acusará de adulterio, y podrá matarla sin que la ley caiga sobre él, pues eso no está penado. A él, a cambio, le agasajará con dinero. Sin embargo, una vez se desarrolla la situación, ella se resiste a las presiones del masajista Takuetsu, pero ya ha sido envenenada previamente por el ronin, y este, después, también mata al masajista, no cumpliendo su promesa. Al hombre lo acuchilla repetidamente con el sable, arrancándole un brazo y atravesándole el rostro con un corte de arriba abajo. Ella es envenenada con unas hierbas que le facilita su amigo Naosuke, que le provocan una reacción, deformándole el rostro y provocando una extraña supuración. Después, ambos atan los cadáveres a las maderas de dos contraventanas y los arrojan al pantano cercano.
La manera en la cual se aparecerá el fantasma de Iwa, y también el de Takuetsu, muestra una inventiva cautivante, y es donde el realizador Nobuo Nakagawa proyecta toda su sabiduría cinematográfica. En un momento determinado, inclusive, el fantasma de la mujer se aparecerá simultáneamente en dos sitios, en cada uno de ellos con un aspecto diferente, según a quien vaya destinada la aparición. Y en otros momentos las apariciones están planificadas más como objetivo para irrumpir en el punto de vista del espectador que en la propia trama. Acaso la primera mitad se haga un tanto solemne y densa, pero los apasionantes momentos finales ayudan a convertir el visionado de Tôkaidô Yotsuya kaidan en una experiencia portentosa.
Anecdotario
- Títulos anglosajones: Ghost Story of Yotsuya / Yotsuya Ghost Story in Tokaido / The Ghost of Yotsuya / The Tokaido Yotsuya Ghost Story / Ghost Story of Yotsuya in Tokaido.
- Rodada en formato Shintohoscope.
- Otras versiones de la obra:
Yotsuya kaidan (1925), de Norio Yamagami.
Yotsuya kaidan (1949), de Keisuke Kinoshita.
Yotsuya kaidan (1965), de Shirô Toyoda.
Yotsuya kaidan – Oiwa no borei (1969), de Kazuo Mori.
Masho no natsu – ‘Yotsuya kaidan’ yori (1981), de Yukio Ninagawa.
Shin – Yotsuya Kaidan, de Shinichi Kamoshita (1987) [miniserie TV].
- Estrenada en Japón el 11 de julio de 1959. En España jamás se ha visto (salvo, acaso, alguna muestra en determinado festival).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra