Una familia llega a una paradisíaca playa, aislada de los demás, aunque después aparecen otros grupos. Pasado un tiempo, perciben que los niños están creciendo a una velocidad exorbitante y, por ende, ellos mismos están envejeciendo. Además, parece haber una especie de fuerza que les impide salir de la zona.

Dirección: M. Night Shyamalan. Producción: Universal Pictures, Blinding Edge Pictures, Perfect World Pictures. Productores: Marc Bienstock, Ashwin Rajan, M. Night Shyamalan. Productor delegado: Steven Schneider. Guion: M. Night Shyamalan, basado en el cómic de Pierre-Oscar Lévy y Frederick Peeters. Fotografía: Mike Gioulakis. Música: Trevor Gureckis. Montaje: Brett M. Reed. Diseño de producción: Naaman Marshall. FX: Alkemy X, Alterian, PowerHouse VFX, Vitality Visual Effects. Intérpretes: Gael García Bernal (Guy), Vicky Krieps (Prisca), Rufus Sewell (Charles), Alex Wolff (Trent con 15 años), Thomasin McKenzie (Maddox con 16 años), Abbey Lee (Chrystal), Nikki Amuka-Bird (Patricia), Ken Leung (Jarin), Eliza Scanlen (Kara con 15 años), Aaron Pierre (Mid-Sized Sedan), Embeth Davidtz (Maddox adulto), Emun Elliott (Trent adulto), Alexa Swinton (Maddox con 11 años), Gustaf Hammarsten (encargado del resort), Kathleen Chalfant (Agnes), Francesca Eastwood (Madrid), Nolan River (Trent con 6 años), Luca Faustino Rodriguez (Trent con 11 años), Mikaya Fisher (Kara con 11 años), Kailen Jude (Idlib), M. Night Shyamalan (conductor de la furgoneta del hotel), Matthew Shear (Sidney), Daniel Ison (Greg Mitchel), Jeffrey Holsman (Mr. Brody), Margaux Da Silva (científico), John Twohy (agente de la CIA)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2021. Duración y datos técnicos: 108 min. color 2.39:1.

 

M. Night Shyamalan dirigió con anterioridad Airbender: El último guerrero (The Last Airbender, 2010), una adaptación de la serie de televisión animada Avatar: La leyenda de Aang (Avatar: The Last Airbender, 2005-2008), creada por Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko. Ello era debido a que no se trataba de un proyecto personal, sino que era de un encargo. El resto de la filmografía del realizador nacido en Mahé, Pondicherry, la India, procede toda de ideas originales concebidas por él mismo. Hasta ahora, en que ha echado el ojo a un cómic francés. No queda claro si el cómic le fascinó tanto que vio la necesidad de abordarlo, o el director de El protegido (Unbreakable, 2000) tenía una crisis de inspiración y buscó desesperadamente algo que pudiera encajar dentro de su universo personal. Más bien parece lo segundo.

 

No conocía el cómic, pero después de ver la película he accedido a él, para buscar las diferencias. Más o menos, en líneas generales lo sigue con cierta fidelidad, salvo por un par de elementos, precisamente los más débiles del film. Por un lado, Shyamalan tiende a sobre explicar todo en demasía: hasta en dos momentos, determinados personajes hacen un resumen de lo acontecido y aportan explicaciones; cuando los dos chavales escapan al final y se queda ella atrapada en el coral con la ropa, más adelante el director regresa a explicar cómo logró librarse, cuando es algo realmente superfluo; y lo que en el cómic es solo un peligro indefinido, del que se dan unas pocas pistas sin aclarar nada, aquí es explicado por completo. Y es que el cómic es más bien una alegoría, algo simbólico, un tanto al estilo de la estupenda película El ángel exterminador (El ángel exterminador, 1962), de Luis Buñuel, que muy oportunamente se cita en la presentación de la novela gráfica. Shyamalan ha visto la necesidad de dar un cierto tipo de coherencia a todo, buscando una explicación realista (dentro del concepto de ciencia ficción), intentando encajar las piezas. Pero una vez juega a eso, debe ir hasta el final, y en más de una ocasión entra en contradicciones, que él mismo percibe pero es incapaz de explicar con coherencia, como ese detalle absurdo de que el cabello y las uñas están muertos, para no entrar en el detalle de por qué no crecen. De tal manera, el film está saturado de elementos incongruentes, trampas de guion sobre las cuales su autor se hace el despistado para no trabajar todo a conciencia, como el aleatorio envejecimiento de los adultos, totalmente arbitrario.

El otro elemento al que nos referíamos es la autocensura, quizás conducida por pudibundez propia o por una cuestión de mercado. En el cómic, el crecimiento de los niños conlleva, obvio es, un despertar sexual, que en la película se plantea de un modo muy esquinado. Evitando eso, quedan aún más patentes las lagunas narrativas del realizador indio, explicado puerilmente por un «coge un bañador mío, que te vendrá mejor», y haciendo constantes elipsis cada vez que los niños acceden a un nuevo paso, sea físico y mental. Eso sí, debo aceptar que, al menos, Shyamalan aborda con mayor lógica que el cómic el detalle del bebé nacido.

Y es que el guion de la película es lo más flojo de la misma. A lo ya referido cabe apuntar unos diálogos absurdos, absolutamente ridículos, y un diseño de personajes lamentable, que no sabe uno si tomarse en serio o no. La dirección de actores, además, es sorprendentemente floja en el autor de El incidente (The Happening, 2008), lo cual hace que la convicción del conjunto se resienta aún más.

¿No hay nada positivo en la película, entonces? Sí, mucho. Por un lado, su magnífico porte visual, pues el film es arropado por una magnífica fotografía, obra de Mike Gioulakis (John muere al final, It Follows, Múltiple, Lo que esconde Silver Lake, Glass…), que aprovecha el hermosísimo entorno natural en el que se ambienta y le otorga una fisicidad impresionante, que expone con convicción la idea de que es algo casi antiterrenal, que el lugar posee leyes físicas ajenas a la normalidad. Además, la puesta en escena es apabullante, con un uso de la cámara extraordinario, en el cual Shyamalan sabe dónde colocarla en todo momento, y narrando el film con fluidos travellings circulares y laterales, que interconectan las situaciones o los personajes, o primeros planos rotundos que simbolizan el encarcelamiento físico al que están sometidos los integrantes de la trama. El sonido del film, además, se convierte en un elemento narrativo más, como el excelente momento en el cual Prisca, rodada en un primer plano, selecciona lo que está escuchando, mientras la cámara sigue fija en el rostro de ella y va girando, seleccionando los elementos sonoros. Y es que Shyamalan sigue siendo, pese a los deslices, uno de los mejores narradores del panorama cinematográfico actual. Esperemos que en su próximo film, Labor of Love, elija mejor lo que narrar.

 

Anécdotas

  • Título alternativo: Decrepit.
  • Título en Argentina, Chile y México: Viejos.
  • El rodaje tuvo lugar entre el 26 de septiembre y el 15 de noviembre de 2020, en la República Dominicana (estudios, y en la playa El Valle, de Samana).
  • Antes del rodaje, Shyamalan proyectó dos películas a los actores y técnicos como inspiración, las magníficas Walkabout (1971) de Nicolas Roeg y Picnic en Hanging Rock (1975) de Peter Weir, ambas ambientadas en Australia, y centradas en atmósferas mágicas.
  • Primera película de Shyamalan que se ambienta fuera de Philadelphia. Sin embargo, hay una mención a la ciudad.
  • La película de Marlon Brando y Jack Nicholson que se menciona es Missouri (The Missouri Breaks, 1976), de Arthur Penn.
  • El rodaje se desarrolló durante un período alto de pandemia. Por supuesto, la salud y seguridad de todo el equipo fue lo primero, con controles exhaustivos, y nadie enfermó.
  • Estrenada en Estados Unidos el 23 de julio de 2021. En España se estrenó el 30 de julio.

 

Bibliografía

Castillo de arena; por Pierre Oscar Lévy y Frederik Peeters (guion); Frederik Peeters (ilustraciones); traducción de Ana Sánchez. Bilbao: Astiberri, 2010. Colección: Sillón Orejero; s/n. T.O.: Château de sable (2010).

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra