Tres amigos han decidido asaltar la casa de un anciano matrimonio, aprovechando que éstos salen esa tarde. Usan el coche de la novia de uno de ellos, quien se presenta reclamando el vehículo para poder ir a trabajar. Cuando los chicos entran en la casa, no logran abrir la caja fuerte y deciden esperar a que regrese la pareja para forzarla a abrirla. En la espera, la chica entrará en la casa y se verá atada a la situación.

Dirección: Julius Berg. Producción: Blue Light, Logical Pictures, Wild Bunch, XYZ Films. Productores: Alain de la Mata, Christopher Granier-Deferre. Co-productores: Pape Boye, Brahim Chioua, Frédéric Fiore, Daniel Hubbard, Grégory Strouk, Eric Tavitian. Productores delegados: Nate Bolotin, Maxime Cottray, Marc Gabizon, Stéphane Mazain. Productor ejecutivo: Ross Williams. Guion: Mathieu Gompel, Julius Berg, con la participación de Geoff Cox, basado en la novela gráfica Une nuit de pleine lune de Hermann Huppen y Yves H. Música: Paul Frazer, Vincent Welch. Fotografía: David Ungaro. Diseño de producción: Bobbie Cousins. Montaje: Marc Boucrot. FX: Sangeet Prabhaker (diseño de prótesis), Scott MacIntyre (supervisor de efectos especiales), Dolores McGinley (supervisora de efectos visuales). Intérpretes: Maisie Williams (Mary / Jane), Sylvester McCoy (Richard Huggins), Rita Tushingham (Ellen Huggins), Jake Curran (Gaz), Andrew Ellis (Terry), Ian Kenny (Nathan), Stacha Hicks (Jean), Michael Yates (granjero borracho en bicicleta). Nacionalidad y año: Reino Unido, Francia 2020. Duración y datos técnicos: 92 min. Color 2.35:1/1.33:1.

 

A priori, este thriller que de modo paulatino va adquiriendo un tono cada más más asfixiante e incómodo, podría aparentar algo interesante. Es adaptación de un cómic francés de 2011 que, si no me equivoco, está inédito en España, pese a que uno de sus autores, el guionista belga Hermann, es responsable del famoso Jeremiah, de carácter postapocalíptico, y que daría lugar a una floja serie de televisión. Aquí tenemos algo más entroncado en la realidad, pese a que el título del original, Une nuit de pleine lune [Una noche de plenilunio], podría hacer pensar en hombres lobo.

El film arranca con tres muchachos en un coche, vigilando una casa de campo típicamente británica. Desde el inicio comprobamos que uno de los chavales, un gordito —Nathan, interpretado por Ian Kenny—, posee algo más de integridad moral que los otros dos: Gaz (Jake Curran) lleva la voz cantante y tiene dominado a Terry (Andrew Ellis), quien ha puesto el vehículo para llevar a efecto el trabajito, aunque este pertenece en realidad a su novia Mary (Maisie Williams). Esta, de hecho, se presenta, requiriendo que necesita el automóvil, y sin querer se ve envuelta en lo que acontece. Cuando regresan los ancianos, un médico, el doctor Richard Huggins (interpretado por Sylvester McCoy, uno de los Doctor Who) y su esposa Ellen (a la que da vida Rita Tushingham, otrora musa del free cinema inglés, protagonista, por ejemplo, de la estupenda Un sabor a miel [A Taste of Honey, Tony Richardson, 1961], y que aquí luce un maquillaje que la hace similar a Geraldine Chaplin), fuerzan a estos dentro de un ejercicio de dominio y poder, y pronto los cazadores serán cazados, y los ancianos desvelarán una condición de lo más inquietante.

Ignoro la extensión y profundidad del cómic, pero la película, tal como aparece ante nuestros ojos, se ve enormemente dilatada en su hora y media de duración. Acaso en una serie antológica, de cuarenta minutos de metraje por episodio, hubiera sido un destino más adecuado. El resultado es que el conjunto se descubre como superfluo, forzado, inverosímil y absurdo.

Siempre sobre el papel hay elementos interesantes, como ese juego de dominio que se invierte. Sin embargo, esa potestad debería ejercerse por medio de una presión sutil que queda ausente al estar desarrollada toda la trama por diálogos primarios y muy mediocres. Esa inteligencia del dominante no se percibe en momento alguno, y todo hace aparentar que los personajes se mueven, antes que motivados por las reacciones que impulsan la lógica, por mero capricho de los guionistas, como suele suceder tantas veces.

Así, el film, en definitiva, se percibe de alcances muy mediocres, los excesos que presenta lo único que provocan es la carcajada, y el ambiente de angustia y sofoco que se intenta convocar luce por su ausencia. El director es el francés Julius Berg, en la que es su primera película después de diversos trabajos televisivos anclados en la intriga, y tiene algunas ideas visuales interesantes: la película está rodada en formato panorámico, pero cuando la tensión en el interior de la casa se acrecienta varía la conformación, hasta comprimirla a la de una pantalla televisiva, para enclaustrar en su interior a los personajes y así acrecentar la sensación claustrofóbica. En todo caso, es demasiado poco, así como el excelente nivel interpretativo de todo el plantel, que no es capaz, sin embargo, de superar el estadio pueril de sus personajes.

 

Anécdotas

  • Título en México: Los intrusos.
  • En el FrightFest de 2020 fue premiado Sylvester McCoy como mejor actor por su participación en el film.
  • La película también ha participado en el Festival de Sitges en 2020.
  • En Francia se vio por primera vez por medio del L’Étrange Festival el 2 de septiembre de 2020; en el Reino Unido por el FrightFest el 23 de octubre y, después, se estrenó vía Internet 22 de febrero de 2021. En España se ha estrenado en cines el 5 de marzo de 2021.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra