Tres estudiantes universitarios, dos chicos norteamericanos y una muchacha danesa, viajan de turismo por el Reino Unido, y llegan a un castillo donde se dice hay fantasmas. Cuando finaliza la gira ellos se esconden para pasar la noche allí y descubrir si realmente hay espectros. Los hay.
Dirección: Peter Graham Scott. Producción: Merton Park Studios para Anglo-Amalgamated Film Distributors. Productor: Jack Greenwood. Productor delegado: Herman Cohen. Guion: Aben Kandel [acreditado como Kenneth Langtry] y Herman Cohen. Música: Gerard Schurmann. Fotografía: John Wiles. Dirección artística: C. Wilfred Arnold. Montaje: Bernard Gribble. FX: Jack Craig (maquillaje). Intérpretes: Liliane Sottane (Ingrid), David Rose (Ronnie), Clive Revill (cuarto conde), Jack Allen (conde de Ambrose), Alexander Archdale (Randolph), Carl Bernard (sargento Grayson), Josephine Blake (bailarina), John Stacy (Parker), Donald Bisset (guía), Mary Barclay, Trevor Barnett, Patrick Connor, Janina Faye, Fred Haggerty, Norah Hammond, Angela Kay, Fred Machon… Nacionalidad y año: Reino Unido 1959. Duración y datos técnicos: 60 min. B/N 2.35:1.
Herman Cohen fue un productor norteamericano que siempre tuvo un pie en los Estados Unidos y el otro en el Reino Unido, en el caso de la distribución de las películas en que estaba implicado. Al fin, después de concebir para la AIP How to Make a Monster [tv: Cómo hacer un monstruo, 1958], se trasladó de manera definitiva a las Islas Británicas, y si bien los filmes que allí produjo eran legalmente ingleses, los hacía con la vista fijada en la distribución en Norteamérica. La primera cinta que allí hizo fue Horror en el museo negro / Los horrores del museo negro[1] (Horrors of the Black Museum, 1959), una simpática variación del mito de Jekyll/Hyde aunado al tema de los museos sobre crímenes, y protagonizada por el gran Michael Gough. Esta película fue distribuida en los Estados Unidos por AIP, precisamente, y para acompañarla en un programa doble, por encargo de James H. Nicholson, que le solicitó un complemento en blanco y negro y en scope, Cohen decidió hacer esta The Headless Ghost (1959).
Así, para su rodaje se usaron los decorados ya construidos para Horror en el museo negro, a los que se sumaron las localizaciones reales del hermoso castillo donde transcurre la acción, en concreto el Burntisland Castle, en el Fiordo de Forth, en Escocia. La escritura del guion ocupó dos semanas y la filmación tres, con un presupuesto de 35.000 libras esterlinas, entre principios de diciembre de 1958 y mediados de enero de 1959, en los estudios Merton Park. Más adelante, Cohen declararía en una entrevista: «La hicimos muy, muy rápido; por eso la duración es tan corta, unos sesenta y cinco minutos… De hecho, empezamos Headless Ghost cuando todavía estaba terminando Black Museum, editando y cortando. Pero, sinceramente, no recuerdo mucho más de esta película, era tan mala…» Bueno, honestidad no le falta. The Headless Ghost es mala de solemnidad.
Como protagonistas tenemos un trío de jóvenes, dos chicos y una chica, ellos norteamericanos y ella danesa. Los chavales son Richard Lyon (en la que fue su última película, convirtiéndose luego en un fotógrafo de prestigio, así como tratante de antigüedades y decorador de interiores) y David Rose, ambos en realidad ingleses; en cuanto a la muchacha, esta es Liliane Sottane, que era de origen suizo, y que solo hizo tres películas: la hammeriana The Camp on Blood Island (1958), la comedia Up the Creek (1958), dirigida por Val Guest, así como la previa, y la presente. Se casó en 1961, así que es muy posible, como sucede con tantas actrices de esa época, que tras el matrimonio se quedara tranquilamente en casita y viviera del negocio de su marido.
El film no tarda en entrar en materia, algo lógico debido a su corta duración. Sin embargo, no avanza en momento alguno. El trío de chavales entra en contacto con los fantasmas de los antiguos inquilinos del castillo, y se pasan el resto de la película conversando con ellos sin parar. Hay uno de ellos, el descabezado del título, que soporta una maldición, y al fin se les desvela que han de tomar de un lugar concreto del castillo un saquito conteniendo unos misteriosos polvos que exorcizarán al fantasma y lo dejarán descansar en paz. Entran en un cuarto y descubren un cofre, donde imaginan que estará el saquito, pero en él también hay una serpiente, que uno de los chicos matará sin demasiado esfuerzo. Después, el otro se agarra a una soga que cuelga y es izado por esta, pero su amigo le aferra y lo libera en un pispás. Esos son los terribles peligros a los que se han de enfrentar en una trama que, por lo demás, se desliza con una pereza desesperante, a tal punto que la hora exacta que dura (a velocidad de proyección de veinticinco fotogramas por segundo) se hace eterna.
Se supone que es una comedia, pero no hay un solo gag en todo el film. Esa supuesta adscripción a ese género se adivina debido al tono ligero con que el trío protagonista interpreta, y por las voces atipladas que, en ocasiones, ponen. Nada más. En cuanto a sus elementos de terror, prácticamente no los hay, salvo la aparición final del fantasma sin cabeza, cuyo cuerpo surge por una puerta mientras que la cabeza brota por otra, flotando en el aire. Queda obvio que está moldeada en cera, pero no está del todo mal resuelta.
Peter Graham Scott, el director, fue un realizador en especial televisivo, medio en el cual efectuó obras de la valía de Cita con la muerte (1960-1961), La línea Onedin (1971-1974), Los chicos de Stone (1977) o Dentro del laberinto (1981-1982). En su labor cinematográfica, de las veinte películas que rodó solo destaca la producción Hammer Captain Clegg (1962). Aquí aplica al film un formato panorámico y en blanco y negro que le otorga cierto lustre visual, pero no hay ni ritmo narrativo ni chispa, y el resultado es un horror, pero no en el sentido que cabría esperar. Recomendada solo, y con muchísimas reservas, a completistas responsables.
Anécdotas
- La niña curiosa y algo morbosa del principio está interpretada por Janina Faye, quien fuera víctima de Lucy en el Drácula (1958) de Terence Fisher. También apareció en otros clásicos del fantástico como Nunca aceptes dulces de un extraño (1960), Las dos caras del Dr. Jekyll (1960), Las manos de Orlac (1960) y La semilla del espacio (1963).
- El jefe de producción del film es el posterior realizador Jim O’Connolly, responsable de algunos títulos medianamente significativos del fantastic British…
- Estrenada en el Reino Unido en junio de 1959. En Estados Unidos debutó el 29 de abril de 1959, en Nueva York, en programa doble con Horror en el museo negro / Los horrores del museo negro (1959). En España quedó inédita, y se ha comenzado a emitir vía Netflix desde diciembre de 2021, con su título original.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ●
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] La película se estrenó en España con muchísimo retraso, a finales de la década de los setenta, y mientras en el póster lucía un título, en los créditos aparecía el otro.