Eli y Caroline, recién casados, tienen un accidente en medio del campo, y mientras él va en busca de una grúa, ella es violada por alguien misterioso que acecha en los bosques. Diecisiete años después, el hijo de ella, Michael, comienza a manifestar extrañas anormalidades físicas, y sabiendo que el chico es producto de la violación, regresan al lugar donde aquello aconteció para investigar. Michael escapa del hospital en el que ha quedado internado, y cierto instinto le empuja a ir al mismo sitio.

Dirección: Philippe Mora. Producción: Katzka para United Artists. Productores: Harvey Bernhard, Gabriel Katzka. Productor delegado: Jack B. Bernstein. Productor asociado: Ron Fury. Guion: Tom Holland, basado en la novela de Edward Levy. Fotografía: Jack L. Richards. Música: Les Baxter. Montaje: Robert Brown, Bert Lovitt. Diseño de producción: David M. Haber. FX: Thomas R. Burman, Garry Elmendorf (efectos especiales), Fred Cramer (jefe de efectos especiales). Intérpretes: Ronny Cox (Eli MacCleary), Bibi Besch (Caroline MacCleary), Paul Clemens (Michael MacCleary), Don Gordon (juez Curwin), R. G. Armstrong (Doc Schoonmaker), Katherine Moffat [acreditada como Kitty Moffat] (Amanda Platt), L. Q. Jones (sheriff Pool), Logan Ramsey (Edwin Curwin), John Dennis Johnston (Horace Platt), Ron Soble (Tom Laws), Luke Askew (Dexter Ward), Meshach Taylor (alguacil Herbert), Boyce Holleman (Doc Odom), Natalie Nolan Howard (secretaria judicial), Malcolm McMillin (empleado de gasolinera), Fred D. Meyer (trabajador)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1982. Duración y datos técnicos: 98 min. – color – 2.35:1 – Panavision – 35 mm.

 

En los créditos de The Beast Within [tv/vd/dvd/bd: Con la bestia dentro, 1982] figura que parte de un guion escrito por Tom Holland (en su primer trabajo para el cine en esa modalidad), basado en la novela de Edward Levy. Eso no es del todo exacto. El escritor Levy firmó contrato con una editorial y, al tiempo, vendió los derechos fílmicos. Sin embargo, sufrió un bloqueo (ocasionado por un divorcio en trámite) y Tom Holland, cuando el film entró en producción, se encontró con la necesidad de inventarse la historia. Levy aprovechó y tomó ideas del guion, aunque lo cierto es que varió en profundidad la premisa de la historia: mientras que en la película el muchacho se convierte en algo así como en un hombre cigarra, Levy lo transformó en un hombre lobo.

El libro, en su edición española, se anuncia como «Otra terrorífica vuelta de tuerca al tema del hombre lobo, un libro espeluznantemente original». Nada más lejos de la realidad, pues juega una vez más con la dualidad de la parte salvaje implícita en el ser humano; y para ello se sirve de una estructura argumental directamente copiada de la película La maldición del hombre lobo (The Curse of the Werewolf, Terence Fisher, 1960) —que, a su vez, adaptaba libremente una novela de Guy Endore—, y si no, veamos unas pocas líneas generales y comparémoslas con las del film de Fisher: un hombre es encerrado en un sótano y, a lo largo de los años llegará a ser una criatura salvaje que, huida de su encierro, violará a una mujer; años después, el fruto de esa unión devendrá en un ser semi-humano; inclusive, como guiño imaginamos, propone la imagen del niño licántropo forcejeando con los barrotes de una ventana que lo retiene, como en la obra maestra de Fisher. Esta estructura se injerta en un ambiente de American gothic, jugando con la superstición, el fanatismo y el ámbito rural estadounidense. Pese a estas influencias, y ciertos recursos tópicos, como son las vivencias escolares del muchacho, la novela se formula moderadamente efectiva.

La película, por su parte, se centra más en el punto de vista del matrimonio formado por Eli y Caroline, y cómo van experimentando los sucesos que acontecen en torno al muchacho, que sufre una paulatina mutación, y parece estar al tiempo poseído por el espíritu de su padre biológico. Además, el meollo se desvela al final, por medio de una amplia explicación por parte de uno de los personajes (el juez), mientras que en la novela todo se desarrolla de un modo cronológico, como en el film de Fisher.

Como realizador fue contratado el extraño Philippe Mora. Nació en París (Francia), pero desarrolló su carrera profesional en Australia, a donde su familia se trasladó cuando él tenía dos años de edad. Gran amante del cine, dijo adorar las películas de los hermanos Marx, Buster Keaton y Lubitsch, así como las de Hitchcock y Jean Cocteau. De hecho, sus primeras películas caseras están muy apartadas de lo que luego hemos conocido de él. Comenzó a desarrollar una carrera como pintor en Londres, y su cine profesional de los inicios tampoco anuncia el rumbo que luego desarrollaría. De hecho, destacó en importantes filmes documentales de montaje, en especial el prestigioso Brother Can You Spare a Dime (1975), sobre el período de la Depresión norteamericana. Su siguiente película fue Mad Morgan (Mad Dog Morgan, 1976), sobre un célebre bandolero australiano, y después vendría la presente.

Lo cierto es que, a continuación, desarrolló una carrera muy variada, pero es popular sobre todo por su cine fantástico: The Return of Captain Invincible [vd: El retorno del Capitán Invencible, 1983], Howling II: Stirba – Werewolf Bitch [tv/vd/dvd: Aullidos 2: Stirba, la mujer lobo, 1985], Howling III: The Marsupials [tv/vd/dvd: Aullidos 3: Los marsupiales, 1987], Communion [tv/vd/dvd: Communion, 1989], Precious Find [vd: Yacimiento lunar, 1996]… Una de sus últimas películas responde al peculiar título de I was a Communist Werewolf (2021). En la actualidad, la base de datos IMDb le certifica hasta siete películas por aparecer próximamente, con varias en post-producción, producción y pre-producción, donde alterna el cine documental con un enfoque irónico que bascula en los terrenos de la ficción.

Con la bestia dentro, destaca, en particular, por su tono serio y grave, cuando su director siempre se ha mostrado tan interesado por el humor y la ironía. Es una película de terror donde se desvelan secretos ancestrales, familiares, y tiene cierto aire lovecraftiano, a lo cual no es ajeno el que algunos de los personajes remitan a la obra del genio de Providence, como los nombres de «Curwin» y «Dexter Ward», que son personajes de la novela El caso de Charles Dexter Ward de H. P. Lovecraft. Incluso podría decirse que el ambiente de superstición rural del noreste de Estados Unidos de la obra de Lovecraft, con los ficticios Dunwich y demás, es trasladado aquí al sur del país, a Mississippi, con sus paletos cerriles.

Como se ha referido, Tom Holland debutó aquí como guionista de largometrajes. Comenzó estudiando interpretación en el mítico Actor’s Studio, e hizo algunos papeles en cine y televisión, campo que aún hoy día no ha dejado. En la faceta de guionista debutó en la pequeña pantalla con el telefilm de terror En lo más profundo de la mente (The Initiation of Sarah, Robert Day, 1978), y tras la presente aportaría Curso del 84 (Class of 1984, Mark L. Lester, 1982), de leve matiz futurista, y Psicosis, 2ª parte: El regreso de Norman (Psycho II, Richard Franklin, 1983). Y en el ámbito de director arrancó con Noche de miedo (Fright Night, 1985), y desde entonces ha sido un activo realizador de género fantástico.

Ni el guion ni la puesta en escena de Mora nos informan en exceso sobre los personajes. El film arranca con Eli y Caroline viajando, y luego acontece de inmediato lo referido. La acción salta diecisiete años y ya estamos con las pruebas médicas de Michael. No hay fondo al que asirse para conocer quiénes son los protagonistas, se nos introduce de inmediato en la situación, y no podemos saber qué piensan en muchas ocasiones. Con su estructura de thriller de investigación, los habitantes del pueblo aparecen cerriles y misteriosos, y obviamente algo ocultan. También resulta muy precipitado el modo en el cual Michael inicia una relación con Amanda, y siendo el primero un personaje tan reservado, lo cierto es que no terminamos de saber muy bien el proceso anímico que experimenta a lo largo del film. Todo, en verdad, resulta muy interesante, pero no termina de definirse nada; la trama va demasiado rápida, centrada en las situaciones antes que en los personajes, y se tiñe el film de cierto tono de precipitación y superficialidad.

La premisa, por lo demás, no tiene mucha coherencia. Un personaje es encadenado en el sótano y se le da de comer carne humana muerta. Eso, de alguna manera, lo convierte en una especie de engendro, un gul acaso. Escapa de su cautiverio y lo primero que hace es violar a una mujer que encuentra en los bosques. A ese personaje no terminaremos de verlo bien, pero percibimos entre las sombras que tiene el cuerpo alterado de algún modo. De resultas de la violación, nace Michael, quien a los dieciséis años experimenta una mutación que lo convierte en una cigarra. Nada parece tener lógica dentro de una historia amparada en lo fantástico de la premisa. Esa locura, a veces, convierte el film en un entretenimiento psicotrónico, y los intérpretes otorgan un buen nivel, amén del espectacular trabajo de efectos especiales. Pero es una lástima que, con tamañas premisas, The Beast Within no logre llegar a los objetivos que promete.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina, Colombia y México: Sangre de bestia.
  • La película se rodó en las localidades de Bolton, Jackson y Raymond, en el estado de Mississippi, Estados Unidos, con un presupuesto estimado de cinco millones de dólares.
  • En algunas fuentes, como coguionista sin acreditar figura Danilo Bach, cuyo primer crédito fílmico es el argumento de Superdetective en Hollywood (Beverly Hills Cop, Martin Brest, 1984).
  • Pese a lo gore del film, se eliminaron algunos planos para impedir la calificación X.
  • Las radiografías de Michael eran en realidad radiografías del actor Paul Clemens. Se le aplicaron tiras de metal para crear la ilusión de anomalías subcutáneas.
  • Para la escena de la transformación de Michael se incrustaron pequeños sacos de plástico (a menudo preservativos o globos) en las capas de maquillaje y los moldes de la cara. Más tarde, durante el rodaje, estos sacos se inflaron a través de tubos y ayudaron a dar la apariencia de la distorsión de la piel.

  • Durante la escena final de la violación, bajo el traje del monstruo, Paul Clemens no podía oír las indicaciones de Philippe Mora, por lo que éste puso la mano en el trasero de Clemens para indicarle que empujara. Los ejecutivos del estudio se quedaron perplejos cuando recibieron las tomas diarias y vieron una mano misteriosa acariciando el culo del monstruo.
  • Ronny Cox también compuso (junto a Les Baxter) e interpretó la música country que aparece en la película.
  • Fue la última partitura para un largometraje del compositor Les Baxter, que la consideraba una de sus mejores.
  • Estrenada en Estados Unidos el 12 de febrero de 1982. En España no pasó por salas de cine y se vio directamente por televisión y en los distintos formatos domésticos.

 

Bibliografía

La bestia interior; por Edward Levy; traducido por César Armando López. Barcelona: Planeta, 1982. Colección: Fábula; nº 104. T. O.: The Beast Within (1981). 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra