El protagonista debe viajar por todo el planeta para desbaratar un plan que puede acabar con el mundo tal como lo conocemos. Con la palabra clave “tenet” como puente de entrada va accediendo a los diferentes hechos que lo conducen a una realidad muy diferente.

Dirección: Christopher Nolan. Producción: Syncopy, Warner Bros. Productores: Christopher Nolan, Emma Thomas. Productor delegado: Thomas Hayslip. Productor ejecutivo: Ivo Felt. Guion: Christopher Nolan. Fotografía: Hoyte Van Hoytema. Música: Ludwig Göransson. Montaje: Jennifer Lame. Diseño de producción: Nathan Crowley. FX: Clear Angle Studios, Double Negative (efectos visuales). Intérpretes: Elizabeth Debicki (Kat), Robert Pattinson (Neil), John David Washington (el protagonista), Aaron Taylor-Johnson (Ives), Kenneth Branagh (Andrei Sator), Clémence Poésy (Barbara), Fiona Dourif (Wheeler), Michael Caine (Michael Crosby), Himesh Patel (Mahir), Andrew Howard (Stephen), Wes Chatham (Sammy), Dimple Kapadia (Priya), Martin Donovan (Victor), Yuri Kolokolnikov (Quinton), Jack Cutmore-Scott, Jonathan Camp, Anthony Molinari, Sean Avery, Jeremy Theobald, Jefferson Hall, Rich Ceraulo Ko, Laurie Shepherd, Mark Krenik, Denzil Smith, Kenneth Wolf Andersen Haugen, Marcel Sabat, Julia-Maria Arnolds, Marek Angelstok, John Orantes, Michael Cox, Caleb Spillyards… Nacionalidad y año: Reino Unido, Estados Unidos 2020. Duración y datos técnicos: 150 min. Color 2.20:1 – 2.39:1 (copias en 35 mm) – 1.90:1 (IMAX digital) – 1.43:1 (IMAX 70 mm).

La nueva película de Christopher Nolan, después de ese punto de inflexión tanto argumental como estilístico con respecto a su obra que supuso Dunkerque (Dunkirk, 2017), es Tenet (Tenet, 2020)[1], que los seguidores del cineasta identificarán sin lugar a dudas, pues se integra con admirable precisión a los rasgos de estilo que suponen sus filmes previos, aunque personalmente con la cinta que más puntos de conexión le percibo es con Origen (Inception, 2010), por la manera de ambas de vincular una trama de espionaje a lo James Bond con una intriga que cuestiona la realidad. Tenet podría considerarse una especie de relectura de las aventuras del agente 007, no tanto al estilo actual, ni tampoco al de la etapa de Sean Connery, sino a la de otras cintas británicas coetáneas a esta, como pudieran ser la intriga de robos Un trabajo en Italia (The Italian Job, Peter Collinson, 1969) o el ciclo de aventuras del espía Harry Palmer iniciadas con Ipcress (The Ipcress File, Sidney J. Furie, 1965), todas ellas protagonizadas de forma significativa por Michael Caine, actor fetiche de Nolan, y que aquí dispone de una aparición testimonial con un personaje que, desde las sombras, es el pivote que articula todos los mecanismos para desarrollar lo que acontece, dándole las instrucciones ―tan concretas como imprecisas― al protagonista, que a partir de ahí irá guiado por estas.

Todo ello se mezcla con un tono de intriga internacional tras la cual se oculta una maquinación de espionaje más cercana a la obra de John le Carré que a la de Ian Fleming, con escenas de acción muy al estilo de las aparecidas ya en Origen ―de hecho, la multirreferenciada Origen podría suponer que Tenet representa una especie de remake de aquélla no en el aspecto argumental sino en el estilístico―. En todo caso, el clímax final recuerda también a un film muy distinto como es Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, Doug Liman, 2014), que también cuestiona la realidad quebrándola, si bien de distinta manera, y que debiera tener más crédito del que se le dispensó.

Se ha hablado mucho acerca de que Tenet hay que verla varias veces para entenderla. No es exactamente así. Bien es cierto que si uno quiere encajar todas las piezas debe hacer una revisión, como por ejemplo para comprobar si un suceso que acontece en el minuto 47 del film encaja a la perfección con otro del minuto doce que le sirvió de referente. Pero en realidad no hace falta. No es necesario comprobar si todas las piezas del puzle están conectadas entre sí. Es mejor ver la película en su conjunto, dejarse arrastrar por los acontecimientos, que no son tan complicados como se ha dicho, e incluso algún giro es previsible para un espectador acostumbrado al cine fantástico y/o al de Christopher Nolan. Ya se ha repetido hasta la saciedad en los avances y en determinadas críticas, pero es muy atinado: la expresión de uno de los personajes del film, “No intentes comprenderlo. Siéntelo”, es la clave para internarse en el film y disfrutarlo al máximo.

Los quiebros de la realidad que muestra el film, aunados a una cinta impecablemente rodada, es pues el eje vertebrador de su intriga, que ofrece escenas rodadas con una precisión increíble, y donde el concepto de “cine de acción” da una vuelta de tuerca por medio de una escenas que ofrecen planos rodados en orden inverso ―eso aparece en el tráiler, no estoy destripando nada― y que otorgan a las imágenes de una magia especial que acrecientan el sentido del espectáculo al máximo. Los personajes, dentro de ese entramado, son como piezas de un ajedrez que está moviéndose de forma constante, y son lo más débil del conjunto, donde inclusive una frase tan tópica como “Si no eres mía no serás de nadie” es una de las claves para interpretar todo lo que acontece.

 

Anécdotas

  • Rodada con un presupuesto estimado de 205 millones de dólares.
  • La filmación de la película se hizo en un absoluto secreto. Robert Pattinson debía leer su guion encerrado en un cuarto de los estudios, y a Michael Caine solo le dieron las páginas de lo que debía interpretar antes de ponerse a ello.
  • La fecha inicial de estreno debería haber sido el 17 de julio, pero se retrasó debido al coronavirus.
  • Estrenada en España el 26 de agosto de 2020. En el Reino Unido se estrenó el 26 de agosto, y en Estados Unidos el 3 de septiembre.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] La palabra “tenet” forma parte del llamado “cuadrado sator”, un cuadrado mágico compuesto por las palabras latinas “sator arepo tenet opera rotas”, que, leídas de izquierda a derecha o de arriba abajo da lugar a un multipalíndromo, siendo la propia “tenet” la que sirve de eje central a todo ello.