Tras un misterioso evento cósmico, hormigas de distintas subespecies desarrollan una evolución, desplegando una mente colmena y reuniéndose para planear algo en común. Un científico inglés, el doctor Ernest D. Hubbs, percibe un extraño nuevo patrón en esos insectos, y logra que le faciliten la investigación en un centro experimental creado al efecto en el desierto de Arizona, y con la colaboración de James R. Lesko, experto en comunicación animal.

Dirección: Saul Bass  . Producción: Alced Productions, Paramount Pictures. Productor: Paul B. Radin. Guion: Mayo Simon. Fotografía: Dick Bush. Música: Brian Gascoigne, Desmond Briscoe. Montaje: Willy Kemplen. Dirección artística: John Barry. FX: John Richardson (efectos especiales), Rex Neville (efectos ópticos). Intérpretes: Nigel Davenport (Dr. Ernest D. Hubbs), Michael Murphy (James R. Lesko), Lynne Frederick (Kendra Eldridge), Alan Gifford (Mr. Eldridge), Robert Henderson (Clete), Helen Horton (Mildred Eldridge), David Healy (hombre a la radio [voz]). Nacionalidad y año: Reino Unido, Estados Unidos 1974. Duración y datos técnicos: 84 min. color 1.85:1.

 

Según se cuenta, la idea de Phase IV se fraguó durante una fiesta en Hollywood en 1971, cuando Peter Bart, un alto cargo de la Paramount, preguntó al productor Paul B. Radin en qué andaba metido en esos momentos. No tenía nada preparado, pero le soltó que «en algo sobre hormigas». Tras ese incidente, Radin, hablando con Saul Bass, se enteró de que este tenía un amigo que trabajaba con insectos, y de inmediato comenzaron a disponer un proyecto juntos.

Saul Bass (1920-1996) fue uno de los artistas más peculiares de la historia que trabajó en el mundo del cine. Era diseñador gráfico, y como tal fue creador de los logos de compañías como AT&T, Kleenex, United Arlines o Warner Communications, entre otros muchos. En cine comenzó a colaborar con Otto Preminger, creando la secuencia de los títulos de crédito de Carmen Jones (Carmen Jones, 1954), y de inmediato desplegó una importante carrera en ese cometido, aunque también delineó los posters de muchas películas, empezando con la referida. Entre las caretas de créditos que concibió podemos citar las de filmes como La vuelta al mundo en 80 días (Around the World in 80 Days, Michael Anderson, John Farrow, 1956), Vértigo – De entre los muertos (Vertigo, Alfred Hitchcock, 1958) o La gata negra (Walk on the Wild Side, Edward Dmytryk, 1962). Los directores con los que más trabajó, amén de Preminger, fueron Hitchcock o Martin Scorsese.

Bass trabajó de forma asidua con su esposa, Elaine. Juntos rodaron un cortometraje titulado The Searching Eye (1964), que fue proyectado durante la Feria Mundial de Nueva York de ese año. Los Bass también dirigieron un corto documental titulado Why Man Creates, que ganó el Oscar en esa categoría en 1968. Saul y Elaine realizaron varios cortometrajes más, dos de los cuales fueron nominados a los premios de la Academia, Notes on the Popular Arts  (1977) y The Solar Film (1979). En el campo dramático Bass solo hizo dos películas, la presente más el mediometraje The Quest (1984), acreditado igualmente junto a su esposa y que también es de ciencia ficción.

El guion de Phase IV lo escribió el autor teatral Mayo Simon, responsable de los libretos de las películas I Could Go on Singing [tv/dvd: Podría seguir cantando, Ronald Neame, 1963], Atrapados en el espacio (Marooned, John Sturges, 1969) y Mundo futuro (Futureworld, Richard T. Heffron, 1976), fue creador de la serie El hombre de Atlantis (Man from Atlantis, 1977-1978), de la cual también escribió el episodio piloto, y colaboró con anterioridad con Bass en la citada Why Man Creates, que se centra en el proceso creativo y en los distintos enfoques que se le dan; se divide en ocho secciones: El edificio, Tonterías, El proceso, Juicio, Una parábola, Digresión, La búsqueda y La marca.

Phase IV (1974) ―¿percibe el lector que evito de forma constante citarla por su estúpido título español?― es ciencia ficción hard; dispone de solo tres personajes principales, y tiene otros pocos más de secundarios, y se focaliza en la investigación científica que se desarrolla en torno al comportamiento anómalo de las hormigas, las cuales, tras un misterioso evento cósmico, se alían de alguna manera; al principio comienzan a combatir la fauna limítrofe de su entorno, eliminando a sus depredadores naturales, y después centran su objetivo en el ser humano.

El amigo referido experto en el manejo de distintos representantes de la naturaleza era Ken Middleham. En ese sentido, también trabajó con los insectos de Los herederos de la tierra (The Hellstrom Chronicle, Walon Green, Ed Spiegel, 1971), con las plantas de The Mutations [tv: Mutación criminal, Jack Cardiff, 1974], las cucarachas de Callejón infernal (Damnation Alley, Jack Smight, 1977) o la plaga de langosta de Días del cielo (Days of Heaven, Terrence Malick, 1978). Aquí reúne distintas subespecies de hormigas y las rueda en planos muy cercanos. La forma de manejarlas, unido ello al montaje, da la impresión de que actúan de un modo inteligente, y es de destacar la impresionante escena en la cual, tras un enfrentamiento, las hormigas supervivientes van recogiendo las muertas y las van disponiendo en fila, para después velar a sus compañeras caídas.

Se da la curiosa circunstancia de que una idea similar, la de las hormigas con una conciencia colectiva dominando a la raza humana, era la base de una magnífica novela corta de Fredric Brown, Ven y enloquece (Come and Go Mad), publicada en la revista Weird Tales en su entrega de julio de 1949, pero focalizada desde el punto de vista de un hombre que se interna en un manicomio para investigar algo. Fue adaptada al cine, en cierta manera, por medio de Corredor sin retorno (Shock Corridor, Samuel Fuller, 1963), pero eliminando el elemento fantástico. Phase IV también podría considerarse una versión libre, centrada en la investigación de la relación entre hombres y hormigas.

Los dos personajes que efectúan el sondeo son el doctor Ernest D. Hubbs (interpretado por el inglés Nigel Davenport) y el científico James R. Lesko (al que da vida el angelino Michael Murphy). Hubbs estudia los insectos y, como estos, es metódico, preciso y desapasionado. La investigación es todo para él, a tal punto que, cuando mueren varias personas alrededor del centro de estudios, se preocupa más por la actividad de las hormigas que por las bajas humanas. Lesko, por su parte, estudia la comunicación con otras especies; cuando deben acoger a la superviviente del percance referido, una joven muchacha llamada Kendra Eldridge (la británica Lynne Frederick), su preocupación principal será esta, que sea rescatada y atendida, pero ese acto es boicoteado por Hubbs, más preocupado por la exploración.

Los hombres buscan una reacción en las hormigas, con el fin de estudiar sus objetivos, y esa reacción la obtienen. A partir de ahí, un tenaz duelo se desarrolla, donde los insectos demuestran su inteligencia y acaba produciéndose la comunicación, aunque para los científicos resulta difícil desentrañar qué buscan los animales. Bass efectúa un apasionante paralelismo entre las reacciones humanas, o no, de los protagonistas, y las desapasionadas, o no, de los insectos. Hace uso de una fotografía extraña, que da un aire apocalíptico a las imágenes, con esas sorprendentes estructuras que construyen las hormigas, o rodando los planos de los insectos a distintas velocidades, lo cual a veces aparenta que estén animadas por el método de stop motion. El resultado es un film cautivante, una joya para los amantes de la ciencia ficción, muy recomendable en todo sentido.

El montaje definitivo, imagino, se le hizo un tanto arduo al productor, y ordenó rodar un nuevo final, que es el que conocemos, que en todo caso es de igual modo seductor, y manifiesta no pocas implicaciones. El original, unos cinco minutos eliminados, era de carácter un tanto abstracto, y podría recordar algo las imágenes del viaje a Júpiter de 2001. Una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, Stanley Kubrick, 1968). En ellas presenciamos a James y Kendra corriendo, y en un momento determinado los vemos en un laberinto, como los que se emplean para estudiar animales, y que es lo que, en un momento concreto, uno de ellos menciona con anterioridad. Sea como fuere, ambas versiones culminan con desvelar un destino inquietante para la raza humana.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina, México, Perú: Fase IV: Destrucción.
  • En el Festival de Cine Fantástico de Avoriaz, en 1975, Saul Bass ganó el premio especial del jurado. También obtuvo ese año el gran premio del Festival Internacional de Cine de Ciencia Ficción de Trieste (Italia).
  • El rodaje tuvo lugar en los Pinewood Studios, Iver Heath, Buckinghamshire, de Inglaterra, el valle de Rift, en Kenia, y en Eloy y Yuma, en Arizona, Estados Unidos. Ocupó entre el 30 de octubre de 1972 y febrero de 1973.
  • Según Michael Murphy, a Saul Bass le preocupaba mucho que la británica Lynne Frederick pudiera sonar adecuadamente americana para la película, ya que se suponía que su personaje era de Arizona. Bass le hizo repetir una y otra vez los diálogos mientras escuchaba cualquier indicio de acento británico.
  • Kendra (Lynne Frederick) va descalza durante toda la película para subrayar su juventud (se supone que tiene dieciséis años), su inocencia infantil y su sencilla vida en el campo.

  • Tras trabajar con la actriz Lynne Frederick en Contaminación (No Blade of Grass, Cornel Wilde, 1970) cuatro años antes, Nigel Davenport recomendó personalmente a Frederick para el papel de Kendra.
  • Linda Blair fue considerada para el papel de Kendra. Cuando se presentó a la audición, impresionó a Saul Bass y fue invitada a varias audiciones. Incluso llegó a hacer una prueba de cámara para el papel. Al final, los productores y el director decidieron que era demasiado joven, además de que la película tenía un presupuesto limitado y no podía permitirse el sueldo de la gran estrella de entonces.
  • El escritor de ciencia ficción Barry N. Malzberg escribió una novela basada en el guion original de Mayo Simon, publicada en noviembre de 1973. Como resultado, el final de la novela difiere del de la película.
  • Estrenada en Estados Unidos en septiembre de 1974 y en el Reino Unido el 17 de octubre de 1974. En España su debut tuvo lugar el 4 de febrero de 1980; en Madrid se vio hacia noviembre de ese año en los cines Fantasio, Juan de Austria y Metropolitano. 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra