Una madre con sus dos hijos, que ha huido de un marido maltratador, se establece en una granja junto a una iglesia donde se cometieron unos crímenes atroces. A ellos llega el ahora ex agente Tal y Tal, que ahora sigue la pista a las distintas manifestaciones de horrores cometidos en honor a Bughuul.

Dirección: Ciarán Foy. Producción: Entertainment One, IM Global, Blumhouse Productions, Steady Aim, Alliance Films, Automatik, Tank Caterpillar. Productores: Jason Blum, Scott Derrickson. Co-productores: Kaylene Carlson, Phillip Dawe, Gerard DiNardi, James Moran, Jeanette Volturno. Productores ejecutivos: Brian Kavanaugh-Jones, Charles Layton, Xavier Marchand, Couper Samuelson. Co-productor ejecutivo: Bailey Conway. Productor asociado: Rian Cahill. Guion: Scott Derrickson, C. Robert Cargill. Fotografía: Amy Vincent. Música: tomandandy. Montaje: Timothy Alverson, Michael Trent. Diseño de producción: Bill Boes. FX: S.O.T.A. FX (efectos de maquillaje: Bughuul), Legion Studios, Cause+FX Visual Effects, Temprimental Films, G2 (efectos visuales). Intérpretes: James Ransone (ex agente Tal y Tal), Shannyn Sossamon (Courtney Collins), Robert Daniel Sloan (Dylan Collins), Dartanian Sloan (Zach Collins), Lea Coco (Clint Collins), Tate Ellington (Dr. Stomberg), John Beasley (padre Rodríguez), Lucas Jade Zumann (Milo), Jaden Klein (Ted), Laila Haley (Emma), Caden M. Fritz (Peter), Olivia Rainey (Catherine), Nicholas King (Bughuul / Mr. Boogie), Robert Finlayson (padre de Milo/reverendo), Michael B. Woods, Tory O. Davis, Howie Johnson, Grace Holuby, John Francis Mountain, Nicole Santini, Stephen Varga, Skylar McClure… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Reino Unido 2015. Duración y datos técnicos: 97 min. Color 2.35:1.

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Desde el inicio se tenía la idea de convertir Sinister (Sinister, 2012), de Scott Derrickson, en una franquicia. Al fin y al cabo, con un presupuesto de tres millones de dólares, consiguió en su primer fin de semana en Estados Unidos una taquilla de dieciocho millones, más lo que vino después. Por tanto, aquí tenemos esta segunda entrada —y, de momento, última—, donde Scott Derrickson y C. Robert Cargill vuelven a escribir el guion, pero dejando la dirección en manos del irlandés Ciarán Foy, responsable de Citadel (2012), una cinta que, en cierta manera, sigue moldes similares a la presente y la previa, es decir, el tema de la familia, niños malvados…, y que, además, consiguió once premios y siete nominaciones en distintos festivales.

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Sin embargo, lo que en la previa cinta fue un logro, aquí es total fracaso. Lo resulta sorprendente es que, como se ha dicho, la previa película tenía un presupuesto de tres millones y, sin embargo, lucía totalmente como de serie A. La presente, sin embargo, se rodó con diez millones de dólares y, en cambio, parece, no ya una serie B, sino una cinta típica direct-to-video de las que se hacían en los noventa, del tipo “parte seis” de determinada franquicia de horror.

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Por supuesto, a la hora de enfrentarse a esta secuela, el argumento debía diferenciarse de la primera (aunque no siempre se ha hecho, y muchas secuelas son en realidad remakes encubiertos). En primer lugar, la película inicial ponía sobre el tapete la situación; ahora, ya no hace falta, se conocen las reglas de juego y debemos entrar en materia de inmediato. Sin embargo, queda evidente que Derrickson y Cargill no tenían muy claro qué contar, de ahí que gran parte del metraje semeje relleno inservible. Ni siquiera las escenas de diálogo sirven para profundizar en los personajes, sino que son simple verborrea sin otra utilidad. Además, la atmósfera aquí está ausente del todo, y la trama se desarrolla de un modo cansino. La interesante —sobre el papel— idea del maltrato paterno-filial no supera los estadios de clichés vistos en mil y una películas. El film no solo ofrece una inflexión de ligereza constante, sino que hay muchos momentos que parecen transmitir un tonillo de cachondeo subterráneo de lo más irritante, en especial en las participaciones de James Ransone.

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Si el guion, pues, resulta desastroso, la puesta en escena tampoco logra nada. Es sosa, convencional, al tono de los referidos films direct-to-DVD de los que se hablaban. No hay una sola escena que ofrezca cierta idea visual, y todo resulta rutinario. Los actores a nada ayudan, por lo demás. James Ransone[1], que en la primera película interpretó al agente Tal y Tal, allí era un secundario simpático, y al saber que aquí era el protagonista, a priori me resultó de lo más placentero. Sin embargo, si como secundario puede dar el pego, es evidente que carece del suficiente empaque para soportar un protagonismo, a lo que se suma ese tono autoparódico que parece transmitir en todo momento. El resto del reparto tampoco está a la altura: Shannyn Sossamon como la madre parece una actriz televisiva sin los suficientes recursos (véase cuando da órdenes a sus hijos, que no consigue transmitir siguiera la pertinente autoridad); Lea Coco, como el padre maltratador, no hace otra cosa que seguir los cánones estereotipados de este tipo de personajes en cualquier telefilm de sobremesa; y los niños componen sus cometidos por medio de muecas, semejando estar jugando en lugar de interpretando.

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El resultado es una absoluto desastre que, sin embargo, en el primer fin de semana de estreno recuperó un poco más del presupuesto empleado. Con todo, al final consiguió una taquilla diez millones de dólares inferior a su precedente, por lo cual, relativamente, tuvo pérdidas con respecto a su predecesora. Es por ello, acaso, que de momento no se haya anunciado una nueva entrega. Pero, sinceramente, para hacerlo tan mal mejor que ni se molesten.

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Anécdotas

  • Título paralelo: Sinister II.
  • Título en Argentina y Uruguay: Sinister 2.
  • Título en Chile y México: Siniestro 2.
  • En 2015, en los premios BloodGuts UK Horror fue candidata a mejor secuela/precuela/remake. En 2016, en los premios iHorror, fue candidata a mejor remake/secuela.
  • Hay diversos homenajes a “Los chicos del maíz”, el relato de Stephen King.
  • La tortura en la iglesia es conocida como “la escudilla de cobre”, y consiste en colocar sobre el vientre de la víctima un recipiente de metal, abierto por la parte en contacto con el torturado, y meter dentro una rata viva. Sobre el recipiente se colocan brasas al rojo, y el animal, al intentar escapar, roe la carne hasta entrar en la persona y salir por otro lado. Existe un soberbio cuento de terror, llamado precisamente “La escudilla de cobre” (“The Copper Bowl”, 1928), de George Fielding Eliot, que es soberbio (véase Las mejores historias de horror; recopiladas por Forrest J Ackerman, Bruguera 1971, Libro Amigo 94).
  • La película previa apenas tenía sangre ni palabrotas, y nada de sexo, con el fin de que fuera calificada para mayores de 13 años; sin embargo, al final fue calificada con una R (restringida a menores). Tal vez por ello la presente, desde el principio, ofrece abundante sangre y palabrotas (mas no sexo).
  • Estrenada en Estados Unidos y el Reino Unido el 21 de agosto de 2015. En España se estrenó el 6 de noviembre.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: •

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

 

[1] En la inminente It 2 hace el papel de Eddie de mayor.