1. INTRODUCCIÓN

En los años cincuenta del siglo XX surge en Estados Unidos un nuevo género que va a tener una gran importancia en la producción de Hollywood de esa década y que marcará un antes y un después del género fantástico. Si bien es cierto que no podemos hablar taxativamente de un género nuevo (encontramos antecedentes en toda la historia del cine), la serie de películas que aparecen en los primeros años de la década de los cincuenta tienen una entidad propia de tal magnitud que ha conseguido que cuando alguien hable de ciencia ficción (o sci-fi), inmediatamente pensemos en los títulos de estos años.

Todos los géneros cinematográficos tienen su reflejo y origen en la sociedad que los crea, pero sin lugar a dudas, el cine de ciencia ficción de los años cincuenta, es el que más directamente enraizado está con su momento histórico. En este caso con una nación que tiene unas particularidades muy definidas.

 

  1. EE.UU. EN LOS AÑOS 50

Estados Unidos acaba de salir de una guerra devastadora a nivel emocional, pero solo para una parte la población, concretamente los soldados y sus familiares. Los norteamericanos no sufrieron la guerra en casa: salvo la batalla de Pearl Harbor y algunas pequeñas escaramuzas, la Segunda Guerra Mundial se libró fuera de sus fronteras. Además del factor económico (la economía pudo crecer de forma considerable al no tener que emplear la mayoría de sus recursos en reconstruir un país desolado, como sí ocurrió a los demás contendientes), el factor psicológico de la guerra tuvo un impacto mucho menor en la población norteamericana.

Kenneth Arnold, el «creador» de la ufología moderna

En 1947 se produce el primer avistamiento OVNI que tiene cierta relevancia en medios de comunicación. El tema de los «platillos volantes», como los describe el piloto Kenneth Arnold, se convierte en un tema recurrente para la prensa de esa época.

Dos años más tarde, la URSS hace estallar su bomba atómica. Para los norteamericanos esto supuso un auténtico shock, puesto que dejaron de ser la única nación que poseía el arma capaz de acabar con la guerra. Las tensas relaciones entre ambos países dieron lugar a la conocida «Guerra Fría», en la que una paranoia sobre espías rusos y maléficos comunistas se apoderó de las instituciones y de la población en general.

En 1953 Eisenhower alcanza la Presidencia de los EE.UU. Entre sus medidas se situará la inversión en armas nucleares (para estar preparado en caso de una eventual guerra contra la URSS), y la potenciación de las centrales nucleares por todo el país.

Eisenhower (izquierda), con el Secretario de Estado John Foster Dulles en septiembre de 1953, cuando trató de disuadir la posibilidad de un ataque nuclear soviético

Esto añade una gota más al caldo de cultivo que se está gestando en la sociedad norteamericana de la época: la radiación (un temor invisible y de consecuencias desconocidas) está en el propio país, ni siquiera es necesario que sea enviada por el enemigo comunista. En este efervescente caldo también encontramos los platillos volantes (posibilidad de invasiones extraterrestres); el miedo a que los propios vecinos sean espías comunistas, y sobre todo el miedo a lo desconocido, a lo intangible (centrado en el poder no controlable de la ciencia, en especial en lo referido a la radiación y a la energía nuclear). Así, mientras en las sociedades de los demás países que han participado en el conflicto bélico sus miedos son muy concretos (la reciente guerra que han sufrido en su casa y la pobreza que ha dejado), la sociedad estadounidense va a tener que hacer frente a unos miedos que son completamente nuevos, invisibles y abstractos.

 

  1. El cine en Estados Unidos en los años 50

En los años cincuenta el cine es una industria muy asentada en el país. Sin embargo, la aparición de la televisión le ha restado muchos espectadores. En 1952 un tercio de los hogares americanos tienen televisión en su casa, tres años más tarde este porcentaje se duplica, y ya para 1958, cuatro de cada cinco familias tienen el nuevo medio de entretenimiento en el hogar. Otros factores que también influyen en el descenso de espectadores son el baby boom tras la vuelta de los soldados de la guerra y la tendencia de ir a vivir a zonas residenciales.

Frente a esta pérdida de espectadores la industria cinematográfica ofrece novedades para diferenciarse de la televisión. Además del color y los formatos panorámicos (innovaciones que perdurarán en el tiempo frente al efímero sistema 3D), la industria de Hollywood buscará complacer a su nuevo público (el sector de la juventud principalmente, que ha conseguido una cuota no alcanzada hasta la fecha) con temas nuevos del gusto de ese segmento de población en un momento muy concreto. Surge de esta forma el nuevo cine de ciencia ficción.

 

  1. El nuevo cine de ciencia ficción de los años 50

En esta época hay un creciente interés en la sociedad por todo lo relacionado con la ciencia y la carrera espacial. Las revistas de ciencia ficción son muy populares y se venden en grandes cantidades.

Los productores no tardan en descubrir el nuevo filón que se presenta ante ellos y así, en 1950 se realiza la que está considerada como la primera película de la nueva «serie» de ciencia ficción: Con destino a la Luna (Destination Moon, Irving Pichel). A esta seguirán un buen número de títulos que irán explorando (y explotando) todos los miedos e inquietudes de la época, enfocándolos principalmente hacia cuatro parámetros temáticos: los viajes espaciales; el apocalipsis (de origen nuclear o no); las invasiones alienígenas (pacíficas o bélicas) y las mutaciones (de personas, animales o cosas con origen radiactivo o no).

Con destino a la Luna (1950)

El nuevo género se va a apoyar principalmente en una iconografía muy potente: elementos tan significativos de la ciencia ficción como el robot, el extraterrestre o la criatura deformada por la radiactividad tienen su primera aparición en los títulos de estos años. Son pues, películas principalmente visuales, cuyas explicaciones científicas son banales e ingenuas, con unas tramas muy simples, sin evolución de los personajes y con un maniqueísmo impropio de un arte con más de cincuenta años de vida.

Los films están destinados a un público joven, lo que para los productores es sinónimo de público poco exigente. Así, no será extraño que en numerosas ocasiones sean cintas producidas con presupuestos ridículos, influyendo sobremanera en la calidad de las mismas. Los estudios se preocuparán por realizar gran cantidad de películas, y solo ocasionalmente invertirán presupuestos importantes para sacar adelante títulos de prestigio. En cualquier caso, no encontraremos guionistas ni directores especializados en ciencia ficción, sino que estos reutilizarán tramas, personajes y escenarios de géneros ya existentes: especialmente de las películas de aventuras y, sobre todo, como veremos más adelante, del cine negro.

Como se ha señalado anteriormente, la sociedad estadounidense de los años cincuenta está sumida en una atmósfera paranoica en la que cualquier persona o cosa puede ser un peligro. La amenaza soviética (bélica y a través del espionaje), la ciencia (con un poder imaginado que va más allá de lo real), y la radiación (como amenaza capaz de acabar con el mundo) conformarán las temáticas principales en las películas de ciencia ficción de los años cincuenta que de manera tan inocente como efectiva reflejarán ese miedo social presente en una sociedad americana atemorizada por sus propias instituciones.

 

  1. La continuación del cine negro de los años 50

Frente a este «nuevo» género, el cine negro sigue desarrollándose en los cincuenta. Este avanza y evoluciona, pero no hay irrupción de elementos esenciales del género o serie nueva. Es un cine que tiene ya la consistencia necesaria como para que la identificación de escenarios y personajes sea perfectamente reconocible.

Sed de mal (1958), de Orson Welles

Temáticamente, las fronteras entre buenos y malos están totalmente difuminadas. De hecho uno de los rasgos que caracterizan al género en esta década es la crisis de valores que van a mostrar los agentes de la ley. Estos ya no se enfrentan a un individuo marcado por la fatalidad de su destino, sino a organizaciones perfectamente estructuradas en las que, por ejemplo, hay asesinos que son profesionales del asesinato en lugar de personas trastornadas como ocurría en la década anterior. Es frecuente que frente a estas organizaciones la ley sea ineficaz, y el policía se vea obligado a saltarse las normas para imponer justicia.

Estilísticamente la violencia se hace mucho más manifiesta, pero se sigue recurriendo a la iluminación, las sombras, la profundidad de campo y los ángulos rebuscados de la cámara para mostrar esa sensación de extrañeza, de amenaza. Amenaza que ahora sí, va a llegar a la base de la sociedad americana: la familia.

 

  1. Semejanzas entre ambos géneros

En una primera aproximación puede resultar chocante que estos géneros presenten muchas similitudes, habida cuenta de que el cine negro muestra un realismo bastante destacado frente a la fantasía de un mundo imaginado que nos ofrece la ciencia ficción. Sin embargo, no hemos de olvidar la dicotomía real/fantástico que presenta la sci-fi: en último término, aunque se nos presente un mundo imaginado y no real, el director precisa de la credibilidad por parte del espectador sobre la historia que está viendo para continuar con su discurso.

Los dos géneros tienen un origen literario y cinematográfico. En ambos casos además encontramos un precedente reciente en la literatura barata anterior a su irrupción en las pantallas. También es destacable la presencia de elementos iconográficos muy potentes, de tal forma que un solo objeto o la caracterización de un único personaje pueden hacer que la película sea adscrita a uno u otro género.

El cine negro muestra un malestar social, mientras que la ciencia ficción lo que refleja es un miedo social no concreto. Sin embargo, ambos géneros van a utilizar los mismos recursos para mostrar este ambiente de pesadilla (fuertes contrastes en la iluminación, efectos de sonido y música no convencional, angulaciones de cámara forzadas, etc.).

Agente especial (1955), de Joseph H. Lewis

Aunque en casi todas las películas los personajes se enfrentan a hechos que no son en absoluto comunes en sus vidas (en aras del interés de la historia), tanto en el cine negro como en la ciencia ficción los protagonistas tienen que hacer frente a situaciones que ponen en peligro sus vidas y las de otras personas, llevando las historias al límite y muy a menudo dejando a los personajes en callejones sin salida a través de una trama que los conduce poco a poco a una situación bajo presión con una única salida posible.

En definitiva, tanto argumental como estilísticamente ambos géneros comparten muchas similitudes. Para analizarlas se ha hecho una revisión dieciocho películas de ciencia ficción y se ha comprobado qué elementos propios del cine negro son utilizados por los directores (y guionistas) de estas cintas.

 

  1. Recursos propios del cine negro en el cine de ciencia ficción de los años 50

 

Para realizar el análisis se ha seguido la estructuración temática del cine de ciencia ficción apuntada anteriormente:

 

7.1.- Viajes espaciales

  • Películas analizadas: Con destino a la Luna (Destination Moon, Irving Pichel, 1950), Planeta prohibido (Forbidden Planet, Fred MacLeod Wilcox, 1956).

A pesar de que con el primer título analizado se inició el género, no abundaron las películas que incluían viajes a través del espacio, posiblemente debido al elevado presupuesto necesario para su realización. En los dos títulos analizados las películas se centran en la espectacularidad visual que aporta el espacio, la nave o el planeta nuevo. Visualmente son películas en las que el color tiene una importancia enorme, y temáticamente están centradas en las aventuras en hábitats novedosos para los protagonistas y el espectador. No hay apenas conexión con las características del cine negro.

Planeta prohibido (1956)

 

7.2.- Apocalípticas

  • Películas analizadas: Five [dvd: Cinco, Arch Oboler, 1951], Target Earth [dvd: Invasores de otros mundos, Sherman A. Rose, 1954], The 27th Day [dvd: El 27º día, William Asher, 1955].

Aunque el tema de la radiación producía mucho temor a los americanos, pocos son los títulos en los que se muestra un mundo posterior a una hipotética guerra nuclear. Las tres películas presentan un mundo ya devastado (en el primer título) o en serio peligro de ser destruido (en ambos casos por la acción de los extraterrestres). En los tres títulos analizados los protagonistas van a encontrarse recluidos en lugares claustrofóbicos, lo que generará una tensión entre los personajes muy propia del noir.

Estilísticamente en Five encontramos fuertes contrastes en la iluminación de los personajes, con angulaciones de cámara forzadas, que inevitablemente recuerdan al cine negro. Argumentalmente uno de los personajes matará y secuestrará a la chica mientras huye en un vehículo.

Five (1951)

 Target Earth muestra una ciudad desierta y sitiada por los extraterrestres que matan a cualquier persona que ven. Los personajes permanecen recluidos en un hotel, escondidos y valorando sus posibilidades de escapar. La trama se desarrollará siguiendo dos líneas: de un lado la investigación que lleva a cabo el ejército para descubrir cómo acabar con los invasores, y de otro una historia que bien podría haber sacado su guion de una película de serie B de cine negro: un bar con piano, dos parejas escondidas en un hotel, llegada de un hombre con pistola que intenta seducir por las buenas y las malas a la chica, el hombre armado es un criminal que acaba matando a una mujer, venganza de su marido estrangulando al asesino…

Target Earth (1954)

Por su parte, en The 27th Day, los personajes deben huir de sus gobiernos para proteger un secreto muy importante que pone en peligro la paz mundial. Dos de ellos se esconderán juntos y permanecerán ocultos, mientras que el personaje soviético, tras una persecución llena de contraluces y sombras (muy propias del cine negro), será capturado e interrogado por los militares.

 

7.3.- Invasiones alienígenas

  • Películas analizadas: Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still, Robert Wise, 1951), El enigma… ¡de otro mundo! (The Thing from Another World, Christian I. Nyby, 1951), Invaders from Mars [tv/dvd: Los invasores de Marte, William Cameron Menzies, 1953], It Came from Outer Space [dvd: Vinieron del espacio / Llegó del más allá, Jack Arnold, 1953], The Brain from Planet Arous [dvd: El cerebro del planeta Arous, Nathan Juran, 1957].

En el cine de ciencia ficción de los cincuenta el contacto con el extraterrestre siempre es traumático (independientemente de que este traiga buenas intenciones). La humanidad se va a ver en la obligación de acabar con el alien (que recordemos en inglés es el término usado para extraterrestre, pero también para extranjero y extraño). No va a haber ningún tipo de reproche moral hacia el humano por disparar a la mínima ocasión. Además de este enfrentamiento con el alien, en todas las películas aparecen tramas muy propias del cine negro: persecuciones, suplantaciones de personalidad, personajes acorralados, interrogatorios, bombas con temporizador, presencia de policía y fuerzas armadas, y hasta mujeres sexys.

The Day The Earth Stood Still (1951)

En los cinco títulos analizados encontramos muchas diferencias en cuanto la utilización de recursos estilísticos y argumentales propios del cine negro. En cuanto al aspecto visual, destaca la influencia del estilo propio (especialmente en iluminación y planificación) de los directores centroeuropeos que tanto influyeron en el cine negro de los cuarenta en The Day the Earth Stood Still (1951) e It Came from Outer Space (1953), con fuertes claroscuros, angulaciones forzadas, representación del personaje mediante su sombra, primer plano de la pistola, sombras proyectadas sobre los rostros de los personajes e incluso planos subjetivos.


Them!
(1954)

En cuanto a Invaders from Mars (1953), a pesar de ser realizada en color, también se deja notar la huella del cine negro en la gran profundidad de campo, y las angulaciones y encuadres de cámara intencionadamente extraños para crear tensión. En los dos títulos restantes, The Thing from Another World (1951) y The Brain from Planet Arous (1957), apenas encontramos elementos propios del noir. En el primer caso debido a una dirección novel poco inspirada y muy convencional; y en el segundo título de forma bastante sorprendente ya que su realizador, Nathan Juran, fue el director artístico de varios títulos clásicos del cine negro: Cuerpo y alma (Body and Soul, Robert Rossen, 1947), Sangre en las manos (Kiss the Blood of my Hands, Norman Foster, 1947), Deported (Robert Siodmak, 1950) y muy especialmente de uno de los primeros títulos con un estilo claramente noir: ¿Quién mató a Vicky? (I Wake Up Screaming, H. Bruce Humberstone, 1941).

 

7.4.- Mutaciones

  • Películas analizadas: Donovan’s Brain [dvd: El cerebro de Donovan, Felix E. Feist, 1953], La Humanidad en peligro (Them!, Gordon Douglas, 1954), Creature with the Atom Brain [dvd: Cadáveres atómicos, Edward L. Cahn, 1955], Tarantula [dvd/tv: Tarántula, Jack Arnold, 1955], Indestructible Man [tv/dvd: El hombre indestructible, Jack Pollexfen, 1956], La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956), The Monolith Monsters [dvd: Monstruos de piedra, John Sherwood, 1957], She Devil [dvd: La diabla, Kurt Neumann, 1957].

El tema de las mutaciones fue el más recurrente en las películas de ciencia ficción de la década de los cincuenta. La mutación se produce en personas, animales o cosas. El origen de la mutación puede ser científico (a través de un doctor), radiactivo o venido del espacio. Todos los seres u objetos mutados realizan acciones que ponen en peligro la vida de otras personas, con lo que inmediatamente se van a convertir en el enemigo a eliminar.

A pesar de ser el grupo con más títulos analizados, argumentalmente es el que tiene una uniformidad más evidente, ya que en la mayoría de los títulos el tema principal es una investigación / persecución (policial o no) al asesino o malhechor (la criatura mutada).

Dos de los títulos analizados, Indestructible Man (1956) y She Devil (1957), son directamente películas que podríamos clasificar como crime films, en los que el elemento fantástico que aporta la ciencia ficción (fuerza sobrehumana que experimentan los personajes mutados) es totalmente prescindible.

Indestructible Man (1956)

El grupo de películas con mutaciones va a tomar del cine negro varios elementos argumentales y personajes tipo. Así, el policía será presentado como una persona (con su familia y sus problemas) y no como una simple fuerza del orden. También será frecuente que la cinta empiece con la aparición de personas que han muerto de forma violenta, lo que, como se ha comentado, comenzará una investigación llevada a cabo por la policía (ayudada por otras fuerzas de seguridad, FBI o el ejército); o por profesionales de reconocido prestigio (médicos, científicos, geólogos, etc.), que adoptarán un rol de autoridad competente muy poco verosímil en el que, por ejemplo, decidirán cómo, dónde y cuándo hay que hacer estallar los explosivos que acabarán con el problema. La excepción a esto es Creature with the Atom Brain (1955), en la que el policía realiza la doble función de agente del orden y científico.

Mafiosos, chantajes, policía secreta, periodistas, ejecuciones, cabarets, robos, persecuciones o huellas dactilares son algunos elementos típicos del cine negro que aparecen con bastante frecuencia en estas películas.

Creature with the Atom Brain (1955)

Estilísticamente también hay una clara influencia del noir: voz en off, historia contada en flashback, asesinatos en fuera de campo (reconocidos por una sombra o por el sonido), marcados claroscuros, angulaciones de cámara extremas, armas que apuntan directamente al espectador, disparo –de lanzallamas en lugar de pistola– directo a la cámara…

 

  1. Conclusiones

En los años cincuenta la sociedad estadounidense vive una especie de paranoia en la que tiene miedo a cosas muy poco concretas (la llegada de extraterrestres, el peligro de la radiación, la amenaza soviética/comunista). La industria del entretenimiento, y más concretamente el cine, evoluciona, reflejando en algunas de sus películas esos miedos, pero, al mismo tiempo, respondiendo a los gustos de los espectadores, que son los que mantienen su negocio.

En esta década el cine negro ya tiene la consistencia necesaria para que la identificación de escenarios y personajes sea perfectamente reconocible. Lo que hace en estos años es evolucionar, pero no va a aportar grandes novedades.

El cine negro es un género que atrae al público, por lo que no es de extrañar que inunde la práctica totalidad de géneros de Hollywood. Durante los cuarenta y los cincuenta, casi todos ellos experimentan alguna contaminación de sus características (estilo narrativo, argumentos y/o iluminación).

El nuevo género de la ciencia ficción de la década de los cincuenta refleja muy bien la paranoia en la que vive inmerso el pueblo estadounidense. Comparte con el cine negro el miedo a que elementos externos perturben el orden establecido, y no duda en usar los mismos métodos (especialmente los recursos visuales) que el noir para mostrar ese peligro.

Kiss Me Deadly (1955)

Tanto los recursos visuales como toda la realización en general vendrán determinados por el presupuesto de la película, ya que en las películas de ciencia ficción de los años cincuenta la calidad de las mismas va muy asociada a las posibilidades económicas con las que cuenta el director. Esta relación presupuesto / calidad del film es mucho más patente que en el cine negro, en el que encontramos auténticas joyas en producciones de serie B o incluso Z.

Las películas con cierto presupuesto o con un director comprometido se esforzarán en presentar visualmente algo diferente a lo que ya se está produciendo para la televisión, con un trabajo de cámara y de iluminación más elaborado. Sin embargo, con respecto al guion, a la inclusión de tramas propias del cine negro, es producto de un aprovechamiento de una fórmula que ya funciona porque tiene aceptación en el público. En otros casos será producto de la falta de ideas de los guionistas, que se ven «obligados» a realizar guiones para un género que está por definir, bastante influenciado por los gustos juveniles y a caballo entre el género de aventuras y el fantástico.

Ambos géneros recurren con frecuencia a los medios de comunicación (prensa, radio y en menor medida, televisión) como reveladores de una situación que las autoridades preferirían no difundir. Especialmente, la prensa cumple una función de vigilante de la sociedad, advirtiendo a la población del peligro que la acecha. En el caso del cine negro aporta la notoriedad a la figura del malvado o de la policía, y en el cine de ciencia ficción subraya el punto de veracidad necesario para hacer creer la realidad fantástica que se presenta en el film.

Five (1951)

Con respecto al papel de la mujer, deja de ser el objeto de deseo idealizado del hombre que se daba en la década anterior. Los dos géneros la representarán de forma más femenina, independiente y autónoma que en otros géneros. Aunque una vez más, el cine negro irá por delante y mostrará una mujer con un componente sexual más acentuado.

Tanto el género negro como el de ciencia ficción muestran personajes muertos en primeros planos como elemento subrayador del peligro real de la situación presentada. Sin embargo, la experiencia y el recorrido histórico del cine negro hacen que tanto la violencia como el acto de morir sean más latentes en este. Como señala Guerif en El cine negro americano, «se llega a tal punto de corrupción que la violencia es usada como exorcismo: sólo pueden salvarse o pagar sus pecados con un baño de sangre».

Aunque en algunas películas de ciencia ficción se nos advierte que debemos «Vigilar los cielos» o que hemos entrado en la era nuclear y nadie sabe qué consecuencias tendrá, el final es siempre positivo, sin ese regusto amargo que sí sigue mostrando el noir.

 

Bibliografía 

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David Aparicio Sánchez