En una localidad desértica comienzan a acontecer extraños ataques de serpientes. El sheriff pide ayuda a un herpetólogo, quien empezará a investigar en compañía de una fotógrafa.

Dirección: John McCauley. Producción: Boxoffice International Pictures. Productor: John McCauley. Productor delegado: Harry H. Novak. Productores asociados: Irv Goodnoff, Karl Tunberg. Guion: John McCauley, Jerry Golding. Fotografía: Richard Gibb, Irv Goodnoff. Música: Miles Goodman. Montaje: Sandy Glieberman. Dirección artística: John Landon. FX: Allan Goodnoff, Harry Woolman. Intérpretes: Sam Chew Jr. (Dr. Tom Parkinson), Elisabeth Chauvet (Ann Bradley), Dan Priest (coronel), Ronald Gold (capitán Delaney), Al Dunlap (general), Dan Balentine (piloto), Gary Van Ormand (Woodley), Darwin Joston (Palmer), Cary J. Pitts (sargento), Eric Lawson (guarda), Tony Ballen (sheriff Gates), Richard Lockmiller, Jo Jordan, Scott McCartor, Tip McClure, Celia Milius, Travis Gold, Alan Decker, Bob Merchon, Ancel Cook, Matt Knox, John Landon… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1976. Duración y datos técnicos: 82 min. – color – 1.85:1 – 35 mm.

Si se lee pormenorizadamente la ficha técnica, el aficionado puede tal vez sorprenderse de no hallar nombre alguno que le sea familiar; en efecto, se trata de una producción muy barata, destinada a los cines de programa doble. Escarbemos un poco en algunos de sus responsables…

Así, el director es John McCauley, de quien solo conocemos una película más, doce años después, Deadly Intruder (1988), sobre un asesino psicópata. El guion lo escribe junto a Jerry Golding, cuyos únicos créditos fílmicos parecen ser estos. Vaya, no vamos por buen camino…

Más famoso, relativamente, es el productor delegado, Harry H. Novak, especialista en cine de consumo para adultos. Comenzó en los sesenta en el campo de los nudies, alguno incluso exhibido en España con anagrama «S», como es Orgía para hembras calientes (Country Cuzzins, 1970), de Bethel Buckalew. Durante los setenta siguió produciendo gran cantidad de cine erótico o pornográfico, y con la presente se pasó al género de terror, donde continuó con la en aquellos tiempos famosa La niña (The Child, 1977), de Robert Voskanian —otro director del que nada más se sabe— y Rituals (1977), de Peter Carter, volviendo al erotismo con Moments of Love (1984), co-dirigida entre él y Joe Sherman y protagonizada por Ron Jeremy, y después solo produciendo dos documentales sobre la materia en 1992, Harry Novak’s Boxoffice Bonanza of Sexploitation Trailers, Volume I y Boxoffice Bonanza of Sexploitation Trailers, Volume II.

En cuanto a los actores, son presencias habituales en telefilmes y series de televisión; el protagonista, por ejemplo, tuvo un papel semi-fijo en La mujer biónica (The Bionic Woman; 1976-1978), y en cine suele tener cometidos muy pequeños, como en la película que rodó inmediatamente después a ésta, La batalla de Midway (Midway, 1976), de Jack Smight, donde hace de guarda y ni siquiera está acreditado.

Antes se ha calificado la presente película como de terror, pero en cierto modo es una exageración. Entra dentro de la categoría de animales en rebeldía, con el ser humano atacado por bestias, además alteradas en cierto aspecto: aquí, todo es producto del vertido de un gas nervioso que el ejército perpetra en una mina donde abundan las serpientes de cascabel. Ello sirve para consumar una breve crítica hacia el estamento militar o, al menos, a cierta parte del mismo, el que actúa a su libre albedrío y busca ese tipo de éxito en la batalla. También se nos presenta, a nivel ideológico, a una fotógrafa feminista, que clama por que la mujer es capaz de salir adelante por sí sola, pero después no parará de necesitar al hombre para que la salve de las serpientes.

¿Y las serpientes? Pues digamos que salen poco, y la mayor parte del metraje se centra sobre la pareja protagonista, el herpetólogo y la fotógrafa, investigando de un lugar para otro, y avanzando muy poco; mientras, como es de esperar, se van enamorando de forma paulatina. Nada más empezar hay una escena muy mal rodada en la cual dos niños, paseando por el desierto, son atacados por los ofidios. Mayor fuerza ofrece aquella donde una mujer, mientras se está bañando, ve cómo las serpientes se le empiezan a colar entre la espuma.

La puesta en escena es muy sosa y hasta algo televisiva, a tal punto que en algunas fuentes esta Rattlers figura erróneamente como un telefilm, aunque se trata simplemente de una película de bajo consumo destinada directamente a los cines de barrio, para un público de nulas exigencias artísticas y que se entretiene con cualquier cosa.

 

Anécdotas

  • Quien maneja las serpientes es Ray Folsom, que también actúa de asesor técnico.
  • El rodaje tuvo lugar en el desierto de Mojave, en California.
  • Durante las escenas en Fort Walton, los sonidos de fondo son los de un juguete militar infantil que se reproduce una y otra vez.
  • En Estados Unidos se estrenó el 23 de abril de 1976. En España se exhibió directamente por televisión, el viernes 27 de diciembre de 1991, en la primera de TVE, dentro del programa «Alucine».

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra