El conde Stani es fotógrafo de modelos desnudas, y acaba de inaugurar una discoteca en el castillo de la familia. Lo que no sabe es que en las catacumbas habita su predecesor, el conde Stanislaus, junto a su pareja, la condesa Olivia. Ambos son vampiros, y tienen como sirviente a Boris, que para alimentarse les trae ratas y alguna botellita de sangre robada de la clínica del pueblo.
Dirección: Carl Schenkel [acreditado como Carlo Ombra]. Producción: Lisa-Film, Barthonia Film, P.E.I.A.C. Productor: Karl Spiehs. Productor delegado: Martin Friedman. Guion: Grünbach, Erich Tomek [acreditado como Rosenthal]. Fotografía: Heinz Hölscher. Música: Gerhard Heinz. Montaje: Jutta Hering. Diseño de producción: Nino Borghi. Intérpretes: Gianni Garko (Stani / conde Stanislaus), Betty Vergès (condesa Olivia), Bea Fiedler (Mausi), Giacomo Rizzo (Mario), Ralf Wolter (Boris), Tobias Meister (Leopold), Linda Grondier (Linda), Alexander Grill (alcalde), Herta Worell (la vieja condesa), Ellen Umlauf (profesora Ellen van Helsing), Georgina Steer (Georgie), Herbert Stiny (Florian), Laurence Kaesermann (Laurie), Dan van Husen (Franz), Rosl Mayr (Johanna, la aldeana vieja), Werner Röglin (Werner Beuler), Dolly Dollar (huésped del hotel), Margit Geissler (huésped del hotel)… Nacionalidad y año: Alemania, Italia 1979. Duración y datos técnicos: 90 min. – color – 1.85:1 – Eastmancolor – 35 mm.
A finales de los setenta se puso de moda, en cierto modo, el cine de vampiros, con una gran profusión de títulos rodados por aquel entonces. Dentro de unas coordenadas ambiciosas pueden considerarse Drácula (Dracula, John Badham, 1979) y Nosferatu, vampiro de la noche (Nosferatu – Phantom der Nacht / Nosferatu, fantôme de la nuit / Nosferatu the Vampyre, Werner Herzog, 1979), y surgieron variedades paródicas como Amor al primer mordisco (Love at First Bite, Stan Dragoti, 1979) y Nocturna, nieta del conde Drácula (Nocturna, Harry Hurwitz, 1979). Ese mismo año surgió en igual tono la extraña Muérdeme abajo, Drácula (Graf Dracula in Oberbayern / Il succhione, 1979), una coproducción entre Alemania e Italia, que fusiona el soso sentido del humor de los germanos con el burdo tono burlón de los italianos.
En la dirección luce el nombre de Carlo Ombra, que podría semejar la de algún cineasta italiano. Sin embargo, bajo ese seudónimo se ocultaba el director suizo afincado en Alemania Carl Schenkel (1948-2003). Posiblemente ese nombre inventado fuese debido a que, por cuestiones administrativas, la representación italiana para la coproducción debía ser mayor y se fingió que el realizador era de esa nacionalidad. Ayudante de dirección, debutó en ese cargo en 1975 en televisión, y después en el cine con Klitoris pekata mundi (Drei Bayern in Bangkok, Sigi Rothemund, 1976), uno de los títulos más inspirados de nuestros distribuidores. Debutó como realizador con la presente, pero después aportó determinados filmes de bastante interés, tales como el thriller Frío como el hielo (Kalt wie Eis, 1981), el suspense Vacío (Abwärts, 1984) o el drama Silencio de cristal (Zwei Frauen / Silence Like Glass, 1989), aunque después su carrera fue languideciendo, haciendo telefilmes anodinos o la fallida pero bienintencionada Tarzán y la ciudad perdida (Tarzan and the Lost City / Tarzan und die verlorene Stadt, 1998).
El guion es debido a un dúo consignado meramente como Grünbach y Rosenthal; del primero aún no se ha descubierto su identidad y no se le conoce ningún otro crédito fílmico, pero del segundo se sabe que era en realidad Erich Tomek, un antiguo empleado del productor Karl Spiehs cuya carrera ha abundado en los cargos de director de producción y guionista, empleando en el segundo de los cometidos, a veces, el seudónimo de Florian Burg. Como libretista cabe citar entre su amplia filmografía la citada Klitoris pekata mundi, Contaminación: Alien invade la Tierra (Contamination / Contamination – Alien arriva sulla Terra / Die Brut des Grauens, Luigi Cozzi, 1980) o Colegialas violadas / Die Säge des Todes (Jesús Franco, 1981). Aquí, ambos no se muestran en exceso inspirados, y diríase que prácticamente no hay argumento alguno, o este no se puede seguir, dado lo caótico de todo.
Más o menos, tenemos a los vampiros por un lado, y a la familia actual de este, que intenta salir delante de algún modo: Stani se dedica a hacer fotos eróticas y tiene la idea de montar una discoteca. La gente va confluyendo en el lugar, hay ligoteo, bailes, muchas chicas desnudas y la maestra del pueblo, que en realidad es descendiente de Van Helsing, intenta acabar con los no muertos. El hecho de que tanto Stani como el vampiro Stanislaus tengan el mismo aspecto provoca, claro, algunas confusiones, pero tampoco están muy bien aprovechadas. Ambos papeles están interpretados con bastante sosería por el croata Gianni Garko (nacido Giovanni Garcovich), estrella durante los sesenta y los setenta del cine de género europeo, principalmente italiano.
Dentro de la temática vampírica la cinta no plantea mucha coherencia, escudándose en su tono humorístico. En algunas fuentes se refiere que el conde Stanislaus es descendiente del conde Drácula, pero en la película no se menciona eso en momento alguno. La condesa Olivia se protege de la cruz alzando la capa para no verla, y un instante después pasa a su lado como si tal cosa; las víctimas de los no muertos parecen no convertirse, salvo al final, que transforman a alguien de manera intencionada, aunque no se ve cómo. La película se hace increíblemente larga, en su hora y media de metraje, pese a que hay momentos que parecen faltar, al menos en la copia que hemos visto: el personaje de Mario (interpretado por Giacomo Rizzo) echa a correr por un pasillo que luce el rótulo de «Peligro», y varias escenas después, cuando lo vemos de nuevo, exhibe un montón de vendas, sin más explicación.
Y en lo que respecta a su carácter humorístico, poco fuelle despliega. Tal vez lo más divertido sea al inicio, dentro de su zafiedad, por los equívocos que produce una escultura grande de un falo. Con ese referente, ya se puede uno imaginar el tono de la película. El caso es que luego se hace pesada, cansina y aburrida, algo imperdonable en una comedia. Gran parte de las gracias consisten en que los vampiros, tan pomposos ellos, hablen de una forma cotidiana, así el conde refiere: «He conocido a una chavalita que tiene una sangre exquisita». Y todo así.
Por ende, el objetivo del film consiste en mostrar gran cantidad de muchachas desnudas, exhibiendo su epidermis de modo profuso. Hay un momento en la que Schenkel parece homenajear la escena de la ducha de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960), pero después prosigue mostrando a la actriz secándose y haciéndose el instante interminable. La copia que hemos visto estaba doblada al español, e incorporaba una escena que debió ser amputada en su estreno, pues el audio pasa al inglés (y algunas frases en alemán, juraría), con una escena de sexo medianamente explícito.
Anecdotario
- Título en Argentina: Las noches sexuales de Drácula. Título en México: Drácula 2000.
- Título anglosajón: Dracula Blows His Cool.
- El rodaje tuvo lugar en Austria y en Alemania. Los planos exteriores del castillo son el Hohenwerfen, en Werfen, Salzburgo, Austria, y los interiores, junto a algunos exteriores, el Moosham, también en Salzburgo.
- La película se filmó durante 25 días entre el 20 de julio y el 20 de agosto de 1979.
- La voz de Gianni Garko cuando interpreta e Estanislao está doblada en la versión al alemán por Wolfgang Hess, y cuando hace de Stani por Elmar Wepper.
- Estrenada en Alemania el 12 de octubre de 1979, en Italia el 22 de enero de 1981 y en España el 20 de septiembre de 1981, en Barcelona, y el 20 de febrero de 1984 en otras provincias.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra