Una expedición a Infant Island encuentra allí a dos pequeñas mujeres, de unos quince centímetros, y son secuestradas por el instigador de la empresa, Nelson, para hacer negocio con ellas. Pero ambas son sacerdotisas de una criatura inmensa, Mothra, una especie de gusano gigante que irá tras ellas para rescatarlas. Su avance no lo impide nada.
Dirección: Ishirô Honda. Producción: Toho Company. Productor: Tomoyuki Tanaka. Guion: Shin’ichi Sekizawa, según la novela “Shukan Asahi” obra de Shin’ichirô Nakamura, Takehiko Fukunaga y Yoshie Hotta. Fotografía: Hajime Koizumi. Música: Yûji Koseki. Montaje: Kazuji Taira. Dirección artística: Teruaki Abe, Takeo Kita. FX: Eiji Tsuburaya (director de efectos especiales), Yukio Manoda (efectos ópticos). Intérpretes: Furankî Sakai (Senichiro ‘Sen-chan’ Fukuda, llamado ‘Bulldog’), Hiroshi Koizumi (Dr. Shin’ichi Chûjô), Kyôko Kagawa (fotógrafa Michi Hanamura), Yumi Itô (Shobijin), Emi Itô (Shobijin), Jerry Itô (Kurâruku Neruson), Ken Uehara (Dr. Harada), Akihiko Hirata (doctor), Kenji Sahara (piloto del helicóptero), Seizaburô Kawazu (general), Takashi Shimura (editor), Yoshio Kosugi (capitán del barco), Yoshifumi Tajima (consejero militar), Ren Yamamoto, Haruya Katô, Kô Mishima, Tetsu Nakamura, Shôichi Hirose, Hiroshi Takagi, Yasuhisa Tsutsumi, Teruko Mita, Kôji Iwamoto, Mitsuo Tsuda, Masamitsu Tayama, Toshio Miura, Tadashi Okabe, Akira Wakamatsu, Yutaka Nakayama, Osman Yusuf… Nacionalidad y año: Japón 1961. Duración y datos técnicos: 101/91/62 min. Color 2.35:1.
Como todo el mundo aficionado a la temática sabe, Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, Ishirô Honda, 1954), con la presentación de Godzilla, tuvo un enorme éxito mundial y condujo a que su casa productora, la Toho, realizara más películas en igual onda. A esta le siguió un título más, donde presentaron una nueva criatura, Angirasu (Anguirus en occidente), a la que hacían enfrentarse con Godzilla: El rey de los monstruos [vd/dvd: Godzilla: El rey de los monstruos] (Gojira no gyakushû, Motoyoshi Oda, I. Honda, 1955). A continuación, sin embargo, se cambió la óptica: primero se produjo Los hijos del volcán [vd: Rodan. Los hijos del volcán] (Sora no daikaijû Radon, I. Honda, 1956), donde aparecía una nueva criatura, Rodan, que con posterioridad se uniría a la saga de Godzilla. Y a continuación vino la presente, que utilizaba igual recurso, es decir, dando origen a un monstruo inédito hasta entonces, Mosura en Japón y Mothra en occidente. Precisamente Mothra (Mosura, 1961) fue esa entrega, de nuevo a cargo de Ishirô Honda.
Es curioso que, justo después de Mothra (Mosura, 1961), la Toho aportara King Kong contra Godzilla (Kingu Kongu tai Gojira, I. Honda, 1962), dado que la actual es, en líneas generales, una relectura del clásico de Schoedsack y Cooper. Tomoyuki Tanaka, productor de todas estas películas, contrató al escritor Shin’ichirō Nakamura para que escribiera una historia para una nueva película kaiju. Aliado con otros dos escritores, Takehiko Fukunaga y Yoshie Hotta, escribieron una novela titulada Shukan Asahi ―conocida en medios anglosajones como The Glowing Fairies and Mothra― y que aparecería serializada en una revista, Weekly Asahi Extra, en enero de 1961. A continuación, el guionista Shin’ichi Sekizawa adaptó esta historia, con cierta libertad, tomando también como base tanto King Kong como el primer film de Godzilla.
En efecto, puede comprobarse cómo la estructura de la historia, en líneas generales, sigue el molde de King Kong. Se nos ofrece una expedición que va a parar a una isla, donde un empresario sin escrúpulos se apropiará de algo insólito que conducirá a la civilización con el fin de explotarlo comercialmente. En este caso, sin embargo, no es un monstruo lo que se lleva, sino a dos sacerdotisas diminutas, ocasionando que Mothra salga en su busca y rescate para, de esa manera, provocar una estela de destrucción a su paso. Ese planteamiento, curiosamente, parece muy similar al del film británico Gorgo (Gorgo, Eugène Lourié, 1961), que se estrenaría en Japón en enero de ese mismo año, antes que en Estados Unidos o el mismo Reino Unido. La cinta británica, por cierto, también inspiraría después otra producción japonesa, esta debida a la casa Nikkatsu, El monstruo que amenaza al mundo (Daikyojû Gappa, Hiroshi Noguchi, 1967).
Mothra ―estrenada de forma muy tardía en España, véase el anecdotario― es, sobre todo, un film de aventuras fantásticas antes que una cinta de ciencia ficción, y se toma su tiempo en presentar a su principal protagonista, aunque no pueda decirse que sea lenta, y su duración es superior a lo normal en este género. A causa de un tifón, un grupo de pescadores va a parar a Infant Island y, pese a que la isla está irradiada de radiactividad, no presentan síntomas, debido a una sustancia que les hacen tomar sus habitantes. Así pues se monta una expedición con el fin de descubrir los motivos. Esa parte inicial de la isla posee un gran encanto, y presenta a unos aborígenes interpretados por japoneses pintados, que son muy similares a los que luego aparecerán en King Kong contra Godzilla. También recuerda toda esa parte el ambiente asfixiante de la magnífica Matango (I. Honda, 1963). Después del secuestro de las sacerdotisas, la trama se vuelve algo más convencional, con el gusano gigante atravesando los mares a nado y luego destruyendo las ciudades al más puro estilo kaiju, aunque eso no significa que carezca de interés.
El problema de ver la presente película actualmente es que, conociendo filmes posteriores, ya no hay sorpresa alguna, pero puede que en su día sorprendiera el momento en que el gusano Mothra se hace un capullo y resurge a modo de polilla gigante ―al inicio lo vemos también en su condición de huevo, una espléndida pintura matte―. De igual modo tenemos una potencia extranjera ficticia, denominada Rolisica, y que supone una mezcla entre Rusia y América, esto es, la Unión Soviética y Estados Unidos, presentando una fusión de los modos imperialistas de una y otra nación. Al principio, las relaciones entre Rolisica y Japón son algo tensas, pero finalmente los primeros actuarán con sensatez y ayudarán a derrotar el peligro. Mothra, en su continuo errar tras las sacerdotisas, irá a parar a una ciudad de Rolisica llamada Newkirk City, con evidentísimos paralelismos con Nueva York. Por supuesto, pese al referido tono aventurero, el peligro nuclear estará presente de un modo tan subterráneo como, en definitiva, obvio, tal como se cita en ese arranque, o con los rayos atómicos que irradian contra Mothra cuando está en modo capullo.
Por supuesto que, a día de hoy, los efectos especiales, con sus camioncitos de juguete y su marioneta de trapo movida por hilos, están superadísimos, pero ello no evita la magia que irradia la película en todo momento, y tanto en los instantes aventureros como en los más tradicionales de kaiju eiga el film funciona a la perfección.
Anécdotas
- Título alternativo: Daikaijû Masura.
- Título en Argentina y México: Mothra, la indestructible.
- Título anglosajón: Mothra.
- Se concibió una escena con los orígenes de Mothra y las hadas, pero resultaba muy larga y fue desechada.
- Mucho más tarde, Hiroshi Koizumi repetiría su papel de profesor Shin’ichi Chûjô en Gojira tai Mosura tai Mekagojira: Tôkyô S.O.S. (“Godzilla, Mothra, Mechagodzilla: Battle for Tokyo”, 2003).
- Film previo de la saga: Los hijos del volcán [vd: Rodan. Los hijos del volcán] (Sora no daikaijû Radon, I. Honda, 1956). Siguiente film de la saga: King Kong contra Godzilla (Kingu Kongu tai Gojira, I. Honda, 1962).
- La siguiente aparición de Mothra tendría lugar en Godzilla contra los monstruos (Mosura tai Gojira, I. Honda, 1964).
- Estrenada en Japón el 30 de julio de 1961. En España se estrenó por primera vez en cines el 19 de marzo de 2017 en Barcelona, en una proyección especial.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra