Por causa de un extraño fenómeno atmosférico, un grupo de soldados que circulaba por el desierto salta a una realidad alternativa, en la cual habitan monstruos atroces entre las arenas. Tendrán que hacerles frente.

Dirección: Paul W.S. Anderson. Producción: Constantin Film, Impact Pictures, Capcom Company, Tencent Pictures, Toho Company. Productores: Paul W.S. Anderson, Dennis Berardi, Jeremy Bolt, Genevieve Hofmeyr, Robert Kulzer, Martin Moszkowicz. Productores delegados: Hiro Matsuoka, Edward Cheng, Howard Chen. Productores asociados: Kaname Fujioka, Ryozo Tsujimoto. Productor ejecutivo: Donovan Roberts-Baxter. Guion: Paul W.S. Anderson, según la serie de videojuegos de Kaname Fujioka. Fotografía: Glen MacPherson. Música: Paul Haslinger. Montaje: Doobie White. Diseño de producción: Edward Thomas. FX: Mr. X (efectos visuales), BlackGinger (efectos visuales, escaneado en 3D, previsionado y supervisión on-set), Stereo D (conversión en 3D). Intérpretes: Milla Jovovich (Artemis), Tony Jaa (Cazador), Ron Perlman (el almirante), T. I. [acreditado como Tip «T.I.» Harris] (Lincoln), Diego Boneta (Marshall), Meagan Good (Dash), Josh Helman (Steeler), Jin Au-Yeung (Axe), Hirona Yamazaki (Handler), Jannik Schümann (Aiden), Nanda Costa (Lea), Nic Rasenti (capitán Roark), Clyde Berning, Paul Hampshire, Schelaine Bennett, Bart Fouche, Pope   Jerrod, Aaron Beelner, Onur Besen, Adrián Muñoz… Nacionalidad y año: Alemania, Estados Unidos, Japón, Sudáfrica 2020. Duración y datos técnicos: 103 min. color 2.39:1 2D – 3D.

  

Hacía tiempo que nada sabíamos de Paul W.S. Anderson. En concreto, desde Resident Evil: El capítulo final (Resident Evil: The Final Chapter, 2016), pero hay que tener en cuenta que la presente película se rodó a finales de 2018; súmesele a ello la larga post-producción, siempre abundante en cintas con tantos efectos especiales, y luego el problema de la pandemia, y será fácilmente deducible que todo no obedece sino a la consecuencia de las circunstancias actuales. De hecho, su previa película a la citada, Resident Evil: Venganza (Resident Evil: Retribution), es de 2012, así que no soñemos con que los productores de pronto han visto la luz, han comprado su nulidad como director, y no le llaman.

Y así es: no cabría dudar sobre el hecho de que Paul W.S. Anderson[1] es, acaso, el peor director de cine fantástico de serie A que existe en la actualidad. Responsable en gran medida de la saga Resident Evil, protagonizada por Milla Jovovich, en sus inicios despertó las esperanzas de algunos cinéfilos del género con títulos como Horizonte Final (Event Horizon, 1997) o Soldier [vd/tv/dvd: Soldier, 1998], pero ello es debido a que esas dos cintas poseen guion ajeno, y con un punto de partida interesante, pero él es capaz de destrozarlo con su falta de talento. Ahora, nuestro hombre cree que también puede escribir, y suele responsabilizarse igualmente de ese factor en sus películas, con lo cual el destrozo es doble.

Monster Hunter (Monster Hunter, 2020) está basada en unos videojuegos creados por la compañía Capcom y por su mente pensante Kaname Fujioka. El proyecto de Anderson ya estaba en mente de éste desde el lejano 2012, y parece ser que se ha esforzado mucho para que las armas, armaduras y monstruos sean muy fieles a lo que ofrece el juego en realidad. Bueno, pues vale. El problema es que ni se ha molestado en escribir un guion. El arranque es pronto trepidante, porque en realidad no tiene otra cosa que ofrecer. Cuando los soldados del inicio van circulando por el desierto hablan tonterías entre ellos o se ponen a cantar; y de pronto atacan los monstruos. Esa es, prácticamente, la estructura narrativa sobre la cual se sostiene la película.

Cuando la Jovovich se queda anclada en ese mundo, y sola, se topa con otro individuo al que llamará Hunter (Cazador). De inmediato surge el enfrentamiento entre ellos, con una pelea larga e insoportable, tan pésimamente rodada como es costumbre por parte de Anderson. Descansan un poquito, y luego vuelven a pelearse. Cuando uno comienza a pensar que, al menos, habrá algo de argumento a partir de ahí, por ese plagio de Infierno en el Pacífico (Hell in the Pacific, John Boorman, 1968), con los dos personajes que no se entienden habiendo que formar unión para enfrentarse al peligro común, hacen de inmediato las paces, por lo cual de nuevo todo vuelve al punto cero. Comoquiera que no se entienden entre ellos, el diálogo a partir de ahí, que no era precisamente complejo, se reduce a monosílabos y gestos. Y aparecen monstruos por aquí, por allá… Peleas y más peleas.

En cuanto a los monstruos, son muy majos, sí. Los grandotes son un plagio de los gusanos del universo de Dune de Frank Herbert, pero con cierto aspecto de crustáceos mezclados con toros, y acaso también con partes de dinosaurio (de triceratops, en concreto). Los otros, más pequeñitos, que son como arañas y garrapatas gigantes, parecen extraídos del foso de King Kong (King Kong, 2005), de Peter Jackson; por si había dudas en ese sentido, después los personajes abandonan el desierto y llegan a una jungla muy parecida también a la de ese film. Al final, también aparecen dragones, como los que aparecen en la serie Juego de tronos (Game of Thrones, 2011-2019), solo que a todos los llaman de forma muy rebuscada. En realidad, y como es costumbre en Anderson, su película se apoya en la referencia a otras para sostenerse por sí misma, pues carece de suficiente imaginación para pergeñar algo original por sí solo. Y en cuanto a su puesto en escena, abusa de los vicios visuales más sobados que existan en el cine de acción, como la cámara lenta ―extenuante―, el montaje sincopado, las fugas de luz, los objetos cruzando de súbito en primer plano del objetivo, los falsos finales…

Insoportable.

 

Anécdotas

  • Título en Argentina, Chile, Colombia y México: Monster Hunter: La cacería comienza.
  • Rodada con un presupuesto estimado de sesenta millones de dólares.
  • Filmada entre el 5 de octubre y el 19 de diciembre de 2018, en Sudáfrica y en Nambia.
  • Estrenada en Estados Unidos el 18 de diciembre de 2020; en Alemania se estrenó el 28 de enero de 2021; y en Japón el 26 de marzo. En España se estrenó el 26 de marzo también.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: •

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] No confundirle, por supuesto, con Paul Thomas Anderson, responsable de películas del prestigio de Magnolia (Magnolia, 1999) o El hilo invisible (Phantom Thread, 2017), pues ambos no pueden ser más diferentes y estar a un lado y otro del espectro cinematográfico.