El marido de Harper se ha suicidado tras una discusión que mantuvieron. La mujer decide aislarse del mundo alquilando una casa de campo. Sin embargo, una vez instalada percibe un extraño ambiente donde los hombres de la zona parecen especialmente amenazadores.
Dirección: Alex Garland. Producción: DNA Films. Productores: Andrew Macdonald, Allon Reich. Co-productor: Cahal Bannon. Productora asociada: Joanne Smith. Guion: Alex Garland. Fotografía: Rob Hardy. Música: Geoff Barrow, Ben Salisbury. Montaje: Jake Roberts. Diseño de producción: Mark Digby; Dominic Hailstone [artista conceptual]. FX: Tristan Versluis (diseño de prótesis), Dominic Mombrun (diseño y manufactura de fx dentales), Bas Schwarz (efectos de maquillaje). Intérpretes: Jessie Buckley (Harper), Rory Kinnear (Geoffrey), Paapa Essiedu (James), Gayle Rankin (Riley), Sarah Twomey (oficial de policía Frieda), Zak Rothera-Oxley (Samuel), Sonoya Mizuno (operadora de policía [voz])… Nacionalidad y año: Reino Unido 2022. Duración y datos técnicos: 100 min. Color 1.85:1.
Alex Garland comenzó como novelista, destacando con su debut La playa (The Beach, 1996), que llevaría al cine Danny Boyle en el año 2000, sin participación de él en el guion. En aquel entonces el escritor fue saludado por la crítica como una «voz clave de la Generación X». Redactó dos novelas más, Perro negro en Manila (The Tesseract, 1998)[1] y The Coma (2004), pero paralelamente comenzó a desarrollar otra carrera como guionista cinematográfico, desde que, ahora sí, Boyle le encargara el libreto original del film fantástico 28 días después (28 Days Later…, 2002), muy influido por la novela El día de los trífidos (The Day of the Triffids, 1951), de John Wyndham. Desde entonces se convirtió en un guionista bastante interesante y, a partir de ahí, ampliaría su carrera dirigiendo sus propios libretos. De esta manera ofrecería dos películas de ciencia ficción, Ex_Machina (Ex Machina, 2014) y Aniquilación (Annihilation, 2018)[2]. Ahora, con la presente cinta, cambia un tanto de registro[3].
Podría considerarse Men (Men, 2022) como integrante de ese reciente ciclo de cine de terror que enfoca el género desde una perspectiva «de autor», en el que se integrarían títulos como It Follows (It Follows, David Robert Mitchell, 2014), Babadook (The Babadook, Jennifer Kent, 2014), La bruja (The Witch, Robert Eggers, 2015), El sacrificio de un ciervo sagrado (The Killing of a Sacred Deer, Yorgos Lanthimos, 2017), Hereditary (Hereditary, Ari Aster, 2018) o Midsommar (Midsommar, A. Aster, 2019), por citar unas pocas. Aunque, en verdad, me ha recordado más al cine de Lars von Trier, con unos pocos toques del David Cronenberg de la Nueva Carne.
La película comienza con el plano de un hombre cayendo desde lo alto, y su esposa, que le ha propuesto que se divorcien, viéndolo desde una ventana. Después, esa mujer, Harper (una soberbia Jessie Buckley) decide viajar al campo y alquilar una casa aislada con el fin de tranquilizarse. Sobre el hecho inicial iremos viendo, mediante fragmentos, todo lo que le precedía, al tiempo que vamos asistiendo a lo que se desenvuelve en torno a esa casa, a esos paisajes en teoría idílicos. A partir de ese momento, se nos introduce en la mente de la protagonista de un modo muy peculiar, dado que Men es una película simbólica y, al mismo tiempo, literal.
Literal es en su plasmación de la violencia masculina, desde lo que acontece con su marido hasta las reacciones de los demás varones de la película. Inclusive personajes en apariencia inocentes entran en ese juego, como el sacerdote (que viste faldas y lleva pelo largo, como una mujer, pero que la mira y toca con lubricidad), quien aprueba el maltrato de la mujer en el matrimonio; o ese niño con cara de viejo, enteramente turbador. El propio policía justifica al acosador, en una espiral sin sentido donde la protagonista queda cada vez más cercada en ese ambiente inquietante.
La bellísima fotografía de Rob Hardy se posesiona de las imágenes. No es un film esteticista porque sí, sino que esa belleza está ahí para luego ser violentada. El sentido de la atmósfera inquietante está muy bien recreado por Garland en momentos tan simples en apariencia como ese túnel lleno de ecos, o la presencia perversa de ese hombre (desnudo, para acrecentar más la sensación de amenaza sexual), o toda la parte final, con ese juego donde hombre y mujer se retroalimentan de una manera constante, para derivar en algo que podría considerarse una historia de fantasmas típicamente british. No es una cinta para todos los paladares, no es un film recomendable a ciegas. Pero a quien le guste el género de terror y esté aburrido de lo de siempre puede acercarse a degustar esta rareza. Quien prefiera el cine palomitero, esta no es su película.
Anécdotas
- Título en Argentina: Terror en las sombras.
- Participó en el Festival de Cannes, en el mes de mayo de 2022 y en el en el Neuchâtel International Fantastic Film Festival el 2 de julio.
- Sonoya Mizuno, actriz fetiche de Garland, aparece en el escaso reparto poniendo voz a la operadora de policía.
- Hay una secuencia de diecisiete minutos que carece de diálogos.
- Estrenada en el Reino Unido el 1 de junio de 2022; en España tuvo lugar el 22 de julio.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Tuvo adaptación cinematográfica, la coproducción entre Japón, Tailandia y el Reino Unido Tesseract (The Tesseract, Oxide Chun Pang, 2003), con guion del director y de Patrick Neate.
[2] Aquí se basa, sin embargo, en un libro ajeno, obra del autor Jeff VanderMeer, publicado en España con igual nombre y primer premio como novela del Nebula y del Shirley Jackson, segundo del Ignotus y tercero del Locus.
[3] Su siguiente película, Civil War, con Kirsten Dunst, se ambienta en un futuro próximo, en Estados Unidos, y tendrá «una fuerte carga de acción».