Al fin, Wade localiza a su hija Maggie en un hospital, y muestra las señales de haber sido mordida por un necrocaminante. Sabe lo que eso significa: en varias semanas se convertirá en uno de ellos. Regresan a casa, y manda a vivir con sus tíos a los hijos que ha tenido con su segunda esposa. Juntos, los tres esperan a que el fatal desenlace se produzca…

Dirección: Henry Hobson. Producción: Lionsgate, Grindstone Entertainment Group, Gold Star Films, Lotus Entertainment, Silver Reel, Gold Star Films, Matt Baer Films, Sly Predator. Productores: Matthew Baer, Colin Bates, Bill Johnson, Trevor Kaufman, Ara Keshishian, Pierre-Ange Le Pogam, Arnold Schwarzenegger, Joey Tufaro. Co-productora: Katie O’Malley. Productores delegados: Claudia Bluemhuber, Barry Brooker, Ed Cathell III, Florian Dargel, Ronald R.E. Hebert, John Scott 3,  Jim Seibel, Todd Trosclair, Stan Wertlieb. Co-productor delegado: Ryan Black. Productores asociados: Charles V. Bender, Jason Waggenspack. Guion: John Scott 3. Música: David Wingo. Fotografía: Lukas Ettlin. Diseño de producción: Gabor Norman. Montaje: Jane Rizzo. FX: Cinesite, Elefant Studios. Intérpretes: Arnold Schwarzenegger (Wade Vogel), Abigail Breslin (Maggie Vogel), Joely Richardson (Caroline), Douglas M. Griffin (Ray), J. D. Evermore (Holt), Rachel Whitman Groves (Bonnie), Jodie Moore (Dr. Kaplan), Bryce Romero (Trent), Raeden Greer (Allie), Aiden Flowers (Bobby), Carsen Flowers (Molly), Walter Von Huene, Dana Gourrier, Amy Brassette, David A Cole, Mattie Liptak, Liann Pattison, Maris Black, Jessy Hughes, Denise Williamson, Taylor Murphy, Colin Walker, Ashley Nicole Hudson, P. J. Marshall, Brett Baker… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Suiza 2015. Duración y datos técnicos: 96 min. Color 2.35:1.

 

¿Está el cine de zombis madurando? A tenor de lo visto en Maggie (Maggie, 2015), uno podría pensar que así es. Cuando hablo de cine de zombis[1] no me refiero a títulos como la magistral I Walked with a Zombie [tv/dvd: Yo anduve con un zombie, 1943], de Jacques Tourneur. No. Esa película entraría a formar parte de la temática, no muy abundantemente abordada por el cine, de los muertos revividos por medio del vudú. El zombi, como ente resucitado por un medio u otro, y que se alimenta de los vivos, vio la luz a raíz de la seminal La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968), de George A. Romero. Ya entonces, esta tuvo el suficiente éxito para merecer su cadena de imitaciones –recuérdese la excelente co-producción hispano-italiana No profanar el sueño de los muertos / Non si deve profanare il sonno dei morti (1974), de Jorge Grau–, pero fue gracias a la popularidad de la secuela del film de Romero, Zombi (Dawn of the Dead, 1978), dirigida por él mismo, cuando empezó a cultivarse a tal punto que llegó a convertirse, más que en una temática, en un sub-género del cine de terror (y/o de ciencia ficción). Desde hace años hay una tercera oleada que ha llegado a tal nivel que la cantidad de filmes de la modalidad, uno diría que supera a otra temática como podría ser, pongamos por ejemplo, la licantropía, y sus ejemplares se cuentan por cientos.

Por supuesto que el acercamiento introspectivo al cine de zombis ha existido siempre, y de hecho las dos cintas referidas de Romero podrían tributar esta aproximación, sin por ello eludir el aspecto popular del mismo. Tampoco tengo demasiada experiencia en este tipo de cine, y puede que haya más cintas que suministren un tono similar al de la presente –sospecho, por lo leído, que la francesa Les revenants [dvd: La resurrección de los muertos, 2004], de Robin Campillo, puede formar parte de esta corriente–.

Maggie es una cinta que, posiblemente sin el concurso de Arnold Schwarzenegger, que se enamoró del guion, el cual formó parte de la lista de los no rodados más ansiados de 2011, podría no haber llegado a ver la luz. Obsérvese la gran cantidad de productores, cada uno de los cuales puso muy poco dinero para financiar el film, el cual se hizo un tanto al margen de la industria, y podría decirse que es una cinta indie de zombis. El director, Henry Hobson[2], ha trabajado desde 2008 diseñando títulos de crédito; como realizador rodó el trailer de un video juego post-apocalíptico y los segmentos para los nominados a mejor guion en la entrega nº 84 de los Oscar, en 2012. En cuanto al guionista, John Scott 3 (sí, firma así), esta es su primera labor en el cine.

En la ficha técnica se consignan solo los actores acreditados, pero hay más. Sin embargo, se trata más bien de una pieza minimalista con tres personajes: padre, madrastra e hija, e incluso la mujer queda un poco al margen. Aquí tenemos, pues, la historia de amor entre una padre y una hija, y cómo ambos hacen frente a un trágico suceso que acontece en el entorno familiar. La chica ha sido mordida por un zombi –en el film se les llama necrocaminantes–, y en unas semanas se convertirá en otro. Da lo mismo: igual podría ser cualquier otra enfermedad infecciosa. La conversión, como puede comprobarse, tarda en acontecer, y pese a lo extendido de la plaga, más o menos la sociedad se mantiene, y la gente sigue con su cotidianidad. En ese contexto, el trato que se da a los enfermos es similar al que, años atrás, la colectividad ignorante dispensaba a los contagiados de SIDA, por ejemplo.

La muchacha adolescente, Maggie, está interpretada por Abigail Breslin, la ex niña de Señales (Signs, 2002), de M. Night Shyamalan –su debut en la pantalla–, y Pequeña Miss Sunshine (Little Miss Sunshine, 2006), de Jonathan Dayton y Valerie Faris, que realiza una aportación plena de sensibilidad y talento. Para muchos, empero, la sorpresa será Arnold Schwarzenegger, que dispensa una interpretación excelente. Con la edad, la voz se le ha suavizado y aporta matices, la mirada indefensa se ve proyectada con preocupación sobre su hija, e incluso en algún momento no puede retener las lágrimas.

Henry Hobson narra todo con calma, fijándose en los detalles, retratando el ambiente de la granja, los atardeceres, las miradas de los personajes, que filma con tonos desvaídos, con un tono que podría recordar a algún director como Paul Schrader, pongamos por caso. El guion de John Scott 3 no busca grandes y aparatosas concentraciones de zombis, carnaza ni enfrentamientos acongojantes. Se centra, antes que nada, en los personajes, sus sufrimientos, sus anhelos y sus temores. Una cinta de terror introspectivo, que no satisfará a todos, pero recomendable para los que busquen calidad en el género antes que efectismo.

 

Anécdotas

  • En los premios PAGE International Screenwriting de 2010 ganó como mejor guion para thriller o film de terror. En los premios BloodGuts UK Horror de 2015 fue candidata a mejor película, y en los Young Artist de 2016 Abigail Breslin fue candidata a mejor intérprete femenina entre catorce y veintiún años.
  • El presupuesto más bajo en el cual Arnold ha aparecido desde Terminator (1984): ocho millones y medio de dólares. Además, no cobró nada por interpretar la película.
  • Para el papel de la muchacha fueron consideradas Chloë Grace Moretz y Paddy Considine.
  • La casa de los protagonistas es la misma que la que aparece en Looper.
  • El rodaje tuvo lugar entre el 16 de septiembre al 25 de octubre de 2013, en Nueva Orleáns, Louisiana.
  • El estreno en Estados Unidos fue el 8 de mayo de 2015, de forma limitada, incluida internet, tras un pase por el Festival de Tribeca el día 22 de abril. En España se estrenó el 8 de enero de 2016.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] La palabra “zombie” es un anglicismo proveniente del haitiano criollo “zonbi” y el haitiano francés “zombi”. Desconozco exactamente la fecha en la cual la RAE aprobó la palabra “zombi” en nuestro idioma, y con esa grafía. Pero, obviamente, cualquier título previo a esa aprobación ha de conservarse con la forma antigua anglosajona, que es como llegó aquí, mientras que cualquier alusión contemporánea ha de escribirse con las reglas ortográficas actuales.

[2] Después de la presente no ha dirigido ninguna más. El guionista tampoco tiene ningún otro crédito en ese sentido.