A principios de los años sesenta del pasado siglo Gene Roddenberry empezó a plantearse la idea de crear una serie de ciencia ficción. Su interés por el género venía desde muy atrás, cuando compraba la mítica revista Astounding Stories[1]. Sin embargo, el trabajo le condujo de un lugar a otro, de una labor a otra. En 1956 se emitió su primer guion del género, “The Secret Weapon of 117”[2] dentro de la serie Chevron Hall of Stars / Chevron Theater, y que trataba sobre la llegada a la Tierra de una pareja de extraterrestres, que busca contactar con otro par que vino a nuestro planeta treinta años atrás para investigar los sistemas de defensa terráqueos. Por un lado, la afición por el género permanecía, por otro, su trabajo en televisión, escribiendo guiones para diferentes series proseguía. No podía pasar mucho tiempo para que ambas nociones se unieran. Además, a lo largo de ese recorrido, mientras escribía guiones para muy distintas series, conocería a gente que después formaría parte de Star Trek, como muchos de los actores fijos (DeForest Kelley, su mujer Majel Barret, Leonard Nimoy, Nichelle Nichols) o invitados, algunos directores o uno de los futuros productores de la serie, Edward Milkis.
En 1963 la Metro Goldwyn Mayer, filial televisiva, propuso a Roddenberry la posibilidad de crear una serie. Por aquel entonces estaba emitiéndose El teniente[3], pero quedaba claro que no superaría una temporada en emisión. Había que ofrecer otra cosa, algo distinto, algo nuevo por completo. Y Gene comentó que tenía en mente una idea sobre “aventuras de ciencia ficción”. Sorprendentemente, MGM respondió que querían echar un ojo a esa idea… Lo que sigue es un resumen del informe que presentó:
Star Trek será un hit de la televisión… Una serie de ciencia ficción de una hora con personajes fijos. Combinará gran variedad de aventuras, drama y acción con una total viabilidad de producción. Y con un potencial argumental sin límites…
El formato es “Caravana a las estrellas”[4]: construido alrededor de personajes que viajan a otros mundos y se encuentran con los riesgos y aventuras que devendrán en nuestras historias.
La época podría ser 1995 o quizás 2995: lo suficientemente cerca a la nuestra como para que el reparto sea de gente como nosotros, pero lo suficientemente lejos como para que el viaje intergaláctico esté establecido del todo.
El entorno familiar se sitúa en su nave: la U.S.S. Yorktown[5], una nave espacial tamaño crucero. La nave (un decorado permanente) incluye puente, sala de control, laboratorios científicos, etc.
El papel principal es el Capitán Robert T. April[6], en la treintena, de personalidad por lo general fuerte y directa, comandante del crucero. Otros personajes fijos son una variedad de tipos apasionantemente diferentes: Número Uno, una mujer fría y eficiente que sirve como oficial ejecutivo de la nave; José ‘Joe’ Tyler, el navegante, brillante pero a veces inmaduro; el señor Spock, con un aspecto satánico de matiz rojizo[7] y sorprendentes modales amables; Philip ‘Bones’ Boyce[8], doctor en medicina, el médico de la nave y un cínico mundano; y la adorable J. M. Colt, ayudante del capitán[9].
El capitán April, después incorporado a la continuidad Trek
Pero la reacción de los mandamases no fue muy entusiasta. Dijeron que no les disgustaba la idea, que, quizás, en algún momento… Roddenberry esperó durante meses una respuesta por parte de la MGM, hasta que se le hizo obvio que ya no estaban interesados. Mandó el concepto a otras productoras, pero las respuestas iban más o menos por iguales derroteros: interesante, pero muy inhabitual y demasiado caro. Un día, el agente de Gene le informó que los Desilu Studios[10] estaban buscando ideas. En abril de 1964 Roddenberry envió a Desilu el concepto de Star Trek, junto a algún detalle más añadido a mano; el guionista firmaría un contrato por tres años para crear pilotos para ellos. Lo primero, por supuesto, era Star Trek.
En una reunión del 11 de marzo de 1964 con los ejecutivos de la CBS, cadena que exhibiría la producción, Gene habló durante casi dos horas. Les explicó por qué la ciencia ficción no había funcionado hasta ahora en televisión[11], y añadía modos de ahorrar presupuesto. Y les presentó un boceto de propuesta cuya portada exhibía: “Star Trek – Creado por: GENE RODDENBERRY – STAR TREK es…”
Star Trek es…
El boceto refería que Star Trek sería “una serie dramática de televisión de una hora. Acción-Aventura-Ciencia Ficción. El primer concepto de esa índole con sólidos personajes principales y otros secundarios regulares”. Insistía en la nave Yorktown y en los personajes arriba citados, a los que podemos añadir el sudamericano José Ortegas [sic][12], alto y atractivo, de temperamento latino, y que ronda la veintena, ocupándose de la navegación. Y ofrecía incluso un listado de episodios, algunos de los cuales serían después incorporados a la serie definitiva. He aquí un listado de esos episodios.
“The Next Cage” [La siguiente jaula]: El capitán April es enjaulado como un animal, y le es ofrecida una compañera. Se convertiría en “The Cage”.
“The Day Charlie Became God” [El día en que Charlie se convirtió en dios]: Un hombre normal y corriente adquiere de forma accidental unos enormes poderes. Derivó en dos episodios, “Where No Man Has Gone Before” y “Charlie X”.
“President Capone” [Presidente Capone]: Un mundo paralelo ambientado como Chicago, donde Al Capone gana la presidencia de los Estados Unidos. Después adaptado de forma algo distinta como “A Piece of the Action”.
“To Skin a Tyrannosaurus” [Despellejar un tiranosaurio]: Un hombre contemporáneo se verá reducido a un nivel similar al de un cavernícola. Se adaptó después a la serie TNG como “Genesis”.
ST-TNG: «Genesis»
“The Women” [Las mujeres]: En la nave se producirán curiosos problemas cuando se debe trasladar a un grupo de mujeres a una lejana colonia espacial. Un tanto similar a “Mudd’s Women”.
“The Coming” [La llegada]: Una parábola sobre un extraterrestre condenado a la crucifixión, y su dignidad durante el trance.
“The Perfect World” [El mundo perfecto]: La nave llega a un supuesto mundo perfecto, que parece similar a la Tierra hacia 1960. Al poco percibirán que en realidad está gobernado por un régimen totalitario. Un tanto parecido a “The Return of the Archons”.
“Mr. Socrates”: La Yorktown descubre un planeta que tiene duplicados de humanos famosos, y luego les enfrenta en un combate de gladiadores. Más o menos derivaría en “The Savage Curtain”.
“The Stranger” [El extraño]: Una entidad alienígena comienza a controlar a los miembros de la tripulación para enfrentarlos a otra especie. Similar a “Day of the Dove”, sin embargo se considera que su concepto está más cercano a un episodio de DS9, “Dramatis Personae”.
“The Man Trap” [La trampa humana]: La tripulación de la Yorktown llega a un planeta en apariencia inofensivo, y comienza a vislumbrar apariciones. Al tiempo, comprueban que sus deseos se comienzan a cumplir, pero de un modo muy peligroso. La sinopsis recuerda más a “Shore Leave” que al episodio que adoptó el título del presente.
ST: «Shore Leave»
“Camelot Revisited” [Camelot revisitado]: El planeta Hermes II dispone de una sociedad moderna, pese a lo cual algunos elementos de la época medieval persisten, tal como la caballería.
“100 A.B.” [100 D. B.]: La tripulación explora un mundo muy similar a la Tierra, ubicado en una etapa cien años posterior a un holocausto atómico.
“Kentucky, Kentucky”: Una colonia terrestre en Sirio es inducida a combatir al estilo de los vikingos.
“Reason” [Razón]: La tripulación de la Yorktown visita el planeta Isaac IV, donde existe una sociedad de robots. La alusión a Asimov es innegable.
“Reason II” [Razón II]: Los últimos supervivientes humanos en Isaac IV intentan desactivar los robots. Ambas partes compondrían lo que luego, hasta cierto punto, sería “I, Mudd”.
“A Matter of Choice” [Cuestión de elección]: En un planeta los nativos tienen el poder de revivir cualquier etapa de sus vidas tantas veces como lo deseen.
“The Radiant One” [La resplandeciente]: Una historia de amor con una mujer que habita un planeta de apariencia idílica; sin embargo, a consecuencia de ciertos componentes bioquímicos de su cuerpo, aquel que caiga enamorado de ella muere. Elementos de esta historia fueron aprovechados tanto para “That Which Survives” como para “The Way to Eden”.
“The Trader” [El comerciante]: La tripulación llega al planeta Satunii, de aspecto oriental, y que de hecho tiene un aire similar a la corte de Genghis Khan.
“A Question of Cannibalism” [Una cuestión de canibalismo]: La tripulación descubre que los colonos de Régulo están utilizando como ganado a seres inteligentes, y habrán de enfrentarse a los colonos para liberar a las criaturas.
“The Mirror” [El espejo]: La Yorktown se enfrenta ante un duplicado de ella misma. Sus tripulantes habrán de discernir si deben o no destruir a sus contrapartidas. Punto de partida para “Mirror, Mirror”, aunque ciertos elementos remiten a “The Enemy Within”.
ST: «Mirror Mirror»
“Torx”: Una entidad alienígena devora la inteligencia; también está en rumbo hacia la Tierra. De aquí derivaron las historias para “The Changeling”, el episodio piloto de Phase II y la primera película para cines.
“The Pet Shop” [La tienda de mascotas]: Un planeta es una reproducción de la ciudad de San Luis en 1910, salvo que las mujeres dominan y los hombres son sus mascotas. Roddenberry reutilizó esta idea en el telefilm Planeta Tierra; también recuerda un tanto al episodio de TNG “Angel One”.
“Kongo”: La tripulación llega a un planeta donde persiste la esclavitud como en el viejo Sur, salvo que en esta ocasión son los blancos los esclavos; serán perseguidos como fugitivos. Esa misma idea de inversión de roles con respecto al racismo se dio en la película Atrapado (White Man’s Burden, 1995), escrita y dirigida por Desmond Nakano, y protagonizada por John Travolta y Harry Belafonte.
“The Venus Planet” [El planeta Venus]: La tripulación descubre un planeta de mujeres. Al principio se las dan tan felices, y comienzan a sentirse atraídos por las féminas, hasta que caen en la cuenta de que en el lugar no hay un solo hombre… La idea, más o menos, se volvió a plantear en el capítulo de la serie animada titulado “The Lorelei Signal”, así como en el de VOY “Favorite Son”.
“Infection” [Infección]: Una mujer de la tripulación de la Yorktown descubre que está embarazada, y que porta una larva alienígena. Esta idea fue recuperada para uno de los episodios de Phase II, y después reaprovechado para un episodio de TNG, “The Child”.
La reacción
Los ejecutivos se mostraron interesados en el diseño de la nave, el tipo de historias que habría… Pero al final, respondieron a Roddenberry que… ya tenían algo similar. Se trataba de Perdidos en el espacio (Lost in Space), la famosa serie producida por Irwin Allen, y que se emitiría entre 1965 y 1968[13].
Por su parte, Desilu, un estudio menor, no iba demasiado bien. A lo largo de ocho años habían desarrollado doce pilotos diferentes, y ninguno había podido ser vendido a ninguna cadena[14]. Solo mantenían su propia serie en antena, y precisaban otra, y de calidad a ser posible. Tenían que arriesgarse con Gene Roddenberry. Más tarde, Majel Barrett declararía en septiembre de 2006 que “[los estudios Desilu] querían una serie ambientada en el espacio, y Gene quería una que fuese más ciencia ficción; así pues decidieron unir ambos conceptos y ver qué pasaba”[15].
En mayo de 1964 la idea de Star Trek fue remitida a la NBC. Mort Werner, vice–presidente al cargo de la programación, se mostró interesado. Así pues, dieron carta blanca a Gene para desarrollar tres bocetos para posibles pilotos, y ellos elegirían uno de los escritos, que sería desarrollado como guion. A finales de junio estaban listos. Con reservas, la NBC eligió uno titulado “The Cage”[16].
El primer esbozo, fechado el 29 de junio de 1964, había cambiado ya el nombre de la nave a Enterprise, pero el capitán seguía siendo Robert April, así como el resto de los personajes eran los del esbozo inicial.
D. C. Fontana
Tras el llamémosle pistoletazo de salida otorgado por la NBC, Roddenberry comenzó a buscar gente para dar forma a la posible serie. A su lado ya tenía a alguien así: la escritora Dorothy C. Fontana, que era su ayudante y secretaria, y que con el tiempo se convertiría en una de las personas más influyentes para Star Trek. Había de buscar consejeros técnicos, o asesores. Hasta finales de año estuvieron trabajando en ello, así como en el diseño externo de la Enterprise y el interno de los decorados. A mediados de septiembre se terminó el primer boceto del guion, que fue enviado a la NBC; se produjeron diversos intercambios de correspondencia, sugiriendo varias permutas y, al fin, la última semana de septiembre, Gene les envió el guion de rodaje. Lo aceptaron mejor de lo que esperaba y sugirieron unos pocos cambios más.
El primer piloto
A primeros de octubre se empiezan a hacer los preparativos iniciales del episodio piloto. En esa época, Roddenberry conversa de ciertas cuestiones con Byron Haskin, antiguo especialista de efectos especiales cinematográficos que pasó luego a director; hizo filmes de todo género, como wésterns o policiales, pero es famoso en especial por dirigir La guerra de los mundos (The War of the Worlds, 1953), la producción de George Pal. Por aquella época, Haskin trabajaba para la televisión, y había dirigido magistrales capítulos para la serie Rumbo a lo desconocido, con episodios como “Demon with a Glass Hand” y “Soldier”, con guion ambos de Harlan Ellison, que después James Cameron reconocería haber plagiado en su célebre Terminator (The Terminator, 1984). Acaso Haskin hubiera podido dirigir el piloto[17]…
El guion empieza a sufrir cambios. En el guion primitivo los talosianos tienen aspecto de cangrejo, pero en un momento determinado se les decide cambiar y hacerlos con aspecto más humanoides. Pequeñitos y con grandes cabezas, de venas palpitantes. Fue cambiado por dos motivos: uno, para evitar su parecido con las películas de ciencia ficción de los cincuenta, de donde Roddenberry se quería apartar, para ofrecer una ciencia ficción más reflexiva; y la otra, porque ese tipo de maquillaje hubiera devenido o bien demasiado chapucero o, si se hacía bien, demasiado caro. Estos fueron interpretados por mujeres y doblados por hombres.
Mientras escribía el guion del episodio, Gene Roddenberry desarrolló el hábito de ser un tanto posesivo con las ideas, hasta tal punto que Herb Solow, ejecutivo al cargo de la producción, consideró esta cualidad excesiva. “Cuando Gene completó el guion del primer borrador del piloto”, comentó Solow, “desafortunadamente se volvió demasiado protector con su nuevo bebé”. Además, Roddenberry comenzó a reclamar con frecuencia las aportaciones de otros. “Poco a poco apareció una nueva faceta de Gene: la propiedad de las ideas”, comentó Solow. “Si una buena historia o un punto de la serie provienía de alguien, ya fuera de NBC, [el agente de Desilu] Ashley-Famous, o Desilu, Gene Roddenberry se lo apropiaba”. A lo largo del tiempo, eso haría muy difícil trabajar con él, y muchos proyectos se frustraron por su cabezonería.
El definitivo capitán Pike
En otro orden de cosas, el nombre del capitán varió a Winter, para finalizar como Christopher Pike muy poco antes de iniciarse el rodaje. Para interpretarlo Gene escogió al actor Lloyd Bridges, padre de Jeff y Beau, y muy famoso por aquel entonces por las series Investigador submarino (Sea Hunt; 1957-1961) y The Lloyd Bridges Show (1962-1963); pero éste rechazó el papel, considerando que su carrera podría verse perjudicada por protagonizar una serie de ciencia ficción. Al final, el elegido fue Jeffrey Hunter, un excelente actor de cine que se especializó en wéstern, co-protagonizando junto a John Wayne una de las mejores películas de la historia del género, Centauros del desierto (The Searchers, 1956), de John Ford, director con el cual volvería a trabajar en más ocasiones. En 1961 encarnó a Jesucristo en la subvalorada Rey de reyes (King of Kings), de Nicholas Ray. Nacido en 1926 como Henry Herman McKinnies Jr., moriría en 1969 de un derrame cerebral. En televisión actuaría, como protagonista y productor ejecutivo, en la serie del Oeste Temple Houston (1963-1964) antes de ser llamado para encarnar a Christopher Pike. Intentó conseguir el papel protagonista en la serie La tribu de los Brady (The Brady Bunch; 1969-1974), pero fue rechazado porque “era demasiado guapo para ser arquitecto”, y poco después del estreno de la serie fallecería.
Para el papel de Spock Roddenberry eligió a Leonard Nimoy. Lo conocía por un episodio de El teniente, y desde entonces siempre lo había tenido entre ceja y ceja con la idea de darle un papel de alienígena. En todo caso, hay rumores que apuntan a la elección, con anterioridad, de Martin Landau en el papel, que de nuevo volvería a ser citado cuando al fin se aprobó la serie. También Nimoy ha declarado que la primera elección de Roddenberry fue el deleznable actor cómico George Lindsey, habitual en The Show of Andy Griffith (1964-1968); suponemos que fue solo una broma. Aunque William Shatner, por su parte, declararía que el primer actor elegido para el papel fue… DeForest Kelley; otras fuentes también inciden en la elección de Kelley para el papel.
«Es lógico que me escogieran a mí…»
Como Número Uno, Roddenberry optó por Majel Barrett. Gene había conocido a Barrett con anterioridad también en la serie El teniente, y colaboraba por lo general en otras producciones Desilu, aunque su carrera no destacaba, con cometidos menores en series y películas. Roddenberry y ella desarrollaron una amistad que luego les llevó a ser amantes y vivir juntos durante mucho tiempo, hasta que al final decidieron casarse dos veces, la primera por medio de una boda shinto-budista el 6 de agosto de 1969, que consideraron auténtica, aunque por motivos legales volvieron a casarse por lo civil el 20 de diciembre de ese mismo año.
Peter Duryea, hijo del gran actor de cine negro Dan Duryea, fue contratado para el papel de José Tyler. John Hoyt encarnaría al doctor Boyce, Laurel Goodwin sería la ayudante Colt, y Susan Oliver daría vida a Vina (tras considerarse a Yvonne Craig). Papeles pequeños fueron adjudicados de manera intencionada a gente de diversos grupos raciales; la integración era una idea que Roddenberry compartía, no así gran parte de la gente en esa época, lo cual produjo problemas (más por parte de los productores que del público).
Otro problema fueron las orejas de Spock. Poco antes de empezar el rodaje no habían dado aún con las adecuadas. Se probaron diversos modelos, pero unas eran demasiado largas, otras flácidas, otras grandes… Además, en el set comenzaron a llamar a Nimoy Conejito o Pixie (el compañero de Dixie en los dibujos de Hanna & Barbera). Por último, Nimoy se dirigió a Roddenberry y dijo que quería ser conocido como un actor serio, y que abandonaba. Al final, una broma de Gene solucionó todo[18].
ST: «The Cage». Véase el infantil entusiasmo de Spock
Nimoy comenta sobre el tema:
Freddie Philips, el maquillador, y yo, nos pasamos días ante el espejo trabajando en las cejas y las orejas, y discutiendo el peinado. Las orejas nos dieron problemas. Al final parecía fácil, pero fue difícil debido al presupuesto. El estudio había contratado una empresa local de efectos especiales de prótesis. Creaban las cabezas, las manos, los pies y los cuerpos de todas las criaturas y monstruos alienígenas. En el contrato que habían firmado también figuraba que debían hacer mis orejas. Sabían hacer cosas grandes, como manos peludas y cabezas grotescas, pero no estaban acostumbrados a hacer partes del rostro humano que parecieran parte de él. Las primeras orejas que nos dieron eran rudimentarias y absurdas. Freddie me las puso. Ambos sabíamos que no servían. Intentaron refinarlas, pero no sabían cómo hacerlo. Así que Freddie informó al estudio. Dijeron: “Cobran por ello. Trabajad hasta que las hagan bien”. Seguimos probando, la fecha de rodaje se nos echaba encima y no teníamos unas orejas creíbles. Un día, no más de tres días antes de que empezase el rodaje, Freddie me puso las últimas orejas de esta compañía y me miró. Las cogió y las tiró. Echó mano al teléfono y llamó a un tal Charlie Schram, que era el encargado de maquillaje de la MGM, pidiéndole ayuda. Fuimos a la Metro, me tumbé y Charlie me puso escayola en las orejas para hacer un molde. Dos días después, la mañana que empezaba el rodaje, llegaron las orejas y Freddie sonrió: aquellas quedaban bien. Freddie Phillips había salvado la vida de mi personaje. Desafió al estudio. Había seiscientos dólares de por medio. Hacer las orejas había costado seiscientos dólares y no querían pagarlos. Dijo: “Las pagaré de mi bolsillo. No actuarás con las otras orejas”. Así solucionamos el problema de las orejas.
Las citas por medio de “fechas estelares” fueron un intento por parte de Roddenberry de no dejar clara la época en la cual transcurría la acción, y según él podría acontecer en cualquier instante entre los siglos XXI y XXXI. Sin embargo, más adelante, el libro oficial Star Trek Chronology situó la acción entre los años 2266 y 2269. En cuanto a la técnica del teletransporte utilizada en la serie, fue introducida por Roddenbery con el fin de ahorrar efectos especiales y eliminar lanzaderas u otro tipo de vehículos para descender a los planetas, o inclusive hacer aterrizar la Enterprise.
«The Cage». Los extraterrestres son actrices caracterizadas
Al fin, el 12 de diciembre de 1964[19] se comenzó a rodar el piloto en color con el título de “The Menagerie, ocupando doce días en total, cuando lo normal era entre ocho y diez, con un coste definitivo de 630.000 dólares. Y en febrero de 1965 los ejecutivos de la NBC, al fin, podían ver el piloto completado[20]. Roddenberry comentó al respecto: “Los wésterns estaban de moda. Para venderlo, dije: ‘Es como un wéstern, con naves en vez de caballos y pistolas láser en vez de revólveres, pero será similar’. Cuando me dieron el dinero, un buen reparto y director, me volví loco. El resultado no fue lo que esperaban y se enfadaron mucho”. Por su parte, Leonard Nimoy reflexionó: “Era una idea interesante desde un punto de vista freudiano o junguiano, pero muy atípica para la televisión”.
Y lo rechazaron. Aunque les gustó.
El resultado
Para dirigir el piloto se contó con Robert Butler, un veterano realizador del campo televisivo, ganador de tres Emmys, entre otros premios y nominaciones. Debutó en 1960 dentro de la serie Insight, y pronto participaría en las series más importantes de la televisión, como Bonanza, El hombre del rifle, Los intocables, El teniente —cómo no—, Dimensión desconocida, Yo soy espía, El fugitivo, Los héroes de Hogan, Batman, Los invasores, Ironside, Hawaii 5-0, La ley del revólver… En cine trabajó poco, destacando en algunas comedias fantásticas de la Disney de los setenta, como la muy actual Un ejecutivo muy mono (The Barefoot Executive, 1971) o Te veo y no te veo (Now You See Him, Now You Don’t, 1972). En los últimos años ha estado al frente de series como Canción triste de Hill Street, Remmington Steele, Luz de luna, Lois y Clark… Es también director de la reciente Turbulencia (Turbulence, 1997), con Ray Liotta.
Modelo de la Enterprise tal como aparece en «The Cage»
La trama ofrece al capitán Christopher Pike como capitán de la U. S. S. Enterprise NCC-1701, trece años antes de que la comande el capitán Kirk[21]. Acuden a una llamada de socorro del planeta Talos IV, donde una colonia terrestre parece haber sobrevivido después de un accidente. Pero todo es una ilusión de los habitantes del planeta para atraerles; enjaulan a Pike en una especie de zoo intergaláctico, y le proyectan mentalmente falsas vivencias donde interactúa con una hermosa muchacha rubia, Vina[22]. Pronto averigua que la chica sí es real, y los habitantes del planeta desean que se apareen para disponer de piezas de repuesto para su zoológico, compensándoles por medio de recrear un entorno idílico[23].
Resulta interesantísimo ver con la perspectiva actual este piloto[24]. Pike no es sino un borrador de lo que después sería el capitán Kirk, y se perciben en aquél algunas de las características físicas e intelectuales que después detentaría éste; inclusive, ambos comparten igual pasión hacia la hípica (como, de hecho, el propio Shatner). Spock, por su parte, aún no está definido del todo, e incluso lo veremos, de forma insólita, sonreír abiertamente ante las plantas melódicas del planeta. Número Uno ofrece algunas de las características emocionales que más tarde serían incorporadas a Spock. Por lo demás, es un episodio trek cien por cien, y deja a las claras las constantes temáticas e ideológicas por las cuales la serie, las series, transcurrirían con posterioridad. También ejemplifica a la perfección la concepción visual de aquella primitiva y fascinante serie original, con sus colores chillones, las preciosas pinturas matte[25] y la imaginería inspirada en las portadas de revistas de ciencia ficción clásicas, como Astounding Stories, Amazing Stories… Y tal como glosa Gene Roddenberry en la presentación original en vídeo de este piloto, es tan bueno como los mejores episodios conocidos.
El segundo piloto
Tras las dudas de la Paramount respecto al piloto de Star Trek “The Cage”, éstos solicitaron un segundo piloto (por vez primera dentro de la televisión norteamericana), pero Jeffrey Hunter decidió declinar la oferta de seguir al frente de la serie. Roddenberry le comentó a Hunter en una carta: “Es tu propia decisión, por supuesto, y la respeto”. Según Laurel Goodwin, co-protagonista de “The Cage”, en una entrevista radiofónica, Hunter solicitó más dinero para seguir al frente de la serie, y tras largas negociaciones al fin los productores decidieron prescindir de él[26] y contar con un nuevo actor y personaje. Se trataba de, respectivamente, William Shatner y el capitán Kirk[27]. Si bien antes de Shatner el papel pasó al actor Jack Lord, por aquel entonces habitual invitado en muchas series televisivas, antes de convertirse en millonario con el éxito de Hawaii 5-0 (Hawaii Five-O; 1968-1980); sin embargo, parece que el actor pedía el cincuenta por ciento de los derechos de la serie, por lo cual se le desechó. Shatner llamó la atención de los responsables debido al papel protagonista que había realizado en un piloto no continuado, Alexander, basado en la vida de Alejandro Magno[28].
«Where No Man Has Gone Before». La postura del actor Gary Lockwood viene motivada para ver mejor debido a esas dolorosas lentillas
Aparte del cambio de capitán, Número Uno ya no estaba en la nave, pues uno de los problemas, parece ser, fue que, en esa época de todo tipo de segregaciones, una mujer como segunda de a bordo no era bien vista por según qué público y/o productores…
Ese segundo piloto, “Where No Man Has Gone Before”, en declaraciones de Shatner en sus memorias, fue rodado en los estudios Desilu de Culver City[29] cerca de un año antes de su emisión (el 22 de septiembre de 1966), hacia julio de 1965, según parece, de ahí ciertos elementos aún no definidos, el más ostentoso de los cuales es la ausencia del doctor McCoy; así pues, el médico en este capítulo es el doctor Piper, encarnado por el gran secundario del cine del Oeste Paul Fix. Al parecer, después sería reemplazado por McCoy/Kelley con el fin de ofrecer un galeno de una edad más pareja a los otros protagonistas. El artista invitado especial del capítulo sería Gary Lockwood, protagonista de El teniente, lo cual demuestra la firmeza por parte de Roddenberry en verse siempre rodeado de ciertas personas de confianza.
En realidad, había más pilotos preparados. Expliquémonos: se plantearon tres guiones como posibles pilotos: “The Omega Glory”, “Mudd’s Women” y “Where No Man Has Gone Before”; los ejecutivos de la NBC eligieron entre estos tres el que les pareció más interesante, y optaron por el último. Los otros dos formarían parte posterior de la serie. Nimoy refiere, por otro lado: “Para el segundo piloto redujeron el presupuesto y los decorados”. Y añade: “El estudio tenía ganas de emitir la serie y no quería que fuera caro para las cadenas. Éstas no estaban convencidas y no querían pagar mucho por ella. Fue una profecía que se cumplió. Las cadenas decían: ‘Hacedla barata porque no creemos en ella’. Nunca tuvieron fe en ella ni cuando fue un éxito”.
«Where No Man Has Gone Before». En el centro, Paul Fix como el doctor de la nave
Este segundo piloto[30] ya convenció a los estudios y dieron luz verde a la serie. Como muy bien dicen Miguel Abadía y Teresa Banús[31]: “ST era un riesgo difícil de asumir para las cadenas televisivas, y quizás fue emitida porque no tenían muy claro lo que planteaba”. Eso es muy cierto. Por esas mismas fechas, el escritor Rod Serling tenía dificultades para que las cadenas le aprobaran una serie de proyectos, en los cuales pretendía reflexionar sobre el ser humano y la sociedad, y que chocaban una y otra vez con la censura institucionalizada. Así pues, decidió crear una serie llamada Twilight Zone (en España, Dimensión desconocida), donde hablaba de esos mismos temas, pero en clave de ciencia ficción y fantasía. Las cadenas y los anunciantes consideraban que eran “tonterías de marcianos”, y no vieron más allá de eso. Roddenberry haría lo mismo: usaría los conceptos de la ciencia ficción para hablar del ser humano; extrapolaría hacia el futuro para, en realidad, hablar del presente.
Nuevos episodios, pues, se empezaron a rodar. Curiosamente, siendo “Where No Man…” el piloto, su emisión se retrasó, ofreciéndose en tercer lugar, y debutando la serie el 8 de septiembre de 1966 con el episodio “The Man Trap” —que, de hecho, se rodó como el sexto—… Misterios de los productores.
El resultado
La acción se supone que arranca hacia el año 2265, como después sería fijado. La Enterprise atraviesa una extraña nube que abate a uno de sus tripulantes, que a partir de ese momento comienza a desarrollar sus capacidades extrasensoriales e intelectuales, pero al tiempo pierde empatía hacia sus semejantes, dado que ya no es uno de ellos.
Desde este mismo episodio ya surge una de las constantes temáticas que definirán a Star Trek en sus distintas encarnaciones: el ser humano devenido en dios, o el mismo concepto de Dios desde una perspectiva paracientífica. Se trata de un episodio denso, consistente, muy bien interpretado y con buenos recursos visuales, dentro del limitado presupuesto, como son los ojos de color acerado[32], que se manifiestan en los personajes que adquieren una conciencia superior. Pese a todo, no es un episodio que ofrezca excesiva acción, por lo cual sorprende que los responsables de la NBC, en este caso, diesen el visto bueno.
El viaje había comenzado…
Luis Alboreca y
Carlos Díaz Maroto
[1] Revista pulp de ciencia ficción creada en Estados Unidos en 1930, y que a lo largo de su andadura cambió de nombre varias veces. Hoy día pervive como Analog Science Fiction and Fact. Por ella pasaron escritores significativos del género como E. E. ‘Doc’ Smith, Jack Williamson, Stanley G. Weinbaum, Theodore Sturgeon, Robert A. Heinlein, A. E. van Vogt, Isaac Asimov o Lester del Rey, por ejemplo.
[2] También conocido como “The Secret Defense of 117”, y protagonizado por Ricardo Montalbán.
[3] The Lieutenant (1963-1964), serie creada por Roddenberry y protagonizada por Gary Lockwood y Robert Vaughn. Contó con una sola temporada de 29 episodios y, como su título desvela, era de temática militar.
[4] Caravana (Wagon Train; 1957-1965) fue una afamada serie del Oeste que duró ocho temporadas con un total de 284 episodios, y narraba el éxodo de un sinfín de familias en una caravana prestos a colonizar tierras del Oeste poco después de la Guerra Civil. Por ella pasaron directores de la talla de Robert Florey, John Brahm, Joseph Pevney, Jack Arnold, Tay Garnett o hasta el mismísimo John Ford.
[5] Como todos saben, ese nombre no prevaleció. Después, en la continuidad trek, la Yorktown fue una nave destinada al encuentro con la Enterprise, para pasarle vacunas con destino a la colonia Theta VII (episodio “Obsession” de la serie clásica). En la historia de los Estados Unidos existen diversos barcos con esa denominación.
[6] También eso cambió. Después se propuso al capitán April al mando de la USS Enterprise, de la clase Constitución, con Christopher Pike como primer oficial (tal como se cuenta en el episodio “Brother” de Discovery). El personaje apareció por primera vez en el episodio “The Counter-Clock Incident”, de la serie de animación de los años setenta, y es de los pocos elementos de la misma que se trasladaron a la continuidad trek.
[7] En un inicio, como puede comprobarse, Spock debía tener un matiz rojizo; sin embargo, en los ensayos se comprobó que en un televisor en blanco y negro, cuyo mercado era muy amplio en la época, el resultado aparecía como negro, así pues se cambió a un matiz levemente verdoso. En todo caso, ese matiz verdoso es difícil de apreciar en las imágenes de la serie, y aparece un tanto cerúleo muchas veces.
[8] Aparecía en el episodio piloto “The Cage”, del que más adelante hablamos, y estando al mando de la Enterprise el capitán Pike. Después, en el primer piloto de la serie definitiva, “Where No Man Has Gone Before”, el médico de la nave sería el doctor Mark Piper. Y ya después apareció nuestro doctor McCoy, que también compartía el mote de Bones (Huesos).
[9] Tanto Número Uno como José Tyler y J. M. Colt aparecerían en el episodio “The Cage”.
[10] Productora televisiva creada por el matrimonio de actores Desi Arnaz y Lucille Ball, que habían alcanzado un portentoso éxito en el medio con la telecomedia Te quiero, Lucy (I Love Lucy; 1951-1961). Los actores compraron los estudios en 1956 y un año después de que Star Trek debutara, Gulf & Western compró Desilu Studios y la vecina Paramount Pictures, y pasaron a llamarse Paramount, por lo cual a partir de entonces la creación de Roddenberry se convirtió en una producción Paramount.
«I Love Lucy» ha sido una de las fuentes para la reciente «Wandavision»
[11] Hasta ese momento, lo principal en televisión en el campo de la ciencia ficción eran las series antológicas, es decir, con historias auto-conclusivas y personajes diferentes de episodio en episodio, entre ellas algunas tan magníficas como Dimensión desconocida (The Twilight Zone; 1959-1964) o Rumbo a lo desconocido (The Outer Limits; 1963-1965), en todo caso de gran éxito, tanto crítico como comercial. Más adelante comentamos el entorno en que se desarrolló Star Trek dentro de las series de esta índole.
[12] No aparecería en la continuidad trek. Quizás era una forma de renombrar a José Tyler, o tal vez otro personaje que, en verdad, por la descripción vendría como anillo al dedo a Ricardo Montalbán…
[13] La serie se estrenó en televisión el 15 de septiembre de 1965, es decir, un año antes que Star Trek. Se centraba en una familia, adecuadamente llamada Robinson, perdida en el espacio, acompañada por un científico malvado y tonto, que había saboteado la misión, y un robot de inequívoco parecido con el Robbie de Planeta prohibido. Pese a ser una serie familiar, la primera temporada, rodada en blanco y negro, ofrece notorio interés para el aficionado, y es muy posible que Roddenberry le echase un ojo como inspiración para ciertos motivos en ST.
[14] En tiempos fueron productores de series tan afamadas como Los intocables (The Untouchables, 1959-1963), y más o menos simultáneas a Star Trek fueron Misión: imposible (Mission: Impossible, 1966-1973) y Mannix (Mannix; 1967-1975). Entre las series frustradas de la compañía se pueden citar, por ejemplo, las comedias Swingin’ Together (1963) y The Two of Us (1966), The Carol Channing Show (1966), el wéstern The Long Hunt of April Savage (1966), con Robert Lansing, de todos los cuales hubo pilotos que no prosiguieron su andadura.
[15] Interpretamos que lo de “serie en el espacio” se refiere a aventuras espaciales, space opera, y “más ciencia ficción” suponen temáticas de carácter más social, científico, especulativo o filosófico, esto es, sci-fi más o menos hard.
ST: «The Menagerie». El capitán Pike, un poco desmejoradillo
[16] En cierto estadio de producción del episodio, el título fue cambiado a “The Menagerie”. Cuando la serie estaba proyectándose, y se planteó la idea de aprovechar el material rodado, se hizo un episodio en dos partes con ese mismo título, y este piloto volvió a llamarse “The Cage”, aunque, a priori, no había visos de ser proyectado. En todo caso, en las imágenes del capítulo no hay título alguno, apareciendo solo el rótulo Star Trek.
[17] En los créditos aparece como productor asociado, al igual que en la secuela–remake–reciclado, “The Menagerie”.
[18] Al final de la primera temporada, y con la segunda ya preparándose, Roddenberry se dirigió a Nimoy y le dijo que tenía una solución al problema de las orejas, que suponían todos los días una hora y media en ser aplicadas. “Te vas a una clínica y te operas, poniéndote las orejas puntiagudas. Cuando se acabe la serie te pagamos otra operación para ponerlas normales”. Poco a poco, Nimoy comenzó a plantearse la idea en serio, hasta que Roddenberry no aguantó más y estalló en carcajadas.
[19] Otras fuentes citan el 27 de noviembre.
[20] En todo caso, el público norteamericano no pudo ver el episodio hasta el 15 de octubre de 1988. Considerado perdido durante mucho tiempo, se disponía de una copia en blanco y negro perteneciente a Gene Roddenberry, con fines de referencia, y que alguna vez proyectaba en las convenciones; se hizo un remontaje, añadiendo los planos en color, que se habían incorporado al episodio doble “The Menagerie”, y se editó en vídeo, con presentación de Gene Roddenberry. Con posterioridad se localizó otra copia íntegramente en color, pero muda, en un almacén semi-abandonado de Hollywood y en una caja sin ninguna identificación, y se hizo una restauración, que fue emitida por televisión a fines de noviembre de 1988 en «The Star Trek Saga: From One Generation to the Next», un especial retrospectivo de dos horas presentado por Patrick Stewart. Ambas “versiones” vienen incluidas como extras en las ediciones en DVD y BD de la serie original.
Gene Roddenberry junto al actor Peter Duryea
[21] Esto último, por supuesto, se ajustó con posterioridad en la continuidad trek.
[22] La idea de terrestres en un planeta ignoto cuyos habitantes les proyectan vivencias falsas es más o menos una constante de la literatura de ciencia ficción, y Ray Bradbury lo usó en una de sus Crónicas marcianas (Martian Chronicles, 1950).
[23] En un recorrido por ese zoo a veces avistamos a otras criaturas. Una de ellas es un reciclado de un episodio de la serie The Outer Limits titulado “The Duplicate Man”, donde se le llama “megasoide”.
[24] Absurdamente, en la edición en DVD de la serie clásica, Paramount incluye el piloto como extra al final de la tercera y última temporada.
[25] Las pinturas matte son dibujos realizados sobre un cristal y que se colocan delante de la cámara, simulando un paisaje o decorado; en una parte de cristal puede no haber dibujo alguno, quedando transparente, y viéndose una parte de decorado real en el que lo demás encaja, y donde se incorporan personajes.
[26] Otras fuentes indican que, en el momento de proceder al rodaje de ese segundo piloto, Jeffrey Hunter estaba comprometido con el rodaje de una película; quizás el thriller Desafío al destino (Brainstorm, 1965), de William Conrad. También hay otros rumores respecto a que la esposa de Hunter le convenció para que lo rechazara, pues su marido estaba destinado a proyectos más ambiciosos; difícil de creer, cuando la época de actuar para John Ford o Nicholas Ray quedaba lejos, y ahora trabajaba de forma activa en televisión o aceptaba papeles como los de la comedia fantástica co-producida con España Una bruja sin escoba/A Witch without a Broom (1967), de José María Elorrieta.
La película española “Una bruja sin escoba”
[27] El afamado “James T. Kirk” posterior aquí se cita como James R. Kirk. Un fallo de continuidad, sin duda, fue explicado por Peter David en una de sus novelas, Q-Squared (1994), que dice que transcurre en un universo paralelo cuya única diferencia estriba en ese cambio. En esa novela también se dice que Gary Mitchell es poseído temporalmente por Q, y eso le vuelve loco. Otras novelas, por cierto, ofrecieron a Mitchell en aventuras previas a la presente, y también aparece en el fan-film Star Trek: Of Gods and Men (2006-2008), de Tim Russ.
[28] Al final, ese episodio se emitió el 26 de enero de 1968 con el título de “Alexander the Great” como integrante de la serie Off to See the Wizard (1967-1968). El telefilm estaba dirigido por el excelente Phil Karlson, y junto a Shatner aparecían actores del calibre de Joseph Cotten, John Cassavetes, Simon Oakland y Adam West.
[29] Cuando la NBC decidió hacer la serie al fin, se desmontaron todos los decorados de Culver City y se trasladaron a Hollywood. Aprovechando ese traslado se mejoraron algunos de los decorados.
[30] En este episodio aún no se oye la voz en off de Kirk durante los créditos. En la remasterización de la serie en 2006 fue añadida.
[31] Star Trek: la aventura continúa; por Miguel Abadía, Teresa Banús, Mª Jesús Banús, Sebastián Font, Mª Ángeles Villar. Madrid: Alberto Santos, 2008. Colección Bibliotrek; p. 13.
[32] Se hicieron con una fina capa de papel de aluminio colocada entre dos grandes lentillas. Eran muy incómodas, y en algunos planos iniciales del actor Gary Lockwood en la cama de la enfermería éste dialoga con los ojos cerrados, quizás por esa incomodidad.