De niño, Frédéric se perdió por la noche y fue cuidado por una misteriosa mujer de blanco en unas ruinas. ¿O fue todo un sueño? Vive obsesionado con esa imagen, y ahora, de adulto, parece que la está viendo de nuevo. Intenta seguir la pista de una fotografía de esas ruinas, pero parece que hay una conspiración para impedírselo. Aunque, al mismo tiempo, un cuarteto de vampiras parece estar ayudándolo.

Dirección: Jean Rollin. Producción: Nordia Films, Off Production, Scorpion V. Productor: Lionel Wallmann. Co-productor: Jean-Marie Ghanassia. Guion: Jean Rollin, Jean-Loup Philippe, con diálogos de J.-L. Philippe. Fotografía: Jean-François Robin. Música: Didier William Lepauw. Montaje: Olivier Grégoire. Diseño de producción: Alain Pitrel. FX: Eric Pierre (maquillaje). Intérpretes: Jean-Loup Philippe (Frédéric), Annie Belle [acreditada como Annie Brilland] (Jennifer), Natalie Perrey (la madre de Frédéric), Martine Grimaud (la fotógrafa), Catherine Castel (vampira gemela 1), Marie-Pierre Castel (vampira gemela 2), Hélène Maguin (vampira), Anita Berglund (vampira), Claudine Beccarie (Claudine), Béatrice Harnois (la modelo), Sylvia Bourdon (la falsa Jennifer), Mireille Dargent, Paul Bisciglia (el psiquiatra), Willy Braque (el asesino bigotudo), Julien Etchevery, Serge Rollin (Frédéric de niño), Jean Rollin (el guarda del cementerio)… Nacionalidad y año: Francia 1975. Duración y datos técnicos: 88 min. color 1.66:1 35 mm.

 

Después de Requiem pour un vampire [dvd/tv: Réquiem por un vampiro, 1972] Jean Rollin encaró una diversidad de películas de variadas temáticas, donde coincidía el perfil del terror y/o el erotismo, algunas de ellas rodadas bajo el seudónimo de Michel Gentil. El realizador francés regresó a la trama vampírica con Lèvres de sang (1975). En todo ese tiempo, la verdad es que, dentro de sus limitaciones, se percibe que ha conseguido desarrollar un estilo algo más elaborado. Lo que más destaca es la fotografía, que arroja un cuerpo visual más potente, más profesional, e incluso da el pego y aparenta formar parte de un film de mayor empaque. El gran inconveniente sigue siendo el reparto, abismalmente mediocre, con su predilección por las actrices sositas y los actores inexpresivos, con algún toque de sobreactuación.

 

La película también da muestras de otra predilección de Rollin, el rodaje en cementerios y ruinas, y buscar cualquier subterfugio para desnudar a sus actrices. Con la excusa de que un personaje es fotógrafa, vemos a esta trabajando con una modelo que se encuentra sin ropa, e incluso se comienza a masturbar. Llega el protagonista y la modelo se va, no sin entretenerse el director en filmarla vistiéndose mientras oímos en off a los otros actores. Cuando la fotógrafa y Frédéric deciden salir, ella va a cambiarse y de pronto aparece completamente desnuda: «Oh, pero dónde habré dejado mi vestido…»

Sin embargo, pese a esas puerilidades, lo cierto es que la trama de Lèvres de sang está más elaborada que de costumbre. Puede que gran parte de ello proceda de que, al fin, Rollin se alía con un co-escritor, Jean-Loup Philippe, el propio protagonista, en el que fue su único cometido como guionista[1]. Pese a unos diálogos imposibles, en sus intentos de semejar poéticos y trascendentes, sin embargo hay ideas sugestivas a lo largo del film. Así, la vampira está atrapada en el interior del ataúd y, no obstante, logra proyectar su imagen en la distancia, en un intento de contactar con aquel que está enamorado de ella desde la infancia. Así, Frédéric la percibe en destellos que consiguen ir estableciendo la suficiente conexión para crear el camino que conduzca a la liberación de la apresada y la reunión de los amantes.

La dirección de Rollin, empero, carece de la suficiente solidez para dar cuerpo a una trama que intenta aferrarse a una idea poética, elemento este que, de forma aún inmadura, también luchaba por aflorar en entregas previas de su filmografía. Aquí, de manera torpe y titubeante, pero ya forjada de algún modo, se percibe a lo largo de las imágenes. Aún falta una fuerte ligazón narrativa para que lo que se plasma adquiera visos de solidez, pero es un inicio. Según Danny Shipka, «funcionando como un “hermoso poema macabro”, Lèvres de sang es considerado por muchos, incluido Rollin, su mejor film».  Y añadirá: «Es interesante ver que la visión [de Rollin] de los personajes adultos no es otra cosa que la manifestación de sus miedos de la infancia»[2]. Y David Hinds referiría: «La rose de fer[3] y Lèvres de sang eran reflexiones poéticas y lúgubres sobre la muerte, el destino y la identidad. Las tres películas[4] eran demasiado extrañas y sombrías para competir con el cine de terror contemporáneo de la época y fueron incomprendidas»[5].

 

Anecdotario

  • Título de rodaje: Jennifer.
  • Título anglosajón: Lips of Blood.
  • Fue exhibida como parte de la sección oficial en el IX Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Sitges.
  • Se montó una versión alternativa pornográfica, eliminando escenas, rodando otras nuevas al efecto, que arrojó un metraje de 71 minutos y adoptó el título de Suce-moi vampire [Chúpame, vampira], con una trama muy diferente. Si Jean-Loup Philippe sigue siendo el protagonista, Annie Belle está ausente de esta versión y Natalie Perrey hace solo una pequeña aparición. En las escenas pornográficas, que componen la mayor parte de la película, encontramos a Martine Grimaud, Béatrice Harnois, Claudine Beccarie y Sylvia Bourdon, así como a una recién llegada, Éva Quang, que al año siguiente apareció también en La romancière lubrique, de Rollin. Las vampiras Anita Berglund y Hélène Maguin intervienen en las escenas hard, no así las gemelas Catherine y Marie-Pierre Castel.
  • Se rodaron las escenas en el cementerio de Montmartre, los Jardins du Trocadéro, la Esplanade du Trocadéro, la estación de metro Etoile, el Pont de Bir-Hakeim y la Gare de Lyon, todo ello en París, el Château-Gaillard, en Les Andelys, Eure, y en Pourville, Hautot-sur-Mer, Seine-Maritime, Francia.

  • Filmado a lo largo de tres semanas.
  • Las escenas del cementerio se rodaron sin permisos.
  • Jean Rollin basó en sí mismo el personaje masculino principal, Frédéric.
  • El ayudante del director de fotografía se llama Gille Pollet.
  • La secuencia de la fiesta inicial se rodó en el apartamento de uno de los productores.
  • La actriz Annie Belle (Jennifer) acababa de protagonizar su primer papel en la película de Jean Rollin de 1974 Tout le monde il en a deux / Bacchanales sexuelles, en la que solo tenía un pequeño papel, pero memorable. A Rollin le gustó tanto trabajar con ella que decidió incluirla en el reparto de esta película.
  • En la escena del cine se está proyectando la película de Rollin Le frisson des vampires [dvd/tv: Los temores de los vampiros, 1971]. Más adelante, en la escena del metro, la cámara se detiene deliberadamente en un cartel publicitario de la película de Luis Buñuel El fantasma de la libertad (Le fantôme de la liberté / Il fantasma della libertà, 1974).
  • Estrenada en Francia el 18 de mayo de 1975. 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Como actor debutó en Le viol du vampire [dvd/tv: La reina de las vampiras, 1968], de Rollin, y también participó en el famoso film porno El sexo que habla (Le sexe qui parle, Claude Mulot, 1975), sobre una vagina parlante.

[2] Shipka, Danny: Perverse Titillation: The Exploitation Cinema of Italy, Spain and France, 1960-1980. Jefferson (Carolina del Norte), Londres: MacFarland & Co., 2011; pág. 284.

[3] [dvd/tv: La rosa de hierro, 1973].

[4] Aquí el autor incluye también Les démoniaques [dvd/tv: Espasmos de muerte, 1974].

[5] Hinds, David: Fascination: The Celluloid Dreams of Jean Rollin. www.WorldHeadpress.com.