Una turba enfurecida asalta el castillo de Drácula y lo incendia, pero el conde sobrevive. Poco después, Paul Carlson, huyendo de sus habituales líos de faldas, va a parar a la mansión del vampiro, y tras él llegarán en su busca su hermano Simon y la prometida de este Sarah.
Dirección: Roy Ward Baker. Producción: EMI Films, Hammer Films. Productora: Aida Young. Guion: Anthony Hinds [acreditado como John Elder]. Fotografía: Moray Grant. Música: James Bernard. Montaje: James Needs. Dirección artística: Scott MacGregor. FX: Wally Schneiderman (supervisor de maquillaje), Roger Dicken (efectos especiales). Intérpretes: Christopher Lee (conde Drácula), Dennis Waterman (Simon Carlson), Jenny Hanley (Sarah Framsen), Christopher Matthews (Paul Carlson), Patrick Troughton (Klove), Michael Gwynn (sacerdote), Michael Ripper (posadero), Wendy Hamilton (Julie), Anouska Hempel (Tania), Delia Lindsay (Alice), Bob Todd (burgomaestre), Toke Townley (anciano Waggoner), David Leland (primer oficial), Richard Durden (segundo oficial), Maurice Bush [acreditado como Morris Bush] (granjero), Margo Boht (esposa del arrendador), Clive Barrie (joven gordito), Olga Anthony (chica en la fiesta), George Innes (sirviente), Nikki Van der Zyl (Sarah Framsen [voz])… Nacionalidad y año: Reino Unido 1970. Duración y datos técnicos: 92 min. color 1.66:1 (formato original y para Europa) 1.85:1 (formato para EE.UU.).
Desde que el personaje de Bram Stoker apareciera por primera vez en la saga de la Hammer con Drácula (Dracula, Terence Fisher, 1958), las historias, película a película, procuraban cierta continuidad entre ellas, inclusive en una alusión de pasada en Las novias de Drácula (Brides of Dracula, T. Fisher, 1960), donde no aparece el rey de los vampiros. La entrega anterior a la presente fue El poder de la sangre de Drácula (Taste the Blood of Dracula), de Peter Sasdy, estrenada ese mismo año, pero aquí contamos con un nuevo arranque. Ello era debido, según parece, a que en un inicio Christopher Lee se negaba a volver de nuevo en su rol más famoso, y se procuraba confeccionar lo que ahora se denomina un reboot. De hecho, inclusive se contó con el actor John Forbes-Robertson para el papel, hasta que al fin convencieron a Lee (imagino que con un cheque más apetitoso que el inicial)[1].
En tal sentido, si el film previo finalizaba en Londres, ahora estamos situados en una incierta población centroeuropea. En un instante de la película, al inicio, Paul Carlson atraviesa con el coche de caballos desbocados una frontera, y va pronto a parar al castillo de Drácula. Tras él parten en su busca dos agentes de la ley, que dicen proceder de Kleinenberg, y no queda claro si ese es el nombre de la aldea de donde proceden, o se trata de un país ficticio limítrofe, al estilo de Ruritania. Y tampoco queda claro si ahora estamos en Transilvania o dónde (casi todos los personajes tienen nombres ingleses). Cabe añadir que el servidor de Drácula responde al nombre de Klove, igual que el de Drácula, príncipe de las tinieblas (Dracula: Prince of Darkness, T. Fisher, 1966), donde estaba interpretado por Philip Latham, pero todo da a entender que se trata de personajes diferentes.
La cinta arranca viéndose las cenizas de Drácula (qué fue de él con anterioridad es un misterio que nunca se solventará), al que da vida un servicial y gordote murciélago, donándole sangre vomitándosela encima. De las cenizas resurge el conde, y pronto reinstaura su reinado de terror. El pueblo cercano, enfurecido, asalta el castillo y lo incendia, y luego hay una elipsis. Se presupone que Klove logró extinguir el fuego y Drácula se salvó, pero la venganza del vampiro es terrible, y lanza una manada de murciélagos a la iglesia, donde se refugian las mujeres, y matan a todas ellas. Eso acobarda a los lugareños, que desde entonces simplemente se encogen de miedo y no actúan.
Después pasamos a Kleinenberg y conocemos a los chicos y la chica de la película, y el film se convierte en una comedia bufa. Mejor pasar un tupido velo sobre esa lastimosa parte, pero el caso es que, al final, el mujeriego Paul va a parar al castillo y luego, tras él, Simon y Sarah. Anthony Hinds, escudado siempre bajo el seudónimo de John Elder, nunca fue un guionista brillante, pero aquí aporta uno de sus peores trabajos en ese sentido. Aparte de ese tono diríase picaresco, que se carga la atmósfera sombría que había imperado hasta ese momento, hay situaciones totalmente ridículas. En el castillo hay una mujer, que se supone humana, y que se entrega complaciente a Drácula. De inmediato parece ya transformarse en vampira e intenta convertir a Paul, pero entonces aparece un conde enfurecido y la apuñala en el estómago varias veces, matándola.
Las tan criticadas escenas donde tortura a Klove, al menos, podrían tener la justificación de que el hombre se lo ha ganado a pulso, traicionándole. Pero el guion es de una simpleza portentosa, con los personajes confluyendo poco a poco en el castillo para desarrollar una trama exigua, con roles sin dimensión alguna y una estructura que, más o menos, parece plagiada de Drácula, príncipe de las tinieblas, pero sin su intensidad. La resurrección inicial del conde es gratuita, y su muerte final de las peores de la saga, totalmente absurda. Y los intentos por parte de Elder/Hinds de devolver parte de elementos provenientes de la novela, como el carácter de anfitrión del conde, o verlo reptar por los muros del castillo, no son suficiente. Y el añadido de una gran violencia, como las referidas torturas Klove, o el instante en que este descuartiza a la vampira y la sumerge en agua bendita (o eso parece, pues vemos el corazón hervir en el líquido) tampoco engrandecen el resultado.
Sin embargo, tenemos la profesionalidad de Roy Ward Baker, quien efectúa una labor esmerada y otorga intensidad al conjunto. Hay planos icónicos, de gran fuerza, y dirige con elegancia e ímpetu la película, e inclusive el uso del zoom, tan de moda en la época, es aplicado de un modo convincente. Hay instantes donde, solo en el aspecto escenográfico y de planificación, parecemos encontrarnos con el mejor Drácula, pese a que luego el guion y los personajes hundan de nuevo los resultados.
Hay que resaltar la intervención de ese obeso murciélago, que resucita inicialmente al conde, por su libre albedrío, y que luego le sirve de mensajero y espía, informándole de todo lo que acontece en la región. Se menciona que el vampiro puede controlar a los animales, y la idea es interesante, pero la representación es un tanto burda, y queda algo ridícula en algunos momentos. Al menos, tenemos una excelente fotografía de Moray Grant, y la partitura de James Bernard nos hace recordar momentos más felices en la Hammer, y ya se ha referido el buen trabajo de Baker intentando arreglar lo ruinoso del guion. El resultado es entretenido, a qué negarlo, y a los amantes de la Hammer satisfará lo suficiente para no irritarles. Pero representa un bajón enorme con respecto a lo que podría haber salido de contarse con un guion mejor, no uno que pareciera improvisado en una tarde. Poco después llegó otra entrega, Drácula 73 (Dracula A.D. 1972, Alan Gibson, 1972), y con ella un nuevo inicio.
Anecdotario
- Título en Argentina, México, Uruguay y Venezuela: Las cicatrices de Drácula.
- Rodada con un presupuesto estimado de 200.000 libras esterlinas. Los planos de los exteriores boscosos tuvieron lugar en Scratchwood, Hertfordshire, Inglaterra, Reino Unido, y los interiores en los Elstree Studios, Borehamwood, Hertfordshire, Inglaterra, Reino Unido. La filmación ocupó entre el 7 de mayo y el 23 de junio de 1970.
- Ninguna distribuidora norteamericana se alió con la Hammer para la presente película, por lo que la compañía hubo de reducir el presupuesto drásticamente. Después sería exhibida en el país por la American Continental Films Inc.
- La versión cinematográfica británica fue recortada por la BBFC para eliminar una escena de Drácula lamiendo la sangre de la herida del pecho de Tania, imágenes de los miembros desmembrados de Tania y un acortamiento de la cara llena de cicatrices del sacerdote durante el ataque del murciélago. Otro corte de la tortura de Klove con un atizador solicitado por la BBFC no se aplicó porque los distribuidores hicieron un montaje musical en su lugar. Los cortes no han aparecido en ninguna copia hasta la fecha y es posible que ya no se conserven.
- Se pidió a Peter Cushing que apareciera en esta película, pero debido a conflictos de agenda rechazó a regañadientes el papel principal que se le había asignado.
- Baker no estaba satisfecho con la elección por la parte de la productora de Dennis Waterman para el rol protagonista masculino. Después, Baker dirigió varios episodios de la serie protagonizada por él Minder (1979-1994). Waterman había aparecido como niño en la película de la Hammer The Pirates of Blood River (John Gilling, 1962), también interpretada por Christopher Lee.
- Durante una entrevista, Christopher Lee expresó su conocida frustración con esta película: «Yo era un villano de pantomima. Todo era exagerado, especialmente el murciélago gigante, cuyas alas con motor eléctrico batían con lenta deliberación, como si estuviera haciendo ejercicios matutinos».
- Se trata de la tercera aparición consecutiva de Michael Ripper en una película de Drácula de la Hammer, ya que anteriormente dio vida a Max en Drácula vuelve de la tumba (1968) y al inspector Cobb en El poder de la sangre de Drácula (1970). También interpretó a un cochero en Las novias de Drácula (1960), en la que Lee no apareció.
- Una de las cuatro películas estrenadas en 1970 en las que Christopher Lee dio no-vida al conde Drácula. Las otras fueron El conde Drácula (Jesús Franco, 1970), el cameo de One More Time (Jerry Lewis, 1970) y El poder de la sangre de Drácula (1970).
- La resurrección de Drácula al principio de la película es el mismo metraje que la muerte de Drácula en El poder de la sangre de Drácula, pero reproducido al revés.
- El film no se estrenó en los cines finlandeses, ya que la Inspección Estatal de Cine estableció un límite de edad para KK (Completamente prohibido) como «brutal y perjudicial para la salud mental», por lo que la película no podía ser legalmente mostrada o distribuida en Finlandia. La prohibición total no expiró hasta 2001.
- Entrega anterior de la saga Drácula de la Hammer: El poder de la sangre de Drácula (Taste the Blood of Dracula, Peter Sasdy, 1970). Le siguió Drácula 73 (Dracula A.D. 1972, Alan Gibson, 1972).
- Estrenada en el Reino Unido el 8 de noviembre de 1970 y en España el 22 de noviembre de 1972, en versión original subtitulada.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Forbes-Robertson interpretó posteriormente a Drácula en Kung Fu contra los siete vampiros de oro (The Legend of the 7 Golden Vampires, Roy Ward Baker, 1974), la única película de la Hammer que contó con un actor distinto de Lee en el papel.