La doctora Greta Materlick llega a una pequeña población tras la muerte de su antecesor. En la localidad hay rumores de actividades vampíricas, que el médico fallecido investigaba, tomándolas por una misteriosa enfermedad de anemia. Al poco de llegar, ella y su enfermera son requeridas para asistir al anciano dueño de un castillo.
Dirección: José María Elorrieta. Producción: Seseña Films para Arco Film. Productor ejecutivo: Ricardo Vázquez. Guion: Fermín Sandoval, José María Elorrieta, Enrique González Macho. Fotografía: Juan Ruiz Romero. Música: Peppino De Luca, Vittorio Gelmetti, Angelo Francesco Lavagnino, Stefano Torossi. Montaje: María Luisa Soriano. FX: Adela del Pino (maquillaje), Antonio Molina (efectos especiales). Intérpretes: Diana Sorel (Dra. Greta Materlick), Nicholas Ney (Karl von Rysselberg), Inés Morales [acreditada como Inés Skorpio] (Veronica), Loreta Tovar [acreditada como Loretta Martin] (Margaret), Beatriz Elorrieta [acreditada como Beatriz Lacy] (Erika Rosenberg), José Villasante (Otto), Rosario Royo (ama de llaves), Rafael Vaquero (alcalde Christopher Roland), Susan Taff (Brenda), María Luisa Tovar (Marisa), Francisco Bonmatí (ciclista), Antonio Jiménez Escribano (Barón von Rysselberg), Ricardo Vázquez (vampiro bigotudo), Jesús Alesanco, Francisco Correa… Nacionalidad y año: España 1972. Duración y datos técnicos: 85 min. color 2.35:1.
El madrileño José María Elorrieta (1921-1974) fue el clásico realizador de género del cine español, que tocó cualquier temática según la época y siguiendo las modas del momento, desde que debutara con La ciudad de los muñecos (1945), una película infantil rodada con marionetas. Hizo filmes folklóricos, de toros, de aventuras, policiales, cocido-wéstern o comedia tradicional, o también comedia fantástica, por medio de Mi adorable esclava (1962), El diablo en vacaciones (1963) y Una bruja sin escoba / A Witch Without a Broom (1967), y cuando el fantaterror imperó en la producción nacional se apuntó a él con Las amantes del diablo / I diabolici convegni (1971), la presente y El espectro del terror (1973), además de participar en el guion de Escalofrío diabólico (George Martin [Jorge Martín], 1972).
La llamada del vampiro (1972) deja a las claras su temática desde el propio título, aunque cabe referir que los no muertos de esta película son un tanto peculiares: nada más empezar, aparece una mujer vampiro que, sin embargo, ataca a su víctima con unas tijeras, para luego morir del modo tradicional, con una estaca clavada en el pecho. En el pueblo se dice que los no muertos atacan solo en plenilunio, y así es: las víctimas viven durante el día como humanos normales, y cuando llega la luna llena su imagen desaparece de los espejos y se convierten en criaturas ávidas de sangre, por lo cual podría calificarse como de licampiros o vampítropos. Acaso este sea el único elemento de interés de un film de lo más pésimo, aunque sea a nivel anecdótico.
No queda muy claro en qué país tiene lugar la acción (aunque muchas sinopsis la ubican en España, lo cual es totalmente falso): los nombres de los personajes son o bien alemanes o bien en inglés; la oficina de correos luce un rótulo que dice «Post», y la moneda que se usa son francos; también se menciona que uno de los personajes abandonó el lugar y se trasladó a Suiza. Por lo demás, hay un detalle como que la doctora, que al principio parece llegar con la mera misión de atender a los enfermos del pueblo, es en realidad una investigadora del vampirismo, aunque luego no termine de enterarse muy bien de lo que está pasando, sorprendiéndose ante las marcas en el cuello de algunas personas.
El guion semeja un bolsilibro típico de los que se publicaban en la época, escrito, pongamos por caso, por Clark Carrados, dado el tono. La historia no es muy coherente y, a medida que avanza, se va volviendo cada vez más absurda, hasta alcanzar límites diríase surrealistas. Choca también que, al redactar los diálogos, hacen que el personaje de Karl von Rysselberg (interpretado por Nicholas Ney, en la que, salvo error, es su única labor cinematográfica) suelte unas parrafadas pomposas, literarias y rebuscadas, que se pretenden poéticas y filosóficas.
Elorrieta nunca fue un realizador muy esmerado, pero al menos en sus películas de los años cincuenta, y parte de los sesenta, ofrecía cierta solidez formal. Aquí luce una desmaña apabullante, y los momentos ridículos se adueñan de la función. Es particularmente regocijante la escena de las dos vampiras, correteando y bailando en camisón por el campo, a cámara lenta, y soltando risitas bobas, para luego atacar a un ciclista. Los no muertos lucen un aspecto casi paródico, con el pelo revuelto, profundas ojeras, colmillos que parecen comprados en la tienda de chuches de la esquina y extendiendo las manos como garras.
Mención aparte merecen las escenas de desnudos, que son intercaladas de cualquier manera en medio de la trama, sin cuidar la continuidad. Y cabe resaltar una escena lésbica, que incluye frotamiento de pezones e insinuación de cunnilingus, e interpretada por Loreta Tovar y María Luisa Tovar, que eran hermanas. Hacia el final, debido a un elemento del argumento, la película termina por perder el rumbo y cae en el desvarío más absoluto, donde inclusive se ve a la protagonista encadenada al muro del castillo y azotada con un látigo, y otra mujer inmovilizada también, y excitado su desnudo cuerpo con una pluma. El film podría resultar divertido si no fuera tan torpe, tan desmañado, tan descuidado. Da la impresión de que el guion no importa en realidad y está rodado en exclusiva para ofrecer las escenas de desnudos… que solo se podían ver en el extranjero.
Anecdotario
- Título de rodaje: Aquelarre de vampiros.
- Título en México: El mundo de los vampiros.
- Títulos anglosajones: The Curse of the Vampyr / The Curse of the Vampire.
- El rodaje tuvo lugar en Pedraza, Segovia, y en San Martín de Valdeiglesias, Madrid.
- Actores de doblaje: Diana Sorel: Lola Cervantes, Nicholas Ney: José Moratalla, Inés Morales: Mayte Santamarina, Beatriz Elorrieta: María Luisa Rubio, Susan Taff: Delia Luna, Antonio Jiménez Escribano: Salvador Arias, María Luisa Tovar: Selica Torcal; y Héctor Cantolla, Luis María Lasala, José Martínez Blanco…
- Estrenada en España el 16 de diciembre de 1972.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra