Un mercader, de regreso a su casa, busca refugio en una mansión en medio del bosque, donde come copiosamente. Recordando el ruego de su hija Bella de llevarle de regreso una rosa, toma una del jardín, ante lo cual aparece una bestia furiosa que clama su vida a cambio…

Dirección: Christophe Gans. Producción: Eskwad, Pathé, TF1 Films Production, Studio Babelsberg, 120 Films, Canal+, Ciné+, TF1, Télé Monté Carlo, Atresmedia Cine. Productores: Richard Grandpierre. Co-productores: Christoph Fisser, Romain Le Grand, Henning Molfenter, Charlie Woebcken, [Vincent Cassel]. Productor delegado: Frédéric Doniguian. Productores asociados: Vivien Aslanian, Florian Genetet-Morel, Daniel Marquet. Guion: Christophe Gans, Sandra Vo-Anh. Fotografía: Christophe Beaucarne. Música: Pierre Adenot. Montaje: Sébastien Prangère. Diseño de producción: Thierry Flamand. FX: 4DMax, Alchemy 24, Dimensional Imaging, Exozet Effects, Hybride Technologies, Modus Fx, Mokko Studio, Oblique FX, ScanlineVFX. Intérpretes: Vincent Cassel (la bestia / el príncipe), Léa Seydoux (Bella), André Dussollier (el mercader), Eduardo Noriega (Perducas), Myriam Charleins (Astrid), Audrey Lamy (Anne), Sara Giraudeau (Clotilde), Jonathan Demurger (Jean-Baptiste), Nicolas Gob (Maxime), Louka Meliava (Tristan), Yvonne Catterfeld (la princesa), Dejan Bucin (Louis), Wolfgang Menardi (Thierry), Mickey Hardt (Etienne), Arthur Doppler (Virgil), Elisabeth Bogdan (Fanny), Marie Gruber, Gotthard Lange, Max Volkert Martens, Richard Sammel, Nora Huetz, Micha Bornhütter, Olivier Jurhs, Mike Möller, Thomas Hacikoglu, James Bomalick, Milos Reznicek… Nacionalidad y año: Francia, Alemania, España 2014. Duración y datos técnicos: 112 min. color 2.35:1.

 

Desde que en 1899 la casa Pathé ofreciera la primera adaptación del cuento de Madame Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, el cine (y la televisión) han dado profusa cuenta de él, aunque hay dos versiones que sobresalen por su celebridad, la realizada por Jean Cocteau en 1946 y la producción animada Disney de 1991. A ellas debe, como mínimo, añadirse la excepcional versión debida al checo Juraj Herz en 1979 con Panna a netvor.

En los últimos años parece que el cuento ha despertado nuevo interés. Al remake televisivo de la mítica serie de George R.R. Martin (1) se ha sumado una versión estilo Crepúsculo con El corazón de la bestia (Beastly, 2011), los alemanes han hecho un telefilm en 2012, en 2017 se hizo la versión en imagen real de la de Disney, y además tenemos la presente.

Esta adaptación es debida a Christophe Gans, énfant terrible del fantástico francés desde que debutara, tras un corto, con uno de los sketches de la interesante Necronomicon (1993). A continuación nos ofreció un flojo manga, Crying Freeman: los paraísos perdidos (Crying Freeman, 1995), la célebre El pacto de los lobos (Le pacte des loups, 2001) y la atmosférica Silent Hill (Silent Hill, 2006) (2). Aquí se enfrentó a un clásico del cine francés, pues es indudable que la versión de Cocteau es histórica en todos los sentidos. Gans ha tomado su tarea con un poco de servidumbre y también con una pizca de rebelión.

Si nos pusiéramos a descifrar la fórmula que compone esta La bella y la bestia, podríamos decir que incluye un sesenta por ciento de Cocteau, un treinta por ciento de Disney y un diez por ciento de Herz. Todo ello conforma una totalidad de un setenta por ciento del film, siendo el treinta por ciento restante cosecha propia de Gans (y su co-guionista Sandra Vo-Anh, que es lo primero que hace).

La película suma puntos positivos y negativos. Comencemos con estos últimos. Lo peor, sin duda, es el personaje de Eduardo Noriega (doblado con una voz grave y profunda), un malo cargante y que acumula los peores clichés del cine comercial, con lo cual desarrolla una sub-trama carente por completo de interés. A ello cabe añadir la supeditación a los efectos especiales, que sobresatura el film en su totalidad. Eso es más lamentable dado que, pese a su profusión (o tal vez debido a ella) la calidad de los trucajes es bastante pobre. Los efectos digitales son de una evidencia palpable, en especial la enredadera que brota hacia el final, pero lo peor de todo es el rostro de la Bestia (copiado literalmente de la versión de Disney), realizado mediante captura facial de Vincent Cassel, y que enmascara por completo su expresividad, impidiendo mostrar cualquier emoción, y pareciendo un mero dibujo. Es en especial patente en el plano en que la bestia ruge con furia, no percibiéndose esta en el rostro; Cassel ha de supeditar toda su interpretación a la voz y al lenguaje corporal, pues por medio de la faz nada se detecta.

En el aspecto positivo cabe resaltar la puesta en escena del propio Gans, sobria y elegante, y nada saturada de efectismos, salvo un par de planos a cámara lenta, convencionales y archisobados. El realizador-guionista añade una serie de flashbacks informativos acerca del modo en que el príncipe devino en bestia. Puede que al inicio parezcan un tanto sobre-explicativos (algo muy propio del cine actual), pero ello deriva en un final realmente atractivo, que escarba en otras mitologías del fantástico.

También el nivel interpretativo es bastante alto, resaltando Cassel, Léa Seydoux como Bella y André Dussollier como su padre, el mercader. Noriega es lo peor, sin duda, acompañado de la actriz que hace de su bruja amante. Cada plano, por lo demás, está planteado para epatar, para que el espectador suelte a cada momento «¡Qué bonito!», pero no debemos olvidar que la propia versión de Cocteau bordeaba de manera peligrosa la cursilería.

Es curioso, pero la película funciona mejor según va dejando poso. En una mirada inicial puede parecer un espectáculo vacío y pomposo, pero una vez se madura se percibe en ella una mayor capacidad de ensoñación de la que pudiera parecer al inicio. Algo que no está mal, dado el bajo nivel del cine contemporáneo.

 

Anécdotas

  • En los premios Cesar de 2015 fue premiada al mejor diseño de producción, y fue candidata también en las categorías de mejor fotografía y diseño de vestuario.
  • Rodada con un presupuesto estimado de 33 millones de euros.
  • En la escena en la que Bella confiesa su amor a la Bestia, ambos visten de rojo. Antes de esto, siempre llevan colores diferentes.
  • Estrenada en Francia el 12 de febrero de 2014, y en Alemania el 1 de mayo. En España se estrenó el 14 de marzo.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **⅟₂

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

(1) Por lo general atribuida a Martin, el creador fue Ron Koslow y Martin fue guionista de algunos episodios y productor.

(2) Tras la presente no ha dirigido nada. Si bien ahora mismo está implicado en la preproducción de una nueva entrega de la saga Silent Hill, y para después tiene anunciada una película sin título basada en los video juegos de la serie Fatal Frame.