El comandante Nelson, del submarino Explorer, viaja en su submarino mientras sigue estudiando el mito de King Kong, que le fascina, y aprovechando unas reparaciones se acercan a la isla de Mondo, donde según sus investigaciones debe habitar Kong. Mientras, en el Polo Norte, el pérfido doctor Who tiene una base secreta, en la cual ha construido un émulo robótico de Kong, Mechanikong…
Dirección: Ishirô Honda. Producción: Toho/Rankin-Bass. Productores: Tomoyuki Tanaka, Arthur Rankin Jr. Guión: William J. Keenan, Kaoru Mabuchi [Takeshi Kimura], según la serie televisiva de animación de Rankin/Bass, basada en los personajes de Merian C. Cooper. Fotografía: Hajime Koizumi. Música: Akira Ifukube. Efectos especiales: Eiji Tsuburaya, Teisho Arikawa, Hiroshi Mukoyama. Montaje: Ryohei Fujii. Diseño de producción: Takeo Kita. Intérpretes: Rhodes Reason (comandante Carl Nelson), Mie Hama (Madame Piranha/Madame X), Linda Miller (teniente Susan Watson), Akira Takarada (teniente comandante Jiro Nomura) Eisei Amamoto (Dr. Who), Paul Frees (voz del Dr. Who en la versión americana), Haruo Nakajima (King Kong), Hiroshi Sekita (Mekanikong), Shoichi Hirose, Andrew Hughes, Toru Ibuki, Nadao Kirino, Ryuji Kita, Seishiro Kuno, Susumu Kurobe, Tadashi Okabe, Sachio Sakai, Ikio Sawamura, Kazuo Suzuki, Yoshifumi Tajima, Yasuhisa Tsutsumi, Osman Yusuf, Julie Bennett. Nacionalidad y año: Japón, Estados Unidos 1967. Duración y datos técnicos: 104/96′ C 2.35:1.
King Kong se escapa (Kingu Kongu no gyakushu / King Kong Escapes, 1967), pese a lo que muchos piensan, no es una secuela de King Kong contra Godzilla. En esta ocasión, los orígenes vuelven a Estados Unidos, pero por otra vía. Se trataba de un derivado de la serie de animación The King Kong Show/Sekai no Osha King Kong daikai, coproducción de los norteamericanos y los japoneses entre la Rankin Bass Productions y la Toei. La serie de televisión se estrenó en Norteamérica el 6 de septiembre de 1966, mostrándonos a la familia Bond, asentada en la isla de Mondo en los mares de Java, y donde conocerán a un amigable King Kong, a quien protegerán de las pérfidas manos del doctor Who, quien, entre sus creaciones tiene un émulo robótico del simio llamado Mechanikong.
A la hora de trasladar los dibujos a imagen real, Rankin/Bass se asociaron con la Toho, posiblemente porque Toei solo disponía de los derechos del personaje en animación, y la Toho ya había abordado al simio de la R.K.O. La tarea de escribir el guion fue adjudicada a Shinichi Sekizawa, responsable de algunos clásicos de la productora nipona como Mosura (1961) —más conocido por su título estadounidense Mothra— o Godzilla contra los monstruos (Mosura tai Gojira, 1964), ambas de Ishirô Honda. El resultado, titulado “King Kong vs. Ebirah: Operation Robinson Crusoe”, fue rechazado por Arthur Rankin debido a que había perdido la esencia de la serie animada; ese guion se reaprovecharía más adelante para convertirlo en la base para otra película de la saga Godzilla, la deliciosa Los monstruos del mar (Gojira, Ebirah, Mosura: Nankai-no Daiketto, 1966), de Jun Fukuda[1]. Así pues, el proyecto fue destinado a otro guionista, Takeshi Kimura, quien bajo el seudónimo de Kaoru Mabuchi dio en el blanco.
Los resultados semejan una especie de mezcla entre la serie televisiva Viaje al fondo del mar (Voyage to the Bottom of the Sea, 1964-1968) y la saga cinematográfica de James Bond por aquellos años. Aquí, al contrario de la serie originaria de animación, no tenemos a la familia Bond, sino al comandante Nelson del submarino Explorer, y que guarda un evidente parecido con el Sean Connery de aquellos años (el actor norteamericano Rhodes Reason). Mientras viaja en su submarino sigue estudiando el mito de King Kong, que le fascina, y aprovechando unas reparaciones se acercan a la isla de Mondo, donde según sus investigaciones debe habitar Kong. Así es, y cuando un tiranosaurio ataca a la teniente Susan Watson, la rubia de nuestra historia, el simio, que ahora mide veinte metros, la salva, y al regresar al submarino de nuevo el animal les protege del ataque de una serpiente marina.
Mientras, en el Polo Norte, el pérfido doctor Who (un magnífico Eisei Amamoto, doblado por Paul Frees en la versión norteamericana) tiene una base secreta, en la cual ha construido un émulo robótico de Kong, Mechanikong, con el fin de usarlo para extraer de las interioridades de la tierra el preciado elemento X, que dará el máximo poder energético y militar a la potencia que lo posea; de hecho, Who trabaja a las órdenes de una misteriosa agente secreta de determinado país que nunca será nombrado, pero que evidentemente es del Este; en unas copias, el personaje es llamado Madame X, en otras Madame Piranha, y en el doblaje español no tiene nombre. Cuando el robot falla en su cometido, el Dr. Who decide usar al mismo Kong. Acude a la isla, lo duerme con bombas de humo y lo traslada en volandas a su base, donde por medio de control hipnótico lo hará trabajar. También decide secuestrar a Nelson, Watson y el teniente comandante Jiro Nomura, para por medio de ellos tener mayor dominio sobre el animal. Éste, sin embargo, escapará, trasladándose a Tokio, y Who enviará tras él a Mechanikong, desatándose una batalla en la ciudad que culminará en lo alto de la Torre de Tokio.
Decíamos que no se trata de una secuela de King Kong contra Godzilla, pero resulta inevitable efectuar comparaciones: ambas películas comparten mismo realizador, director de fotografía, músico, técnico en efectos especiales, algún actor…, e inclusive uno juraría que se recicla el disfraz de Kong, aunque con diversos cambios en la máscara facial, a la cual se le ha otorgado un par de ojos con párpados, que parecen estar siempre al borde del llanto, y un mecanismo que le permite efectuar muecas con los labios. Y de esa comparación sale vencedora la presente, muy superior en todos los ámbitos: posee un guion mejor hilvanado, una puesta en escena más trabajada, los efectos especiales son muy superiores, y los actores funcionan mejor. Y, en especial, carece de ese infantiloide humor que lastraba tanto su predecesora.
En el campo de los efectos especiales ya hemos mencionado los cambios habidos en el disfraz de Kong, a quien, por lo demás, el actor que lo porta otorga movimientos de mayor similitud simiesca. Mechanikong, por su parte, es toda una joya de diseño, un hermoso robot que semeja portar una armadura nipona medieval. Inclusive las otras criaturas que se nos brindan, un tiranosaurio y la serpiente marina, están resueltos con convicción, y el primero es una interesante aportación al bestiario japonés, pues tanto las creaciones de la Toho como su rival la Daei siempre habían ofrecido criaturas que, aun partiendo de animales pre-existentes, derivaban hacia cierto desvarío surrealista por medio de maridajes extraños; aquí, sin embargo, el tiranosaurio se brinda medianamente efectivo, y gracias al excelente montaje se alternan planos de un suitmatronic —permítasenos el neologismo— y una marioneta, ofreciendo una pelea rodada y coreografiada con convicción.
El clímax final está al nivel de todo, con un enfrentamiento entre el simio y su émulo robótico, y donde este último será el encargado de efectuar el homenaje a la versión clásica, ascendiendo la construcción oportuna con la chica en la mano, en este caso la Torre de Tokio, mucho más pertinente que el edificio del parlamento del título previo. El resultado es una excelente película de evasión, una especie de versión cinematográfica de los cómics de Mytek el poderoso[2], una delicia fílmica para saborear sin prejuicios.
Anécdotas
- Títulos paralelos: The Revenge of King Kong / King Kong Strikes Again / King Kong’s Counterattack.
- Título en Argentina: El regreso de King-Kong. Título en México, Perú y Uruguay: El regreso de King Kong.
- Se confeccionaron dos trajes de King Kong. Los brazos del primer disfraz eran muy largos, por lo que las manos de Haruo Nakajima no alcanzaban las del disfraz, y tenía que agarrarse a unos palos que estaban adheridos a las manos del disfraz. Llevaba un segundo disfraz, con brazos más cortos, cada vez que filmaban imágenes de Kong luchando contra otros monstruos. Al igual que con el traje Kong anterior de Toho, Nakajima estaba embutido dentro del traje.
- La forma en que Kong mata al Gorosaurus, desencajándole las mandíbulas, es la misma forma en que el Kong original mata al tiranosaurio en el King Kong original (1933).
- El Gorosaurus reapareció en Invasión extraterrestre (Kaijû sôshingeki, Ishirô Honda, 1968).
- Estrenada en Japón el 22 de julio de 1967, y en Estados Unidos el 19 de junio de 1968. En España se estrenó el 8 de septiembre de 1969, a nivel general, el 24 de noviembre en Barcelona y el 29 de junio de 1970 en Madrid. Y tuvo una reposición el 8 de julio de 1977.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Durante una etapa del proyecto, la aparición de Kong en Los monstruos del mar permaneció, hasta ser finalmente descartada, siendo reemplazado por Godzilla.
[2] Mytek el poderoso (Mytek The Mighty) era un cómic británico, editado por IPC/Fleetway, que ofrecía las aventuras de un robot gigantesco en forma de simio, si bien con un revestimiento que lo hacía semejar real. Apareció en el cómic Valiant entre 1964 y 1970, y luego entre 1975 y 1976 en la revista Vulcan. En España fue editado por la entrañable Ediciones Vértice, y en Francia la editorial Occident publicó a este personaje como King-Kong le Robot, si bien en la portada se acreditaba como King Kong. Tom Tully era el guionista y Eric Bradbury y Bill Lacey fueron sus dibujantes sucesivos.