Un meteorito se estrella en una isla de la costa africana. Poco después, allí aparece un grupo de trabajadores, que se pone a excavar la zona. Cuando un bulldozer golpea el aerolito, una extraña energía azulada brota de él y parece poseer la máquina. Y esta comienza a matar…
Dirección: Jerry London. Producción: Universal Television para American Broadcasting Company (ABC). Productor: Herbert F. Solow. Guion: Theodore Sturgeon, Ed MacKillop, según la adaptación de Herbert F. Solow de la novela corta de Theodore Sturgeon. Fotografía: Terry K. Meade. Música: Gil Mellé. Montaje: Bud Hoffman, Fabien D. Tordjmann. Dirección artística: James Martin Bachman. FX: Albert Whitlock (efectos fotográficos). Intérpretes: Clint Walker (Lloyd Kelly), Carl Betz (Dennis Holvig), Neville Brand (Chub Foster), James Wainwright (Dutch Krasner), Robert Urich (McCarthy), James A. Watson Jr. (Beltran). Nacionalidad y año: Estados Unidos 1974. Duración y datos técnicos: 74 min. Color 1.33:1.
Theodore Sturgeon (1918-1985) fue uno de las grandes y más reputados autores de ciencia ficción. Él es el responsable de la famosa sentencia «El noventa por ciento de la ciencia ficción es mierda, pero entonces, el noventa por ciento de todo es mierda», la cual se conoce como Ley de Sturgeon. Existe un premio con su nombre, y él a su vez recibió en 1954 el International Fantasy Award por la novela Más que humano (More Than Human, 1953). Su obra está caracterizada por abordar temas polémicos en su día, con una postura progresista, tal como el racismo, la homosexualidad o la menstruación.
Su novela corta «La excavadora asesina» («Killdozer!») apareció publicada originalmente en la revista Astounding Science Fiction, en su número correspondiente al mes de noviembre de 1944, y tuvo una versión revisada para la colección Aliens 4, en 1959. Esta historia la redactó durante una etapa de bloqueo entre 1941 y 1945, y la acabó en nueve días.
De abundante producción literaria, la filmografía referente a él proviene, en su mayoría, de adaptaciones ajenas de su obra. Pero él también trabajó para televisión en varias ocasiones. En la mítica serie Tales of Tomorrow (1951-1953) él mismo versionó su relato homónimo en el episodio «Verdict from Space» (1951) y además escribió «The Miraculous Serum» (1952) versionando el original de Stanley G. Weinbaum ―también le adaptaron en «Enemy Unknown» (1951)―. Más adelante participó en la no menos mítica La conquista del espacio/Viaje a las estrellas/Star Trek (Star Trek, 1966-1969) redactando dos episodios, «El permiso» («Shore Leave», 1966) y «Tiempo de Amok» («Amok Time», 1967). En la no tan conocida Tierra de los perdidos (Land of the Lost, 1974-1977) fue responsable del capítulo «The Pylon Express» (1975). Y el presente telefilm, desde luego.
Killdozer (1974) parece concebido para aprovecharse de otro telefilm reciente, El diablo sobre ruedas (Duel, Steven Spielberg, 1971), basado en un relato de otro autor de prestigio, Richard Matheson. De hecho, queda evidente cuando el realizador Jerry London copia tal cual un plano de la chimenea del vehículo exhalando humo, como manifestando de esa manera su mal humor. Si el filme de Spielberg contó con adaptación del propio autor, aquí se optó por idéntica fórmula, esto es, contar con Sturgeon, quien redactó el guion junto a Ed MacKillop, alguien, curiosamente, del que ningún otro libreto conocemos, y no sabemos si será el profesor universitario de igual nombre, experto en estudios célticos e irlandeses. Ambos trabajaron a partir de una adaptación del relato por parte de Herbert F. Solow, también productor del film. Este se inició de productor ejecutivo de una diversidad de series, entre ellas The Girl from U.N.C.L.E. o Star Trek, y fue productor o productor delegado de unos pocos telefilmes, así como de la serie El hombre de Atlantis (Man from Atlantis, 1977-1978), de la que fue creador junto a Mayo Simon.
El presente telefilm tiene una fama terrible, y en su día recibió críticas feroces. Charleston Picou, de HorrorNews.net, escribió: «Si bien la película en sí está bien hecha para una cinta de televisión de los años setenta, con unas actuaciones y dirección decentes, al final se ve afectada por la ridiculez general. La excavadora asesina titular nunca es realmente aterradora y a veces tiene un aspecto un poco tonto»[1]. Por su parte, Jon Condit, de Dread Central, criticó la ridícula premisa de la obra, el ritmo lento, los personajes «unidimensionales» y la falta general de suspense, y le otorgó una puntuación de 0,5 sobre 5[2]. Y en cuanto a Andrew Smith, de la página web británica Popcorn Pictures, otorgó al telefilm una puntuación de 0 sobre 10, y escribió: «Killdozer es un producto espantoso que debería haberse dejado oxidar en el montón de chatarra de los años setenta. Es difícil encontrar algo positivo que decir sobre ella. Incluso su corta duración se alarga una eternidad»[3]. Aunque, cabe decir, con los años ha desarrollado un cierto culto, aunque sea a costa de reírse de ella.
Nuevamente, y tal como sucedía con otro telefilm de la época, The Horror at 37,000 Feet (David Lowell Rich, 1973), debo manifestar que opino justo lo contrario, considerando el resultado de lo más atractivo. Supongo que el concepto de «entretenimiento» y «aburrimiento» es algo muy subjetivo, y sobre ello no me puedo pronunciar. A mí, al menos, me mantuvo entretenido e interesado a lo largo de todo su metraje. Además, me pareció que los personajes estaban más desarrollados de lo normal. El protagonista, Lloyd Kelly (interpretado por Clint Walker, antigua estrella del wéstern catódico), es un ex alcohólico que intenta recuperar la confianza de sus jefes, y por ello tiene un comportamiento exigente y distante con sus obreros.
En el relato original teníamos un personaje portorriqueño que era objeto de comentarios racistas por parte de uno de sus compañeros, que los demás acogían de mal grado. En cierta manera, el portorriqueño es aquí reemplazado por un negro que es tratado por todos como uno más, con total compañerismo. Es muy posible que Sturgeon opinara que, en los treinta años que habían pasado desde la publicación de la novela corta hasta la presente adaptación, la sociedad había avanzado tanto que plantear esa temática estaba obsoleta, cuando incluso hoy en día sigue habiendo mentes cerriles que subvaloran a los demás por su lugar de nacimiento o piel. Eso, en todo caso, otorga al telefilm un talante muy moderno.
Por otro lado, existe otro personaje, Dutch Krasner (interpretado por James Wainwright) que es muy amigo de McCarthy (Robert Urich, en uno de sus primeros cometidos), y no para de hablar de él entusiasmado, a tal punto que casi diríase que está enamorado de él. No sería algo sorprendente, dados los precedentes de Sturgeon en este ámbito: fue él quien publicó las primeras historias con la homosexualidad sin tapujos dentro de la ciencia ficción, así «El mundo bien perdido» («The World Well Lost», junio 1953) y «Aventura con un mono verde» («Affair With a Green Monkey», mayo de 1957), y otras con un subtexto de esa índole. Así pues, una lectura de tal índole en el telefilm no sería descabellada.
Respecto a su tono fantástico, en el relato la entidad existía en la Tierra desde tiempos inmemoriales, y aquí, como se ha referido, tiene procedencia extraterrestre, llegando en un meteorito —lo cual la hace semejar al relato «El color que cayó del cielo» («The Colour Out of Space», 1927), de Howard Phillips Lovecraft—. Como se ha referido, las similitudes con El diablo sobre ruedas son evidentes, pero el telefilm adquiere entidad propia gracias al ambiente isleño, que cerca a los personajes en un entorno cerrado y hostil del que no pueden escapar, y el poder del ente sobre la máquina queda muy bien manifestado, mostrándose cada vez más poderoso y apto para controlar los mandos de esta. Al principio, cuando busca destruir la radio que comunica a los protagonistas con la civilización, necesita que un trabajador active la excavadora para poder tomar control, pero más adelante ya es capaz de arrogarse un dominio total.
Es indudable que un autor amante del género como es Stephen King ha de haber leído el original de Sturgeon, al ser uno de los escritores fundamentales de la ciencia ficción; pero también es muy posible que el autor de Carrie viese este telefilm, pues ha hecho mención en alguna ocasión a otros de similar catadura. En todo caso, resulta palpable la influencia que ejerciera relato y/o telefilm en él para escribir dos historias como «Camiones» («Trucks», 1973) y «La trituradora» («The Mangler», 1972), ambos insertos en la antología El umbral de la noche (Night Shift, 1978), o hasta la novela Christine (Christine, 1983), también inspirada por Matheson, obvio es. Esto demuestra que el género es un río de corriente continua donde las influencias no paran de brotar a lo largo de su curso.
Anécdotas
- El rodaje tuvo lugar en las Indian Dunes de la localidad de Valencia, en California. La filmación ocupó veinte días.
- Esta película ha adquirido un renovado interés y estatus de culto cuando fue objeto de bromas tanto en Beavis y Butt-Head (1993) como en The Tonight Show with Conan O’Brien (2009).
- Marvel Comics publicó una adaptación en Worlds Unknown nº 6 (abril de 1974), con el título de «The Thing Called… Killdozer!», con guion de Gerry Conway, dibujos de Dick Ayers (dibujo) y Ernie “Chua” Chan (tinta). En España se publicó como «Algo llamado Killdozer» en el Dan Defensor de Ediciones Vértice número 4, noviembre de 1974. La adaptación tomaba elementos tanto de la película para televisión —lucía el rótulo «As seen on TV!»— como del cuento original de Theodore Sturgeon, que ganó el primer premio del Retro Hugo en 2020.
- Exhibido originalmente en Estados Unidos el 2 de febrero de 1974. España se programó con el título de Kill dozer [sic] el 29 de febrero de 1976, a las 18:30, sin ubicarlo en espacio alguno (no es un «Estrenos TV». [Agradecimientos a Jesús Cuadrado por el dato].
Bibliografía
«La excavadora asesina»; por Theodore Sturgeon. En La edad de oro. 1944-1945; recopilación de Isaac Asimov y Martin Harry Greenberg; traducción de Albert Solé, Francisco Blanco y Rafael Marín Trechera. Barcelona: Martínez Roca, 1989. Colección: Gran Super Ficción; s/n – serie: La edad de oro; vol. 4. T.O.: «Killdozer!» (Astounding Science Fiction; noviembre de 1944). Editada con anterioridad como «El bulldozer asesino» en el volumen El bulldozer asesino; traducción de Víctor Compta. Barcelona: Caralt, 1978. Colección: Ciencia-Ficción; nº 18.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Picou, Charleston: «Film Review: Killdozer (1974)». HorrorNews.net.
[2] Condit, Jon: «From Here to Obscurity: Killdozer – Dread Central». Dread Central.com.
[3] Smith, Andrew: «Killdozer (1974)». PopcornPictures.co.uk.