Un grupo de científicos son convocados para viajar a una isla donde un hombre de negocios pretende presentarles una innovadora experiencia: un parque temático centrado en dinosaurios reales, recreados por medio de la ingeniería genética. Mientras están visitando el lugar los sistemas de seguridad fallan por la actividad intencionada de un empleado.
Dirección: Steven Spielberg. Producción: Universal Pictures, Amblin Entertainment. Productores: Kathleen Kennedy, Gerald R. Molen. Productores asociados: Lata Ryan, Colin Wilson. Guion: Michael Crichton, David Koepp, según la novela de M. Crichton. Fotografía: Dean Cundey. Música: John Williams. Montaje: Michael Kahn. Diseño de producción: Rick Carter. FX: Stan Winston Studio, Tippett Studio, Industrial Light & Magic. Intérpretes: Sam Neill (Dr. Alan Grant), Laura Dern (Dra. Ellie Sattler), Jeff Goldblum (Dr. Ian Malcolm), Richard Attenborough (John Hammond), Bob Peck (Robert Muldoon), Martin Ferrero (Donald Gennaro), BD Wong (Dr. Henry Wu), Joseph Mazzello (Tim Murphy), Ariana Richards (Lex Murphy), Samuel L. Jackson (Ray Arnold), Wayne Knight (Dennis Nedry), Gerald R. Molen [acreditado como Jerry Molen] (Dr. Harding), Miguel Sandoval (Juanito Rostagno), Cameron Thor (Dodgson), Christopher John Fields, Whit Hertford, Dean Cundey, Jophery C. Brown, Tom Mishler, Greg Burson, Adrian Escober, Richard Kiley, Brad M. Bucklin, Laura Burnett, Michael Lantieri, Gary Rodriguez, Lata Ryan, Brian Smrz, Rip Lee Walker, Robert ‘Bobby Z’ Zajonc… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1993. Duración y datos técnicos: 127 min. color 1.37:1 (ratio del negativo) 1.85:1 (ratio de proyección).
Michael Crichton (1942-2008) fue uno de esos profesionales que recorrieron en su carrera un camino bastante variado. Comenzó como escritor, para después también ejercer la labor de guionista de cine, tanto para adaptar su propia obra como para crear historias originales. El siguiente escalón consistió en pasar al campo de la dirección, que de igual modo se dividió entre adaptaciones propias o tramas ajenas[1]. Doctor en Medicina por la Harvard Medical School en 1969, su obra literaria ―que se alterna entre la intriga de muy distinto tono y la ciencia ficción, cruzándose entre sí― se caracteriza por una base científica muy precisa, con una documentación sólida, que busca conferir la máxima credibilidad a lo que expone. Como director trató de aligerar ese acento, y tendió sobre todo a un tono aventurero y cierta inflexión de serie B. En esa faceta debutó con la simpática Almas de metal (Westworld, 1973), a partir de un guion original propio, que trataba acerca de un peculiar parque de entretenimiento donde su espectáculo se descontrola y ataca a los visitantes ―en concreto, robots que emulan períodos históricos ya inexistentes―. En su novela Jurassic Park – Parque Jurásico (Jurassic Park, 1990) retomó exactamente la misma idea, pero reemplazando los robots por dinosaurios.
Steven Spielberg, que tenía una relación previa con Crichton debido a que estaban preparando juntos la excelente serie de médicos Urgencias (ER, 1994-2009), se hizo con los derechos, y los prebostes de la Universal le forzaron a hacer la película a cambio de dar luz verde al proyecto de La lista de Schindler (Schindler’s List, 1993). El director referiría que, con Jurassic Park – Parque Jurásico (Jurassic Park, 1993) intentaba hacer “una buena secuela de Tiburón, pero en tierra”[2], y también mencionó la primera película de Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, Ishirô Honda, 1954), como inspiración.
El film comienza con la presentación de los diversos personajes que van a tener lugar en la función, tal como en las películas de catástrofes de los setenta. Paralelamente a ello, tenemos una escena inicial, con un equipo del Parque Jurásico trasladando una caja ―y que arranca con un obvio homenaje a King Kong (King Kong, Ernest B. Schoedsack, Merian C. Cooper, 1932), con los árboles agitándose por algo enorme que se va aproximando… y que resulta ser el vehículo que transporta el contenedor― que lleva un dinosaurio en su interior y que, en un fallo de seguridad, provocará la muerte de uno de los empleados. Esta escena supone una especie de resumen y, al tiempo, de presagio, de todo lo que vendrá después.
Una de las virtudes de la cinta, que podría verse superficialmente como una sucesión de escenas de acción donde unos personajes intentan escapar del ataque de unos monstruos, es otorgar una dimensión psicológica superior a la media dentro de este tipo de películas a esos roles referidos. El guion escrito entre el propio Michael Crichton y David Koepp[3] se focaliza en esos interlocutores, otorgándoles un pasado, aunque este solo se perciba entre líneas, pero queda implícito en su comportamiento (tal como sucede con los personajes, por ejemplo, de las películas de Howard Hawks).
En este sentido, el personaje más interesante es el protagonista, el doctor Alan Grant, que sufre cierto rechazo hacia los niños ―esta idea, ausente de la novela, fue de Spielberg―. Nada más surgir, da un merecido escarmiento a un repelente muchachito, y la consideración de tener hijos no está entre sus objetivos. Cuando aparecen los nietos de Hammond, su inicial reacción es negativa, pero a medida que los hechos se sucedan desarrolla de forma automática una actitud protectora hacia los chavales, en particular hacia el niño. Esta historia de progresivo enamoramiento paterno-filial, muy característica de Spielberg por otra parte, está sin embargo planteada con una riqueza de matices que acrecienta el perfil de los personajes.
La doctora Ellie Sattler dice mantener una relación con Grant, pero esta parece ser bastante flexible, y podemos apreciar los débiles inicios de un intento de aproximación hacia el doctor Ian Malcolm, quien sí tiene una clara disposición hacia ella, y que es un matemático con un gran sentido del humor salpicado de una simpática ironía. Por su parte, el creador de todo el proyecto, John Hammond, es un veterano hombre de negocios que ha ido haciéndose a sí mismo; le interesa el dinero, desde luego, pero cuando todo se desmanda la preocupación por los demás es lo primero. El hecho de que lo interprete el gran actor británico Richard Attenborough, que daría vida justo después a Papá Noel en Milagro en la ciudad (Miracle on 34th Street, Les Mayfield, 1994), acrecienta la imagen de bonhomía que transmite al personaje, e incluso luce idéntica barba.
Podría argüirse que todo lo que acontece no es sino una sucesión de elementos fortuitos, que la trama se sostiene por una serie de casualidades, pero precisamente esa es la base, es la escenificación de la teoría del caos que ha expuesto Malcolm mientras viajaban en el helicóptero. Cuando llegan a la isla, Hammond da el primer golpe de efecto a los visitantes mostrándoles unos apacibles dinosaurios pastando, y luego los conduce a las oficinas donde les proyecta un film de dibujos animados explicativo ―idea de Spielberg, para simplificar las detalladas disquisiciones del libro, y que sin duda debió venirle inspirado por la película Con destino a la Luna (Destination Moon, Irving Pichel, 1950), y donde se hace exactamente lo mismo para exponer el vuelo lunar por medio de un corto del Pájaro Loco―. Tras esto, tenemos una discusión entre los diversos personajes que trata de dirimir el fondo moral de la creación de ese parque, una escena cautivante que ayuda a aportar las posturas de cada uno de ellos.
Y después viene el espectáculo. Es increíble que, a día de hoy, viendo esta película estrenada en 1993, los efectos especiales sigan resultando tan convincentes. Los dinosaurios fueron recreados mezclando distintas técnicas, según conviniera al momento, y así en una misma escena podemos tener una alternancia entre animatronics y recreaciones por CGI, e incluso hay un pequeño uso de stop-motion en momentos puntuales. Spielberg va administrando con cuidado el modo en que va mostrando a las criaturas, para de ese modo conseguir que la expectación del público se mantenga: durante la escena de la caja solo vislumbraremos un ojo; después, vemos a esos dinosaurios pastando, pero es un plano muy breve; cuando todo arranca es de noche, para conferir a la situación un ambiente más terrible, y también para ocultar, en cierta manera, a los monstruos; al fin, cuando amanece, se produce el estallido, como un florecimiento repentino.
Muchas veces, un film espectáculo puede perderse dentro de su propia espectacularidad, y convertirse en un mero fuego de artificio, que una vez se extingue no deja huella. El talento de Spielberg al presentarnos este Parque Jurásico es hacerlo con material de primer orden, gracias también a un reparto muy bien escogido, donde ni siquiera chirrían los niños, pese al desprecio que produce en muchos espectadores[4], y el sentido de la magia y el entusiasmo que inunda a algunos de los personajes a lo largo de la historia se contagia, produciendo un pasatiempo de primera categoría, concebido con materiales sólidos y que provoca, por ende, una enorme satisfacción. Si el Parque Jurásico se desmantela por una serie de factores, no sucede así con la película que lo contiene, creando una de las mejores cintas de dinosaurios que puedan concebirse.
Anécdotas
- Rodada con un presupuesto estimado de 63 millones de dólares.
- En 1994, en los Oscar, fue premiada en las categorías de mejor sonido, mejor edición de sonido y efectos visuales. En los BAFTA del mismo año se premió los efectos especiales y como film más popular, y fue candidata al sonido. La Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films la premió como mejor película de ciencia ficción, director, guion y efectos especiales, y la nominó actriz (L. Dern), actor secundario (J. Goldblum y W. Knight), intérprete joven (J. Mazzello y A. Richards), música y vestuario.
- El papel del doctor Alan Grant fue ofrecido a Harrison Ford, pero este lo rechazó por considerarlo inadecuado para él. A Sean Connery le ofrecieron el papel de John Hammond, pero tampoco lo aceptó.
- Sandra Bullock, Gwyneth Paltrow, Julianne Moore, Helen Hunt, Teri Hatcher, Elizabeth Hurley y Sherilyn Fenn fueron candidatas al papel de Ellie Sattler.
- Jim Carrey fue considerado para el papel de Ian Malcolm.
- Richard Kiley pone voz al guía del vehículo turístico.
- James Cameron estaba interesado en adaptar la novela, pero los derechos fueron comprados unas horas antes de que él pusiera el empeño. Él hubiera puesto a Arnold Schwarzenegger como Grant, Bill Paxton como Malcolm y Charlton Heston como Hammond. Tim Burton, Richard Donner y Joe Dante también intentaron optar a los derechos.
- Se hizo una versión en 3D que se estrenó en 2013.
- Secuelas:
El mundo perdido: Jurassic Park (The Lost World: Jurassic Park, S. Spielberg, 1997).
Jurassic Park III – Parque Jurásico III (Jurassic Park III, Joe Johnston, 2001).
Jurassic World (Jurassic World, Colin Trevorrow, 2015).
Jurassic World: El reino caído (Jurassic World: Fallen Kingdom, Juan Antonio Bayona, 2018).
Jurassic World 3 (Jurassic World: Dominion, C. Trevorrow, 2021) [rodándose].
- Estrenada en Estados Unidos el 9 de junio de 1993 en una premier en Washington D.C., y luego masivamente el 11 de junio. En España se estrenó el 30 de septiembre.
Bibliografía
Jurassic Park (Parque Jurásico); por Michael Crichton; traducción de Daniel R. Yagolkowski. Barcelona: Plaza & Janés, 1995. Colección: Jet; nº 202 – Jet Michael Crichton; nº 6. T.O.: Jurassic Park (1990).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Como director incluso adaptó una novela ajena, Coma (Coma, 1977), de Robin Cook, con el film Coma (Coma, 1978).
[2] McBride, Joseph: Steven Spielberg. New York: Faber and Faber, 1997; pág. 418.
[3] Crichton escribió inicialmente el guion él solo, reduciendo el contenido de la novela a un diez o veinte por ciento. Malia Scotch Marmo, hizo una reescritura, sin quedar acreditada, y cuando Spielberg creyó precisa una nueva reescritura, se contrató a Koepp.
[4] En el momento del estreno de la película en España se produjo una huelga de dobladores, y el doblaje de la presente cinta se produjo por un equipo inhabitual, lo que conduce a que los niños tengan unas voces extrañas y provoquen un mayor rechazo al espectador, habituado a las voces de siempre. Por supuesto, viendo la película en versión original subtitulada no existe ese inconveniente.