Unos alpinistas se separan en dos grupos, y uno de ellos, compuesto por dos hombres, desaparece tras una terrible tormenta. En la cabaña donde debieran haber estado encuentran a uno de ellos muerto, y solo quedan algunas prendas abandonadas, unos extraños restos de pelo y unas huellas enormes en la nieve. Una partida de rescate parte en busca del supuesto superviviente cuando llega la primavera.

Dirección: Ishirô Honda. Producción: Toho Company. Productor: Tomoyuki Tanaka. Guion: Takeo Murata, según argumento de Shigeru Kayama. Fotografía: Tadashi Iimura. Música: Masaru Satô. Montaje: Shûichi Anbara. Diseño de producción: Tatsuo Kita. FX: Eiji Tsuburaya (director de efectos especiales), Akira Watanabe (director artístico de efectos especiales), Kaimai Eizo (efectos especiales), Sadao Iizuka (efectos visuales), Hiroshi Mukoyama (efectos visuales ópticos). Intérpretes: Akira Takarada (Takeshi Iijima, miembro del club alpino), Akemi Negishi (Chika, aldeana), Momoko Kôchi (Machiko Takeno, pareja de Iijima), Nobuo Nakamura (profesor Koizumi), Sachio Sakai (Nakata, miembro del club alpino), Kokuten Kôdô (jefe de la tribu), Yoshio Kosugi (Oba, tratante de animales), Akira Tani (matón regordete, acólito de Oba), Kenji Kasahara (Shinsuke Takeno, hermano menor de Machiko), Senkichi Ômura (aldeano), Toshitsugu Suzuki [acreditado como Kôji Suzuki] (Kurihara, miembro del club alpino), Ren Yamamoto (Shinagawa, miembro del club alpino), Akira Sera (Matsui, hotelero), Yasuhisa Tsutsumi (Kodama, reportero), Tadashi Okabe (Takeno, hermano mayor de Machiko), Etsuo Saijô, Kamayuki Tsubono, Akira Yamada, Shôichi Hirose, Yutaka Nakayama, Ichirô Chiba, Kihachi Okamoto, Takuzô Kumagai, Haruo Nakajima, Shigeo Katô, Akio Kusama, Rinsaku Ogata, Keiichirô Katsumoto, Kôichi Satô,  Kazuo Fukuda, Hiroshi Akitsu, Kyôko Ozawa, Fuminori Ôhashi, Takashi Itô… Nacionalidad y año: Japón 1955. Duración y datos técnicos: 95 min. B/N 1.37:1.

 

Ishirô Honda (1911-1993) comenzó haciendo documentales y films de guerra, con alguna excepción, hasta que fue lanzado a la fama con la mítica Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, 1954). Tras esta rodó Koi-gesho (1955) y Oen-san (1955), que nada tenían que ver con el género, siendo la primera una comedia, y al fin se hizo cargo de Jû jin yuki otoko (1955), un film tokusatsu, es decir, de efectos especiales, esta vez apartado de los kaiju-eiga, y centrándose en el mito del abominable hombre de las nieves. Por aquellos tiempos, del Himalaya procedían rumores sobre la existencia de una criatura llamada Yeti[1], sobre todo después de unas famosas fotografías de pisadas realizadas por el explorador Eric Shipton en 1951. En 1954 el periódico británico Daily Mail organizó una expedición con el fin de localizar la criatura, pero esta se saldó con el fracaso, pese a lo cual la fiebre por esa leyenda se desató totalmente. En Estados Unidos se rodó la película The Snow Creature (W. Lee Wilder, 1954), en el Reino Unido The Abominable Snowman [tv/dvd: El abominable hombre de las nieves, Val Guest, 1957][2] y en Japón la presente.

Lo mejor de esta película es su ambiente lóbrego. Comienza con una noche de tormenta, cuando un periodista llega a la sala de espera de una estación ferroviaria, donde se hallan los abatidos miembros de una expedición. Estos le contarán lo que sucedió. El largo flashback, que ocupa todo el resto de la película, salvo una leve interrupción hacia la mitad, y el epílogo, se centra en desvelar todo lo acontecido. Comienza con un efímero episodio en la nieve, donde el blanco resplandor de esta parece presagiar momentos calmos; sin embargo, pronto se levanta una ventisca y, con ello, arranca la tragedia. Tras aparecer uno de los montañeros muerto y otro desaparecer, se espera hasta la llegada de la primavera para ir en su busca.

Lo que viene a continuación es una expedición por las selvas del Japón, y recuerda mucho a lo que después veremos en otras producciones de monstruos de la Toho, como la parte isleña de King Kong contra Godzilla (Kingu Kongu tai Gojira, I. Honda, 1962), por ejemplo. Incluso tendremos una extraña tribu que venera a la criatura que mora por la región, aunque en este caso no es tanto una tribu, sino los burakumin, la clase social más baja de Japón, que en el film aparecen deformes por algún tipo de radiación (no se llega a explicar) y son regidos por un anciano déspota y violento[3]. Toda esa parte se ambienta, como se dice, en medio de la jungla, oscura y tenebrosa. Después, los momentos finales del film ofrecen una violencia inusitada, con un tono sombrío en todo instante. Sorprende leer la crítica de los biógrafos de Honda[4], que definen la película como de “trama débil, personajes sin definir y un humor que desorienta”, cuando no hay humor alguno en todo el film, siendo de una gravedad ostentosa.

Sí tienen razón, por el contrario, en las otras dos alegaciones, es decir, esa trama débil, y los personajes sin definir. En todo caso, el guion, debido al esquema con el que se despliega, ofrece mayor riqueza narrativa que si se hubiera estructurado con linealidad. Los personajes, eso sí, son indistinguibles, y tenemos un grupo confuso donde solo distinguimos los hombres de las mujeres por razones obvias. En realidad, tenemos dos grupos, el de los expedicionarios que van en busca del compañero desaparecido, y otro, dirigido por un tratante de animales muy similar a los que aparecen en las películas de Tarzán, que ha oído la leyenda de la criatura que habita por la región y la busca con el fin de explotarla comercialmente.

Este elemento último, junto a otros detalles de la trama, entronca este film con el mítico King Kong (King Kong, Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack, 1933), así el aspecto de la criatura, o el trato que se le dará a partir de un momento determinado. Por cierto que ciertas fotografías comerciales dan a entender que se trata de un ser gigantesco, cuando en realidad tiene la estatura de un ser humano alto, sin más. El monstruo vive en una cueva con un hijo, y todo hace sospechar que se trata de un macho, por el interés que muestra por la chica de la expedición. Ese abominable hombre de la selva no se manifiesta como peligroso, e incluso salvó al montañista desaparecido, impulsado por la soledad de la paulatina desaparición de sus congéneres, y solo ataca, como es norma, ante el ataque de los humanos.

Pese a su sencillez, es una película atractiva, en especial por esa referida oscuridad, con muertes muy violentas hacia el final. Los efectos especiales ofrecen al monstruo con el característico estilo de los films nipones, es decir, un hombre disfrazado (Fuminori Ôhashi, pero acreditado como Sanshirô Sagara), aunque al final, mientras asciende por unas rocas, es reemplazado por una figura en stop-motion, algo insólito en este tipo de filmes. También sorprende el plano en el cual la criatura levanta sobre la cabeza al líder de los malos, antes de matarlo, y donde el actor es sobreimpresionado por efectos ópticos, sin duda porque el que lleva el traje no tiene fuerzas para izarlo, pero ello da un ambiente extraño a la situación.

 

Anécdotas

  • Título de rodaje: S-Project.
  • Título en Estados Unidos y el Reino Unido: Half Human.
  • En Estados Unidos se hizo un remontaje, cortando escenas y añadiendo otras, dirigidas por Kenneth G. Crane, que se estrenó en 1958 con el título de Half Human: The Story of the Abominable Snowman, con participación de John Carradine, Russell Thornson y Morris Ankrum, entre otros, con una duración de 63 minutos. Se estrenó en programa doble con Monster from Green Hell (1958), dirigida también por Crane.
  • El futuro director Kihachi Okamoto ―Samurai (1965), La batalla de Okinawa (Gekido no showashi: Okinawa kessen, 1971)― es aquí ayudante de dirección (en su último cometido en esa labor), además de trabajar como extra en el papel de uno de los exploradores.
  • Estrenada en Japón el 14 de agosto de 1955.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] El apelativo de “abominable hombre de las nieves” fue acuñado en 1921, por parte del teniente coronel Charles Howard-Bury, en su libro Mount Everest The Reconnaissance, 1921, en el que participaba la crónica de la conocida como “Expedición británica al Everest 1921”, donde localizó las huellas de una criatura. Su sherpa las definió como pertenecientes al “Hombre salvaje de las nieves”, al que daban el nombre de “metoh-kangmi”: “metoh” significa “oso hombre” y “kangmi” hombre de las nieves.

[2] Derivada de una miniserie televisiva, The Creature (Rudolph Cartier, 1955), con guion de Nigel Kneale, quien también se encargaría del libreto del remake cinematográfico por parte de la Hammer.

[3] Por esa imagen que ofrece la película de ese grupo social la Toho ha prohibido la película en Japón, impidiendo su edición en vídeo o DVD.

[4] En Ryfle, Steve; Godziszewski, Ed (2017): Ishiro Honda: A Life in Film, from Godzilla to Kurosawa; Wesleyan University Press.