Richard ha desaparecido tras una visita de placer a las islas griegas, y en su busca parte dos amigos, Tony y Bob, así como su prometida Penelope, y allí se les une el mayor Derek Longbow, el agregado militar en el país helénico, e inician la búsqueda. Las pistas parecen indicar que estaba implicado en una relación con una misteriosa mujer llamada Chriseis.

Dirección: Robert Hartford-Davis [acreditado como Michael Burrowes]. Producción: Lucinda Films, Titan International Productions. Productor: Graham Harris. Productor delegado: Peter Newbrook. Guion: Julian More, según la novela Doctors Wear Scarlet de Simon Raven. Fotografía: Desmond Dickinson. Música: Robert Richards. Montaje: Peter Thornton [sin acreditar]. Diseño de producción: George Provis. Intérpretes: Patrick Macnee (mayor Derek Longbow), Peter Cushing (Dr. Walter Goodrich), Alexander Davion (Tony Seymour), Johnny Sekka (Bob Kirby), Madeleine Hinde (Penelope), Edward Woodward (Dr. Holmstrom), William Mervyn (Marc Honeydew), Patrick Mower (Richard Fountain), David Lodge (coronel), Imogen Hassall (Chriseis), John Barron (diplomático), Valerie Van Ost (esposa de Don), Theo Moreos (alcalde), Nick Pandelides (monje superior), Andreas Potamitis (jefe de policía), Theodosia Elefthreadon, Hristos Eleftheriadis, Ernest Fennemore, Victor Harrington, Françoise Pascal, Emile Stemmler, Marianne Stone… Nacionalidad y año: Reino Unido 1971. Duración y datos técnicos: 87 min. color 1.37:1 (formato del negativo) 1.85:1 (formato de proyección).

 

Simon Raven (1927-2001) fue un escritor de peculiar vida[1], que entre sus muchas facetas sintió un gran interés por lo sobrenatural. Dentro de ese ámbito hay que referir la edición en castellano de un relato de fantasmas, «La botella de 1912» («The Bottle of 1912», 1961)[2], así como la novela que es objeto de traslación en el film que comentamos, y que en España adoptó el título de Chriseis; el apelativo en inglés es Doctors Wear Scarlet, y ese «doctors» no se refiere a los médicos, sino a los doctores universitarios, por lo cual la traducción sería «Los doctores visten de escarlata» ―el color rojo es una referencia importante a lo largo del film―. En esta novela, según cita la Wikipedia en inglés «aparecen vampiros balcánicos (aunque son practicantes del vampirismo como desviación sexual y no una manifestación sobrenatural real) y que fue citada por Karl Edward Wagner como una de las trece mejores novelas sobrenaturales».

El director Terence Fisher estaba muy interesado en esta obra de Raven, y durante mucho tiempo luchó por llevarla a la pantalla, pero finalmente cayó en manos de los productores Graham Harris y Peter Newbrook, quienes, a través de las compañías Lucinda Films y Titan International Productions se ocuparon de adaptarla. La primera de ellas solo tiene otro film en su nómina, el policial The Smashing Bird I Used to Know (1969), y la segunda, amén de esa misma cinta, también aportó Corrupción (Corruption, 1968), otra cinta de terror, protagonizada por Peter Cushing, así como la comedia The Sandwich Man (1966), todas realizadas por Robert Hartford-Davis, quien, por lógica, fue también instado a ponerse al cargo de la presente. Tras Incense for the Damned, el director británico no se volvió a asociar con ellos, pues quedó muy descontento con la relación desarrollada a lo largo de su rodaje: de hecho, se negó a tener nada que ver con la película, declarando que no creía que estuviera terminada. En algunas copias aparece acreditada a un inexistente Michael Burrowes, y en otras ni siquiera figura un nombre de realizador, pues el film fue reeditado a fondo durante la posproducción, y también hubo problemas de presupuesto.

Nunca podremos saber qué hubiera salido de haberse respetado la idea original de Hartford-Davies, ni, mucho menos, lo que habría realizado Fisher con semejante material de partida ―el hálito de paganismo que palpita en el film encuentra ecos en esa obra maestra que es The Devil Rides Out [tv/dvd: La novia del diablo, 1968]―. No he leído el libro, pero se adivina una idea de lo más jugosa. El crítico Phil Hardy refiere que el film es «una adaptación bastante fiel de la novela», aunque considera que no transmite de forma adecuada la noción de que «el vampirismo no es un fenómeno sobrenatural, sino un trastorno sexual relacionado con la impotencia», y que el «potencial subversivo» de la historia se desperdicia en «representaciones de la decadencia jipi con efectos psicodélicos de cliché, secuencias de persecución mal montadas y oposiciones fáciles entre el supuesto paganismo griego y el campo de cricket de Oxford gentilmente represivo»[3].

Salvo el detalle sobre la novela, obvio es, que no puedo contrastar, todo lo demás que refiere Hardy lo comprendo e incluso apoyo en su mayoría. Aunque los efectos psicodélicos me parecen que representan la constantes del cine de la época, y lo de las «secuencias de persecución mal montadas» es de lo más patente, aunque no está claro si es debido a una incapacidad de Hartford-Davis para filmarlas, al destrozo debido a ese montaje manipulador o a propia incompetencia del montador. De hecho, hay muchas escenas que acaban de un modo brusco, cuando uno espera que se le aporte más información o que, al menos, la escena finalice de un modo menos tosco, y durante gran parte del film no se termina de entender muy bien qué se pretende contar. Al poco de empezar la película hay una escena de orgía muy larga, para que luego el resto del film disponga de esa narración espasmódica y entrecortada. La orgía es la que ofrece esos «efectos psicodélicos», y dispone de bastantes desnudos pero, realmente, poco sexo, y viene acompañada por una muy buena música.

Nos enteraremos, más o menos, que Richard es un profesor universitario, que ha huido del Reino Unido para escapar de la novia que le quieren encasquetar, del control férreo de su futuro suegro, rector de la universidad donde ejerce (e interpretado por un Peter Cushing sensacional, que aporta una variedad de matices sugerente), e incluso del aire de represión que se respira en la facultad. También tiene problemas con su propia sexualidad, y en su búsqueda de nuevas vías se interna en los vericuetos del sadomasoquismo; ahí es donde entra Chriseis, una muchacha con la que se encuentra en las islas griegas y que practica el vampirismo como una forma de «desviación» sexual. Pero ¿es solo eso, o algo más? ¿Es un vampiro en más de un sentido?

Y es que el vampirismo que presenta la cinta es un tanto ambiguo. Se hace alusión a la implicación sexual en el acto de chupar sangre, pero en todo momento parece haber algo sobrenatural aleteando en el ambiente, y resulta evidente que Penelope, la prometida de Richard, tiene alguna conexión psíquica con él o que puede predecir hechos posteriores. Por lo demás, el culto en el cual está implicada Chriseis no tiene escrúpulos en efectuar sacrificios humanos. Y los personajes protagonistas, hombres racionales y cultos, también se plantean la posibilidad del vampirismo como un hecho asombroso auténtico, que queda confirmado por el contundente plano final del film, que no precisaremos, por supuesto.

El film es sumamente sugerente, y es una lástima que los productores fueran tan cortos de miras y castrasen el desarrollo del rodaje de modo tan ofuscado, pues podría haber deparado una cinta de lo más atrayente. Diversas lecturas se superponen, aunque no terminan de definirse, y el clímax, sobre los tejados universitarios, semeja un tanto chusco e improvisado a última hora (aunque, si como refiere Hardy, el film es fiel a la novela, eso también estaría en ella). Ese paganismo helénico que se convoca es apasionante, y resulta muy seductora la visión que tiene Penelope (¿es casualidad el nombre, en busca de su Ulises retenido por Calipso?), donde ve a Richard invocando a los dioses griegos con una túnica escarlata, y que a primera vista hace pensar en un hábito de  oficiante de la antigua Grecia, pero que al final descubrimos que es el de un doctor universitario británico. Pese a la incomodidad que representa su visionado, al ser conscientes de lo que pudo ser y no es, Incense for the Damned aparece como un film atractivo, prometedor, complejo y atrevido. A día de hoy, la forma en que aparece el personaje de Bob, el amigo negro de Richard, es moderna y adelantada a su tiempo, aunque el modo con el que enfoca el sexo el profesor experto en lo oculto se ve hoy día algo trasnochado.

 

Anecdotario

  • Título de rodaje: Doctors Wear Scarlet.
  • Títulos alternativos: Bloodsuckers / Blood Suckers / Freedom Seekers / Incense of the Damned.
  • Título en México: Vampiros del terror.
  • El rodaje ocupó entre el 8 de abril y junio de 1969, en Hydra, Grecia, y Kyrenia, Norte de Chipre, así como en diversas localizaciones de Oxford, Royal Holloway, en Egham, y Virginia Water, en el Reino Unido.
  • Las dos pastillas de LSD que Françoise Pascal toma en la secuencia de la orgía eran en realidad dos aspirinas.
  • En la copia estrenada en Francia se rodaron tomas adicionales para la escena de la orgía, con actores diferentes.

  • La versión cinematográfica británica inicial, además de calificarla X, fue recortada aún más por la BBFC, que abrevió la escena de la orgía y eliminó una toma de un hombre besando los pechos de una mujer. La película se retituló Bloodsuckers en el Reino Unido y la versión en vídeo de 1986 incluía la misma copia recortada. La edición en DVD de 2003 incluía una copia reeditada (con tomas previamente eliminadas del cuerpo de una mujer apuñalada en topless), pero la escena de la orgía solo se incluyó como extra en el disco. La BBC TV emitió la versión sin cortes (con la escena de la orgía incluida en la película) como Incense For The Damned.
  • Estrenada en el Reino Unido en septiembre de 1972.

 

Bibliografía

«Chriseis»; por Simon Raven. En Vampiros; recopilación de Ornella Volta y Valerio Riva; prefacio de Roger Vadim; traducción de Pedro Baquedano. Barcelona: Paneuropea de Ediciones y Publicaciones, 1974. Colección: Galería Macabra; s/n. T.O.: Doctors Wear Scarlet (1960). 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Invito al lector que se lea la entrada dedicada a él en la Wikipedia en inglés, pues resulta de lo más apasionante.

[2] En la antología Historias de fantasmas de la literatura inglesa (II); recopilación de Michael Cox y R. A. Gilbert; traducción de Antonio Desmonts. Barcelona: Edhasa, 1989. Colección: Narrativas Fantásticas; s/n.

[3] Hardy, Phil, ed. (1986). The Encyclopedia of Horror Movies. New York: Harper & Row Publishers; pág. 222.