Escocia, 1884. Al castillo de los Blackford regresa la hija, Emily, acompañada de su prometido y la hermana de este. El hermano de Emily, Roderick, le informa que su padre ha muerto en un incendio, y que en una zona de la casa está grabada una leyenda, que predice que ella morirá cuando cumpla veintiún años. La conmemoración acontecerá en pocos días…

Dirección: Alberto De Martino [acreditado como Martin Herbert]. Producción: Film Columbus, Llama Films. Productor: Alberto Aguilera. Productores ejecutivos: Natividad Zaro, Italo Zingarelli. Guion: Giovanni Grimaldi [acreditado como Jean Grimaud], Bruno Corbucci [acreditado como Gordon Wilson Jr.], Natividad Zaro [solo en la copia española], inspirado en el relato «The Fall of the House of Usher» de Edgar Allan Poe. Fotografía: Alejandro Ulloa [acreditado como Alexander Ulloa]. Música: Carlo Franci [acreditado como Francis Clark], Giuseppe Piccillo [sin acreditar]. Montaje: Otello Colangeli. Dirección artística: Leonard Bubleg. FX: Emilio Ruiz del Río [efectos especiales]. Intérpretes: Gérard Tichy (Roderick Blackford), Leo Anchóriz (doctor Atwell), Ombretta Colli [acreditada como Joan Hills] (Emily Blackford), Helga Liné (Miss Eleonor, el ama de llaves), Irán Eory (Alice Taylor), Vanni Materassi [acreditado como Richard Davis] (John Taylor), Paco Morán [acreditado como Frank Moran] (Alistair, el mayordomo), Emilia Wolkowicz [acreditada como Emily Wolkowicz] (la cocinera), Harry Winter (guardabosques)… Nacionalidad y año:  España, Italia 1963. Duración y datos técnicos: 89 min. B/N 1.85:1.

 

Horror (1963) fue la primera película de terror dirigida por Alberto De Martino, y la última de las que rodó en blanco y negro. A lo largo de su carrera, y dentro del género fantástico o de terror, realizó El valle de los hombres de piedra / Perseo l’invincibile (1963), El triunfo de Hércules (Il trionfo di Ercole / Le triomphe d’Hercule, 1964), El hombre de los ojos de hielo (L’uomo dagli occhi di ghiaccio, 1971), El asesino está al teléfono (L’assassino… è al teléfono / Moordenaar aan de telefoon / L’assassin est au téléphone, 1972), El anticristo (L’anticristo, 1974), Holocausto 2000 (Holocaust 2000, 1977), El hombre puma (L’uomo puma, 1980), Lazo mortal (Blood Link / Extrasensorial, 1982), 7, Hyden Park: la casa maledetta (1985) y Miami Golem [vd: Wolf Back, 1985], y puede que me deje alguna, por eso de la ambigüedad o ambivalencia temática. Solo por El anticristo, De Martino ya merece una consideración dentro de la historia del género, pero en todo caso se trata de un director de valía.

Nuestro realizador había debutado en 1961 con uno de los géneros de moda, el péplum, con El gladiador invencible / Il gladiatore invincibile (1961), y luego pasaría a otra muestra igualmente popular, el spaghetti-wéstern, además con elementos humorísticos, El sheriff terrible / Due contro tutti (1962); ambas, según parece, las codirigió junto al español Antonio Momplet. Su primer film en solitario fue otro péplum, este con complementos fantásticos, el delicioso El valle de los hombres de piedra (aunque algunas fuentes adjudican la co-realización a Jorge Grau, ayudante de dirección en la película) y después ya vino la presente.

Imagino que la decisión de rodarla en blanco y negro fue, por un lado, por motivos de presupuesto, y por otro, para seguir la corriente de previas cintas de terror italianas, como la exitosa, y excepcional, La máscara del demonio (La maschera del demonio, Mario Bava, 1960). Viendo Horror (1963) —meditadísimo título, desde luego—, lo primero que viene a la mente es el ciclo de películas que en 1960 inició el realizador norteamericano Roger Corman inspirado en la obra de Edgar Allan Poe, aunque este rodara en color. Ese grupo fílmico arrancó con La caída de la casa Usher (House of Usher), y precisamente la presente también toma como base el estupendo relato, pero de forma un tanto lejana, siendo, en realidad solo los diez últimos minutos de la película. Algunas fuentes acreditan que la cinta también se inspira, amén de en «The Fall of the House of Usher» (Burton’s Gentleman’s Magazine, septiembre de 1839), en otras dos historias más del autor de Boston, «Un cuento de las Montañas Escabrosas» («A Tale of the Ragged Mountains», Godey’s Lady’s Book, abril de 1944) y «Conversación con una momia» («Some Words with a Mummy». American Review: A Whig Journal, abril de 1945). De la primera escogería, en exclusiva, la idea del mesmerismo, y de la segunda soy incapaz de encontrar el más mínimo parecido.

De cualquier manera, el propio De Martino declararía que se inspiró, en particular, en Alfred Hitchcock, y ello se detecta, sobre todo, en el personaje de Helga Liné, que encarna a un ama de llaves muy en la línea de la mítica señora Danvers de Rebeca (Rebecca, 1940), y el film entero rezuma la atmósfera de misterio e intriga tan característica del cine del realizador británico, aunque por obvios motivos de la época en que se ambienta, el tono es más gótico, con la acción centrándose en un castillo en lugar de la mansión del relato de Poe, lo que acerca el resultado más a la obra de Ann Radcliffe, por poner un ejemplo. Además, toda la trama es una intriga maquiavélica, donde no comparece ningún elemento fantástico, aunque cierta aura como tal impregne el conjunto.

Así pues, como se ha dicho, la trama se centra en un ardid perpetrado en el castillo, donde los escasos personajes son todos sospechosos, diríase. Ello conduce a un guion en exceso dialogado de Giovanni Grimaldi y Bruno Corbucci, donde los actores no paran de hablar. Por lo demás, dados los visos de exportación del film y su condición de coproducción, unos hablan en inglés, otros en español y otros en italiano, lo que conduce a que los intérpretes estén demasiado concentrados en soltar sus discursos sin error, y las actuaciones se hagan rígidas, frías, distantes, convirtiéndose, de forma literal, en bustos parlantes. Así, quien mejor está es Helga Liné, que tiene menos líneas, y puede concentrarse en lanzar miradas intrigantes a diestro y siniestro. Pese a lo intrigante que resulta el guion, el espectador avezado adivinará sin problemas el causante de todo, no por las pistas que se aporten, que no hay ninguna, sino por una lógica de relacionar personajes entre sí.

Con esa trama de por medio, De Martino poco puede hacer, y se dedica a retratar las largas escenas de diálogos. En los momentos que resultan más variados es cuando se ocupa de buscar una composición que avive la narrativa: hay un plano bellísimo, desde las almenas del castillo, viéndose a Emily en camisón surcando una vereda de noche; y el momento en que la chica, en estado de catalepsia, va a ser enterrada, está planificado de forma extraordinaria, con ella rodada en el ataúd con ventanilla de cristal —como en La bruja vampiro (Vampyr, 1932), de Carl Theodor Dreyer— y todos los demás inclinándose sobre ella. La fotografía es debida a Alejandro Ulloa, uno de los mayores genios de nuestro cine, por lo cual en ese aspecto la película es brillante.

 

Anécdotas

  • Títulos anglosajones: Horror: The Blancheville Monster / The Blancheville Monster.
  • Parte del rodaje del film aconteció en el castillo de San Martín de Valdeiglesias, en Madrid. Los interiores se construyeron en Roma. El hall del castillo es el mismo que aparece, ese mismo año, en La frusta e il corpo, de Mario Bava.
  • En la copia inglesa, en la escena del prólogo, se añade un plano, extraído de un momento más adelantado del film, del rostro desfigurado del conde, en lugar de acabar con las manos, como es originalmente.
  • En alguna de las copias norteamericanas los nombres de los personajes se cambian, y la acción se hace transcurrir en el norte de Francia.
  • Sergio Corbucci no participó en la escritura del guion, tal y como refieren algunas fuentes.
  • La productora española Natividad Zaro aparece acreditada como coguionista en las copias españolas, al parecer por motivos meramente administrativos.
  • De Martino confesó en una entrevista[1] que el guion original fue revisado por él y por Sandro Continenza.
  • Estando De Martino alojado en el hotel Torre de Madrid, en la capital, compró unas revistas de cine, y en una de ellas aparecía Helga Liné, por lo que decidió contratarla.
  • Ombretta Colli, que interpreta a Emily, después se convertiría en una popular cantante, y luego en una política de derechas.
  • De Martino comentó: «Se ha convertido en un film de culto, y no lo sabía […] Pero solo es una peliculita sin importancia […] Lo único que me anima, cuando pienso en ella, es en la máscara que aparece, y que fue esculpida por mi padre»[2].
  • En un momento dado se ve la portada de un libro: Hypnotism and Magnetism, de Francis Anton Mesmer. En realidad, el autor se llamaba Franz, no Francis, y no escribió e Ipnotismo e magnetismo fue obra de Giulio Belfiore en 1903, quien popularizó las teorías de Mesmer en Italia.
  • En los Estados Unidos el film está de dominio público.
  • En el estreno español, la película se promocionó con la siguiente frase: «Aún con el pánico en la mirada, usted dirá: he pasado los noventa minutos más angustiosos de mi vida», y en los cines un cartel proclamaba: «Queda prohibida la entrada a las personas propensas al desmayo».
  • Estrenada en Italia el 6 de junio de 1963, y en España el 18 de mayo de 1964, en Madrid, en el cine Rex.

 

Bibliografía

«La caída de la casa Usher». En Cuentos completos. Edición comentada; por Edgar Allan Poe; recopilación de Fernando Iwasaki y Jorge Volpi; traducción de Julio Cortázar. Madrid: Páginas de Espuma, 2008. Colección: Voces; nº 113.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] «Entrevista a Alberto de Martino», por Diego López. En el blog La abadía de Berzano: https://cerebrin.wordpress.com/2015/06/04/entrevista-a-alberto-de-martino/

[2] En Italian Gothic Horror Films, 1957-1969; por Roberto Curti; prólogo de Ernesto Gastaldi. Jefferson, Carolina del Norte: McFarland & Company, 2015; pág. 87.