Hace tiempo Mia, una adolescente, perdió a su madre, y aún no lo ha superado. Un día, en una fiesta, surge la oportunidad de contactar con los muertos, literalmente, por medio de una «mano» que, al agarrarla, posibilita que quien lo hace sea poseído por un espíritu. Ello abrirá las puertas a un universo de horror.
Dirección: Danny Philippou, Michael Philippou. Producción: Bankside Films, Causeway Films, Head Gear Films, Metrol Technology, Screen Australia, Talk to Me Holdings, The South Australian Film Corporation. Productoras: Kristina Ceyton, Samantha Jennings. Co-productor: Christopher Seeto. Productores delegados: John Dummett, Noah Dummett, Sophie Green, Ari Harrison, Jeff Harrison, Phil Hunt, Stephen Kelliher, Daniel Negret, Miranda Otto, Danny Philippou, Michael Philippou, Dale Roberts, Compton Ross. Productora ejecutiva: Carly Maple. Guion: Danny Philippou, Bill Hinzman, basado en un concepto creado por Daley Pearson. Fotografía: Aaron McLisky. Música: Cornel Wilczek. Montaje: Geoff Lamb. Diseño de producción: Bethany Ryan. FX: Paul Katte, Nick Nicolaou, Helen Tuck (efectos de maquillaje), Josh Head (diseños de animatronics), Peter ‘Babylon’ Owens (técnico de efectos especiales), Marty Pepper (supervisor de efectos visuales). Intérpretes: Sophie Wilde (Mia), Alexandra Jensen (Jade), Joe Bird (Riley), Miranda Otto (Sue), Otis Dhanji (Daniel), Zoe Terakes (Hayley), Chris Alosio (Joss), Alexandria Steffensen (Rhea), Marcus Johnson (Max), Sunny Johnson (Duckett), Ari McCarthy (Cole), Hamish Phillips (Tyson), Kit Erhart-Bruce (Peck), Sarah Brokensha (Fiona), Jayden Davison (Jayden), James Oliver (James), Jett Gazley (Alex Varolli), Jude Turner, Zoe Terakes, Chris Alosio, Otis Dhanji, Zac Scott, Jess Kuss, David Roberts, Demi Van Kasteren, Pia Gillings, Robin Northover… Nacionalidad y año: Australia 2022. Duración y datos técnicos: 95 min. color 2.39:1.
Por lo que parece, los hermanos Danny y Michael Philippou[1] (conocidos como RackaRacka) han conseguido más de 1.500 millones de visitas en YouTube, con más de seis millones y medio de suscriptores sintonizados a través de sus canales en las redes sociales[2]. El IMDb glosa en su filmografía una gran cantidad de vídeos, un corto y tres miniseries de televisión, calificando de tal manera a RackaRacka (2013-2016), que tiene 54 episodios. Háblame (Talk to Me, 2022) representa, pues, su debut como directores de largometrajes cinematográficos[3]. Con anterioridad, Danny había trabajado en el departamento de electricidad de Babadook (The Babadook, Jennifer Kent, 2014), mientras que Michael lo hizo en equipos adicionales. De hecho, su labor en este ya clásico del terror australiano resulta muy significativo de cara a lo hecho en Háblame. Una de las productoras de la presente, Samantha Jennings, aparece en los agradecimientos de Babadook¸ y aquí ha sido fundamental para el desarrollo de la película.
La protagonista es Mia, una muchacha que, años atrás, perdió a su madre de forma trágica, y ese hecho aún no lo ha superado. Pasa la mayor parte del tiempo en casa de su amiga Jade, con quien también vive su hermano pequeño Riley y la madre, Sue. Estos, en cierta manera, son sus únicos amigos, pues los demás del círculo que frecuenta se sienten incómodos a su lado y la evitan. Un día se celebra una fiesta, y alguien trae un extraño objeto: semeja una mano de cerámica, extendida, como para estrecharla, y tiene montones de textos garabateados en ella, como se hace en las escayolas. Dicen que en su interior hay una mano de verdad, perteneciente a un médium. El juego consiste en que, si agarras la mano y dices «Háblame», verás a un fantasma frente a ti. Y si añades «Te dejo entrar», el espíritu toma posesión de tu cuerpo y habla a través de tu boca.
Queda evidente que el «truco» funciona, pese a que Jade diga al principio que es una trola. Podría parecer absurdo que algo tan terrorífico y peligroso sea aceptado por los chavales con esa inconsciencia, pero ya hemos visto que mucha gente de todas las edades se implican en retos virales absurdos que nadie con dos dedos de frente haría. Así pues, aparece como creíble que esos chavales inmaduros y ansiosos de experiencias vitales se enfrasquen en ese juego irracional. Además, resulta obvio que, una vez empezado, se vuelve adictivo, como una droga. Precisamente, podría verse como una alegoría de eso mismo.
El film arranca con un prólogo, rodado en un plano secuencia, donde un muchacho apuñala a su hermano y luego se suicida clavándose el cuchillo en un ojo. Más adelante comprobaremos qué relación tiene eso con todo lo demás. Y después ya entramos en la dinámica vital de Mia quien, como referimos, aún no ha superado la muerte de su madre, y tiene una relación muy distante con su padre. También patentizamos el tipo de relación de la familia de Jade: su madre está ausente gran parte del tiempo, y cuando aparece ejerce un control atosigante; y Riley es un preadolescente ansioso por sentirse adulto.
En ese ambiente, el grupo de chavales que se reúnen en la fiesta comienzan a obsesionarse con el juego de «Háblame». Al principio, hay mucho jujú y mucho jajá, y da la impresión de que la película va a deslizarse peligrosamente hacia esa convención de las cintas para adolescentes, sin profundizar más. Sin embargo, por suerte, poco antes de que caiga en ese precipicio, el film ofrece un cambio de rumbo y se convierte en una película de horror. De fantasmas, para ser más estrictos, tanto los de ultratumba como los de nuestro propio subconsciente.
En realidad, pese al invento de la mano de marras, que podría recordar un tanto a «La pata de mono» («The Monkey’s Paw», 1902), el maravilloso cuento de W. W. Jacobs, la película se construye por una sensación constante de déjà vu para el espectador habitual de cine de terror, en particular el más reciente. Ya se ha mencionado Babadook, que es una de las evidentes influencias, pero todo el film está impregnado de esa referida impresión de haber visto esos diversos elementos desperdigados en media docena de otras cintas, todas de carácter diríase malrrollista. Da lo mismo porque, pese a ello, Háblame exhibe una personalidad propia, una identidad que la define por sí misma. Al fin y al cabo, todos somos la suma de aquello que hemos experimentado, y a una película, como algo vivo que es, le sucede lo mismo.
Cuando el primer celebrante del juego es poseído por un espíritu, su apariencia cambia, resultando terrorífica. Si alguien pensara que el oficiante está fingiendo, habría que admitir que se trata de un estupendo actor. En todo caso, el asunto cambia cuando Riley, que debe tener trece o catorce años, pide jugar. Su hermana se niega, Mia dice que por qué no, y se produce una discusión. Al final, en la casa queda un reducido grupo de personas, y Riley estrecha la mano… Y cambia… Al principio, parece que el chaval queda poseído por la madre de Mia, de quien esta aún duda si se suicidó o fue un accidente. Pero después cambian las tornas y el chico de pronto intenta acabar con su propia vida de un modo atroz.
A partir de ahí todo se precipita. Queda evidente que la amistad entre todos esos chavales no era más que un fingimiento, y ahora resquemores y responsabilidades son echados en cara. Pero el fantasma de la madre de Mia, en el sentido real, pero también en el metafórico, comienza a manifestarse y a arrojar dudas sobre la muchacha en diversos sentidos. Los hermanos Philippou han convertido la historia de unos adolescentes despreocupados y superficiales en un viaje al subconsciente de estos donde se desvelan los demonios que les torturan.
Las escenas de terror son secas, impactantes, como una bofetada brusca que nos soltaran en pleno rostro. Pero lo mejor resulta comprobar lo sólidos que, en general, resultan los actores jóvenes. Todos se muestran naturales, y ese aire de realismo es el que ayuda a que, después, las imágenes de horror resulten tan impactantes. Además, por una vez, da la impresión de que quienes hacen de adolescentes lo sean de verdad, y no hombres y mujeres de veintisiete años, como suele ser la norma. Ya hemos dicho lo bien que están todos, pero cabe destacar, en especial, a Sophie Wilde como Mia, que resulta excelente, además en un personaje que atraviesa tantas experiencias emocionales a lo largo de la película. O también el jovencito Joe Bird como Riley, que es absolutamente estremecedor. Sin lugar a dudas, Háblame representa una excelente tarjeta de presentación de los hermanos Danny y Michael Philippou dentro del campo del largometraje de terror. Esperemos que no se malogren, y vayan a mejor.
Anecdotario
- Título en Argentina, Chile, Ecuador, México y Perú: Háblame.
- Rodada, entre abril y mayo de 2021, con un presupuesto estimado de 4.500.000 dólares norteamericanos, en la localidad de Adelaida, en Australia Meridional, además de en Mawson Lakes, Pooraka y Glenside, y los Adelaide Studios, en Glenside, todo ello en el Sur de Australia.
- El film tuvo una premiere en el Festival de Sundance 2023.
- Danny y Michael Phillipou rechazaron la oportunidad de dirigir una película desconocida del Universo Cinematográfico DC para que Háblame fuera su debut como directores.
- Se fabricaron seis manos para la película por si alguna se estropeaba o rompía. El director Danny Philippou se ha quedado con una de ellas.
- La película fue prohibida en Kuwait debido a la aparición del actor trans Zoe Terakes (tema sobre el cual nada se dice a lo largo de la película).
- Hay prevista una secuela, pero sin concretar.
- Estrenada en Australia el 27 de julio de 2023 y en España el 11 de agosto de 2023.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Son gemelos, aunque ambos visten de forma diferente y uno tiene el cabello oscuro y el otro lo tiene teñido de un amarillo blanquecino, así pues son claramente distinguibles (Danny es el rubio y Michael el moreno). Michael, además, practica boxeo en la categoría amateur.
[2] Los videos parecen ser de temática de terror enfocados desde un perfil irónico. El canal creado por ellos ha ganado numerosos premios.
[3] Los Phillipou han declarado que quieren seguir haciendo películas en Australia, de la cual prefieren su cultura cinematográfica. Acaban de escribir el guion de una nueva película, titulada Bring Her Back, también de terror, y a partir de 2023 trabajan en una nueva película de Street Fighter para Legendary Entertainment, pues es uno de sus videojuegos favoritos.