La familia Garrity está a punto de celebrar una fiesta con los vecinos cuando recibe un comunicado oficial de dirigirse a un lugar concreto para formar parte de un grupo selectivo en vista de la aproximación de un cometa fragmentado a la Tierra que comienza a provocar catástrofes por todo el mundo.
Dirección: Ric Roman Waugh. Producción: G-BASE, Anton, Riverstone Pictures, STX Films, Thunder Road Pictures, Truenorth Productions. Productores: Gerard Butler, Basil Iwanyk, Sébastien Raybaud, Alan Siegel. Co-productor: Bill Wohlken. Productores delegados: Nik Bower, Brendon Boyea, Alastair Burlingham, Jonathan Fuhrman, Esther Hornstein, Carsten H.W. Lorenz, Deepak Nayar, Danielle Robinson, Harold van Lier, John Zois. Productor ejecutivo: Carlos Lugo. Productor asociado: Daniel Kaslow. Guion: Chris Sparling. Fotografía: Dana Gonzales. Música: David Buckley. Montaje: Gabriel Fleming. Diseño de producción: Clay A. Griffith. FX: Joe Pancake (supervisor de efectos especiales), Clay Kim (coordinador de efectos visuales), Andres Martinez (pinturas matte), Tefft Smith (supervisor de visualización). Intérpretes: Gerard Butler (John Garrity), Morena Baccarin (Allison Garrity), Roger Dale Floyd (Nathan Garrity), Scott Glenn (Dale), David Denman (Ralph Vento), Hope Davis (Judy Vento), Andrew Bachelor (Colin), Gary Weeks (Ed Pruitt), Tracey Bonner (Peggy Pruitt), Claire Bronson (Debra Jones), Madison Johnson (Ellie Jones), Merrin Dungey (comandante Breen), Holt McCallany (piloto), Adam Cronan (co-piloto), Randal Gonzalez (Bobby), Rick Pasqualone, Nicola Lambo, Alan Pietruszewski, Scott Poythress, Brandon Miller, Mike Senior, Esosa Idahosa, Hayes Mercure, Keegan Boos, Anissa Matlock, Andrew Huntoon, Spencer Garret, Kurt Yue, Kermit Rolison, Brandon Quinn, Okea Eme-Akwari, Gabriela DeNardo, Joshua Mikel, James Logan, Randall Archer, Jay Amor, Tommy Rosales… Nacionalidad y año: Reino Unido, Estados Unidos 2020. Duración y datos técnicos: 110 min. color 2.39:1.
Ante la presente película, lo primero que viene a la memoria son esas dos películas que coincidieron en el tiempo como fueron Deep Impact (Deep Impact, Mimi Leder, 1998) y Armageddon (Armageddon, Michael Bay, 1998), si bien esta última trata sobre un asteroide, no un cometa. La primera de ellas era una aproximación que ponía el foco sobre el entorno familiar de un grupo amplio de personajes y cómo la inminente catástrofe exponía las reacciones ante el suceso; en su día, fue muy mal recibida, pero vista en la actualidad posee una mayor solidez de lo que aparentaba, aunque chocaba la reacción de la sociedad con una permisividad completa, sin reacciones violentas, ante la selección de supervivientes. La cinta de Michael Bay, por el contrario, fue la que gozó de mayor éxito comercial, y era la típica representante del cine de su director, una mamarrachada hipertrofiada que pretendía ser un espectáculo y era un aburrido ensalzamiento de cómo Estados Unidos salva a la Humanidad.
Greenland: El último refugio (Greenland, 2020)[1] está más cerca de la primera que de la segunda en diversos aspectos. También centra el foco en el núcleo familiar, aunque en esta ocasión en uno solo. De hecho, la característica más destacada del film es focalizarse exclusivamente en el entorno de esos tres personajes: John Garrity, el padre, encarnado por Gerard Butler, Allison, la madre, a la que da vida Morena Baccarin, y Nathan, el hijo de ocho años, interpretado por Roger Dale Floyd, todos ellos excelentes, incluso el niño, que no se hace nada cargante. La narración en su casi totalidad se ve desde el punto de vista subjetivo de los tres, y apenas hay planos que no sean vividos por ellos.
Lo primero que vemos es a John, un arquitecto que, tras su jornada laboral, se dirige al antiguo domicilio familiar. Llegado allí, está a punto de llamar a la puerta, pero reflexiona y finalmente saca la llave. Una vez se topa con su esposa, que estaba haciendo ejercicio, se percibe una tensión en el ambiente. Sin decirnos nada más, ya sabemos que es una pareja que está viviendo una ruptura, y que están preparando el divorcio. Lo que aún les une es el hijo de ambos, Nathan, y de hecho todo lo que acontecerá será debido al chaval, al intento de protegerlo del peligro.
Lo más débil de la película es su primera hora, cuando se van poniendo las piezas sobre el tablero y nos encontramos con demasiados inconvenientes que se van acumulando a lo largo de la narración. Vamos a ver: un cometa que va a chocar contra la Tierra ya es suficiente problema. Sabemos que una película debe avanzar por medio de conflictos que vayan entorpeciendo la marcha de los personajes, pero el cúmulo de casualidades es excesivo: el niño padece diabetes; cuando se dirigen al aeropuerto, se le cae la medicación en el coche; eso produce una separación de madre e hijo del padre; la madre, a su vez, se topa con un individuo en un coche que será un problema (no precisaré cuál, para los futuros espectadores); el padre, por su parte, también tendrá una grave contrariedad durante su traslado… Todo ese cúmulo de eventos se hace tan forzado que provoca que la atención se disipe.
Otro problema lo encontramos en su director, Ric Roman Waugh. Su trabajo más destacado en el mundo del cine es el de especialista, y como director tiene en su haber cinco películas previas, la primera de ellas el thriller La sombra del crimen (In the Shadows, 2001), y de hecho ese es el género que ha dominado principalmente. Anterior a la presente rodó Objetivo: Washington D.C. (Angel Has Fallen, 2019), donde ese mismo tono, el de thriller, se aúna a un planteamiento de cine de catástrofes, lo que imagino ha sido la evolución lógica hasta el film que nos ocupa[2]. La realización que efectúa aquí es bastante convencional, se dedica en exclusiva a retratar las situaciones, sin profundizar en ellas, y usa latiguillos estilísticos muy convencionales para solventar diversos momentos, así cámara lenta, cámara en mano y otros tópicos narrativos que trivializan los resultados.
Por suerte, una vez pasados los impedimentos narrativos que comentábamos, el film se encauza de alguna manera. Los mejores momentos son los más íntimos, por un lado, donde las emociones de los personajes se desatan, y en los que se percibe cierta autenticidad; muy bueno el episodio donde participa Scott Glenn, como el padre de Allison, y donde los sentimientos de todos se encauzan de alguna manera. O también son dignos de destacar los escasos momentos catastróficos, muy bien resueltos técnicamente, y bien integrados dentro del desarrollo narrativo centrado en esos tres personajes. No tenemos, pues, rótulos tipo “Albacete: menos ochenta y siete minutos para el impacto final”, y una catástrofe que allí acontece[3]. Todo se circunscribe, como se dijo, a esos tres personajes, y ese minimalismo narrativo es el que otorga cierta solidez final a un producto que, en definitiva, se ve con simpatía y agrado.
Anécdotas
Título en México: Greenland.
Inicialmente estaba previsto el protagonismo de Chris Evans con dirección de Neill Blomkamp, pero ambos renunciaron por problemas de agenda.
El papel de Scott Glenn lo iba a haber interpretado Sam Elliott.
El asteroide es llamado Clarke en homenaje a Arthur C. Clarke, que en su novela Cita con Rama describe un objeto celeste similar.
Estrenada en Estados Unidos y España el 25 de septiembre de 2020.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] El estúpido título español, que no traduce el nombre de Groenlandia, no es patrimonio exclusivo de nuestro país. Otras naciones no angloparlantes, como Brasil, Francia, Alemania, Hungría, Italia, México, Portugal… también han dejado ese “Greenland” sin traducir, lo cual supongo que es política de exportación del film.
[2] La siguiente película que está preparando es Kandahar, de nuevo con Gerard Butler, y donde vuelve a los terrenos del thriller, con el actor como agente de la CIA.
[3] Por un mapa que se ve en televisión, por cierto, vemos que el impacto de la mayor parte del asteroide caerá prácticamente en España.