La doctora Ryan Stone y el astronauta Matt Kowalski se hallan en el exterior de su módulo espacial con una tarea rutinaria cuando unos restos de basura espacial colisionan con éste, dejándolos a la deriva. Tendrán que buscar el medio de sobrevivir en el vacío del espacio.
Dirección: Alfonso Cuarón. Producción: Warner Bros., Esperanto Filmoj, Heyday Films. Productores: Alfonso Cuarón, David Heyman. Productores ejecutivos: Christopher DeFaria, Stephen Jones, Nikki Penny. Productora asociada: Gabriela Rodríguez. Guion: Alfonso Cuarón, Jonás Cuarón. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Música: Steven Price. Montaje: Alfonso Cuarón, Mark Sanger. Diseño de producción: Andy Nicholson. Efectos especiales: 4DMax, Framestore, Gentle Giant Studios, Mova, Peanut FX, Prime Focus World, ReelEye Company, Rising Sun Pictures, The Third Floor, The Visual Effects Company. Intérpretes: Sandra Bullock (Ryan Stone), George Clooney (Matt Kowalski), Ed Harris (control de la misión [voz]), Orto Ignatiussen (Aningaaq [voz]), Phaldut Sharma [Paul Sharma] (Shariff [voz]), Amy Warren (capitán de exploración [voz]), Basher Savage (capitán de estación espacial rusa [voz]). Nacionalidad y año: Estados Unidos, Reino Unido 2013. Duración y datos técnicos: 90 min. color 2.35:1 2D – 3D.
Gravity (2013) es una película de ciencia ficción únicamente a raíz de determinadas especulaciones científicas que se escapan a los que no estamos iniciados en esos temas. En concreto, la cascada de desechos espaciales que provoca una reacción en cadena de catastróficas consecuencias es una posibilidad descrita como Síndrome de Kessler, a partir del nombre del científico de la NASA Donald J. Kessler, que propuso esa teoría por vez primera en 1978, y que se considera factible.
Es curioso, sin embargo, el tono que adopta esta cinta de Alfonso Cuarón, y que resulta muy consecuente comparada con Hijos de los hombres (Children of Men, 2006), una película innegablemente de ciencia ficción que asumía un tono estrictamente realista. Así, ambas propuestas basculan entre el realismo y la fábula, creando un difícil pero embriagador equilibrio entre las dos películas. Ciñéndonos a Gravity, motivo de estas líneas, aún con su inflexión realista la sensibilidad fantástica impregna las imágenes de la cinta, confiriéndole un hálito mágico y seductor. Cualquier aficionado al género percibirá en sus texturas recuerdos que le remiten a películas del género como El planeta de los simios o 2001 una odisea del espacio. Y no es que Gravity sea un film mimético en el sentido de mediocridades recientes del género como Oblivion (Oblivion, 2013), de Joseph Kosinski, que recurre a la memoria cinéfila para cubrir su propuesta con ideas visuales y narrativas ajenas. Cuarón, por el contrario, simplemente añade unas escasas rúbricas visuales para identificar un espíritu implícito en esas cintas y después lo reconstruye para confeccionar una película totalmente nueva, fresca, una de las aportaciones más estimulantes en lo que va de año.
Ver el reparto encabezado por una actriz como Sandra Bullock podría inspirar la desconfianza del cinéfilo más sensato, lo sé. Pero, por suerte, su época de bobadas al estilo Miss agente especial quedó muy atrás, y ya nos demostró en la atractiva Historia de un crimen (Infamous, 2006), de Douglas McGrath, que puede ser una actriz muy a tener en cuenta. Aquí realiza una interpretación esforzada, que alcanza sus mejores momentos en los instantes en que rememora a su hija muerta, y que aporta uno de los instantes más mágicos de la cinta, cuando llora y vemos sus lágrimas flotar en gravedad cero. A su lado, George Clooney brinda un cometido algo más convencional, viniendo de él, pero que en nada chirría con el tono general del filme.
Haciendo una visión superficial de Gravity podría parecer que es un mero espectáculo de efectos especiales, pero por encima de éstos sobresale el sentimiento de soledad que asalta a los personajes, y su intento de escapar a ella. No es únicamente la soledad del vacío en el cual están inmersos espacialmente, sino el vacío anímico de las pérdidas que Ryan Stone ha sufrido en su existencia. El reto de escapar a esa soledad cósmica le impulsará a encontrarse a sí misma, a aceptar sus pérdidas y vivir con ellas, a sobrepasar una fase y enfrentarse a una nueva.
En todo caso, visualmente el film del director de la muy grata La princesita (A Little Princess, 1995) es todo un espectáculo, una delicia de primer orden, que al tiempo es todo un desafío cinematográfico, con un plano secuencia inicial de órdago que, una vez finaliza, no adopta una narrativa convencional, sino que sigue aportando planos de aplacada serenidad, en una época que parece un crimen tributar planos de más de tres segundos de duración. Cuarón se lo toma con calma, disfruta con la experiencia. Nosotros también.
Anécdotas
- Título en Bolivia, Chile y Perú: Gravedad.
- Sandra Bullock tuvo seis meses de entrenamiento físico, paralelo a su estudio del guion.
- Antes de Sandra Bullock, por su papel pasaron Angelina Jolie, Rachel Weisz, Naomi Watts, Natalie Portman, Marion Cotillard, Abbie Cornish, Carey Mulligan, Sienna Miller, Scarlett Johansson, Blake Lively, Rebecca Hall y Olivia Wilde, sucesivamente.
- Robert Downey Jr. rechazó un papel por compromisos.
- Estrenada en Estados Unidos el 4 de octubre de 2013, igual que en España; en el Reino Unido el 8 de noviembre.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)