Michael Conrad es propietario de un zoo, donde el plato fuerte son los felinos que exhibe. Tiene una veneración especial por los animales, y parece una buena persona. Sin embargo, no es así: utiliza a sus adoradas mascotas para matar a la gente que le resulta inconveniente.

Dirección: Robert Gordon. Producción: Allied Artists Pictures. Productor: Herman Cohen. Guion: Herman Cohen, Aben Kandel. Fotografía: Floyd Crosby. Música: Paul Dunlap. Montaje: Michael Luciano. Dirección artística: William Glasgow. FX: Pat Dinga (efectos especiales), Howard Anderson Digital Effects (efectos ópticos). Intérpretes: Michael Gough (Michael Conrad), Jeanne Cooper (Edna Conrad), Rod Lauren (Carl), Virginia Grey (Jenny Brooks), Jerome Cowan (Jerry Stengel), Elisha Cook Jr. (Joe), Edward Platt (jefe de detectives Rivers), Douglas Henderson (teniente Mel Duggan), Marianna Hill (Audrey), Byron Morrow (forense), Oren Curtis (Radu), Jerry Douglas (Perkins, técnico de laboratorio), Joseph Mell (Frank Cramer), Eric Stone (novio), Eilene Janssen (novia), Warrene Ott (Mary Hogan), Zamba (león), George Barrows (Victor, el gorila), Claudia Brack (madre de Carl), Herman Cohen, Daniel Kurlick (Carl de niño), Dani Lynn (estudiante de arte), Susan Slavin (estudiante de arte), Michael St. Angel (oficial Donovan)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1963. Duración y datos técnicos: 89 min. Color 2.35:1.

 

Herman Cohen fue un productor norteamericano que siempre tuvo un pie en los Estados Unidos y el otro en el Reino Unido, en el caso de la distribución de las películas en que se hallaba implicado. Durante una etapa estuvo trabajando para la American International y, al fin, tras How to Make a Monster [tv: Cómo hacer un monstruo, 1958], se trasladó a las Islas Británicas, y si bien los filmes que allí produjo eran legalmente ingleses, los hacía con la vista fijada en la distribución en Norteamérica. La primera cinta que allí hizo fue Horror en el museo negro / Los horrores del museo negro[1] (Horrors of the Black Museum, 1959), una simpática variación del mito de Jekyll/Hyde aunado al tema de los museos sobre crímenes, y protagonizada por el gran Michael Gough. Esta película fue distribuida en los Estados Unidos por AIP, precisamente, y para acompañarla en un programa doble, por encargo de James H. Nicholson, que le solicitó un complemento en blanco y negro y en scope, Cohen decidió hacer la mediocre The Headless Ghost (1959). A esta seguiría Konga [tv: Konga, 1961], también con Gough, y luego regresó a Estados Unidos, acompañado de nuevo por Gough, para producir para la Allied Artists la presente Garras asesinas (Black Zoo, 1963). A lo largo de su carrera demostró cierta debilidad por la temática de los circos y de los gorilas. Aquí aunó ambas materias[2].

A partir de una idea que se le ocurrió, Cohen desarrolló un guion junto a su habitual colaborador Aben Kandel. La película, en cierto sentido, es más bien un melodrama, con unos pocos asesinatos intercalados en la trama, algo grotescos, cierto es (determinadas fuentes los califican de gores, pero al menos en la copia que yo he visto nada de eso hay). Podría decirse, de alguna manera, que el film está más bien conectado con los melodramas de grand guignol que por la época efectuaban Robert Aldrich o William Castle, aunque lo cierto es que el tono gran guiñolesco fue un tanto habitual en la filmografía de Cohen.

El productor se rodea de profesionales sólidos para dar un aspecto competente a la obra. El director de fotografía es nada menos que Floyd Crosby, Oscar por su trabajo en Tabú (Tabu: A Story of the South Seas, F. W. Murnau, 1931) y Globo de Oro por Solo ante el peligro (High Noon, Fred Zinnemann, 1952), y que aquí exprime a fondo la expresividad del color dentro del formato panorámico. La música corresponde a Paul Dunlap, sencillo compositor de serie B, que en esta ocasión efectúa una partitura tan atmosférica como efectiva.

En cuanto a la realización, esta es debida a Robert Gordon, antiguo actor de cine mudo que más adelante se trasladaría al otro lado de la pantalla. Como director de cine solo rodó doce películas entre 1947 y 1971, no demasiado destacadas, siendo una de ellas, no precisamente la mejor, Tarzán y el niño de la jungla (Tarzan and the Jungle Boy, 1968), y otra fue It Came from Beneath the Sea [tv/dvd: Surgió del fondo del mar, 1955], una de las obras menos notorias de la etapa de ciencia ficción de Ray Harryhausen. En televisión dirigió bastante, para series como Mi amiga Flicka, Zane Grey o Rey de diamantes. Puede que la presente, por tanto, sea su obra más consistente, si bien apoyado por la solidez de los componentes que lo circundan, en especial la referida labor fotográfica de Crosby. Hay mucho melodrama, como se ha dicho, pero no se hace excesivo, y los momentos de terror están bien integrados en una trama que se sigue con interés de principio a fin.

El protagonista absoluto es un delicioso Michael Gough, erigido en gran estrella del cine de terror. Algunos estudiosos lo definieron como «el Vincent Price británico» y aquí está pletórico en su encarnación de un ser tan diabólico como refinado. Al principio, cuando lo vemos exhibiendo su circo antes las visitas, se le ve exultante y orgulloso de sus fieras, y una sonrisa de felicidad ilumina su rostro; explica que a los animales hay que tratarlos con respeto y amabilidad, no con violencia, y parece una persona encantadora. Muy poco después, lo veremos como un ser despótico y cruel: es un maltratador, que tanto abusa de su esposa como de un joven ayudante del que dispone, y pronto comprobaremos que a las personas las trata como animales, y a los animales como personas. Tiene especial predilección por los felinos de su zoo, a los que llama «sus niños», los reúne en el salón de su casa y les explica las situaciones, y cuando uno de ellos muere celebra un entierro emocionado y sentido. Además, forma parte de un grupo de amantes de los animales, que celebran ceremonias de adoración a estos, y hasta organizan un rito de reencarnación con un tigre.

Si con los animales muestra esa veneración, con las personas es implacable. Ya hemos referido su actitud con su esposa y un ayudante. Otro trabajador del circo, interpretado por el entrañable Elisha Cook, tras maltratar a un tigre y recibir una agresión por parte de este, dispara al pobre animal, y la venganza de Conrad será terrible. Y hace uso de sus mascotas para acabar con sus rivales de cualquier tipo: el prólogo del film muestra a una joven paseando de noche por las calles y que será atacada por un tigre.

No terminaremos por conocer el motivo por el cual es tan amante de unos y tan despótico con otros, y hubiera resultado interesante que se explorara más a fondo en la personalidad de este desquiciado. Por supuesto, la película está rodada en una época lejana a los actuales sentimientos sociales a favor de los animales. En aquel entonces, se consideraba a estos como criaturas inferiores, que solo existían para favorecer la existencia de la especie humana; quien manifestaba amor por estos seres eran o bien niños o personas de carácter débil. Bajo estas premisas, pues, hay que calibrar el film, y para nada es una cinta que critique a los que detenten afectos animalistas.

La película arranca con un plano, algo ambiguo, en picado, con el circo azotado por la lluvia, y un cuerpo humano tendido entre los senderos a las jaulas, mientras los créditos aparecen; después se desarrollará toda la trama y finalizará exactamente con la misma toma inicial, para ahora estaremos al tanto de lo que ha conducido a esa situación. Pese al tono melodramático referido, ciertas constantes del cine de terror impregnan la cinta, como es el uso de las tormentas para crear un efecto atmosférico, el retrato del personaje de Gough, que toca el órgano como si se tratara del Fantasma de la Ópera, o los propios crímenes, rodados con fuerza e intensidad, en particular el cometido por el gorila, que resulta impresionante por la repentina aparición del antropoide.

 

Anécdotas

  • Títulos en Argentina: Fieras asesinas / El zoológico del terror [TV]. Título en México: Fieras asesinas.
  • El rodaje arrancó el 9 de noviembre de 1962, y transcurrió en los Producers Studios (después conocidos como Raleigh) – 5330 Melrose Avenue, Hollywood, Los Ángeles, California, Estados Unidos.
  • La frase publicitaria del film clama: «¡Colmillos y garras asesinas acechan las calles de la ciudad!».
  • El presupuesto se estimó en un millón de dólares.
  • El supervisor de animales, perteneciente a la compañía Africa U.S.A., y que facilitó las criaturas, fue Ralph Helfer, y el entrenador Bowie Adams.
  • Cohen dio el papel de mudo al cantante Rod Lauren, explicando que quería centrar la atención en el rostro del actor, alegando que tendría un efecto devastador en las jóvenes. Al parecer, Lauren era conocido por sus fans como «Los Ojos». Para ese papel también fue candidato el cantante Fabian.
  • Aparte del león Zamba, que aparece en los créditos de la ficha técnica, participaron Zamba Jr., así como la leona Tammy, y una tigresa adulta, Baroness, que supuestamente atacó a un doble. La pantera negra es en realidad un puma de California rociado (y no muy bien) con tinte negro.
  • Otro puma, llamado Chico, se escapó del escenario 5 a través de una escotilla en el suelo. Mientras el estudio estaba rodeado por policías armados, el supervisor de animales Ralph Helfer y su equipo buscaron en el sótano durante más de una hora hasta encontrar a Chico. El felino de 150 kilos fue llevado de vuelta a la superficie, donde rápidamente se echó una siesta.
  • Se hizo publicidad con los gatos, incluyendo una aparición en The Tonight Show Starring Johnny Carson.
  • La recaudación de la semana de estreno de la película superó los 200.000 dólares en sesenta localidades de Nueva York, y la recaudación nacional ascendió a tres millones de dólares.
  • A Cohen no le gustaba el título, y prefería Horrors of the Black Zoo. Se anunció el estreno con ese título en algunas poblaciones estadounidenses, pero parece ser que no fue cambiado finalmente.
  • Charlton Publications publicó la edición limitada del cómic Black Zoo: A Picture by Picture Chiller Mag durante el verano de 1963 para coincidir con el estreno de la película.
  • Estrenada en Estados Unidos el 8 de mayo de 1963 en en el Fox Theatre de la ciudad de Nueva York, y después masivamente el 15 de mayo. En España tuvo su debut el lunes 2 de mayo de 1977 en el cine Capitol, en Barcelona. en programa doble con Noche infernal. En Madrid se exhibió a partir del viernes 29 de julio de 1977, en Madrid, en el cine Apolo.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

[1] La película se estrenó en España con muchísimo retraso, a finales de la década de los setenta, y mientras en el póster lucía un título, en los créditos aparecía el otro.

[2] De temática circense también produciría El circo del crimen (Berserk, Jim O’Connolly, 1967), y con gorilas de por medio ofreció Bela Lugosi Meets a Brooklyn Gorilla [dvd: Bela Lugosi contra el gorila, William Beaudine, 1952] y la citada Konga, y algunas fuentes también lo implican en la producción de Bride of the Gorilla [dvd: La novia del gorila, Curt Siodmak, 1951].