El doctor Mercer Boley, un experto en ciencias ocultas, se acerca a visitar junto a su hija al tío Willie, un anciano que tiene un museo extravagante en el desierto, y donde les presenta un peculiar esqueleto humanoide con alas. Entonces, algo ataca la casa, y Mercer y su hija deben escapar, llevándose con ellos el cráneo de la criatura. Pero algo que vuela comienza a abalanzarse sobre el coche.
Dirección: Bill Norton [acreditado como B. W. L. Norton]. Producción: Tomorrow Entertainment para CBS. Productores: Robert W. Christiansen, Rick Rosenberg. Productor delegado: Roger Gimbel. Guion: Stephen Karpf, Elinor Karpf. Fotografía: Earl Rath. Música: Robert Prince. Montaje: Frank P. Keller. FX: Del Armstrong (supervisor del maquillaje), Ellis Burman Jr., Stan Winston (maquillaje de las gárgolas), Ross Wheat (trajes de las gárgolas), George Peckham, Milt Rice (efectos especiales). Intérpretes: Cornel Wilde (Dr. Mercer Boley), Jennifer Salt (Diana Boley), Grayson Hall (Mrs. Parks), Bernie Casey (la gárgola), Scott Glenn (James Reeger), William Stevens (jefe de policía), John Gruber (Jesse), Woody Chambliss (tío Willie), Jim Connell (Buddy), Timothy Burns (Morris Ray), Mickey Alzola (gárgola), Greg Walker (gárgola), Rock A. Walker (gárgola), Vic Perrin (voz de la gárgola / narrador)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1972. Duración y datos técnicos: 75 min. color 1.33:1 (formato TV) 1.85:1 (formato cine).
Desde la segunda mitad de la década de 1960 hasta la primera de la de 1980, pero en especial durante los setenta, la televisión norteamericana vivió una edad dorada de lo que podría denominarse “el telefilme fantastique”, con películas de apenas hora y cuarto de duración, concisas y directas, que trataban temáticas de terror y ciencia ficción por parte de directores como Dan Curtis, John Newland, John Llewelyn Moxey, Buzz Kulik, Walter Grauman, Daniel Petrie… Muchos de ellos se han convertido en títulos de culto, dentro de las obvias limitaciones técnicas que detentaban y la concisión narrativa que supone el formato de televisión.
Aquí tenemos un punto de partida que, por sí mismo, ya tiene un innegable interés, como es el enfrentamiento entre un maduro escritor de temática oculta, acompañado de su joven hija, contra una especie de gárgolas vivientes. En el prólogo se plantea que son productos demoníacos, pero a lo largo de la cinta da la impresión de que se trata más bien de una especie parahumana que ha coexistido con nosotros desde el principio de los tiempos, y cuya influencia ha repercutido en los textos bíblicos así como en la imaginería del arte medieval.
El telefilm se ambienta en el desierto de Nuevo México, a donde se dirige la pareja protagonista para visitar uno de esos típicos paradores de carretera que se ve en tantas películas, donde se ha forjado una especie de museo mísero con serpientes y otros elementos un tanto extravagantes. El dueño del lugar, un tal tío Willie, tiene una parte del museo de cara a la galería, para los turistas; sin embargo, reconociendo el prestigio profesional que posee el doctor Mercer Boley, quiere presentarle algo con lo cual escribir un libro entre ambos presentando a la sociedad una criatura insólita. Así pues, expone a padre e hija el esqueleto de una criatura antropomorfa, de unos dos metros de altura, con alas, cráneo como el del ganado que abunda por el desierto, y unos cuernos enormes y alambicados. El anciano[1] les explica que se trata de una criatura llamada nakatakachinco por los indios del lugar. Por supuesto, al principio Boley piensa que es un montaje, pero pronto vivirá la realidad de todo.
A partir de ahí, la narración apenas ofrece descanso, con padre e hija escapando del lugar cuando ataca una gárgola. Después, de forma continuada, veremos no una, sino un puñado de esas criaturas seguir acosando a los protagonistas. La peculiaridad de estos seres es que su manufactura corresponde nada menos que a Stan Winston, en el que fue su primer trabajo profesional en el medio. Por supuesto, la falta de experiencia y la escasez de presupuesto se perciben en el resultado, detectándose a veces los empalmes de las diferentes partes del traje, o la textura plasticosa del mismo, en particular de las membranas de las alas. Pero resulta llamativo el intento de diferenciar las criaturas, otorgándole a cada una de ellas una fisonomía distinta, con diferentes tipos de cornamenta o facciones. Además, el director, Bill Norton, rueda los planos donde aparecen las criaturas aplicándoles una levísimo ralentí, lo cual les dispensa un aire un tanto extraño, anómalo.
El director, ciertamente, es otro elemento bastante peculiar en el conjunto. Acreditado es bastantes ocasiones ―aquí mismo― como B. W. L. Norton, en cine hizo solo cuatro películas, entre ellas More American Graffiti [vd/dvd: Más American Graffiti, 1979] y Baby, el secreto de una leyenda perdida (Baby: Secret of the Lost Legend, 1985). Su campo de labor más amplio, sin embargo, es en televisión, donde también se inició con la presente, y dirigió muchos episodios de series, así como telefilmes, como algunos de los originarios que luego dieron origen a la serie Hércules: los viajes legendarios.
El libreto, por lo demás, es obra del matrimonio formado por Stephen y Elinor Karpf, responsables por la época de otros telefilmes como Terror en el cielo (Terror in the Sky, Bernard L. Kowalski, 1971) o El perro del infierno (Devil Dog: The Hound of Hell, Curtis Harrington, 1978). Aquí su labor, pese a ciertas lagunas y contradicciones, resulta efectiva, en especial por crear una mitología novedosa y original, y crear una intriga que mantiene el interés en todo momento. Y escenas como el ataque al coche o a la habitación del motel están muy bien resueltas por Norton, ofreciéndoles una atmósfera adecuada.
El reparto, en contra de la norma de la época de estar saturado de estrellas del cine caducas, aquí es mucho más discreto, sin duda por la escasez de personajes que confluyen. Protagoniza el veterano actor y director Cornel Wilde, con la joven Jennifer Salt como su hija, una actriz sólida con una carrera sobre todo anclada en televisión ―fue Eunice en Enredo―, y que en los últimos tiempos se ha pasado a la producción ―Nick/Tup, American Horror Story―. La propietaria del motel es interpretada por Grayson Hall, una de las estrellas de la mítica serie Dark Shadows (1966-1971), y que aquí se muestra en todo momento con un vaso de whisky en la mano, idea que procedió de la propia actriz.
Anécdotas
- Título en Argentina: Las gárgolas.
- En los premios Primetime Emmy de 1973 ganó un galardón en la categoría de maquillaje. Ese mismo año, los American Cinema Editors la nominaron al mejor montaje a un especial televisivo.
- La película se filmó con una única cámara y en dieciocho días. Norton tomó el reemplazo de otro director, que abandonó porque decía que era imposible de rodar en ese escaso margen de tiempo.
- Uno de los moteros también es una de las gárgolas.
- Rodada en Laredo, Nuevo México, así como en el Carlsbad Caverns National Park, también en Nuevo México.
- Se preparó una versión para ser exhibida en cines en Europa, mas no en España.
- Estrenado en Estados Unidos el 21 de noviembre de 1972 a través de la cadena CBS, dentro del espacio The New CBS Tuesday Night Movies.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] El actor que lo interpreta, Woody Chambliss, sin embargo tenía dos años menos que el protagonista, Cornel Wilde.