Zoey asiste a terapia, para superar el trauma de lo anteriormente acontecido. Mientras está con Ben, un mendigo le roba un colgante de su madre, y persiguiéndolo entran en el metro. Pierden al ladrón, pero el vagón en el que viajan de pronto de se convierte en otra escape room

Dirección: Adam Robitel. Producción: Columbia Pictures, Original Film, Shaken Not Stirred, Moonlighting Films. Productor: Neal H. Moritz. Productores delegados: Karina Rahardja, Adam Robitel, Philip Waley. Productor ejecutivo: Simon Rhodes. Guion: Will Honley, Maria Melnik, Daniel Tuch, Oren Uziel, según una historia de Christine Lavaf y Fritz Böhm. Fotografía: Marc Spicer. Música: John Carey, Brian Tyler. Montaje: Steve Mirkovich, Peter Pav. Diseño de producción: Edward Thomas. FX: Spin VFX (efectos visuales), Cailin Nicolson, Minke Swart (efectos de maquillaje). Intérpretes: Taylor Russell (Zoey Davis), Logan Miller (Ben Miller), Deborah Ann Woll (Amanda Harper), Thomas Cocquerel (Nathan), Holland Roden (Rachel Ellis), Indya Moore (Brianna Collier), Carlito Olivero (Theo), Matt Esof (Junkie), Jamie-Lee Money (recepcionista en el aeropuerto), Wayne Harrison (locutor), Lucy Newman-Williams (terapeuta), Scott Coker (agente del FBI), Jay Ellis (Flashback – Jason Walker), Tyler Labine (Flashback – Mike Nolan), Nik Dodani (Flashback – Danny Khan), Yorick van Wageningen (Flashback – game master WooTan Yu), Jaymes Butler, Jay Erving, James Frain, Amali Golden, Renee Harbek, Evan Hengst, Anton David Jeftha, Corin Silva, Derek Siow, Tanya van Graan… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2021. Duración y datos técnicos: 88 min. color 2.35:1.

 

A toda producción norteamericana de la industria del entretenimiento le sale una secuela si el éxito le ha acompañado. La primera Escape Room, con un presupuesto de nueve millones, logró una taquilla nada menos que de ciento cincuenta. La secuela, pues, estaba asegurada, aunque ha tardado algo en llegar, debido a la pandemia. Repiten director, los intérpretes Taylor Russell y Logan Miller y el argumentista del film original, así como coguionista, Daniel Tuch, sepultado ahora entre un montón de otros libretistas. La película originaria se estrenó en Estados Unidos el 4 de enero de 2019, y ya en febrero se anunció esta secuela. La fecha inicial de estreno debía haber sido el 17 de abril de 2020, pero a partir de ahí surgieron diversos retrasos, a causa del Covid, y al fin lo tenemos entre nosotros. Me sería muy difícil hacer un resumen del primer film, que sí recuerdo que me pareció medianamente simpático aunque poco trascendente, y acaso debiera haberlo vuelto a ver antes de enfrentarme a esta secuela. Pero quizás libre de la influencia de aquél pueda valorar el presente por sus valores intrínsecos. Veamos…

Bueno, pues tanto da. Independientemente de las dependencias que tenga con su precedente, o audacias narrativas que muestre, el film no se sostiene. En el escaso metraje de esta secuela hay diversos planos que rememoran la anterior entrega, suficientes para refrescar la memoria del espectador. Los ideólogos del pérfido plan que se desarrolla son la empresa Minos, alusión al rey griego que construyó el laberinto donde encerró al Minotauro, laberinto que supone, acaso, la primera escape room de la historia. Aquí, estos mueven los hilos de la existencia de los protagonistas y las nuevas víctimas que se unen a ellos, engañados de forma vil. Podría decirse que la empresa Minos es una representación simbólica de los propios libretistas del film ―dos argumentistas más cuatro guionistas―, que manejan a los espectadores a su antojo. Al final de la película, uno de los personajes dirá «¡Qué obvio ha sido todo!» y, en efecto, así es: pese a lo caprichoso del desarrollo, donde los guionistas manejan las reglas, aportando unos datos y ocultando otros, y desarrollándose los acontecimientos por golpes de casualidad, al final conducen todo hacia donde pretenden, sin lógica alguna, pero de una simpleza terrible. Además, no hay emoción o tensión, solo la premura de ver a unos personajes hablando a gritos sin parar, intentando encontrar el modo de pasar al nivel siguiente. Otra cuestión es el absurdo motivo de montar todo ese cacao, y el coste económico de montar ese tinglado solo para matar a unas personas… Tan ilógico como esas tonterías que se inventan los antivacunas.

Vuelven a protagonizar, como se ha dicho, Taylor Russell como Zoey ―Judy en el Lost in Space de Netflix― y Logan Miller como Ben ―el gordito de Con amor, Simon (2018)―, que hacen lo que pueden con ese caprichoso guion. El director, Adam Robitel, también responsable de la primera entrega, sigue los dictados de ese mismo libreto, sin mostrar ningún rasgo de personalidad o estilo. Con anterioridad, tras su debut con el terror The Taking of Deborah Logan (2014), dirigió Insidious. La última llave (Insidious: The Last Key, 2018), y ahora está ultimando Insidious: The Dark Realm (2021), codirigida con James Wan (que figura como codirector) y Roman Whannell (que consta como director creativo). No parece que ahí vaya a ofrecer mayores rasgos de personalidad…

 

Anécdotas

  • Título de rodaje: Escape Room 2.
  • Título en Argentina y México: Escape Room 2: Reto mortal.
  • Rodada con un presupuesto estimado de quince millones de dólares.
  • Filmada en Cape Town, Sudáfrica, de agosto a septiembre de 2019.
  • Estrenada en Estados Unidos el 16 de julio de 2021. En España se estrenó el 13 de agosto.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: •

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra