La Tierra ha sufrido el colapso definitivo a consecuencia de la contaminación. En un futuro indefinido, pero no demasiado lejano, los sobrevivientes tratan de adaptarse como sea. Falk es uno de ellos. Cuando un grupo de saqueadores acaba con Miriam, su prometida, inicia la marcha hacia un destino incierto. En el camino se le unirá el sargento y luego Faina. Falk no quiere volver a implicarse emocionalmente con nadie, pero sus acompañantes insisten en seguir a su lado. Sin que lo sepan, detrás de ellos van los saqueadores…

Dirección: Richard Compton. Producción: Cinecorp Production para Columbia Pictures. Productor: John W. Hyde. Productor delegado: Saul David. Guion: Donald S. Sanford, según la novela Path to Savagery de Robert Edmond Alter. Fotografía: Vincent Saizis. Música: Fred Karlin. Montaje: Maury Winetrobe. Diseño de producción: Ron Hobbs. FX: Fred Cramer (efectos especiales). Intérpretes: Richard Harris (Falk), Ernest Borgnine (Rann), Ann Turkel (Faina), Art Carney (sargento), Anthony James (líder de los saqueadores), Woody Strode (Brown), Alana Stewart [acreditada como Alana Hamilton] (Miriam), Seymour Cassel (legislador ciego), Brian Carney (Foy), Kurt Grayson (Coop), Arch Archambault (primer saqueador), Bob Westmoreland (Hank), Gordon Hyde (Bert), Steve Lashley, George Stokes, Kim Crow, Cecily Hovanes, Andre Tayir, Harvey Evans, Olivia Barton, Conrad E. Palmisano, Billy Carmack, Raymond Weems… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1979. Duración y datos técnicos: 90 min. – color – 2.35:1 – Metrocolor – Panavision – 35 mm.

 

Durante la década de los setenta llegaron a las pantallas de los cines no pocas producciones que presentaban un futuro distópico, lleno de desesperanza y advertencias sobre lo que se abocaba si la humanidad no corregía su comportamiento en determinados aspectos. Hoy día, por cierto, seguimos igual, y las señales de ese porvenir están cada día más cercanas. En El planeta de los buitres (Ravagers, 1979) la causa de la catástrofe es la contaminación, que deja estériles a humanos, animales y plantas, y en el estado de barbarie que se erige la supervivencia es esencial. En todo caso, en determinadas fuentes se habla de una «III Conflagración Mundial».

La película está basada en la novela Path to Savagery (1966), de Robert Edmond Alter, inédita en España, aunque de su autor se han publicado unos pocos relatos. Los Saqueadores del film en el libro eran denominados directamente Neandertales, y en la cinta son presentados de un modo confuso, de tal modo que nunca sabemos exactamente cuántos son, con lo cual se puede jugar de forma constante con el peligro que representan. No sé si será intencionado, o un fallo de planificación del director Richard Compton.

Este es el último largometraje para cines que dirigió Compton (1938-2007), quien, tras un muy breve coqueteo con la interpretación y la producción, debutó como realizador con el thriller The Gun Runner (1969), que también escribió. Durante esa etapa, con nada muy destacado, trabajó en la televisión, pero tras la presente, y acaso empujado por el enorme fracaso comercial del film, se centró ya solo en la pequeña pantalla, dentro de la cual hizo infinidad de únicos episodios para un montón de series, y más activamente en El ecualizador (The Equalizer, 1985-1989), Corrupción en Miami (Miami Vice, 1984-1989), Super Force (1990-1992), Babylon 5 (Babylon 5, 1993-1998) y Salto al infinito (Sliders, 1995-2000).

En realidad, El planeta de los buitres es un wéstern pos apocalíptico, y de hecho, si se reescribiera el guion trasladándolo al cine del Oeste, pocos cambios habría que perpetrar. Y ello demostraría la debilidad sobre la cual se sostiene el film. No sé si será muy fiel a la novela, pero la trama de la película demuestra muy poco que contar, y escasamente interesante. Cuando arranca, los Saqueadores se cargan a la chica de Falk, y este se venga matando a un único miembro del grupo, para luego abandonar el sitio, sin mucho sentido. El líder de la manada, interpretado por el siempre malote Anthony James, no se lo toma muy bien, y decide seguir tras la búsqueda de Falk para darse la revancha.

En el camino, Falk se encontrará con cierta variedad de personajes, tampoco muy interesantes, siendo el más destacado acaso el sargento (interpretado por Art Carney), un chiflado que vive en un silo militar, provisto de abundantes reservas de alimento, pero que de forma absurda decide seguir al individuo que al principio apuntó con un arma, y con posterioridad no parará de llamar «mayor».

Miriam, la fallecida pareja de Falk, hablaba de un lugar llamado «Génesis», donde se supondría que existiría un grupo de personas que estarían erigiendo de nuevo la sociedad, y donde acaso la fertilidad había regresado. En una pesadilla que Falk tiene, lo suelta, y la chica con la que se había acostado, Faina, lo oye y se une a él, pensando que va en busca de esa tierra prometida. Esa esperanza, ese anhelo por un mundo mejor, aletea sobre toda la película, y es un asidero al que determinados personajes se agarran para seguir adelante.

Unas pocas escenas de acción, un aire sucio, un tono similar al de la posterior Mad Max 2, el guerrero de la carretera (Mad Max 2, George Miller, 1981), o tal vez más en concreto al de sus imitaciones italianas… Lo mejor del film, a qué negarlo, es su lucido reparto, pero por lo demás es una muestra débil de ciencia ficción, que se ve sin entusiasmo, pero, justo es decirlo, tampoco irrita especialmente. Para una tarde lluviosa.

 

Anécdotas

  • Título en México: Planeta de los buitres.
  • La película se rodó íntegramente en el estado norteamericano de Alabama, durante unos cincuenta días en 1978, entre mediados de marzo y principios de mayo, con un presupuesto de cuatro millones de dólares.
  • La base de misiles abandonada que aparece en la película era realmente el Alabama Space and Rocket Center Museum.
  • Muchos carteles de la película incluían un rótulo que decía: «1991: La civilización ha muerto. La violencia, el hambre y el horror campan a sus anchas… ¡No hay ley! Lo único que queda son bandas de saqueadores».
  • Ann Turkel era en aquel entonces esposa de Richard Harris, y en esa época aparecieron juntos en diversas películas.
  • La voz de Alana Hamilton fue doblada por Molly Wryn.

  • El actor Richard Egan fue anunciado como coprotagonista de la película. Sin embargo, no aparece en los títulos de crédito iniciales ni finales, ni, desde luego, en el propio film.
  • Art Carney tenía un papel bastante pequeño al principio, básicamente un cameo, pero cuando los ejecutivos lo vieron en los rodajes diarios, se reescribió el guion y su rol creció considerablemente.
  • La pintura matte sobre la que se muestran los títulos al principio de esta película es la misma que se ve en Regreso al planeta de los simios (Beneath the Planet of the Apes, Ted Post, 1970).
  • Estrenada en Estados Unidos en mayo de 1979 y en España el 13 de noviembre de 1981, en Madrid.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra