España en el siglo XVI. Francis Barnard viene de Inglaterra a un castillo junto al mar para recibir información sobre la misteriosa muerte de su hermana Elizabeth, quien tiempo atrás había desposado con el noble dueño del caserón, Nicholas Medina. No le convencen las esquinadas explicaciones que le da el viudo, que semeja torturado por el hecho, y que vive acompañado de su hermana Catherine y recibe constantes visitas de su médico y amigo, el doctor Leon. Poco a poco, una extraña guedeja de misterios se va desentrañando.
Dirección: Roger Corman. Producción: Alta Vista Productions para American International Pictures (AIP). Productor: Roger Corman. Productores delegados: Samuel Z. Arkoff, James H. Nicholson. Guion: Richard Matheson, según el relato de Edgar Allan Poe. Fotografía: Floyd Crosby. Música: Les Baxter. Montaje: Anthony Carras. Diseño de producción y dirección artística: Daniel Haller. FX: Pat Dinga (efectos especiales), Ray Mercer (efectos fotográficos), Albert Whitlock (pinturas matte). Intérpretes: Vincent Price (Nicholas Medina / Sebastian Medina), John Kerr (Francis Barnard), Barbara Steele (Elizabeth Barnard Medina), Luana Anders (Catherine Medina), Antony Carbone (doctor Charles Leon), Patrick Westwood (Maximillian), Lynette Bernay [acreditada como Lynne Bernay] (Maria), Larry Turner (Nicholas de niño), Mary Menzies (Isabella), Charles Victor (Bartolome), Randee Lynne Jensen (extra)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1961. Duración y datos técnicos: 80 min. – color – 2.35:1 – Pathécolor – 35 mm – Panavision.
«Estaba enfermo… Enfermo de muerte por aquella larga agonía; y cuando por fin me desataron y me permitieron sentarme, sentí que mis sentidos me abandonaban.»
La caída de la Casa Usher (House of Usher / The Fall of the House of Usher, 1960) tuvo un éxito clamoroso: con un presupuesto estimado de 270.000 dólares, logró el verano de estreno una taquilla de un millón, y fue ganadora de un premio Laurel en la categoría de sleeper del año. Por supuesto, había que repetir la fórmula para, de igual manera, repetir el triunfo. Con la habitual celeridad que caracterizaba a Roger Corman, tras esa adaptación de Poe había rodado otras muchas películas de variada temática: la cinta de ciencia ficción Last Woman on Earth [tv/dvd: La última mujer sobre la Tierra, 1960], la comedia macabra The Little Shop of Horrors [tv/dvd/bd: La pequeña tienda de los horrores, 1960], el péplum Atlas (1961) y la monster movie Creature from the Haunted Sea [dvd/tv: El monstruo del mar encantado, 1961].
Corman había comentado: «Anticipamos que la película iría bien… Pero ni la mitad de bien de lo que lo hizo». Y Richard Matheson ratificó: «Cuando la primera película fue un éxito, siguieron sin plantearse hacer una serie de Poe. Solo querían otra película con un título de Poe fijo a ella»[1]. La preproducción de la nueva película fue lenta, de ahí que, en ese lapso, aparecieran todas esas cintas antes. Esta vez, se eligió como punto de origen un relato muy corto de Poe, «El pozo y el péndulo» («The Pit and the Pendulum»), que apareció en 1842 en el monográfico anual The Gift: A Christmas and New Year’s Present for 1843 editado por Eliza Leslie y publicado por Carey & Hart, y después tuvo una concienzuda revisión cuando se reeditó en el número correspondiente al 17 de mayo de 1845 del Broadway Journal. El cuento describe la condena de un prisionero por la Inquisición española, su encarcelamiento y posterior tortura con un péndulo, y luego cómo es liberado cuando el ejército francés invade Toledo. Poe se tomó bastantes libertades históricas con el suceso, incluso cuando cita al general Lasalle, que no intervino en ese asedio.
En un inicio, Corman había pensado adaptar el cuento «La máscara de la Muerte Roja», pero veía excesivas similitudes con la película El séptimo sello (Det sjunde inseglet, 1957), de Ingmar Bergman, y también requería ciertos elementos que eran demasiado caros, así pues optó por «El pozo y el péndulo». Corman informó: «El método que adoptamos en The Pit and the Pendulum fue utilizar el cuento de Poe como clímax de un tercer acto de la película, porque un cuento de dos páginas no da para una película de noventa minutos. Entonces construimos los dos primeros actos de una manera que esperábamos fuera fiel a Poe, ya que su clímax duraría poco tiempo en la pantalla»[2].
La película había sido anunciada en agosto de 1960, pero no comenzó su filmación hasta el 4 de enero de 1961, rodándose en quince días. Según Corman, el presupuesto fue de 300.000 dólares, otras fuentes indican que 200.000, pero en palabras de Lucy Chase Williams[3], alcanzó un millón. Con respecto al film previo repitió Matheson como guionista, Crosby como director de fotografía, Baxter en la música, Carras en el montaje y Daniel Haller es acreditado de forma explícita en el diseño de producción y la dirección artística. Y Vincent Price, claro.
El péndulo de la muerte arranca exactamente igual que la cinta anterior: un personaje ajeno al mundo en el que incursionaremos llega al caserón donde todo acontecerá. En esta ocasión es un castillo español, sito junto a un indómito mar, en una maravillosa pintura matte obra de Albert Whitlock. Esta vez, el visitante es Francis Barnard, un inglés que llega a la España de 1547, en un lugar indefinido, junto a la costa. Dado lo impetuoso de la mar, lo más seguro es que se trate del norte. Se le ha informado de que su hermana, casada con el señor de la mansión, ha muerto, y ahora averigua que fue hace meses, y su cuñado no termina de aclararle las circunstancias.
Imagino que el hecho de que personajes que son de origen español tengan nombres como Nicholas, Sebastian, Catherine, Charles, Maximillian o Isabella, en lugar de Nicolás, Sebastián, Catalina, Carlos, Maximiliano e Isabel, es un recurso como antes se hacía en nuestro idioma con escritores como Julio Verne, Alejandro Dumas o Carlos Dickens. Y resalta el curioso hecho de que Francis llama de forma constante a Catherine «Doña» sin más, como si fuera un sinónimo de «señora». En ese entorno, pues, tan desubicado geográficamente, la incursión de Francis en ese mundo semeja como un viaje a otra realidad, a otro estadio emocional que podría ser el del subconsciente. Respecto a su forma de enfocar el universo de Poe, Corman comentaría[4]:
Trabajé con muchas teorías cuando hice las películas de Poe… Una de ellas era que estas historias fueron creadas a partir de la mente inconsciente del escritor, y esta nunca ve de verdad la realidad. Así que hasta The Tomb of Ligeia nunca mostramos el mundo real. En Pit, John Kerr llega en un carruaje sobre un fondo oceánico, lo que me pareció más representativo del inconsciente. El interludio a caballo se descartó porque no quería una escena con gente a plena luz del día.
Ciertamente, esa sensación se ofrece con el coche pasando junto a un risco donde la mar embravecida se estrella contra las rocas, como si fuera una tormenta interior la que, en ese momento, se estuviera dirimiendo. Y, como en Drácula, el viajero es abandonado a cierta distancia de su destino por el cochero, quien parece no atreverse a aproximarse al lugar maldito. Así pues, Francis hace el resto del viaje a pie, atravesando una zona que recuerda mucho el terreno baldío del inicio de La caída…, pero que de nuevo remite a un subconsciente atormentado. Después, el visitante percibe un ambiente extraño en el interior del castillo, cuando la verdad parece querer se ocultada toda costa.
Corman, además, proporciona un ambiente más extraño aun cuando introduce los flashbacks. Al principio, recuadra la imagen, como se hacía en el cine mudo, y luego introduce ese recuerdo en blanco y negro con tintados de color, rememorando de nuevo los principios del Séptimo Arte. Es como si, al retroceder al pasado, buscara un modo de retroceder al mismo tiempo en el método narrativo empleado. Y es que Corman, si bien siempre fue un hombre de negocios con un ojo puesto de forma constante en la taquilla, era (es) un cinéfilo de buen gusto, y como distribuidor también suele llevar a Estados Unidos muestras importantes de cine de autor.
Así pues, Matheson desarrolla una trama que recuerda un tanto a los folletines de tiempos pasados, a los dramas en castillos que podría escribir una Anne Radcliffe, por ejemplo, y al igual que en esta, los ambientes terroríficos están insertos en un medio donde el elemento fantástico no tiene cabida. Es el subconsciente de los personajes, sus miedos, sus torturas y sus traumas, los que representan ese reino en el que se internan, y de esa manera regresamos al mundo de Poe. También se da, sin embargo, un elemento que presagia un posterior título del ciclo que, sin embargo, no lo era. Cuando Nicholas enloquece, se cree su padre Sebastian, o tal vez el espíritu del muerto toma posesión de su hijo. Ello recuerda un tanto el detalle de The Haunted Palace [tv/dvd: El palacio de los espíritus, 1963], la supuesta adaptación de Corman de un texto de Poe que en realidad es versión de la novela El caso de Charles Dexter Ward (The Case of Charles Dexter Ward, 1941/1943) de H. P. Lovecraft, donde el protagonista es poseído por la personalidad de su antepasado Joseph Curwen.
Ese desdoblamiento, por supuesto, sirve a Vincent Price para lucirse interpretativamente. Como Nicholas es un hombre pusilánime, quebradizo, que llora de forma constante la pérdida de su amada esposa. Como Sebastian, sin embargo, es un hombre potente, colérico y despiadado, cuya mirada es tan inteligente como fiera y brutal. Incluso su entonación de voz varía, componiendo dos personajes por completo diferentes. Lo acompaña John Kerr, un actor que provenía de la televisión, sí, pero también del cine serio: llamó la atención con Té y simpatía (Tea and Sympathy, Vincente Minnelli, 1956), basada en un denso drama teatral que dirimía el tema de la homosexualidad, y solo regresaría al género del terror muchos años después con el telefilm La bahía de la muerte (Bay Coven, Carl Schenkel, 1987). Y tiene una aparición especial la inglesa Barbara Steele, recién descubierta por la industria italiana con la estupenda La máscara del demonio (La maschera del demonio, Mario Bava, 1960).
El péndulo de la muerte, de tal manera, representa algo así como un folletón de época, con traiciones, adulterios y locura, inserto en una atmósfera de crueldad y sufrimiento, donde la obsesión por el suplicio está en todo presente. El castillo tiene en sus mazmorras instrumentos de tortura que empleaba Sebastian, y en la actualidad, tanto su hijo Nicholas, como inclusive su esposa Elizabeth, se sienten fascinados por esos aparatos que, de alguna manera, hacen apreciar a los personajes vivos en su camino hacia la muerte. Es la obsesión por el dolor la que al final es lo que da vida a los que acceden al pozo y al péndulo.
«No luché más, pero la agonía de mi alma se desahogó en un fuerte, largo y postrero grito de desesperación. Sentí que me tambaleaba al borde del abismo… Aparté los ojos…»
Edgar Allan Poe
Anecdotario
- Títulos en Argentina: El pozo y el péndulo (cine) / La fosa y el péndulo (DVD). Título en Chile: El péndulo de la muerte. Título en México y Perú: La fosa y el péndulo. Título en Venezuela: El pozo y el péndulo.
- Rodada entre el 4 y el 19 de enero 1961 en los Raleigh Studios de Hollywood, Los Ángeles, así como en Palos Verdes, California, Estados Unidos.
- La voz de Barbara Steele fue doblada por Joyce Gordon.
- Para aumentar la sensación de amenaza y pesadez del péndulo, se eliminaron cada dos fotogramas durante la fase de montaje, haciendo que la hoja pareciera moverse el doble de rápido.
- El péndulo era de madera y tenía una hoja de goma.
- Cuando la película se vendió a la televisión se necesitaban unos minutos más para ampliar la duración por lo cual se rodó una escena más a modo de prólogo. Del reparto original, solo Luana Anders estaba disponible, así que se filmó una secuencia de ella en un manicomio; también aparecían Sid Haig y Martine Bartlett.
- Calificada X en el Reino Unido, se censuraron además los dos planos del cadáver en el ataúd con expresión agónica.
- Siguiente entrega del ciclo Poe-Corman: La obsesión (The Premature Burial, 1962).
- Adaptaciones del relato de Poe:
Le puits et le pendule (1909), de Henri Desfontaines [CM; Francia].
The Pit and the Pendulum (1913), de Alice Guy [CM; Estados Unidos].
La conciencia vengadora (The Avenging Coscience: or ‘Thou Shalt Not Kill’ (1914), de David Wark Griffith [Estados Unidos].
Lights Out: «The Pit» (1952), de Clay Yurdin [episodio serie TV; Estados Unidos].
El péndulo de la muerte (Pit and the Pendulum, 1962), de Roger Corman [Estados Unidos].
The Pit (1962), de Edward Abraham [MM; Reino Unido].
Le puits et le pendule (1964), de Alexandre Astruc [CM TV; Francia].
El tormento de las trece doncellas (Die Schlangenrube und das Pendel, 1967), de Harald Reinl [Alemania].
La versión libérrima de Harald Reinl
An Evening with Edgar Allan Poe (1972), de Kenneth Johnson [telefilm; Estados Unidos].
Kyvadlo, jáma a nadeje (1983), de Jan Svankmajer [CM; Checoslovaquia].
The Pit and the Pendulum [vd: El foso y el péndulo, 1991], de Stuart Gordon [Estados Unidos].
Tales of Mystery and Imagination: «The Pit and the Pendulum» (1995), de Hugh Whysall [episodio serie TV; Reino Unido, Canadá, Estados Unidos].
The Pit and the Pendulum (2009), de David DeCoteau [Estados Unidos].
- Estrenada en Estados Unidos el 23 de agosto de 1961 y en España el 14 de junio de 1963 en Barcelona y el 15 de julio en Madrid.
Bibliografía
«El pozo y el péndulo». En El pozo y el péndulo y otras historias espeluznantes; por Edgar Allan Poe; traducción de Mauro Armiño; prólogo de Agustín Izquierdo Sánchez. Madrid: Valdemar, 1995. Colección: Gótica; nº 18. T.O.: «The Pit and the Pendulum» (1842).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
Un momento del rodaje
[1] Ambos comentarios en Naha, Ed: The Films of Roger Corman: Brilliance on a Budget. New York: Arco Publishing, Inc., 1982.
[2] Di Franco, J. Philip (editor): The Movie World of Roger Corman. New York: Chelsea House Publishers, 1979.
[3] Williams, Lucy Chase: The Complete Films of Vincent Price. New York: Citadel Press, 1995.
[4] Lucy Chase Williams: Op. cit.