Un enfrentamiento tenso entre aviones rusos y norteamericanos provoca que uno de ellos, cargado con armamento nuclear, se estrelle en el Polo Norte, y de resultas de ello resucite Gamera, una tortuga gigante que se hallaba allí congelada. Pronto comenzará el ataque a Japón.

Dirección: Noriaki Yuasa. Producción: Daiei Studios. Productores: Hidemasa Nagata, Yonejirô Saitô. Productor ejecutivo: Masaichi Nagata. Guion: Niisan Takahashi [acreditado como Fumi Takahashi]. Fotografía: Nobuo Munekawa. Música: Tadashi Yamauchi. Montaje: Tatsuji Nakashizu. FX: Keizô Murase (constructor del traje de Gamera), Takayama Ryôsaku (diseño de monstruos), Yonesaburo Tsukiji (director de efectos especiales). Intérpretes: Eiji Funakoshi (Dr. Hidaka), Harumi Kiritachi (Kyoko Yamamoto), Junichiro Yamashita (Aoyagi), Yoshiro Uchida (Toshio Sakurai), Michiko Sugata (Nobuyo Sakurai), Yoshirô Kitahara (Mr. Sakurai), Jun Hamamura (profesor Murase), Kenji Ôyama (ministro de Defensa), Munehiko Takada (representante soviético), Yoshio Yoshida (líder esquimal), Jun Osanai (capitán del Chidori Maru), Daihachi Kita, Kazuo Mori, Kôji Fujiyama, Osamu Ôkawa, Ikuji Oka, Bokuzen Hidari, Fumiko Murata, Shigeru Katô… Nacionalidad y año: Japón 1965. Duración y datos técnicos: 79 min. B/N 2.35:1.

 

La productora nipona Toho logró un gran éxito comercial con la película Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, Ishirô Honda, 1954), respuesta al interés que había despertado en el país del sol naciente la norteamericana El monstruo de tiempos remotos (The Beast from 20,000 Fathoms, Eugène Lourié, 1953). Pronto, a esa primera incursión de Godzilla surgieron otras muchas. La última cinta de la saga había sido San daikaijû: Chikyû saidai no kessen [vd/tv: Godzilla contra Ghidorah, el dragón de tres cabezas, I. Honda, 1964] cuando una productora rival decidió hacerle competencia. Daei había realizado con anterioridad obras maestras tan reconocidas como Rashomon (Rashomon, Akira Kurosawa, 1950) o Cuentos de la luna pálida (Ugetsu, Kenji Mizoguchi, 1953), pero, obvio es, también seguía una línea de fabricaciones comerciales. Precisamente, dentro de la ciencia ficción, con Toho efectuó una coproducción con la deliciosa Asalto a la tierra (Uchûjin Tôkyô ni arawaru, Kôji Shima, 1956), y de igual modo aportaría, por poner un ejemplo, S.O.S. Llega Máscara de Calavera (Gekkô kamen, Tsuneo Kobayashi, 1958).

El proyecto original era muy distinto. El realizador Noriaki Yuasa, que precisamente había sido ayudante de dirección en la referida Asalto a la tierra, se enfrentaba a su tercera película, después de hacer un musical y un policial. Ese film por rodar se llamaba Dai gunju Nezura (esto es, “El gran enjambre de ratas”), sobre estos ejemplares gigantes asolando las ciudades. Sin embargo, los roedores destinados a la película estaban atestados de pulgas, por lo que hubo que paralizar la producción[1]. Los decorados de las maquetas de las ciudades ya estaban construidos, así que al productor ejecutivo Masaichi Nagata se le ocurrió, para aprovecharlos, la idea de una tortuga voladora gigante. Entre Yuasa y el guionista Niisan Takahashi desarrollaron la trama de lo que sería El mundo bajo el terror (Daikaijû Gamera, 1965).

Cierto es, el molde de Godzilla es reconocible con facilidad en esta película. Monstruo primigenio que es despertado por la radiactividad después de mucho tiempo, su referencia en antiguas leyendas y su camino de destrucción sobre Japón, con el ejército y los científicos incapaces de dar una solución contra la criatura, hasta una idea final brillante (y que aquí es no poco irónica). También tenemos al monstruo destruyendo un faro, quizás una alusión a la referencia de la simiente del primer Godzilla, El monstruo de tiempos remotos.

Aquí el monstruo se llama Gamera (pronúnciese “Gamerá”), y es, como se ha citado, una tortuga gigante voladora. Camina sobre las dos patas traseras, y en pocas ocasiones adopta posición cuadrúpeda, tiene dos grandes colmillos como de jabalí, y devora fuego. Como las tortugas normales, repliega cabeza y patas y por esas aberturas despide llamas que le sirven como propulsión para volar, semejando un clásico platillo volante al divisarse solo el caparazón. La criatura ya es citada en antiguas leyendas esquimales, y precisamente el film arranca con una estupenda y atmosférica escena con un grupo científico ―un zoólogo, su joven y guapa ayudante femenina y un periodista que documenta la investigación― interrogando a un inuit para que les refiera el mito, cuando son testigos de un enfrentamiento entre las dos superpotencias ―la Guerra Fría es mencionada―, y un avión equipado con armas nucleares se estrella, haciendo a Gamera brotar del suelo e iniciar su estela de destrucción.

El film, en un hermoso blanco y negro panorámico, después se dedica a narrar los intentos de detener esa senda cataclísmica. Como telón de fondo tenemos una tímida aventura romántica entre la ayudante del zoólogo y el periodista, apenas bocetada. Más rendimiento en el film ocupa otra subtrama referente a un repelente niño, obsesionado con las tortugas, y que ve en Gamera la reencarnación, o algo así, de una tortuguita que tenía. Contra viento y marea, el niño seguirá el mismo camino que sigue Gamera, después de que el monstruo le salvara la vida. Las abundantes escenas con el crío llegan a resultar cargantes, y más el hecho de que científicos y militares se lo tomen en serio y le escuchen de manera atenta cuando se dirige a ellos. Ello supone, ciertamente, el intento de enfocar el film hacia un público más infantil que otra cosa.

Noriaki Yuasa dirige la película con discreta funcionalidad, apoyándose en las abundantes escenas de destrucción y en la elegancia que confiere el blanco y negro en formato panorámico. Utiliza interesantes travellings de aproximación a los personajes para potenciar las reacciones de estos y, por lo demás, todo sigue los parámetros esperados en un film de esta categoría, sin muchas ambiciones salvo las monetarias. Lo logró con creces.

 

Anécdotas

  • Títulos anglosajones: Gamera: The Giant Monster / Gamera / Gamera: The Giant Monster / The Giant Monster Gamer.
  • Rodada con un presupuesto estimado de cuarenta millones de yens.
  • En Estados Unidos se montó una versión alternativa, con escenas adicionales dirigidas por Sandy Howard y protagonizadas por Albert Dekker y Brian Donlevy entre otros. Se estrenó en 1966 como Gammera the Invincible.
  • Se rodó una escena de Gamera atacando un nightclub donde actúan dos strippers, pero fue eliminada del montaje final.
  • Último kaiju eiga rodado en blanco y negro.
  • Siguiente película de la saga: Los monstruos del fin del mundo (Daikaijû kettô: Gamera tai Barugon, Shigeo Tanaka, 1966).
  • Estrenada en Japón el 27 de noviembre de 1965. En España se estrenó en Madrid el 15 de enero de 1968, directamente en cine de barrio, en el Capri, en programa doble con Al ponerse el sol, de Raphael.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Lamentablemente, ese proyecto no se llegó a hacer al final.