Damien es ya adulto, y dirige la empresa que le dejó en herencia su tío, y además dispone de un fiel ayudante en la persona de Harvey Pleydell Dean. Una alineación de estrellas anuncia la segunda llegada del Mesías, y al mismo tiempo un grupo religioso, liderado por el padre De Carlo, intenta acabar con el Anticristo. Damien procurará evitar ambos sucesos.
Dirección: Graham Baker. Producción: Harvey Bernhard Productions, Mace Neufeld Productions, Twentieth Century Fox. Productor: Harvey Bernhard. Productor delegado: Richard Donner. Productor asociado: Andrew Birkin. Guion: Andrew Birkin, basado en personajes creados por David Seltzer. Fotografía: Phil Meheux, Robert Paynter. Música: Jerry Goldsmith. Montaje: Alan Strachan. Diseño de producción: Herbert Westbrook. FX: Ian Wingrove (supervisor de efectos especiales). Intérpretes: Sam Neill (Damien Thorn), Rossano Brazzi (padre De Carlo), Don Gordon (Harvey Pleydell Dean), Lisa Harrow (Kate Reynolds), Barnaby Holm (Peter Reynolds), Mason Adams (presidente), Robert Arden (embajador estadounidense en el Reino Unido), Leueen Willoughby (Barbara Dean), Marc Boyle (hermano Benito), Milos Kirek (hermano Martin), Tommy Duggan (hermano Matteus), Louis Mahoney (hermano Paulo), Richard Oldfield (hermano Simeon), Tony Vogel (hermano Antonio), Arwen Holm (Carol), Hugh Moxey, William Fox, John Baskcomb, Norman Bird, Marc Smith, Arnold Diamond, Eric Richard, Richard Williams, Stephen Turner, Al Matthews, Larry Martyn, Frank Coda, Harry Littlewood, Leslie Adams, Harvey Bernhard, Jeremy Bulloch, Adrienne Burgess, Hazel Court, Glen Cunningham, Walter Henry, Barrie Holland, Mary Maxfield, Jason Mullen, Bill Reimbold, Guy Standeven, Ruby Wax… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Reino Unido 1981. Duración y datos técnicos: 108 min. – color – 2.39:1 – Panavision – 35 mm.
«Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos;
y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas pasaron».
Apocalipsis: XXI:4.
En cierta manera, podría considerarse que la saga de «La profecía» está conformada por una trilogía, y el resto de las aportaciones se supondría como «extras». Así pues, la presente habría de tomarse como la conclusión, de ahí la palabra «final» tanto en el título original como en el español. Si la primera cinta revelaba a Damien como niño, y la segunda como adolescente, aquí lo tenemos ya como adulto. Tiene el poder ya consolidado, y la capacidad de manejarlo. Ha heredado las empresas Thorn de su tío, y está moviendo hilos para ir ascendiendo en poder: primero, embajador de Estado Unidos en Londres (como su padre adoptivo) y luego presidente del país más poderoso del mundo (en pomposa autodefinición de sus habitantes).
Esta vez, el guion corresponde a un solo hombre, el muy curioso Andrew Birkin, hermano de Jane. Comenzó a trabajar como ayudante de producción en 2001: una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), y luego se convirtió en localizador de exteriores para Stanley Kubrick, e hizo otro tipo de labores en el cine antes de irse especializando en el campo del guion. Su primera ocupación en ese sentido fue en El flautista (The Pied Piper, Jacques Demy, 1972), y también ha participado, por ejemplo, en El nombre de la rosa (Der Name der Rose / Il nome della rosa / Le nom de la rose, Jean-Jacques Annaud, 1986) y El perfume: Historia de un asesino / Perfume: The Story of a Murderer / Das Parfum – Die Geschichte eines Mörders / Le Parfum: Histoire d’un meurtrier (Tom Tykwer, 2006). Harvey Bernhard quedó muy contento con el trabajo que Birkin hizo aquí, e incluso le sugirió la posibilidad de dirigirlo, pero lo rechazó, por lo cual Bernhard le ofreció lo que quisiera hacer, a lo cual el escritor propuso rodar un guion que tenía escrito, Sredni Vashtar (1981), basado en un relato del gran H. H. Munro, y que, convertido en un cortometraje, supuso el debut en la realización de Birkin, y que fue nominado al Oscar.
Que adaptara este cuento de terror puede resultar significativo, aparte del hecho de que, no habiendo escrito más del género, sin embargo algunos de sus trabajos lo bordean —véanse los ejemplos aludidos—, o también conectan con la fantasía, y ha estado vinculado en diversas ocasiones con el mito de Peter Pan, curiosamente. De ahí que su guion para El final de Damien (The Final Conflict, 1981) ofrezca algunas resoluciones narrativas bastante interesantes para el aficionado, como esa Segunda Venida de Cristo, o la Matanza de los Inocentes, así como la estrella de Belén que anuncia el primero de los acontecimientos, profetizada por una conjunción en la constelación de Casiopea. En todo caso, expone algunos fallos de continuidad: en el original de Richard Donner se necesitaban los siete cuchillos para matar al Anticristo —uno para acabar con su vida mortal, y los demás para su vida espiritual—, y aquí son repartidos entre todos los monjes, a ver si alguno acierta. En esta ocasión los poderes de Damien quedan atenuados por el hecho de que el nacimiento del Niño se los mitiga, y así se evita el fallo de la segunda, donde podría haber solventado todos los peligros de un plumazo y no lo hizo.
El guion de Birkin, aún con determinados fallos, ofrece solidez, y evita la estructura repetitiva que mostraba La maldición de Damien (1978). Y la realización de que hace objeto Graham Baker aparece como sorprendentemente consistente. Este realizador inglés había estudiado pintura, diseño gráfico y arquitectura. Hizo spots publicitarios para televisión durante quince años, y su cortometraje Leaving Lily (1975), que también escribió, fue nominado al BAFTA. Tras dirigir un episodio de dos distintas series televisivas le llegó la oferta de realizar la presente película. Después ha hecho algunas cintas de interés, como Impulse [vd/tv: Impulso infernal, 1984] o Alien nación (Alien Nation, 1988) —aunque tampoco terminan de aprovechar sus premisas del todo—, y también fue responsable de ese desastre que es Beowulf, la leyenda (Beowulf, 1999).
El final de Damien es una película interesante, que supera con creces a su predecesora, tanto por un guion que sabe captar la atención como una puesta en escena que demuestra dominio de las imágenes, aunque precisaría mayor atmósfera. La música vuelve a ser debida a Jerry Goldsmith, y esta vez decidió, aun siguiendo la tonalidad de las dos anteriores, componer, sin embargo, temas nuevos, y vuelve a efectuar una gran partitura. Y eso que algunas de las composiciones, cuando no son tenebrosas, podrían recordar un tanto a lo que hizo para Star Trek, y el tono elegíaco de la escena final supongo que es inevitable ante lo que muestra.
Ese clímax puede chirriar a muchos espectadores, pero es consecuente con lo que plantea la saga. Hay un momento en que le preguntan a Damien si cree en Dios, y este no contesta, pero por lógica no solo ha de creer, sino saber con certidumbre que existe: si existe su antítesis, y él es prueba de ello porque es su hijo, ha de existir también Dios. Con esa premisa como planteamiento, la resolución ha de ser consecuente, por mucho que rechine: a la oscuridad ha de oponerse la luz, al mal debe enfrentársele el bien. Más discutible es la forma de representarlo, y el final de Damien se muestra de un modo muy facilón: alguien con tanto poder debía ser más difícil de combatir —ello también subraya el hecho de la poca fuerza de muchas de las muertes de la película, destacando en realidad solo la que acontece en el estudio de televisión—. Pese a ello, y otros problemas referidos, al menos El final de Damien eleva el listón de su previa entrega y, si no es una buena película, sí defiende su puesto con decencia y profesionalidad.
Anecdotario
- Título de rodaje: The Omen III: The Final Conflict.
- Título en Argentina y Uruguay: La última profecía. Títulos en México: La última profecía / El conflicto final / La profecía III: el Anticristo / La profecía III: el conflicto final. Título en Perú: La profecía III.
- En las ediciones en DVD y demás el título fue cambiado a The Omen III: The Final Conflict.
- La filmación tuvo lugar a partir de mayo de 1980, durante doce semanas.
- Rodada con un presupuesto estimado de cinco millones de dólares.
- La filmación se llevó a cabo esencialmente en Inglaterra —los Elstree Studios, así como Fountains Abbey, Welwyn Garden City, Grosvenor Square, Hyde Park, Notting Hill, Cornualles, St Austell, Padstow, el Observatorio de la Universidad de Londres, y otros) así como en los Estados Unidos (Eagle River, Washington D.C.).
- Se consideró a Richard Donner para la dirección, pero se encontraba en problemas legales con la familia Salkind por el rodaje de Superman, así que solo se ocupó de la producción.
- Jack Nicholson, Marlon Brando y Gene Hackman fueron considerados para el papel de Damien hasta que se tomó la decisión de hacer del personaje un hombre mucho más joven. En esta nueva etapa, se pensó en Jeroen Krabbé.
- James Mason actuó como padrino de la producción para Sam Neill. En un principio, Mason sugirió a los productores que se fijaran en Neill. Harvey Bernhard hizo que Neill volara a Londres para una audición, pagada por Mason. Más tarde, Neill reembolsó a Mason el billete de avión. Neill se inspiró en algunos de los gestos de Mason para su interpretación y caracterización.
- Hazel Court, protagonista de La maldición de Frankenstein y La máscara de la Muerte Roja, hace un cameo, el cual se filmó como un favor al productor Harvey Bernhard, ya que ella estaba de vacaciones en Cornualles cuando se rodó la escena de caza. En esa época era esposa de Don Taylor, director de la entrega previa de la saga.
- Durante el rodaje Sam Neill y Lisa Harrow desarrollaron una relación de la que nació su hijo Tim Neill.
- Aunque la identidad del Nazareno nunca se revela en la película, la novelización añade más detalles, como que el niño nació en un clan de gitanos, lo que explica por qué no tenía partida de nacimiento y, por tanto, Damien no podía encontrarlo.
- Cuando Damien reza a Satán en su santuario privado, parte de su discurso está tomado directamente de la novela Allá abajo (Là-Bas, 1891) de Joris-Karl Huysmans. En la novela, el personaje central escucha los versos mientras asiste a una misa negra.
- Una secuela, titulada Omen IV: Armageddon, estaba prevista para finales de 1984, con guion de Stanley Mann, basado en la novela de Omen IV: Armageddon 2000 (1982), de Gordon McGill. Graham Baker volvería a dirigir, pero conflictos de agenda con Impulse se lo impidieron. Fue sustituido brevemente por el director de televisión Horace D. Burton, pero el desarrollo de la película se estancó de nuevo por la prematura muerte de Burton en 1983, lo que llevó a 20th Century Fox a cancelar finalmente la producción. Posteriormente, McGill escribió una última novela de la saga titulada Omen V: The Abomination, publicada en 1985.
- Siguiente película de la saga: La profecía IV: El renacer (Omen IV: The Awakening, Jorge Montesi, Dominique Othenin-Girard, 1991) [telefilm].
- Estrenada en Estados Unidos el 20 de marzo de 1981, en España el 21 de julio de 1981 (en Madrid, en el cine Rialto) y en el Reino Unido el 17 de septiembre de 1981.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra