Joe Pendleton es un boxeador que, mientras está viajando en su avioneta, se estrella. Cuando llega al cielo se descubre que ha sido llevado allí demasiado pronto, y cuando intenta regresar se topa con que su cadáver ha sido incinerado. Habrá de encarnarse en el cuerpo de un hombre recién asesinado por su mujer y el amante de esta, y se enamorará de la hija de la víctima de una estafa perpetrada por su actual «anfitrión»…

 Dirección: Alexander Hall. Producción: Columbia Pictures. Productor: Everett Riskin. Guion: Sidney Buchman, Seton I. Miller, según la obra teatral Heaven Can Wait de Harry Segall. Fotografía: Joseph Walker. Música: Friedrich Hollaender, Sidney Cutner, Paul Schoop. Montaje: Viola Lawrence. Dirección artística: Lionel Banks. Intérpretes: Robert Montgomery (Joe Pendleton), Evelyn Keyes (Bette Logan), Claude Rains (Mr. Jordan), Rita Johnson (Julia Farnsworth), Edward Everett Horton (Mensajero 7013), James Gleason (Max Corkle), John Emery (Tony Abbott), Donald MacBride (inspector Williams), Don Costello (Lefty), Halliwell Hobbes (Sisk), Benny Rubin (Bugs), Warren Ashe (Charlie), Lloyd Bridges (Sloan, copiloto del avión 22), Ken Christy (Chuck, el policía), Billy Dawson (Johnny, el fan), Carlyle Blackwell Jr., Morgan Brown, Eddie Bruce, James Carlisle, Chester Conklin, Heinie Conklin, Joe Conti, Maurice Costello, Joseph Crehan, Mary Currier, Alex Dreier, Edmund Elton, William Forrest, Jack Gardner, Tom Hanlon, Theresa Harris, Joe Hickey, John Ince, Selmer Jackson, John Kerns, Bobby Larson, Carl M. Leviness, Max Linder, Philo McCullough, James Millican, Hans Moebus, Bert Moorhouse, Sol Murgi, William Newell, Jack Perry, Gerald Pierce… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1941. Duración y datos técnicos: 94 min. B/N 1.37:1.

 

Durante la década de los cuarenta del pasado siglo se pusieron de moda las películas donde ángeles y/o demonios formaban parte de una trama que circulaba por los meandros genéricos de la comedia sentimental. Títulos como El diablo dijo no (Heaven Can Wait, Ernst Lubitsch, 1943), Dos en el cielo (A Guy Named Joe, Victor Fleming, 1943), Una cabaña en el cielo (Cabin in the Sky, Vincente Minnelli, 1943), The Horn Blows at Midnight [tv: Un toque de trompeta a medianoche, Raoul Walsh, 1945], Yolanda and the Thief [tv/dvd: Yolanda y el ladrón, V. Minnelli, 1945], ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946), la británica A vida o muerte (A Matter of Life and Death, Michael Powell, Emeric Pressburger, 1946), El diablo y yo (Angel on My Shoulder, Archie Mayo, 1946) o The Bishop’s Wife [tv/dvd: La mujer del obispo, Henry Koster, 1947] se encuentran entre las más destacadas.

Previa a todas ellas aparece la presente muestra, dirigida por Alexander Hall, un realizador que ocasionalmente tocó el género del musical, dentro del cual se inscriben también algunos de los títulos referidos, y quien dirigió otra cinta con tonos similares a la que nos ocupa, La diosa de la danza (Down to Earth, 1947), esta vez con una musa de la mitología griega (Terpsícore, interpretada por Rita Hayworth), que aparece en la Tierra para implicarse en los líos de los mortales… y donde reaparece el Mr. Jordan del título original, en esta ocasión interpretado por Roland Culver, y con Edward Everett Horton repitiendo el rol del Mensajero 7013, así como James Gleason el de Max Corkle. Existen diversas variaciones de la obra, así como una versión porno inclusive.

Lo más destacado, con todo, de El difunto protesta (Here Comes Mr. Jordan, 1941) es su peculiar mixtura genérica. Es una comedia, pero exhibe unos tonos oscuros también bastante definidos. De igual modo es un film adscrito a la temática fantástica, una muestra del subgénero del cine pugilístico y también ofrece ecos de noir. Y, de igual modo, por supuesto, es una cinta romántica. Basada en la obra teatral It was Like This / Heaven Can Wait (1938)[1], de Harry Segall, Columbia tenía intención de rodar la película como vehículo de lucimiento para Cary Grant, pero estando aún en fase de preproducción se contrató a Robert Montgomery.

Antes aludíamos a la mixtura de géneros. Por lo general, se suele ubicar El difunto protesta dentro de la categoría de comedia. El film dispone de un tono ligero, pero, siendo estrictos, la inflexión de comedia solo la adquiere por medio de la intervención de tres personajes: el del Mensajero 7013, una especie de «ángel de segunda» precedente del de ¡Qué bello es vivir!, y al que interpreta el estupendo Edward Everett Horton; el entrenador del protagonista, Max Corkle, al que da vida James Gleason, un actor al que mucha gente no pondrá nombre, pero que le suena de infinidad de películas; y el inspector de policía, Williams, encarnado por el divertido Donald MacBride. La intervención de estos tres histriones es lo que otorga al film esa tonalidad de comedia, a veces alocada, inclusive, como cuando Corkle intenta conversar con el invisible Mr. Jordan.

Se ha mencionado a los actores, y es que uno de los platos fuertes del film es su excelente reparto. A los ya referidos cabe sumar el propio protagonista, Robert Montgomery, un intérprete al que siempre se le ha tenido en baja estima, pero que posee más registros de lo que se considera. Obsérvese aquí cómo varía de inflexión cuando, hacia el final, su personalidad original desaparece y es reemplazada por la del nuevo cuerpo que ocupa. Y, en definitiva, se puede apreciar cómo habitualmente funcionaba tanto en los géneros de la comedia como del drama. También hay que destacar a la «chica» de la película, Evelyn Keyes, de peculiar belleza. Pero, sobre todo, un excelente Claude Rains como Mr. Jordan, una especie de San Pedro vestido de traje y con las sienes plateadas, y al que otorga elegancia, estilo y bonhomía.

Las escasas escenas en el cielo destacan por su peculiar diseño, con una bruma perenne a ras del suelo y una bóveda celeste llena de nubes; los planos donde se ve a los actores desde muy lejos, con esa neblina constante, son de una gran belleza. Joe Pendleton, el protagonista, muere en un accidente de aviación, y ese entorno es el que regirá el ambiente en el cielo, con las almas conducidas a su destino por medio de un aeroplano (como piloto podemos identificar a un juvenil y no acreditado Lloyd Bridges). Es como si el cielo adquiriese los visos de aquello que cada uno de los «visitantes» conoció más en la vida (la aeronáutica era uno de los hobbies de Pendleton).

Es de destacar la visión «noble» que se ofrece del mundo del boxeo ―pese a que Murdock haya sido asesinado por no querer amañar la lucha―, temática muy afín a los estudios hollywoodienses para abordar siempre desde una tónica noir. Aquí, incluso Mr. Jordan felicita en un momento a Pendleton/Murdock por su combate, que define incluso de «artístico». También resalta el hecho de que, aun habiendo de por medio diversos crímenes, en ningún momento se vea cadáver alguno, situándose estos siempre en off.

Es una lástima, con todo, que al frente se pusiera a un realizador tan romo en facultades como fuera Alexander Hall. Cierto es, jamás en su carrera dio muestras del menor genio, y se puede referir que, por lo general, sus películas solían ser «simpáticas», pero muchas veces se quedaban por debajo de las posibilidades del libreto. Puede que lo mejor de su carrera fuera precisamente la presente película, junto a otras dos comedias fantásticas, Érase una vez (Once Upon a Time, 1944), con Cary Grant, una oruga bailarina y donde reaparece James Gleason, y la ya referida La diosa de la danza, más o menos secuela de la presente. Aquí le falta otorgar de más ritmo y ligereza a la trama, y el film destaca por las referidas interpretaciones así como por la excelente fotografía en blanco y negro, pero su realización impide que la película despegue más allá de sus propuestas.

Destaca, en todo caso, el detalle de que el protagonista, Joe Pendleton, sea un personaje de no demasiadas luces, al que le cuesta asimilar la verdadera situación de todo y que, una vez lo sabe, sigue errando en sus deducciones una y otra vez. Al final, sin embargo, y a fuerza de ir cambiando de cuerpo en cuerpo, diríase, va madurando, aunque sea después de muerto. También hay que señalar la situación que plantea el guion: parece que todos tengamos almas gemelas a las que estamos destinados, independientemente del cuerpo que ocupemos.

 

Anecdotario

  • Títulos de rodaje: Heaven Can Wait / Mr. Jordan Comes to Town.
  • Título en Argentina y México: El difunto protesta.
  • Consiguió el Oscar a mejor historia original y mejor guion, y tuvo nominaciones a mejor film, director, actor principal, actor secundario (Gleason) y fotografía en blanco y negro.
  • El rodaje tuvo lugar entre el 21 de abril y el 5 de junio de 1941.
  • Columbia planeó filmar una secuela de esta película titulada Hell Bent for Mr. Jordan, pero archivó el proyecto hasta que se pudiera volver a reunir al elenco original. El film nunca se produjo, finalmente.
  • Lux Radio Theatre transmitió una adaptación radiofónica de 60 minutos de la película el 26 de enero de 1942 con Claude Rains, Evelyn Keyes y James Gleason retomando sus papeles cinematográficos, mientras que Cary Grant (actor inicialmente previsto para el film) reemplazaba a Robert Montgomery.
  • Versiones de la obra teatral de Harry Segall:

El difunto protesta (Here Comes Mr. Jordan, Alexander Hall, 1941) [EEUU].

¿Se puede entrar? (For Heaven’s Sake, George Seaton, 1950) [EEUU].

Jhuk Gaya Aasman (Lekh Tandon, 1968) [India].

El cielo puede esperar (Heaven Can Wait, Warren Beatty y Buck Henry, 1978) [EEUU].

Heaven’s Touch (Shaun Costello, 1983) [EEUU; porno].

Bésame en la boca (Abraham Cherem, 1995) [México].

Menudo patinazo (Ice Angel, George Erschbamer, 2000) [EEUU; telefilm].

De vuelta a la Tierra (Down to Earth, Chris Weitz, Paul Weitz, 2001) [EEUU].

Debbie Does Dallas… Again (Paul Thomas, 2007) [EEUU; porno].

Cachito de cielo (2012) [México; serie TV].

El cielo en tu mirada (Pedro Pablo Ibarra, 2012) [Colombia, México].

Misseu waipeu (Kang Hyo-jin, 2015) [Corea del Sur].

Mei hao de yi wai (Wi Ding Ho, 2017) [Taiwán, China, Corea del Sur].

Mar Gaye Oye Loko (Simerjit Singh, 2018) [India].

  • Más o menos secuela, o más bien spin-off de la presente película:

La diosa de la danza (Down to Earth, A. Hall, 1947) [EEUU].

  • Estrenada en Estados Unidos el 7 de agosto de 1941, en una premier en Nueva York, y luego masivamente el 21 de agosto de 1941. En España se vio a partir de junio de 1944, en Madrid.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Pese a la coincidencia con el título original del film de Lubitsch antes citado, nada tienen que ver entre sí. Esa se basa en la obra Birthday de Leslie Bush-Fekete. Tuvo un remake televisivo: The DuPont Show of the Month: «Heaven Can Wait» (1960), de Alex Segal.