Anna es una matrona, embarazada, que tiene que llevar adelante una relación donde el marido se halla ausente en diversas formas. Para fortalecer la unión decide hacer un intercambio de apartamentos: ellos se van a vivir una semana a la casa de una madura pareja alemana, en plena Selva Negra, y el matrimonio germano se instala en el apartamento de ellos. Todo parece idílico, pero los ancianitos en teoría encantadores tienen planes siniestros…
Dirección: Mar Targarona. Producción: Barry Films, Rodar y Rodar Cine y Televisión. Productores: Benito Mueller, Wolfgang Mueller. Productores ejecutivos: Joaquín Padró, Mar Targarona. Guion: Roger Danès, Alfred Pérez-Fargas. Fotografía: Rafa Lluch. Música: Diego Navarro. Montaje: José Luis Romeu. Decorados: Andrea Seoane. FX: Lucía Solana (supervisora de efectos de maquillaje), Wesley Barnard (supervisor de efectos especiales). Intérpretes: Belén Cuesta (Anna), Jorge Suquet (Sebas), Hildegard Schroedter (Olga), Rainer Reiners (Hans), Chacha Huang (Lili), Manel Dueso (Serafín), David Selvas (Lucas), Marina Gatell (Mónica)… Nacionalidad y año: España, Alemania 2023. Duración y datos técnicos: 98 min. color 2.20:1.
«Ni la muerte, ni la fatalidad,
ni la ansiedad, pueden producir
la insoportable desesperación que
resulta de perder la propia identidad».
-H. P. Lovecraft
Mar Targarona (nacida en 1953) es actriz, productora y realizadora. Comenzó en la primera de las categorías en teatro, pero luego pasó a publicidad, cine y televisión. En 1990 fundó la compañía de producción Rodar y Rodar junto a su marido, Joaquín Padró, y también es directora de la Fundación Taller de Guionistas. Como productora ha lanzado películas de corte muy variado, entre las cuales se pueden destacar tres de terror como son El habitante incierto (Guillem Morales, 2004), El orfanato (Juan Antonio Bayona, 2006) y Los ojos de Julia (G. Morales, 2010). Como realizadora debutó con Muere, mi vida (1996), una comedia de crímenes, a la que siguió Secuestro (2016), El fotógrafo de Mauthausen (2018) y Dos (2021), esta también del género.
Ahora, Targarona regresa en esa última faceta con El cuco (2023), a partir de un guion desarrollado por Roger Danès Morera y Alfred Pérez-Fargas, una pareja profesional que ha trabajado tanto en cine como en televisión, que ya colaboró con ella en El fotógrafo de Mauthausen, y también cabe destacar, entre otras, el thriller El silencio de la ciudad blanca (Daniel Calparsoro, 2019) o la serie La Unidad (2020-2023). La presente película, salvo error, es su primera incursión dentro del terror fantástico.
Para cualquier aficionado al género queda patente que la fuente de inspiración de El cuco proviene de una obra maestra como es La semilla del diablo (Rosemary’s Baby, Roman Polanski, 1968): pareja con la mujer embarazada, ancianitos en teoría encantadores, un plan siniestro que se cierne sobre los protagonistas, extrañas actitudes del marido… Sin embargo, la trama va por otros derroteros, que quedan bastante evidentes también desde el inicio para quien tenga un mínimo de experiencia en lo fantástico, máxime cuando el propio título ya lo desvela. El elemento del «cuco», por lo demás, está presente a lo largo de todo el film: al inicio Anna pone la televisión y están dando un documental donde se nos informa de las peculiaridades de esta ave; en la casa donde se trasladan, en plena Selva Negra, se oye de forma constante a un cuco que resuena en las cercanías; cuando se acercan al pueblo próximo, visitan un museo del reloj construido como si fuera uno de cuco inmenso, que los devora…
Danès y Pérez-Fargas conducen esa historia de inicio a fin apoyándose en la progresión lógica, mostrando la perspectiva de su protagonista, Anna, interpretada por Belén Cuesta, tal como sucedía en el film de Polanski con Rosemary/Mia Farrow (además, Cuesta lleva un corte de pelo similar). Sin embargo, aquí el punto de vista se altera en varias ocasiones: mientras ellos están en Alemania, vemos las juergas que los ancianitos se montan en el piso, y también asistiremos a algunas escenas desde la perspectiva de Lucas, un vecino. Por tanto, aquí no hay ambigüedad, lo que vemos no es la posible visión distorsionada de una mujer embarazada con problemas de hormonas (aunque en un momento determinado ella aluda esa excusa), sino que la conspiración es real. Está ahí.
Gran parte de la película se sostiene en la imbricación que se va desarrollando entre la pareja protagonista. Imagino que para mucho espectador juvenil eso les resultará aburrido y acudirán al socorrido «no pasa nada», pero es en gran parte lo que da jugo a la historia. Ambos ofrecen cierta culpabilidad en la forma en que se ha deteriorado la relación, por lo cual se muestra de un modo más maduro y complejo a lo que suele ser norma en muchos filmes actuales, más maniqueos y simplistas.
Por lo demás, puede que para el espectador habitual esa referida previsibilidad resulte frustrante, pero, al mismo tiempo, es una de las virtudes del film, pues exhibe la inexorabilidad de una situación. Además, no finaliza donde cabría esperar, sino que va más allá, mucho más allá, ofreciendo una vuelta de tuerca que se prolonga bastante dentro de la trama. No he visto ninguna de las películas previas de Mar Targarona como directora, pero, obviamente, como productora habrá tenido tiempo sobrado para observar y aprender, y aquí muestra un muy buen ojo para los detalles. Sabe narrar, sabe escoger las imágenes, y efectúa unas elipsis de transición muy interesantes, amén de efectuar un montaje paralelo entre ambas parejas que puntúa de forma destacada la relación causa-efecto. Hay un homenaje a Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) que, la verdad, se lo podría haber ahorrado, porque provoca más la risa que la sonrisa cómplice.
Dentro de la evolución de la trama, esos elementos sugeridores como lo del cuco, que representa una metáfora de la situación, son muy interesantes. Otros son un poco más obvios, como un contraplano en un espejo, o una frase «Adiós, mamá», elementos que, a mi juicio, sobran, me resultan en exceso explicativos, y que sin ellos hubiera resultado más sugerente, hubieran hecho reflexionar más al espectador. Hay que destacar también que, en cierta manera, al menos durante la escena en que la pareja se traslada a la celebración en el pueblo, el film se ve teñido de cierto tono al folk horror tan de moda en la actualidad, y lo integra de un modo muy natural, aunque según la directora, lo que pretendía emular era una inflexión a lo cuento de los hermanos Grimm. Es una lástima, en todo caso, que la película haya surgido después de otras producciones que plantean algunas vías similares, en particular La abuela (Paco Plaza, 2021).
El cuco expone un nivel de producción elevado en todos los aspectos, detenta amor y conocimiento del género, que arranca con una cita de Lovecraft con la cual también encabezamos esta reseña. La pareja protagonista está formada por Belén Cuesta y Jorge Suquet. Ella ofrece ese tipo de interpretación «naturalista» tan de moda entre los intérpretes españoles actuales, y que a veces se muestra más forzada que natural, y la actriz está mejor cuando se olvida de ello y se deja arrastrar por la acción. Suquet, por su parte, aunque el personaje deba resultar algo antipático, no me ha convencido, y no soy capaz de creerme su rol; además, a partir de determinado momento su interpretación debería cambiar de matiz y, sin embargo, lo sigue enfocando de igual manera.
Todo un descubrimiento, por lo demás, supone la pareja alemana, compuesta por Hildegard Schroedter y Rainer Reiners. He consultado su filmografía y he comprobado que aquí, como mucho, les hemos visto en alguna serie de televisión en papeles minúsculos; son, de cualquier manera, un descubrimiento, en particular ella. Y la interpretación de ambos ofrece más mérito aun cuando nos enteramos que no sabían nada de español y se aprendieron sus diálogos fonéticamente. Por último, hay que destacar la excelente música de Diego Navarro y la belleza de los créditos finales.
Anecdotario
- Título anglosajón: The Cuckoo’s Curse.
- La película fue presentada, entre otros, en los siguientes festivales: Festival de Cine de Málaga (17 de marzo de 2023), Brussels International Fantastic Film Festival (abril de 2023), Neuchâtel International Fantastic Film Festival (2 de julio de 2023), Semana Internacional de Cine Fantástico de la Costa del Sol (septiembre de 2023).
- El papel protagonista estaba destinado inicialmente a Marta Nieto.
- La barriga de embarazada de Belén Cuesta es un prostético que comienza desde el pecho.
- Estrenada en España el 15 de septiembre de 2023.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra