Después de haber escapado del laberinto, los Habitantes del Claro se enfrentan ahora a un nuevo conjunto de desafíos en las carreteras abiertas de un paisaje desolado lleno de obstáculos inimaginables, en un futuro donde las ciudades están en ruinas y entre los escombros habitan criaturas grotescas.
Dirección: Wes Ball. Producción: Gotham Group, TSG Entertainment, Temple Hill Entertainment para 20th Century Fox. Productores: Marty Bowen, Eddie Gamarra, Wyck Godfrey, Ellen Goldsmith-Vein, Joe Hartwick Jr., Lee Stollman. Productora delegada: Lindsay Williams. Guion: T.S. Nowlin, basado en la novela de James Dashner. Música: John Paesano. Fotografía: Gyula Pados. Diseño de producción: Daniel T. Dorrance. Montaje: Dan Zimmerman. FX: Weta Digital, Lidar Guys. Intérpretes: Dylan O’Brien (Thomas), Ki Hong Lee (Minho), Kaya Scodelario (Teresa), Thomas Brodie-Sangster (Newt), Dexter Darden (Frypan), Alexander Flores (Winston), Jacob Lofland (Aris Jones), Rosa Salazar (Brenda), Giancarlo Esposito (Jorge), Patricia Clarkson (Ava Paige), Aidan Gillen (Janson), Terry Dale Parks (Carl), Kathryn Smith-McGlynn (Dra. Crawford), Lili Taylor (Mary), Barry Pepper (Vince), J. Nathan Simmons, Matthew T. Metzler, Alan Tudyk, Jenny Gabrielle, David House, Lora Martinez-Cunningham, Luke Gallegos, Shawn Prince, Jeremy Becerra, Matthew Page, Alex Knight, Marc Comstock, Brandon K. Hampton, John Trejo, Tatanka Means, Katherine McNamara, Ryan Jason Cook… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2015. Duración y datos técnicos: 131 min. Color 2.35:1.
Supongo que es inevitable que, en una trilogía, la segunda entrega sea la más débil: sirve de engarce entre la primera, donde se plantea un escenario atractivo, y la tercera, donde se presupone que habrá un clímax mayestático y grandioso. Así pues, la segunda trata de fijar un tanto los elementos y prepararlos para lo que vendrá… No es por ello sorprendente que la trama de El corredor del laberinto: Las pruebas (2015) divague un tanto y, si se analiza con cierta profundidad, se compruebe que, sin mucho esfuerzo, se podría haber sintetizado todo en veinte o treinta minutos, y repartirlo entre la entrega primera y la tercera, y haber concebido en realidad un díptico. Ignoro el motivo por el cual tan de moda están las trilogías, y no hacen dípticos o tetralogías…
Así pues, tenemos a los protagonistas escapando al inicio y siendo capturados al final, con lo cual la evolución dramática de la situación es casi nula. La parte central la ocupa un largo viaje que, en cierta manera, sirve para reencauzar las relaciones entre los personajes, en especial entre Thomas y Teresa, con la aparición de una tercera en discordia, la antipática Brenda, con lo cual se establece el inevitable triángulo amoroso con rivalidades de por medio, algo muy en sintonía con el público al que la franquicia va destinada. Este apartado sirve para aportar mayor importancia a Teresa, que en el primer film era un personaje secundario, y permite descubrir las sólidas capacidades interpretativas de la actriz que la encarna, Kaya Scodelario –quien debutó en la apreciable Moon (Moon, 2009), de Duncan Jones, y también la pudimos ver en la inútil Furia de titanes (Clash of the Titans, 2010), de Louis Leterrier–.
Este viaje iniciático se queda a medio gas en las posibilidades con respecto a la profundización de los personajes –mientras Teresa gana en importancia, Minho y, sobre todo, Newt la pierden–, pero a cambio tenemos una atractiva cinta de ciencia ficción post-holocausto que podría ser algo así como una mezcla entre la saga Mad Max y las cintas de la temática de los años setenta, como pudieran ser El planeta de los buitres (Ravagers, 1979), de Richard Compton, A Boy and His Dog [vd/dvd: 2024: Apocalipsis nuclear / Un muchacho y su perro, 1975], de L. Q. Jones, Callejón infernal (Damnation Alley, 1977), de Jack Smight, y, sobre todo, La fuga de Logan (Logan’s Run, 1976), de Michael Anderson, con la cual guarda no pocos contactos en la segunda parte de ésta, en cuanto Logan inicia la fuga.
Como decimos, se queda a medio gas en lo que al desarrollo de personajes se refiere, pero, a cambio, tenemos la presentación de otros muchos –algunos más interesantes que otros– y, sobre todo, un atractivo itinerario físico que transcurre entre las seductoras ruinas de San Francisco y el concurso de unas criaturas humanoides de ciertas características zombiescas, donde destacan sobre todos los mutantes de los subterráneos que se hallan fusionados con las plantas trepadoras.
En resumen, una entrega sin especial relieve, pero que se deja ver con simpatía y que nos deja a la espera de una conclusión que esperamos aclare todo lo que se va insinuando y deje buen sabor de boca al amante de la ciencia ficción. Al menos, el cambio de tono con respecto al primer film es estimable y no representa una repetición de lo mismo.
Anecdotario
- Título en Argentina, Chile y México: Maze Runner: Prueba de fuego.
- Inicialmente el estudio pretendía esperar un tiempo para ver cómo funcionaba la primera película para emprender la producción de la presente, pero, tras una premier, decidieron dos semanas después seguir adelante.
- La película es muy distinta al libro.
- Se intentó que la actriz Adelaide Kane encarnara a Brenda, pero no pudo por motivos de agenda. También optó al papel Hailee Steinfeld.
- Tanto en el Reino Unido como en Alemania algunos breves planos han sido censurados, con el fin de que la calificación moral no sea más alta.
- Primera entrega de la saga: El corredor del laberinto (The Maze Runner, 2014), de W. Ball. Siguiente entrega de la saga: El corredor del laberinto: La cura mortal (The Maze Runner: The Death Cure, 2017), de W. Ball.
- Estrenada en Estados Unidos el 18 de septiembre de 2015. En España se estrenó un día antes.
Bibliografía
Las pruebas; por James Dashner; traducción por Noemí Risco Mateo. Madrid: Nocturna, 2011. Colección: Literatura mágica; nº 2. T.O.: The Scorch Trials (2010).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra