El día que cumplía once años Janet vio cómo su madre, enloquecida, asesinaba a su padre. Ahora está sensibilizada a la idea de haber heredado esa locura. Por la casa comienza a ver rondando una misteriosa mujer de blanco.

Dirección: Freddie Francis. Producción: Hammer Films. Productor: Jimmy Sangster.  Guion: Jimmy Sangster. Música: Don Banks. Fotografía: John Wilcox. Diseño de producción: Bernard Robinson. Montaje: James Needs. FX: Les Bowie (efectos especiales), Roy Ashton (maquillaje). Intérpretes: David Knight (Henry Baxter), Moira Redmond (Grace Maddox), Jennie Linden (Janet), Brenda Bruce (Mary Lewis), George A. Cooper (John), Clytie Jessop (mujer de blanco), Irene Richmond (Mrs. Gibbs), John Welsh (doctor), Timothy Bateson (camarero), Elizabeth Dear (Janet de niña), Isla Cameron (madre), Frank Forsyth (sirviente), Julie Samuel (Anne, la doncella), Hedger Wallace (Sir James Dudley)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1964. Duración y datos técnicos: 83 min. B/N 2.35:1.

 

Esta reseña contiene spoilers

Desde finales de los cincuenta, la Hammer se puso a producir una serie de thrillers psicológicos, que más o menos incursionaban en el cine de terror. Freddie Francis ya había dirigido con anterioridad El alucinante mundo de los Ashby (Paranoiac, 1063), y más adelante también haría Hysteria [tv: Histeria, 1965] dentro de esa corriente. Los guiones de la trilogía de Francis fueron todos debidos a Jimmy Sangster, el especialista en la materia de la casa, si bien tocaría otras modalidades de igual modo.

Podría decirse que Jennie Linden es la protagonista de la película, aunque desaparece a la mitad de metraje. Tenía veintitrés años cuando asumió el rol, y los aparenta, si bien se supone que debe tener unos quince o dieciséis, pese a que aún a esa edad ya sería demasiado mayor para dormir con muñecas, como se ve en el film. En todo caso, es una libertad habitualmente asumida por gran parte del cine, no solo por la Hammer.

La primera mitad del film se centra en el personaje de Linden, Janet, que tras ver a su madre asesinar a su padre y ser internada en un instituto psiquiátrico teme haber heredado ese mal. La película arranca metiéndonos dentro de una pesadilla de la muchacha (el título original inglés significa, precisamente, «Pesadilla»), inteligente detalle, dado que, a partir de entonces, tendremos que dudar de si lo que vive Janet (lo que vivimos nosotros) es real o está en su mente. Al principio está internada en un instituto para señoritas, pero es trasladada a su casa, donde habita con el ama de llaves, el chófer, su tutor legal (aunque este suele aparecer poco por el lugar) y una enfermera que este ha contratado para ella. En medio de la noche se despierta y ve a una misteriosa mujer de blanco rondar la mansión, y que luce una fea cicatriz en la mejilla.

Por supuesto, todo es un plan para volverla loca. Justo a mitad de metraje se nos desvela todo. La mujer de blanco era la enfermera, caracterizada. Esa intriga ofrece indudables riesgos: hacer pasear a una intrusa por la mansión, con la servidumbre presente, es temerario. Además, se nos obsequia con un plano de la enfermera, Grace, sola y mostrando una expresión de pesar hacia Janet, lo cual es una mentira de cara al espectador.

La segunda mitad tiene a Janet ya encerrada en el manicomio y a Grace casada con Henry, el tutor y abogado. Grace, que hasta ese momento se había mostrado con nervios de acero y sin dudar un ápice en la «tortura» que inflige a Janet, ahora está hipersensible, tiene unos celos terribles y comienza a desequilibrarse. Ello es un nuevo ardid, por supuesto, para que la trama se desvele.

Los guiones de Jimmy Sangster solían tener esas fisuras, esos fallos, y una vez lo asumimos, nos dejamos caer en la trampa, como los propios personajes. Pese a esas grietas narrativas, el film se sostiene bastante bien, en especial por la puesta en escena de Freddie Francis, que es una de las más sólidas que efectuó. Son sumamente elegantes algunos movimientos de cámara, que reencuadran y aportan una información adicional a la imagen. Además, como es norma en las películas dirigidas por él, la fotografía, no siendo propia (sino de John Wilcox, a quien Francis conocía de su época de claquetista en los años cuarenta) es excelente, otorgando la necesaria tenebrosidad al conjunto. El film se rodó en época invernal, y las escenas con nieve son auténticas, lo cual acreciente el clima frío que posee la cinta. Pese a esos errores (o trampas) de guion, el resultado merece la pena.

 

Anécdotas

  • Título alternativo: Here’s the Knife, Dear: Now Use It. Jimmy Sangster odiaba este título, y por suerte se cambió.
  • Título en Argentina: Pesadilla. Título en México: Muerte en la noche.
  • En Alemania su título es traducible como «Satanás de largas pestañas».
  • En el Reino Unido la película fue distribuida por la Rank Film Distributors y en Estados Unidos por Universal Pictures.
  • La única copia existente en el Reino Unido en 35 mm es propiedad de la BFI.
  • El rodaje ocupó seis semanas.
  • El papel de Janet estaba destinado a Julie Christie, pero esta abandonó a ultimísima hora para hacer en su lugar Billy, el embustero (1963), de John Schlesinger. La reemplazó Jennie Linden, que de esa manera debutaba en el cine.
  • El protagonista, David Knight, era norteamericano, y esta fue su última película, antes de decidir dedicarse en exclusiva al teatro.
  • Algunas fuentes aseguran que la presente es un remake del film argentino Pesadilla (1963), escrito y dirigido por Diego Santillán.

  • Estrenada en el Reino Unido el 19 de abril de 1964, en Londres, y el 11 de mayo tuvo distribución general en todo el país, en programa doble con The Evil of Frankenstein (1964), también de Freddie Francis. En España se estrenó el 2 de marzo de 1965 en Barcelona, y el 31 de mayo en Madrid.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra