Arkham, 1975. Un hombre, intentando descubrir algo acerca de su desaparecido padre, decide viajar a Alemania, donde sirvió durante la guerra. Allí un anciano le cuenta algo que sucedió en los años cuarenta, cuando conoció al padre, en una cercana granja maldita.

Dirección: Huan Vu. Producción: Sphärentor Filmproduktionen. Productores: Peter Tillisch, Huan Vu. Productor ejecutivo: Jan Roth. Guion: Huan Vu, según el relato de H. P. Lovecraft. Fotografía: Martin Kolbert. Música: Tilman Seege. Montaje: Huan Vu. Decorados: Roman Reith. FX: Huan Vu (compositor digital), Stefan Hähnlein (artista de efectos visuales). Intérpretes: Paul Dorsch (guarda forestal), Jürgen Heimüller (científico), Ingo Heise (Jonathan Davis), Philipp Jacobs (Marwin Gärtener), Michael Kausch (Armin Pierske, de anciano), Olaf Krätke (Mr. Danforth), Marco Leibnitz (Armin Pierske, de joven), Ralf Lichtenberg (Dr. Davis, en los cuarenta), Patrick Pierce (Dr. Davis, en los setenta), Erik Rastetter (Nahum Gärtener), Friedrich Schilha (profesor), Leander Schmidt (lugareño 1), Marah Schneider (Mrs. Gärtener), Leon Schröder (Samuel Gärtener), Alexander Sebastian Curd Schuster (detective Ward), Sebastian Schäfer (obrero de la construcción), Gert Tyarks (lugareño 2), Jonas von Lingen (científico líder), Konstantin Wittfeld (ayudante), Jonas Zumdohme (Thaddäus Gärtener)… Nacionalidad y año: Alemania 2010. Duración y datos técnicos: 86 min. B/N-color 2.35:1.

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Con el abaratamiento de costes y la facilidad de distribución, hoy día resulta un tanto difícil diferenciar, en ocasiones, las producciones amateur de las profesionales consumadas con muy bajo presupuesto. Este es uno de esos ejemplos, aunque resulta evidente que se trata de una creación de aficionado, un tanto en la línea de las que realiza en Estados Unidos The H.P. Lovecraft Historical Society, pero aquí efectuada en Alemania por Huan Vu, nacido en 1982 en Stuttgart de padres vietnamitas. Su debut fue con un fan-film, Damnatus (2008), basado en el juego de tableta Warhammer 40,000. Tras la presente, desde 2017 tiene anunciada The Dreamlands, de nuevo inspirado en Lovecraft, en este caso en el ciclo onírico de Randolph Carter.

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El mayor defecto de esta película es su intento de fidelidad. Cuando H. P. Lovecraft publicó su relato en 1927 no estaba tan instaurado como en la actualidad el concepto de narrador omnisciente, y había que estar justificando un tanto quién estaba narrando lo acontecido y cómo esto había llegado a su conocimiento, de ahí esa estructura de una historia dentro de otra dentro de otra. Además, en este tipo de narraciones de carácter fantástico se percibía cierta aura de autenticidad si eran relatadas en primera persona, como si fuera una declaración real. Hoy día nada de eso hace falta, y se podría contar el relato de un modo más directo.

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Así, tenemos al inicio a un detective llamado Ward (en alusión al escritor de Providence, así como a uno de sus personajes, Charles Dexter Ward) que después no reaparece, para luego centrar la historia en Jonathan Davis, que haría los modos del ingeniero de aguas del relato, y que sirve solo de intermediario para que reciba la narración por parte de Armin Pierske. Además, hay momentos en los cuales Armin claramente no estaba presente, por lo cual no puede relatar ciertos hechos que vemos.

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Con el fin de que el resultado no quede como una chusca reelaboración de entornos estadounidenses rodados en Alemania se ha optado por ambientar la acción en territorio germano, en concreto en los Schwäbisch-Fränkische Waldberge, en la región de Franconia, en el sur del país. Arranca la acción en Arkham, para efectuar el guiño, con un plano general de un edificio solemne e interiores en una biblioteca (sin duda, la de la Universidad de Miskatonic). Después, la acción ya se traslada a Alemania, con el protagonista en busca de su padre y enterándose, de rebote, de lo que ocurrió en aquella granja maldita.

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A partir de ahí, la narración se hace bastante fiel al original de Lovecraft. Lo que sucede es que lo que funciona en papel no lo hace tanto sobre la pantalla. Hay excesiva supeditación a la descripción en off, con el narrador explicando lo que las imágenes no son capaces, e incluso en ocasiones hay personajes que comentan lo que están viendo; en esos casos porque el director es incapaz de representar visualmente ese hecho, por falta de medios ―como cuando describe el interior del meteorito, del cual solo se ve su parte exterior… cuadrada―. De todas maneras, todo se hace en exceso anquilosado, férreo, y le falta soltura a la narración, lo cual lastra de forma enorme el tempo y el ritmo de la historia y, por ende, provoca la carencia de atmósfera. Hay detalles que ilusionan más por ser lector de Lovecraft y reconocerlos en las imágenes que por su estricta reelaboración cinematográfica. Tampoco ayuda en exceso lo flojo de algunos actores secundarios así como la fealdad de esa fotografía en blanco y negro con texturas electrónicas.

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La historia de Lovecraft se acaba cuando aún no ha finalizado la película, y en los veinte minutos restantes se nos ofrece una segunda parte con la misión del padre del protagonista en la granja, durante la Segunda Guerra Mundial, y que en realidad es repetir el clímax del relato, pero centrado en los soldados en lugar de los granjeros, con el color brotando del pozo. Ahí se aprovecha para hacer un festival de efectos especiales, y en cierta manera no está mal resuelto técnicamente, aunque se hace un tanto colorido, y desentona con el resto del film, más oscuro.

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Persiste algún detalle interesante ocasional, o el hecho de fotografiar la película en blanco y negro ―al igual que las producciones de la referida H.P. Lovecraft Historical Society―, con, sin embargo, el color extraterreno plasmado en un tono entre magenta, rosado y morado. Muchos fans de Lovecraft alucinarán con esta Die Farbe (2010) ―que se traduce como «La granja»― pero desde el punto de vista meramente cinematográfico el resultado es muy pobre. Añadamos, por último, que los responsables de la reciente nueva versión del relato, El color surgido del espacio (Color Out of Space, Richard Stanley, 2019), sin duda deben haber visto la presente.

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Anecdotario

  • Título anglosajón: The Color Out of Space.
  • En 2012, en el H.P. Lovecraft Film Festival, en Portland, fue premiada como mejor adaptación, y fue nominada al Méliès d’Argent en el Lund International Fantastisk Film Festival en Suecia. También ha participado en otros festivales, como Night Visions Film Festival, Morbido Film Fest, Cinestrange Filmfestival o Breda B―movies, Underground & Trash Film Festival.
  • Versiones del relato:

    El monstruo del terror (Die, Monster, Die! / Monster of Terror, 1965), de Daniel Haller.

    La couleur de l’abîme (Pascal Kané, 1983) [telefilm; Francia].

    Granja maldita (The Curse / La fattoria maledetta, David Keith, 1987) [EEUU, Italia].

    Colour from the Dark (Ivan Zuccon, 2008) [Italia];

    Die Farbe (Huan Vu, 2010) [Alemania].

    Color Out of Space (Color Out of Space, Richard Stanley, 2019) [EEUU].

  • Estrenada en Alemania el 30 de octubre de 2010.

 

Bibliografía

“El color del espacio exterior”. En Narrativa completa Vol. II; por H. P. Lovecraft; prólogo de Juan Antonio Molina Foix, traducción de Francisco Torres Oliver. Madrid: Valdemar, 2007. Colección: Gótica; nº 63. Traducción de: “The Colour Out of Space” (1927). Traducido al español también como: “El color que cayó del cielo” —el más habitual—, “El color surgido del espacio”, “El color de allende el espacio”, “El color que cayó del espacio”, “El color más allá del espacio”, “El color que surgió del espacio”.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra