Un joven matrimonio con dos hijos atraviesa momentos difíciles debido a que el marido es incapaz de encontrar un empleo. En ese contexto, el entorno hogareño se verá asaltado por extraños fenómenos que inquieta a toda la familia…

Dirección: Scott Stewart. Producción: Alliance Films, Automatik Entertainment, Blumhouse Productions, Cinema Vehicle Services. Productor: Jason Blum. Productores delegados: Brian Kavanaugh-Jones, Charles Layton, Jeff Okin, Scott Stewart, Bob Weinstein, Harvey Weinstein. Productores asociados: Bailey Conway, Phillip Dawe, Rick Osako. Guion: Scott Stewart. Fotografía: David Boyd. Música: Joseph Bishara. Montaje: Peter Gvozdas. Diseño de producción: Jeff Higinbotham. FX: Fractured FX, General Titles. Intérpretes: Keri Russell (Lacy Barrett), Josh Hamilton (Daniel Barrett), Dakota Goyo (Jesse Barrett), Kadan Rockett (Sam Barrett), J.K. Simmons (Edwin Pollard), L.J. Benet (Kevin Ratner), Rich Hutchman (Mike Jessop), Myndy Crist (Karen Jessop), Annie Thurman (Shelly Jessop), Jake Brennan (Bobby Jessop), Ron Ostrow (Richard Klein), Tom Costello, Marion Kerr, Alyvia Alyn Lind, Josh Stamberg, Tiffany Jeneen, Brian Stepanek, Judith Moreland, Adam Schneider, Jessica Borden, Kenneth Meseroll… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2013. Duración y datos técnicos: 97 min. color 2.35:1.

 

El tema de los visitantes nocturnos es de los más aterradores vinculados con la mitología ufológica (al menos para mí), por aquello que tiene de la violación de la intimidad del hogar, ese sitio en el que, en teoría, más seguro te hallas, y a donde llegan extraños que te vigilan mientras duermes y realizan escalofriantes acciones con tu cuerpo.

Scott Stewart, tras las muy mediocres Legión (Legion, 2010) y El sicario de Dios (Priest, 2011), cambia totalmente de registro, se nos calma un poquito y se detiene a narrar con algo más de detalle y menos precipitación los acontecimientos en torno a un joven matrimonio con dos hijos varones, y que mantienen una relación tensa debido a que él no logra encontrar un empleo. Esta primera parte, larga, es lo mejor de la película, y muestra cierta influencia de la clásica Poltergeist – Fenómenos extraños (Poltergeist, 1982, Tobe Hooper), tanto en el ámbito argumental como en el estético. Así, la fotografía debida a David Boyd (habitual en el medio televisivo, donde ha trabajado en series como Firefly, Sin rastro y The Walking Dead) aporta unos tonos cálidos que reflejan una grata cotidianidad, que de forma pausada pero constante se ve violentada por “fenómenos extraños” en el entorno de la casa, siempre supeditados a la noche. Detalles nimios como aquel en el que, al paso del chico en bicicleta por una calle, las farolas se van apagando (algo que nos ha pasado a todos, y que hasta forma parte de la mitología urbana popular) consiguen transmitir ese aire de inquietud de manera lograda.

La calidad de los actores es otro factor que ayuda a que el espectador se interese por los personajes que encarnan, destacando sobre todo Keri Russell como la madre y los dos muchachos, Dakota Goyo, de trece años, y Kadan Rockett, de unos ocho, quedando en un segundo término quien interpreta al padre, Josh Hamilton, aunque no resulte negativo, ni mucho menos.

El problema llega cuando se acerca el momento de explicar cosas y Scott Stewart, también guionista, no se ve capaz de hacerlo. Así, en el clímax que ocupa el último tercio del film, se desata todo, pero la resolución se muestra a todas luces convencional, con una serie de imágenes formularias tendentes un tanto a la abstracción, y que recuerdan un tanto a la sobrevalorada Insidious (Insidious, 2010, James Wan), curiosamente también del mismo productor que la presente, Jason Blum. Así, Stewart ha ido creando un clima de suspense y expectación que, en el momento de hacer que toda esta carga estalle, carece de suficiente fulminante para que el espectador siga prendido por la narración, y ese último acto representa un desengaño, donde lo esperado no llega al nivel que debiera; es como una montaña rusa que, de pronto, en lo más alto de su recorrido, se detiene, dejando la emoción en suspenso.

En todo caso, pese a que el resultado acaba siendo una pequeña película de terror sin excesivas aspiraciones, representa un enorme salto adelante para su director después de los muy elementales y mecánicos precedentes que mostró. Acaso dentro de tres o cuatro películas más puede que comience a realizar obras en verdad apreciables, si sigue evolucionando. Eso sí, tal vez debiera buscarse un guionista o, al menos, un co-guionista con algo de imaginación.

 

Anécdotas

  • Película planteada originalmente para rodar al estilo «found footage».
  • El guion fue escrito en seis semanas.
  • Después de la presente, el director solo ha participado en esa modalidad en el film de sketches Holidays (2016). Su labor se ha centrado más en la producción televisiva.
  • Estrenada en Estados Unidos el 22 de febrero de 2013. En España se ha editado directamente en DVD, tras anunciarse su estreno en cines.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra