El Gran Buda de Shugakuen, en el pueblo de Ueno, prefectura de Aichi (actualmente la ciudad de Tokai) abre los ojos para acompañar al espíritu de una joven fallecida a sus pies y recorre la ciudad de Nagoya y alrededores. Después de atravesar el infierno, el Gran Buda cabalgará sobre las nubes y se dirigirá a Tokio.
Dirección: Yoshiro Edamasa. Producción: Daibutsu Eiga Seisaku-jo. Productor: Yoshiro Edamasa. Guion: ? Fotografía: Haruzo Ando, Harumi Machii. Sonido: Harutsugu Matsui. Intérpretes: Hidemichi Ishikawa, Kazuyo Kojima, Tankai Soganoya… Nacionalidad y año: Japón 1934. Duración y datos técnicos: 2.057 metros (9 bobinas) ¿75 min.? B/N-C. 1.33:1.
Uno de los primeros títulos significativos del cine de efectos especiales japonés con miniaturas (o tokusatsu eiga), por desgracia hoy día desaparecido. Su director y productor fue Yoshiro Edamasa (1888-1944), quien supuso uno de los pilares del cine fantástico japonés de principios del siglo XX. En 1910 comenzó a trabajar en la industria cinematográfica al ser contratado por Yoshizawa Shōten y con posterioridad actuó como operador también para Fukuhōdō, Tōyō Shōkai y Tenkatsu Nippori. Acto seguido, debutó en la dirección con Awaremi no kyoku (1919), fruto de esta larga experiencia como especialista en trucajes y operador, donde la historia se ambientaba entre las tribus aborígenes de Taiwán, entonces territorio nipón. En su día fue considerada como una de las películas técnicamente más avanzadas de la época, y, tras una carrera donde alternó o combinó su labor como realizador, operador o técnico de efectos especiales, Edamasa cerró su filmografía justo con el presente título. No obstante, hoy día el realizador es recordado sobre todo por haber sido el mentor de Eiji Tsuburaya, el mago de los trucajes japoneses, Godzilla y familia en cabeza.
Yoshiro Edamasa, el realizador
Producido por la propia compañía cinematográfica que Edamasa fundó al efecto, el film estaba previsto como un díptico, pero el elevado esfuerzo que requirió no fue compensado por la recaudación, ya que solo se proyectó en un número limitado de cines, aunque parece ser que con gran éxito, sobre todo en Nagoya (donde se ambientaba en gran parte), y en la actualidad se ha perdido. Según algunas personas que trabajaron en la cinta, la única copia que quedaba fue destruida por un incendio durante la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, no parece ser así, ya que el famoso escritor de ciencia ficción Yasutaka Tsutsui asegura en uno de sus libros haber visto la película en un cine de Osaka durante la postguerra, en una maltrecha copia a la que le faltaba parte del metraje (y, de paso, dice que era aburridísima). Se puede conocer su argumento gracias a las reseñas de las revistas de la época y las únicas imágenes conocidas proceden también de estos artículos.
En su día fue elogiada a nivel crítico, se destacó su planteamiento infantil y la técnica de realización, así como el recorrido visual que efectúa a lo largo del Imperio del Sol Naciente. Según el comentario de Daniel Aguilar en su libro Japón sobrenatural: susurros de la otra orilla (Satori, 2013), las escenas en el paraíso y en el infierno eran en color.
Anecdotario
- Título alternativo: Daibutsu kaikoku – Chûkyô-hen.
- Título anglosajón: The Great Buddha Arrival.
- Algunas fuentes acreditan erróneamente como director a Masaro Eda, que no existe y es una lectura errónea del nombre de Yoshiro Edamasa. Otras, que el film está correalizado entre Yotaro Katsumi y Shojiro Murakoshi, y otras por solo el primero.
- Remake: The Great Buddha Arrival / Daibutsu Kaikoku (Hiroto Yokokawa, 2018). El director es nieto de Yoshiro Edamasa.
- Estrenada en Japón el 14 de septiembre de 1934.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
Agradecimientos a Daniel Aguilar
CALIFICACIÓN: ?
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra